🧸 ᴠ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ᴇ 🧸

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Hacía poco menos de un mes que el último pago de su casa fue depositado en la cuenta del vendedor, así que mientras firmaban una última vez sonrieron y YoonGi tocó la mejilla de su esposo antes de darle un beso en la frente sintiendo una gran dicha en su pecho a tener por fin algo que por tres años se esforzaron al máximo y dieron todo de ellos mismos en sus empleos para conseguir el dinero que debían pagar.

Cumplieron seis años de matrimonio y tiempo después la casa era totalmente de ellos, una meta más había sido cumplida y no podían sentirse más felices por eso ya que ahora podrían tomar por lo menos pequeños descansos y no necesitar de turnos extras para no quedarse sin nada después de dar cada pago, pues la despensa no se llenaría sola, si alguno enfermaba de todas formas debían pagar un médico algunas veces, pequeñas deudas que con el tiempo se acumularon para crear una carga más pesada que supieron quitarse de encima juntos y rara vez se habían consentido un poco y gastado más de lo acordado en cenas de aniversario o pequeños viajes de un día o dos a sus ciudades natales.

Ahora casa rincón de la casa tenía su toque personal, había decoración por parte de ambos en todo su hogar, desde las alfombras hasta el color en las paredes. Pero había una habitación especial que tenía su propósito para seguir limpia y sin nada en ella. La razón era clara para ambos pero sin embargo no seguían listos, su economía era más estable ahora pero la inseguridad de no ser buenos padres era latente en sus corazones y cada noche que podían lo hablaban hasta que era muy tarde y decidían cerrar los ojos bajo la estela de sus aromas unidos.

Y ahora mientras recibían a sus padres en su casa y preparaban la mesa en el jardín para comer todos juntos decidieron tomar ese pequeño momento íntimo viendo a sus familias a lo lejos disfrutar de la amena compañía.

-Quisiera que ambos tomemos terapia si realmente queremos ser padres -la voz de YoonGi llamo su atención así que apoyo sus manos en sus rodillas y se inclino un poco al frente sin dejar de verlo-, yo de verdad no quiero ser un mal padre, Mimi.

El omega le sonrió y tomo una de sus manos con la suya para darle apoyo y que sintiera su compañía al igual que su apoyo a través del lazo que los unía.

-Por supuesto, pero estoy muy seguro que aún sin terapia serías un excelente padre, Gigi.

Ese adorable enrojecimiento al que ya estaba acostumbrado iluminó las mejillas de su esposo que lo abrazó por la cintura y sonrió entre su hombro, en momentos como ese donde sus familias se reunían para pasar el tiempo juntos era cuando más podía sentir y anhelar el deseo de un pequeño o pequeña bebé gateando o corriendo por la casa, imaginar su adorable y torpe manera de caminar o esa forma en que su corazón bailaba eufórico con solo imaginar la tierna voz infantil llamándolo «papá» y ser recibido en los brazos de su esposo con su bebé en medio de ellos dos en sus brazos.

La vida junto a JiMin era perfecta y sabía que seguiría siendo así por muchos años más, que a pesar de todas las críticas que recibieron por no tener aún una familia seguían su camino con la cabeza en alto y cumpliendo un sueño más juntos. Recuerda las veces que hirieron los sentimientos de JiMin diciéndole que seguramente no tenían hijos ya que ni siquiera servía para eso y que YoonGi lo abandonaría pronto. Los incómodos momentos en que le preguntaban al alfa si tenía problemas para darle familia a JiMin y si pensaba tener hijos fuera del matrimonio si realmente no funcionaba con su esposo.

Durante años ellos mismos se negaron a un hijo por una sencilla razón: estaban hartos de que todos pensaran que la razón de un matrimonio era solamente tener hijos. Por voluntad propia ambos acordaron en cuidarse en todo momento para no tener nuevamente que decidir entre su economía o el bebé.

Pero ahora que los años habían pasado, que su madurez era diferente a la de hace seis años y sobre todo que podían valerse por sí mismos la idea de un bebé sonaba bien ahora que no existía la preocupación de si podrían comprar o no todo lo necesario para su bebé.

Así que era noche cuando ambas familias se fueron y la casa quedó nuevamente con ellos dos nada más YoonGi armonizó sus movimientos con caricias y palabras endulzantes al tomar el cuerpo de su esposo en la cama, el omega que sonreía mientras lo besaba y sus manos marcaban su cuerpo con una pintura recién comenzada.

El tiempo ni siquiera parecía existir cuando la cama guardaba su calor y aromas cuando hacían el amor, esas palabras que se guardaban en la confidencialidad de su habitación con recelo a ser oídas por alguien ajeno a ellos.

Esa noche no hubo una barrera entre ellos dos, tampoco una pastilla del día siguiente o un parche. Simplemente se sintieron con claridad bajo la luz tenue y sus labios marcando con vehemencia la tersa piel contraria. Y cuando la cúspide llegó haciendo temblar sus cuerpos JiMin se removió entre el placer y lo miro a los ojos sabiendo que desde ese día toda si vida estaría cambiando para siempre con la esencia de YoonGi llenando su interior sintiéndose cansados para una ronda más.

Al sentir los brazos de YoonGi en su cintura se imagino que cuando su vientre estuviera un poco más grande le sería más difícil abrazarlo con ese pequeño «impedimento». Pero no podía sentirse más gustoso por un futuro que ahora sí había planeado y se sentía listo para llevarlo a cabo con la única persona que amaba y siempre amaría.

Chillemos porque ahora sí van a tener su familia juntitos.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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