Capítulo 21

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

No te vayas

[Pasado...]

Iruka corría desesperado en busca de encontrar a su pequeño hijo, Kakashi había sido el primero en enterarse de la situación y claro que había intervenido, claro que había intentado enfrentarse a ellos y obviamente dió aviso tanto a su pareja como a sus ninjas de confianza, intentó ocultarle aquella información al niño de doce años que era su hijo, pero Sasuke se enteró, Sasuke corrió envuelto en furia más que dispuesto a atacar a su hermano mayor, pero tan solo era un niño.

En su llanto Iruka avanzaba con desesperación girando entre resbalones para seguir adelante, un estruendo de pronto llamó su atención, por la calle debajo de sus pies avanzaba el mejor amigo de Kakashi, Gai, que corría con el ceño fruncido en preocupación, sin dudarlo lo siguió, Kurenai le había dicho que había estado presente cuando le revelaron la verdad a Sasuke así que salió cuánto antes en su búsqueda.

Kakashi había caído inconsciente después de enfrentarse a Itachi Uchiha, él en cambio se había encontrado ocupado tratando de mantener a su hijo ocupado ayudándole con su entrenamiento, pero Sasuke no era el objetivo de Akatsuki o Itachi, no, el verdadero objetivo era Naruto... O el monstruo sellado en su interior.

— ¡Gai! ¿Los has visto?

— ¡No realmente, pero escuché un estruendo por aquí cerca, busquemos juntos!

— ¡Gracias!

Después de los exámenes chunnin y todo lo ocurrido con la villa de la arena y Orochimaru, Sasuke decayó enormemente, la furia corría por sus venas día y noche así que entrenaba hasta el cansancio día tras día sin permitirles hablar con él, solo podía estar cerca suyo al ayudarlo con su entrenamiento y aunque le hablaba... Sasuke se negaba a escuchar, la sensación que invadía su pecho era el de la perdida, sentía que perdía a su hijo... Y luego ocurrió lo de Kakashi, Naruto saliendo bajo al supervisión de Jiraya san y la reconstrucción de la aldea que ahora no tenía un Hokage, era un desastre y aparecieron ellos... Akatsuki, Kisame e Itachi, para dar caza a su hijo menor, Sasuke se enteró por accidente de que su hermano buscaba a Naruto y cuándo le dijeron simplemente salió corriendo. Iruka había estado en la torre Hokage ayudando con lo que podía cuando Kurenai apareció para informarle.

Habían tenido suficiente, desde que los chicos habían sido aceptados como ninjas capaces de participar en misiones Iruka se había opuesto por completo, fue él quién le entregó su banda ninja después de tanto esfuerzo por parte del chico, pero seguir ese camino tarde o temprano lo llevaría a descubrir la razón para que todos lo alejarán... Y lo hizo... Y eso los alejó.

— ¡Ahí, creo que nos han ganado! —señala firmemente.

—Debe ser un Jutsu de Jiraiya san.

—No creo que podamos entrar, deberíamos...

Un segundo estruendo, Gai le señaló con el mentón para que rodearán el sitio e Iruka asintió tomando su kunai en mano para seguirle el paso. Al llegar Gai atacó erróneamente al Sannin legendario, pero Iruka no tuvo tiempo para reaccionar a nada más que la visión de sus dos hijos... Sasuke con la vista perdida y golpes despiadados sobre el cuerpo, Naruto en Shock con la furia haciendo temblar sus dedos... Cayó de rodillas ante su hijo mayor tocando aquellas mejillas magulladas, luego lo abrazó con fuerza.

Al salir él cargaba con su hijo a la espalda y el único sonido que escuchó fue la voz de Naruto al comprometerse con encontrar a la próxima Hokage.

—No. —exclamó duramente —No puedes ir, te lo prohibo Naruto. Regresemos a casa. —tiende la mano.

—Papá... —expresa agachando la mirada —lo siento. —niega —Si ella es una médico tan ejemplar como dicen... Seguro que ayudará con la recuperación de papá y Sasuke, tengo que ir.

—Naruto... —rogaba con el terror en la mirada.

—Iruka, lamento no haberme presentado como debía, Kakashi me comentó brevemente la situación y... —descansa la palma sobre el cabello rubio del chico —entiendo lo preocupado que debes sentirte con todo lo que ocurre, pero... Me he comprometido a cuidarlo ¿No crees que estará mucho más seguro a mi lado mientras Kakashi se recupera? Además... —avanza unos pasos hasta enfrentarlo —Necesita aprender a defenderse por su cuenta, yo le enseñaré.

—Es solo un ni...

Sus palabras se ahogaron al encontrar la decisión en aquellos ojos azules, Naruto avanzó hasta encontrarse delante suyo, pero Iruka era consciente de la decisión que el chico ya había tomado así que simplemente aceptó el abrazo de su hijo aferrando su cuerpo con su mano libre; luego lo observó marcharse.

—Deberías comer, no te hará ningún bien no comer adecuadamente, necesitas tener la fuerza para cuando Naruto vuelva y para cuidar de ellos —exponía Kurenai.

—Yo... Tengo miedo... —confesaba de frente a su rostro.

—Iruka... —mencionaba dulcemente tocando el hombro del hombre —su destino fue sellado el mismo día de sus nacimientos. Sabían que tarde o temprano Itachi Uchiha se cruzaría en el camino del pequeño Sasuke, y que Naruto terminaría enterado de la bestia que reside en su interior. No... No hay nada que hacer, más que estar con ellos.

[Varios días después, hospital Konoha]

— ¿Qué tal parece estar?

—Sigue en transe... No importa lo mucho que hablé con él, nada cambia...

—Logramos que se quedará con nosotros después de la aparición de Orochimaru, es imposible que lo perdamos ahora Iruka.

—Kakashi... —expresaba con frustración —no lo has visto. Se encuentra en blanco. Su hermano, el mismo que masacró a todo su clan lo ha golpeado sin ningún escrúpulo... Él... Él terminará yéndose, y no podré hacer nada para detenerlo.

Los sollozos escaparon de sus labios causando que el hombre en cama se contrajera sintiéndose culpable y débil, tras la puerta de la habitación Naruto escuchaba los miedos de sus padres, sabía que tenía que hacer algo con respecto a su hermano mucho antes de pensar en hacer algo con respecto a su propia fuerza.

Sakura salió de la habitación de Sasuke con la costumbre usual, pero ante sus ojos se presentaba una persona inesperada y otra totalmente previsible.

—Hola, Hinata. —da una pequeña reverencia —Y tú, llegas tarde —expone hacia el rubio —no ha querido comer nada. En fin... —suspira — ¿Qué te trae por aquí Hinata?

—Yo... Bueno yo... —emitía dubitativa observando de reojo al rubio que ni siquiera le prestaba atención —quería saber si puedo ser de ayuda para... Para lo que sea... Pasan un momento difícil —expresa con mayor decisión manteniendo la mirada en la puerta de la habitación —y ambos son amigos nuestros.

—Oh... —sonríe débilmente manteniendo la mirada baja —entremos juntos Hinata, y... —encuentra sus ojos —gracias por venir.

—No es nada.

—Entonces yo... Me voy.

—Hasta luego Sakura.

—Gracias por venir. —repetía al aire abriendo la puerta para adentrarse —No ha emitido palabra alguna desde que despertó, tampoco ha comido, básicamente sobrevive por las medicinas y todo eso... Papá está preocupado, ambos lo están, todos lo... Estamos.

— ¿Crees que podría... Hablar con él?

—Adelante —asiente.

Tomando asiento en una esquina Naruto se aferraba el rostro, no bastando con la situación que atravesaba su familia también había caído en cuenta de que Sakura, su primer amor, definitivamente se encontraba enamorada de Sasuke, y le dolía verla tan atenta a él. La voz susurrante de Hinata llegó a sus oídos atrayendo su mirada, la chica se había sentado en el borde de la cama tomando suavemente una de las manos del Uchiha que se mantenía disperso de todo.

—Debió se duró volver a verlo y... Comprobar que sigue siendo un ninja de temer... —masajea la palma abierta del chico —has dicho que era un genio, un prodigio, sabes que solo hay uno de esos en varios años... Y ambos sabemos lo frustrante que puede ser la comparación a ellos... Tiene la ventaja de la suerte Sasuke, tú tienes que buscar tu propia ventaja. Es tiempo de levantarse y... —detiene sus palabras al sentir un apretón sobre sus dedos, su mirada sube encontrando aquellos ojos negros sobre ella —ser mejores.

Ante los ojos sorprendidos del rubio Hinata se inclinó en la cama abrazando de forma firme y consoladora al joven en cama que dentro de unos segundos sollozaba contra el hombro de ella. Hinata se apartó con suavidad limpiando las mejillas del chico con una sonrisa en labios.

—Buscaré un poco de comida para ti, volveré enseguida.

—Si —respondía con voz ronca.

—Y un poco de agua.

Se sonrieron mutuamente y segundos después la chica salió de la habitación, fue entonces cuando Naruto caminó hasta el campo de visión de su hermano.

— ¿Qué haces? ¿Qué fue eso? Papá ha estado muerto de la preocupación por tu estado y solo bastó que Hinata viniera a decirte unas cuantas cosas para que... Volvieras en ti.

—Es una buena amiga.

— ¡Papá daría su vida por ti, Sasuke!

—A papá... No puedo confesarle todo lo que de verdad siento.

— ¿Y a Hinata si? Lo siento, pero... —niega exasperado — ¿Cómo y por qué? Ella no habla mucho, ni mucho menos se acerca primero para iniciar cualquier cosa ¿Cómo llegaste a... Tener tal amistad con ella?

—Tuvimos algunos encuentros inesperados, hablamos un poco y no es tan desesperante como lo parecía... Somos amigos, es lo único que necesitas saber. Yo... Quisiera hablar con nuestro padre más tarde.

— ¿Con cuál de los dos? Últimamente te has comportado como un completo idiota con Iruka. Sabes que papá te adora y se preocupa por cualquier situación que nos ponga en peligro.

—Naruto, sal de aquí.

Con incredulidad y enfado el chico dió media vuelta para abandonar la habitación, y al salir observó a la chica de ojos perla volver con una charola de comida en manos.

— ¿Ya te vas Naruto kun?

—Sí. Ocúpate un momento de él, por favor.

—No te preocupes. Sé que mejorará.

En un asentimiento se marcha con dirección a la habitación de su padre. Al entrar obtiene la mirada de ambos mayores que tranquilamente expanden una sonrisa por sus rostros.

— ¿Estás bien cariño? —cuestionaba Iruka frunciendo levemente el ceño —No luces...

—Hinata a logrado que reaccioné y con suerte lo hará comer... —escupía con furia sin mirar a ninguno —quiere hablar contigo papá... —emitía con rendición más dulcemente —Pero ve un poco más tarde, cuando haya comido algo...

— ¿Qué pasa? —expone dulcemente acercándose —Naruto...

— ¡Es frustrante! —emitía al borde del llanto — ¡Es tan... Egoísta! ¡Ni siquiera yo me comporté tan horrible con ustedes cuando me dijeron sobre... Sobre... —señala su vientre —esta cosa! ¡Sobre mi familia! ¡Pero él...!

—Son asuntos distintos, —expone desde la cama —lo sabes. La pérdida fue diferente.

— ¡Pero yo! —observa al hombre frente a él y luego al que estaba postrado en la cama —No los trate tan mal, me enojé, claro, pero nunca... Nunca los trate así de mal... —agacha el rostro parpadeando en un intento de retener sus lágrimas.

Iruka observa a su pareja y exhalando un suspiro se acerca hasta su hijo tomándolo por la nuca para acercarlo contra su pecho.

—Cariño, te permitimos atravesar tu duelo, dejemos que Sasuke lo haga a su modo... —agacha la mirada —no te voy a negar que la posibilidad de que él se vaya es por mucho mayor a la tuya... —toca la mejilla de su hijo inclinándose para verlo a los ojos —tú pudiste odiarnos, alejarnos y vivir por tu cuenta en la villa.

—No tenias razones para irte. —expone con firmeza sentándose en el borde de la cama —Se te ocultó la realidad de la muerte de tus padres, el hecho de ser un Jinchuriki, pero aún siendo un niño fuiste capaz de superar el odio sin sentido que todos te dirigían y te propusiste convertirte en el Hokage y un mejor ninja para que todos se arrepintieran del trato que te daban. Tu propósito —niega con una sonrisa —era firme. Nos sentiríamos tristes de que te sintieras traicionado por nosotros y si te alejabas, pero... No te irías, podríamos saber de ti aunque no quisieras saber de nosotros.

—Eres un pequeño ángel. —toma las manos de su hijo sin apartarle la mirada —No importa lo tan enojado que estuvieras... —sonríe —siempre eres el primero en disculparte, confío ciegamente en ti Naruto. —suspira —Pero Sasuke es impredecible, explosivo... Y tiene una razón para irse.

—Oye... —expone dudoso —has dicho que Hinata estaba con él...

—Uh... No tengo ni idea de cómo sucedió eso, pero le dijo algo muy simple y Sasuke reaccionó casi enseguida.

En la habitación del joven Uchiha, Hinata tomaba la charola vacía de comida para dejarla en la mesita al lado de la cama, enseguida regresó frente a la cama y sin pena alguna tomó las mejillas del chico acariciando con ambos pulgares.

—Te ves muy pálido.

—No había comido bien recientemente...

—Mejora lo suficiente para que podamos entrenar juntos. Sé que en un futuro podrás enfrentar a tu hermano.

— ¿Y ganarle?

Ella sonríe apartando las manos —Apostare por ti sin dudarlo.

Una tenue sonrisa se dibuja en el rostro pálido del joven que inhala profundamente para observar por completo a esa chica, su pequeño rostro amanzanado y amable, su sonrisa crece mientras se recuesta nuevamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro