Take your Cola

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En el edificio varias personas empezaron a evacuar. No se sabía por qué había sido activada la alarma pero el pequeño grupo en el corredor sabían que estaban siendo atacados.

-Faen!- Expresó con molestia el noruego. - ¡Patryk, Paul! ¡Vayan por el transporte, nos iremos ahora!- Ordenó y los soldados se apresuraron. -¡Ustedes salgan ahora!-

-¡Espera! ¿Qué hay de nuestras maletas?- Dijo Matt perdiendo la calma.

-Es lo material o tu vida. Decide- Tord lo miró serio.

-Ringo... Está allá arriba.- Susurró el de verde y fue corriendo hacia el elevador.

-¡Edd!- Tom empezó a correr tras él pero Tord lo detuvo y le pasó de largo.

-¡Yo voy por él! ¡Tú sal con Matt y lárguense!-

Sin saber qué hacer solo se fijo como Tord desapareció por las escaleras. Teniendo que acatar órdenes a regañadientes tomó a Matt quién estaba en shock y huyeron.

En el último piso, Edd salió y se dirigió hacia esa habitación.

-¿Ringo? ¡Ringo!- Llamó a su gato hasta que escuchó un pequeño maullido. Ringo estaba bajo una silla asustado. Edd se arrodilló para sacarlo. - Está bien amigo. Ya nos vamos. - Ya con su gato en brazos podía salir. Sin embargo se acordó de aquel libro en la esquina de la habitación, era el álbum.

-¡EDD!- Llegó el noruego enfadado.

-¿Tord? ¿Por qué me seguiste?-

-Mira tú que... que... - Se tomaba el estómago y se inclinaba un poco. Tuvo que subir unos cuantos pisos a pie hasta que el elevador ya estuviera disponible. Necesitaba recuperar el aliento -...te encontré... antes de que pasara algo... ay...-

-¿Pasar qué?-

En ese momento un helicóptero volaba frente a la ventana de la habitación y por la posición que estaba parecía que ellos eran el blanco. Para colmo... uno de esos helicópteros blindados.

-¿Tord?- Edd abrazó a Ringo con fuerza. Sentía que las piernas se le debilitaban, tenía miedo.

-¡EDD ABAJO!- Tord corrió hacia él y lo empujó al suelo. Al milisegundo comenzaron a disparar desde el helicóptero.

Pedazos de vidrio eran esparcidos por el aire, muebles y otras cosas estaban siendo destrozadas. Con su experiencia en el campo de batalla, Tord avanzó hacia Edd para cubrirlo que aún tenía a su minino.

-¡ARRÁSTRATE HACIA LA SALIDA PERO NO LEVANTES LA CABEZA!- Le dijo Tord entre todo el alboroto.

Edd hizo lo que dijo. Para él fue lo más difícil y horrible. Sabía que en cualquier momento su cabeza podría ser perforada. Después de largos segundos llegó a la puerta, detrás de él venía Tord. El noruego al ver que Edd ya estaba casi afuera aceleró y empujó a Edd hacia afuera para luego él saliera rodando de ahí. Lograron salir, Edd estaba ileso gracias a Tord que lo guío, incluso el noruego estaba a salvo al saber cómo manejar la situación, y con un solo brazo.

Se levantaron y fueron rumbo al elevador, en el trayecto escuchaban las balas tras de ellos. Cuando el elevador estaba por abrir sus puertas una explosión vino de aquella habitación, tal vez fue por una bazooka.

Desde ahí, el de verde vio lo último que salió volando por esa puerta, un álbum destrozado y antes de que cayera al suelo Tord entró a Edd al elevador que luego se cerró.

Ya estando en el primer piso, se escuchaban disparos y también explosiones. Corrieron hacia la salida esperando ver su único escape.

-¿Dónde están? ¿Dónde están?- Tord buscaba a sus compañeros desesperadamente.

-¡JEFE!- Paul llegó con el Toyota a tiempo para recogerlos. Luego de entrar finalmente se fueron.

Tom y Matt ayudaron a su amigo a subir, felices de ver que había recuperado a Ringo dejaron que Edd se sentara y pudiera descansar. En el asiento de adelante Tord también pudo respirar de alivio, y desde ahí se puso a pensar que estar en un edificio llamativo fue una estúpida idea.

-Hicieron un buen trabajo chicos.- Recostó su cabeza hacia atrás mientras cerraba sus ojos y sonreía.

-Gracias jefe. Ahora... ¿A dónde nos dirigimos?- Preguntó Patryk mientras volteó a verlo.

-A un lugar donde no podamos llamar la atención... y haya comida.-

Los soldados intercambiaron miradas sobre qué lugar podría ser. Ya se les ocurrirá algo.

Ahora podían descansar un poco. Tom ya deseaba otro trago, esa salida forzosa lo puso exhausto aunque tal vez no se comparaba al tipo de cansancio de Edd. El de sudadera verde se sacrificó para ir por el gato, la verdad fue muy valiente. Aunque sinceramente él habría ido en su lugar. Ya se habían acomodado Tom a la par de Edd y luego Matt.

Cuando Tom se fijó en el dibujante se dio cuenta que solo miraba por la ventana, cualquiera diría que admirando el paisaje, pero estaba demasiado pensativo. Y al analizar la parte derecha de su cara, encontró una franja a la par de su ojo, una irritación lineal que empezaba desde la esquina y terminaba al medio centímetro de distancia.

-Edd ¿Qué te pasó en el ojo?- Acercó su mano para tocar esa marca, sin embargo el otro la retiró con un manotazo.

-Estoy bien.- Dijo en un tono profundo y serio. Sin ver a los chicos, solo mantenía su visión al cristal.

Tom y Matt intercambiaron miradas. Edd no es el tipo de persona que rechace el contacto físico así de fácil, más bien, no es el tipo que rechace el contacto físico, porque normalmente es muy cariñoso y atento.

Estaba frío y distante. No estaba de más pensar que algo raro estaba pasando.

En el asiento delante de ellos, Tord los escuchó, con el mismo pensamiento que el alcohólico y el narcisista: "Algo muy raro está pasando con Edd". No quiso decir nada, no tenía caso ya que él mismo se desterró del grupo y no quería causar problemas.

Lo mejor para todos era estar callados hasta llegar a su próximo destino.

...

Después de casi media hora, Paul se estacionó en un centro comercial. Tal vez se estaban arriesgando en detenerse en un lugar muy público pero si seguían aguantando hambre se comerían el auto. Bajaron y entraron al lugar en orden buscando los multirestaurantes. Por suerte no había tanta gente, era más fácil saber de posibles atacantes que merodearan entre la gente.

-Muy bien cada quien vaya a comprar lo que quiere y nos reuniremos en esa mesa de allá.- Al segundo ya la mayoría se había alejado de Patryk después de hablar, incluyendo Paul que tenía tantas ganas de comer tacos.

-Tord, ven aquí- Tom estaba esperando el momento. Lo tomó del hombro para detenerlo y hablar en privado.

-¿Qué quieres?- Le dedicó una mirada fría.

-Oye, ¿Siempre será así?-

-¿De qué hablas?-

-¿Huir día y noche incansablemente luchando por sobrevivir?-

-Así es la guerra ¿De qué crees que trabajo?-

-¡Lo que ellos quieren es lo que robaste! ¿Sabes qué, por qué mejor no la tiramos y ya?-

-Lo que tuve que pasar por conseguirla no se terminará en eso. Que ni se te ocurra.- Dijo chocando los dientes con su mirada intimidante mientras lo tomó del cuello de la sudadera.

-Eso no funciona en mí, commie. Suéltame.- Mostró ese rostro neutral pero con una mirada igual.

Tord bufó y lo soltó mientras se alejaba de él.

-Necesito comer algo.- Dijo el noruego antes de perderse en los multirestaurantes.

Tom suspiró para liberar el pesado aire con el que cargaba desde que los problemas comenzaron. Se movió de ahí para ir por una hamburguesa y tal vez por una botella de Smirnoff, sin ponerle atención a la persona atrás de él mirándolo.

...

-Patryk tienes que probar la salsa picante, pica pero tiene un buen sabor así que... ¿Patryk?- Se detuvo y ladeó la cabeza al ver a su compañero que lo miraba con desaprobación - ¿Por qué me miras así?-

-La próxima vez podrías quedarte a escuchar lo que digo.- Se cruzó de brazos mientras volteaba la mirada.

-Lo hice. Dijiste que compráramos y nos reuniéramos.-

-No me refería a eso...-

-¿Entonces a qué?-

-Al fin puedo sentarme, esa cola estaba larga.- La bandeja de Matt hizo ruido en la mesa lo que quitó la concentración de ambos hombres. -¿Han visto a Edd?- Buscó a su amigo con la mirada hasta que lo encontró. -Creo que sigue esperando a que lo atiendan.-

-Matt ¿Estás esperando a Edd?- Tom llegó con su bandeja.

-Si. Aún sigue en la cola.-

El de azul ubicó al de verde y se quedó pensando unos segundos.

-Iré a ver si necesita ayuda. Ya vengo.- Fue hacia esa cola. Al llegar Edd ya estaba siendo atendido. Lo vio pagar para luego irse a la otra cola donde le darían su pedido pero antes de llegar ahí se topó con él. -¿Qué pediste?- Le preguntó con una sonrisa.

-¿No deberías estar comiendo?- Le pasó a un lado y se fue a la otra cola.

Tom ya se estaba impacientando con ese comportamiento. No solo tenía que soportar las locuras de Tord, ahora también era el malhumor de Edd. No podía con tanto él solo, y Matt no era una opción para ayudarle.

Mientras se quedaba ahí parado, Edd pasó a tomar su pedido y ahí Tom ya se estaba preguntando quién demonios era ese chico.

-¿Una ensalada en vasito?-

-No es nada nuevo, Tom. Las he comido antes.- Sin decir más iba a retirarse cuando Tom tomó el refrescó de la bandeja y le quitó la tapadera con la pajilla para olerlo- ¡Oye!-

-¿Durazno? Edd ¿Es en serio? ¿Durazno?- Volvió a preguntar mientras le ponía la tapadera al vaso.

-¡Déjame comer tranquilo!-

-Espérame aquí- Se alejó dejando el jugo de durazno en cualquier mesa donde una niña de 2 años comenzó a tomar de ahí. A los segundos Tom regresó con una lata de Cola. -Aquí tienes- Extendió la cola hacia él.

-Tom yo...-

-Estás como adicto sin su droga. Si sigues así vas a explotar. Y no tienes que pagármela - Puso la lata sobre su bandeja- Y ésto también - Puso unas galletas de chocolate sobre la bandeja -Una simple ensalada no llenará tu estómago.-

Edd tenía la intención de reclamarle, sabía que si. Poco a poco la cara del de verde se relajó hasta mostrar una pequeña sonrisa.

-Gracias Tom.- Ahora estaba apenado. Su amigo solo trataba de hacerlo sentir mejor cuando él estaba como un ogro. -¿Cómo la estás pasando con Tord?-

-Yo... Umm... Pues bien.-

-Tom ni siquiera te esfuerzas. No lo estás intentando.-

-¡Tampoco él! No me pidas algo tan tonto. Estoy harto de tenerlo cerca.- Escuchó la bandeja de Edd temblar, retrocedió un paso al creer que el de verde estaba apunto de pegarle, pero su amigo se contuvo y lanzó un largo suspiro antes de ir a la mesa.

Por primera vez en mucho tiempo, Tom estaba experimentando lo que sería tratar con otro igual a él... Y es terrible.

Se fue detrás de Edd a pasos perezosos, no había pasado ni 6 horas desde que fueron raptados y ya estaba agotado. Al menos ese cansancio se iría al sentir algo apoyándose a su espalda.

-No intentes nada- Una voz masculina habló amenazante - Si lo haces te dispararé... Aunque si lo haces sería perfecto, porque si la bala te atraviesa irá a caer a la cabeza de Larsson matándolo - Susurró lo último en su oído con total odio.

-¿Y qué ganas con eso?- Tom se escuchaba calmado aunque asustado en el fondo.

-Una gran suma de dinero. Ahora coopera conmigo o mataré a tus amigos.-

Ahora su mente estaba desordenada ¿Qué podría hacer? Entregar a Tord era su única salida pero... ¿Por qué no optaba por hacerlo?

-Escucha... ¿Por qué no te lo traigo yo mismo?-

-¿Cómo?-

-Si... Ya no soporto estar con él. Te lo daré... si prometen ya no seguirnos más...-

-Suena bien para mí. Te dejaré ir pero si no intentas nada estúpido.-

-Lo que tú digas- Pudo sentir cuando el arma ya no hacía presión con su espalda, lo que significaba que el tipo había tenido confianza.

Empezó a caminar solo unos tres pasos hacia adelante y repentinamente giró sobre su pie izquierdo, rápidamente su mano derecha tomó el arma y la elevó apuntando hacia el techo. Ambos forcejeaban con el arma, el otro sujeto empezó a disparar.

El sonido alarmó a las personas y todas empezaron a evacuar. En la mesa donde estaba los chicos también se alteraron pero se quedaron atónitos cuando vieron a Tom pelear por un arma con otro tipo.

-¿Tom?- Matt se encontraba debajo de la mesa cubriendo su cara.

-¿Qué está haciendo?- Paul se puso de pie.

-¿Jefe, intervenimos?- Dijo Patryk tomando un arma que mantenía guardada en su cintura, esperando el momento para cargarla mientras se ponía de pie.

Edd también se había oculto bajo la mesa. Sus oídos estaban alerta y esperaba que Tord diera una señal, pero cuando se asomó para verlo supo que el noruego estaba estancado en su lugar nada más como espectador shockeado.

-¡Ghh...! ¡DAME... EL ARMA!- Tom estaba como en un campeonato de pulso con aquel hombre.

-¡TÚ SUÉLTALA!- Gritaba el otro poniendo más fuerza.

Cada vez el de azul estaba perdiendo la resistencia. Tanto tiempo en el gimnasio no iba a servirlo con alguien que ha tenido más entrenamiento. Si no logra quitarle el arma matará a sus amigos... El grupo y Tord morirán.

En ese instante cerró los ojos con fuerza y se prometió hacer lo que fuera por salvarlos aunque tenga que morir.

Repentinamente el sujeto dejó de resistirse y Tom logró quitarle el arma. La idea de que el tipo se cansó y se rindió fue la primera en llegar a su cabeza. Estaba sonriendo victorioso y estaba por apuntarle a la cara cuando abrió los ojos... Sin embargo...

Tom tenía de frente algo filoso que casi rosaba su nariz. Una hoja metálica de un sable que atravesó el torso del hombre matándolo al instante. Asustado cayó sentado. Y luego la imagen del sable saliendo de ese torso por la espalda, con el cuerpo desplomándose.

No podía creer cuando supo quién era el dueño del sable.

-¿Tu?-

Algo totalmente nuevo, que se preguntó cuántas cosas más lo esperaban.

-Hola Tommie-

CONTINUARÁ

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