Capítulo 28

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El primero

Sasuke fue el primero en marcharse y la verdad era que ambos hombres ya lo veían venir; el anuncio llegó a la hora del desayuno después de haber comido tan solo un tazón de cereal, fue rápido y confiado, les dijo que pensaba ir a vivir a casa de Hinata para estar la mayor parte del tiempo a su lado, Hiashi no se había opuesto y de hecho había anunciado que dentro de unos días saldría de la villa junto a unos amigos para tomar unas vacaciones en las aguas termales, el chico se tomó una semana para reunir sus pertenencias y pasar unos últimos días con sus padres, luego se marchó de la mano con su pareja que agradeció la confianza sobre ambos.

Era martes, tarde por la noche. Naruto había sido más cuidadoso para que sus padres no se enterarán, no era que no hubiese querido decirles, pero quería evitar ver la tristeza en el rostro de ambos debido a su partida, les informó durante una cena en la cual Shikamaru lo acompañó y básicamente pidió que lo dejarán a su cuidado. Ahora se marchaba por igual durante la noche con una mochila al hombro y dos maletas en mano, dieron una reverencia hacia Kakashi e Iruka para después partir, se habían abrazado lo suficiente durante toda la semana antes de decidirlo por completo.

Iruka volvió la mirada sobre su pareja que mantenía una mirada seria sobre su hijo menor que se alejaba hacia su nueva vida, sus ojos marrones se dirigieron hacia la casa que compartieron durante años y la mirada negra de Kakashi le siguió.

—Bueno... Será más solitario, pero... Creo que podremos con ello.

—Puedo pedirle a Gai que venga a entretenerte, sigue siendo lo suficientemente ruidoso para entretenerte. Además... —frota su nuca exhalando un suspiro —su querido alumno, Lee, escuché que estaba pensando en marcharse a Suna.

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Su relación con el Kazekage. —informa divertido por su sorpresa —Creo que Naruto fue el primero en enterarse, Gaara y Lee están saliendo.

— ¿De verdad?

En una risa lo toma por los hombros guiando su atención al frente de su casa mientras asiente.

— ¿De verdad recuerdas la primera vez que ellos llegaron aquí?

—Se encontraban eufóricos.

—Sí...

[Hace varios años atrás]

— ¿Estás seguro de ésto?

—Esos niños pasan más tiempo metidos en tu casa y la mía que en las suyas, ya lo has visto, Sasuke que era tan limpio últimamente tiene hecho un desastre.

—Se comporta como un niño normal, y creo que más bien es debido a que quiere que pase más tiempo en su casa, —vuelve la mirada detrás suyo —ya sabes, a Naruto le cocino y lavo además de limpiar su cuarto, eso me hace pasar mucho tiempo con él.

Kakashi se aferra con más fuerza a la cadera del hombre frente a él, se encontraban acostados en el sofá mirando una película de superhéroes.

—Tenemos la aprobación del Hokage, así que no hay problema.

—Vivir con niños no es fácil como parece que lo piensas Kakashi.

—Claro que lo sé, no vivo en las nubes.

—Lo haces un poco. —bromea girando de cara al techo —Ni siquiera sé para que te lo pregunto si ellos van a llegar en unas horas. Pero ¿Por qué no fuimos nosotros mismos a decirles?

—Se supone que el tercero era el responsable de cuidarlos, es justo que sea él quién les de la noticia.

—Y eso no me parece mal, pero pudimos ir a ayudarles con sus pertenencias.

—El tercero dijo que las mandaría mañana.

Iruka exhala un suspiro dirigiendo la vista sobre el hombre a su lado, sin la máscara Kakashi era aún más atractivo, y no podía negarlo, le parecía terriblemente sexy el pequeño lunar debajo de su labio. Kakashi sonrió siguiendo la mirada ajena con orgullo, pero Iruka no se dejó intimidar por aquella confianza y simplemente tomó al hombre por la mejilla girando de costado hasta ser capaz de besar aquel lunar tan cercano a sus labios, al sentirlo apartarse Kakashi intentó acercarse de nueva cuenta, pero Iruka volvió a recostarse mostrándose conforme con lo obtenido.

—Ya no podremos hacerlo con tanta libertad, ahora tendremos a dos niños en casa, así que... Se acabó dejarte experimentar conmigo.

—Aunque pareció gustarte el shibari.

—Bueno... —expone con vergüenza —sí, claro, fue... Interesante. Pero seamos sinceros, te gustó mucho más a ti.

— ¡Claro que sí! Amo ver qué goces con las cosas que te hago. Pero... —acerca sus labios al oído ajeno —tienes que admitir que a ti también te gusta.

La mano del Hatake se detuvo sobre el vientre de su pareja y lentamente se deslizó hacia su pelvis palpando la piel bajo su ombligo y el borde de sus pantalones, Iruka contuvo la respiración un segundo en el que su piel subió de tono y se tensó por completo, su mirada subió cuando los dedos del Hatake se introdujeron bajo la tela con lentitud, fue entonces que lo observó.

—No podemos Kakashi, los niños...

—Sera rápido —susurró contra su oído besándole la piel de la nuca —en nuestra habitación.

Iruka lo observó y luego de pensarlo un poco tan solo se levantó extendiendo la mano en espera de la de su pareja; solo bastó cerrar la puerta de la habitación para que los besos dieran inicio en un retroceso a ciegas por la habitación, Iruka cayó sobre la cama con Kakashi siguiendolo de cerca, ante sus ojos pudo verlo sacarse la camisa dejando al descubierto su torneado cuerpo.

— ¿De verdad piensas tomarte un descanso del Anbu? Creo que su entrenamiento... —palpa el vientre ajeno ascendiendo con firmeza —te sienta muy bien.

Sonríe —Bueno... Solo será un momento... —inclina el cuerpo al frente besando el cuello moreno de su pareja —para poder entrenar a algunos chicos, con suerte Naruto y Sasuke terminan bajo mi cuidado.

—Eso puedes hacerlo... —suspirando cierra los ojos al sentir la presión sobre su cadera —sin necesidad de abandonar el Anbu... —observa los ojos ajenos —ellos están encantados contigo.

— ¿Qué me dices de eso de ser maestro?

Iruka ríe levemente tomando el rostro ajeno entre sus palmas hasta finalmente poder besar aquella labios, sus jadeos se encuentran irremediablemente ante la negación de abandonar la boca ajena; un gemido escapa de boca de Iruka al sentir la mano de Kakashi atraerlo con fuerza de la cintura hacia su entrepierna dura, peor al sentir los dientes del Hatake sobre la piel de su hombro. En un jadeo sus labios vuelven a encontrarse y la ferocidad se mezcla junto a la necesidad de sentir al otro causando que la ropa se sienta estorbosa.

—Kakashi... Te amo.

Deteniéndose observa aquellos ojos castaños llenos de seriedad, Iruka se encontraba recargado de sus codos a medio levantar con esa mirada sincera y la respiración agitada, Kakashi sonríe tomándole la mejilla.

—Será una tortura no poder hacerlo contigo cada día.

Iruka entorna la mirada en una negativa mientras se endereza para sacarse la camisa, sin perder el tiempo Kakashi le suelta la liga del cabello y mientras besa su piel morena sus manos se mueven ágilmente sobre el pantalón ajeno, Iruka suspira al verse despojado de su ropa interior pero aún en su vergüenza separa las piernas dejando al descubierto su miembro erecto y su necesidad.

—Adelante, lo hicimos ayer, no necesitamos tantos preparativos.

—Agradezco al dios que te cruzó en mi camino.

Iruka desvía la mirada en su vergüenza cubriéndose parte del rostro mientras Kakashi se inclina entre sus piernas comenzando a besar su rodilla y descendiendo por su muslo entre besos y suaves mordidas, Iruka jadea al techo apretando los labios de vez en cuando hasta que la húmeda boca de su pareja decide envolver su miembro en succiones lentas y profundas, sus rodillas tiemblan y se contraen hacia el hombre entre sus piernas mientras sus manos se aferran a aquel cabello blanco dando caricias y sujetándose en su necesidad, Kakashi no pierde tiempo y cuidadosamente introduce un dedo en la cavidad de su pareja.

— ¡Te he dicho... Que no hace falta!

—Es mejor ser cuidadoso.

—Idiota...

Sonríe sujetando el miembro ajeno mientras desciende entre besos, sus labios se adhieren al muslo interior de Iruka succionando hasta dejar un pequeño hematoma rojizo, por un segundo detienen su mirada sobre la contraria y enseguida sube hasta aquellos labios que no huyen de su cercanía mientras sus cuerpos se unen con lentitud

—No vayas tan lento —jadea contra su boca —podrían llegar en cualquier momento... Se rápido.

—Pero si amas que te lo haga lento...

Frunce el ceño enfrentando la mirada de su pareja —No tenemos tiempo.

Kakashi hace caso a su pareja haciendo que sus caderas se muevan con mayor velocidad recibiendo los jadeos del moreno contra su boca, él se ocupa de besarlo en el rostro, en el cuello y suavemente desliza la palma por el pecho desnudo de su pareja tocando sus pezones erectos entre sus propios jadeos y gruñidos.

Para cuando los niños llegan ellos ya habían tomado un baño y se encontraban sentados al sofá nuevamente, Naruto abre con la confianza de quién ha residido en aquel lugar durante años y toma la mano del Uchiha obligándolo a entrar sin el permiso de los adultos quienes enseguida vuelven la mirada sobre el pasillo de entrada encontrándose con ambos infantes.

— ¡Chicos, pensé que el tercero los traería!

—Dijo que tenía cosas que hacer —informa con la mirada baja.

— ¡Que mandará nuestras cosas más tarde! —expresa animoso corriendo hasta subir al regazo del moreno y abrazarlo — ¿De verdad podremos vivir con ustedes?

Observa a su pareja y tiende la mano hacia el otro pequeño —Kakashi ya ha remodelado su casa para que podamos hacerlo. Así que si.

Sasuke acepta la mano de Iruka y entre su vergüenza se deja guiar sobre su regazo y ser abrazado, mientras Naruto pierde el tiempo recorriendo la pequeña sala y cocina que ya muchas veces había visitado, Iruka se inclina sobre el oído del pequeño en su regazo.

—Podemos... Vivir como una familia. ¿Te parece bien? Ese tema... —aleja un poco el rostro para mirarlo a la cara, Kakashi se acerca sin dejar de rodear el hombro del Umino —por el cual Naruto se burlaba de ti.

—Que la verdad no estuvo nada mal, creo que me queda bien ser llamado papá, aunque... —besa la mejilla del Umino —definitivamente a él le queda mucho mejor.

Iruka enrojece de vergüenza dirigiendo una dura mirada hacia su pareja para enseguida volver la mirada al pequeño sobre su regazo que le presta completa atención, está vez sube el tono de su voz para ser escuchado por el otro pequeño que ya había corrido hacia el pasillo.

—Legalmente no somos familia, pero viviremos juntos como una, pueden llamarnos sus padres si eso desean, o... Pueden seguir llamándonos por nuestros nombres.

—Las habitaciones tienen el mismo tamaño pero deberían verlas y elegirlas por su cuenta, una tiene vista a la calle y la otra se encuentra más cerca del baño. Deberíamos... —expone al levantarse —verlas para que dejen lo que han traído.

— ¿De verdad podemos?... —expone desde el pasillo adentrándose con paso lento — ¿Llamarlos papás?

—Sí —expresa el mayor —sin ningún problema.

Naruto mantiene la mirada sobre los ojos negros de Sasuke para comprobar si acaso había alucinado aquellas palabras, pero ambos caen en cuenta de que no es así. Sasuke vuelve la mirada sobre el rostro amigable del hombre que lo carga, aprieta sus pequeños labios avergonzado de hablar y dirige su vista hasta Naruto que había avanzado lo suficiente para tomar la mano de Kakashi.

—Papá —expresa con una pequeña sonrisa.

— ¿Si, Naruto?

— ¿Puedes llevarme a ver mi habitación?

Kakashi sonríe y toma al chico en brazos llevándolo hacia el pasillo con dirección al primer cuarto, al verse solos Sasuke vuelve a mirar el rostro del adulto.

— ¿Por qué no pueden ser legalmente nuestros padres?

—No está permitido que dos hombres formen una pareja y mucho menos que adopten niños, además, —acaricia la mejilla del pequeño —realmente ustedes jamás fueron llevados a un orfanato, no pueden ser adoptados porque no se encuentran en ese sistema.

—Pero... Aún así quieren ser nuestros padres.

—Me agradas Sasuke, y Naruto también. Queremos cuidar de ustedes, ser sus padres si eso es lo que necesitan.

Sonríe agachando el rostro —Yo también quiero ver los cuartos, papá.

[Presente]

Lentamente se adentraron en la casa mirando muy atentamente cada esquina mientras recordaban todas sus vivencias con el par de niños, tomaron asiento en el sofá analizando la estancia vacía y falta de su presencia, los dos se habían marchado. Kakashi apretó el hombro de Iruka atrayendo su atención.

— ¿Te encuentras bien Kakashi?

—Um... Sí...

Inhalando profundamente aprieta la rodilla de su pareja, Kakashi lo observa borrando su línea de expresión fruncida.

—Dijeron que vendrían cada tanto.

—Claro.

—Y el que se marchen no significa que olviden lo mucho que nos quieren.

—Entiendo.

—Hasta sus parejas vendran para que pasemos tiempo con ellos, serán más personas, aún más si Sasuke no se controla, creí ver algunos chupetones en el cuello de Hinata.

—Ella no se queda atrás, creo que te perdiste las marcas de rasguños en la nuca de nuestro hijo.

La vida después de sus hijos sería un poco solitaria y silenciosa, pero seguían teniéndose el uno al otro y al final de cuentas esos dos chicos no tenían planeado apartarse por completo. Iruka sonrío tocando la mejilla de su pareja para inclinarse y besarlo.





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