Rest and alcohol

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-¡Auch!-

-Perdone jefe-

-Paul al menos hubieras llamado una enfermera.-

-Le recuerdo que no podemos confiar en nadie actualmente.-

-Patryk al menos eres más delicado. Hazlo tú.-

-Ya casi termino.-

-...-

No era nada agradable para sus subordinados ver por lo que estaba pasando... Ayudarlo a curar las heridas de un cuerpo tan débil. Hasta ellos se dieron cuenta que no era la misma persona.

-Listo- 

Paul terminó de limpiar, desinfectar y vendar cada parte. Hasta éste punto Tord parecía tener un traje blanco.

-Te lo agradezco Paul- Mientras se estaba levantando del pequeño sofá una terrible sensación de agujas por todo el cuerpo lo invadió y se retorció un poco apretando los dientes.

-¡Jefe! Debería quedarse ahí. Las heridas están muy sensibles por el momento.-

-Patryk, lo que menos quiero es sentirme como un paciente... Quiero salir un momento-

Los soldados intercambiaron miradas, les preocupaba mucho que a Tord le pasara algo estando en ese estado, pero sabían que no podía dejar su orgullo a un lado.

-Llámenos si necesita algo- Habló el más alto.

-Lo haré- Se vistió ésta vez con una ropa diferente. Con un pantalón de vestir negro, una camisa de mangas largas negra, unos botines marró y por último una gabardina gris. -No tardaré mucho así que no vayan a alterarse.- Salió de la habitación.

Ambos soldados suspiraron. Ellos ya estaban alterados desde antes.

Antes de salir de aquel edificio Tord se puso la capucha de la gabardina, había que ser precavido, cualquiera lo podría reconocer.

Sin auto... Quería dar un paseo por su cuenta. Trataba de que el sonido del viento lo distrajera de su conflicto mental y emocional.

Una risas llamaron su atención. Al ver a su izquierda había un pequeño bar, lo pensó más de dos veces, tal vez no era aire fresco lo que necesitaba. 

Se dirigió ahí y abrió la puerta de madera. Al entrar lo analizó y realmente el lugar no parecía pero ni de tres estrellas. En realidad es uno de esos lugares que la gente se encuentra a un lado de la carretera. Aún así ya quería irse de ahí... ¿O si?

Entre la gente que se encontraba en la barra, estaba una persona con ese peinado que siempre apuntaba para arriba, una sudadera de ese color océano, y que tenía enfrente un vaso con hielo junto a una botella de Smirnoff.

Su cabeza decía que huyera antes de que lo viera. Dio un paso hacia atrás y luego dar una vuelta, pensando que llegaría a su destino que en ese momento era la puerta, lamentablemente un hombre se interpuso en su camino. Tord topó con él haciendo que el hombre se derramara su cerveza en su camisa.

-¡FÍJATE IDIOTA!- En un segundo el hombre se puso rojo de furia.

-Yo... De verdad lo s...- Se encogió en su lugar. El ambiente cambió y las miradas estaban sobre ellos.

-¡CÁLLATE! ¡Ya que tú me botaste la cerveza! ¿Qué tal si yo te boto los dientes?- Lo tomó de la gabardina, el agarre era tan fuerte.

Tord se enfocaba en esos dientes que apretaban y parecía que iban a romperse. 

¿Por qué no le hizo caso a Patryk?

-Suéltalo-

-¿¡Eh?!

Esa voz...

-Él no quiere problemas...-De repente Tom se acercó de una forma que podría verse sereno-... Y tal vez tú tampoco - Se dirigió al tipo y lo miraba con esos enormes ojos amenazantes que mostraban enojo.

-¡No te metas, anormal!-

-Mira al chico que tienes en tus manos-

El hombre se mostró desinteresado pero lo hizo.

-Yo fui quien lo dejó sin brazo... Si me provocas, te lo arrancaré a ti también.- Sonrió con victoria cuando notó un leve escalofrío proveniente del sujeto.

El otro soltó su agarre y liberó a Tord. Luego se fue del bar.

Tord finalmente pudo respirar con calma, hasta que recordó que Tom estaba ahí parada a la par suya.

-Te invito un trago.- Dijo cortante el de azul y se dirigió a una mesa.

Tord no sabía si hacerlo o no. No podía controlar ese maldito conflicto interno.

Tom se le quedó mirando. La pregunta de si por su culpa el otro estaba así volvió. Sintió la presencia del otro y lo acompañó sentándose en la otra silla, quedando frente a frente.

-¿Qué te gusta?-

-Lo que sea... No tomo mucho- 

Tom era cortante, y Tord evitaba la mirada.

-Bonita gabardina.-

-Gracias.-

Sería más fácil que uno estuviera tirado en el suelo noqueado por el licor y el otro estuviera viendo kilos y kilos de hentai en su celular, que mantener una conversación.

Y así parecía que Tom quería que fuera. Sabía que era inútil intentarlo. Un par de imbéciles que tuvieron muchos problemas por años no podrían tener un momento pacífico sin ser incómodo. Estaba con su mano en el bolsillo dispuesto a sacar el dinero para sus bebidas que serían traídas en algún momento, para luego levantarse...

-Amm... Te agradezco por lo que hiciste... - Repentinamente soltó Tord. Aún seguía sin mirarlo a los ojos.

-...No hay de qué. El tipo era un tonto- Dijo Tom relajado.

Sus tragos fueron llevados a su mesa. Tom sirvió el contenido de la botella en su vaso. Al darle un sorbo a través del cristal se dio cuenta que Tord se le quedó viendo y éste retiró la mirada en un segundo.

-¿Qué pasa?- Preguntó directamente el de azul.

-Noté algo... ¿Estás más alto?-

-Ay... Es una grotesca historia. Tiene que ver con Matt ganando un concurso y un premio que incluía miles de cartones de leche.-

-Ugh... No quiero saber más.-

Tom soltó una pequeña risa por la expresión del otro.

-Tord... Quiero preguntarte algo... Seriamente.-

-¿Qué es?- Su expresión cambió.

-Los tipos... que mantenían cautivo... ¿Exactamente por qué fue?-

Tord frunció el ceño y se mordió los labios levemente.

-Está bien... Te contaré. Solo no se lo digas a los demás. Esto es algo que no tiene que ser compartido.-

-De acuerdo.-

-Esos tipos estaban trabajando en algo demasiado peligroso. Es como una especie de droga que no se hace con simples sustancias. Ellos usaron algo parecido para una bio-arma.-

-¿Como para hacer bioterrorismo?

-No. Es diferente. Ésta arma se supone que no se esparce, se queda en un solo cuerpo.-

-¿Para qué?-

-No estoy seguro. No llegué a investigar esa parte.-

-¿Así que lograste robarles eso?-

-Si.-

Con su mano sana, Tord buscó desde su cuello hasta llegar a su hombro derecho. Y en eso mostró muecas de dolor.

-¿Tord?... Por favor dime que no la guardaste ahí- Tom tenía una cara de desagrado. 

Por último Tord se retorció un poco de dolor dando una leve arcada en sus silla. Cuando sacó la mano de ella había una pequeña jeringa con un líquido índigo.

-¿Es esa cosa?-

-Si-

-¿Y la tuviste ahí guardada todo éste tiempo?-

-Es algo que tuvieron que implantarme para conectar mi brazo robótico. No es la gran cosa-

-Qué asco...-

-La mantuve escondida hasta de Paul y Patryk. Es decir... ellos ya me la habrían quitado... Así que...- Dio freno a sus palabras cuando en un rápido movimiento Tom le quitó la pequeña jeringa- ¡TOM!-

-Ya te conozco. La guardaré por seguridad.-

-¡Dámela!-

-No. Ahora toma antes de que se entibie tu trago.- Empezó a tomar de lo más normal.

Ahora si, Tord se arrepentía de haber entrado a ese bar.

CONTINUARÁ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro