Capítulo 9

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Herida.

[Presente...]

Exhalando con agotamiento Sasuke se limpiaba ferozmente las lágrimas que se mezclaban con el sudor de su agotada frente, su mirada volvió en un jadeo sobre el hospital del cual recién había salido y con prisa saltaba del techo de un edificio hacia el siguiente con dirección a su hogar.

En un jadeo detenía sus pasos observando las luces apagadas de su hogar, su respiración agitada y la desesperación de su rostro debía desaparecer un gramo antes de cruzar aquella puerta, así que limpiando sus lágrimas tomaba aire antes de bajar del último tejado y cruzar el patio delantero de su hogar para avanzar en paso veloz y firme; eran las tres de la mañana cuándo un mensaje urgente logró llegar hasta sus oídos gracias a un Anbu que regresaba retrasado de la misión que había compartido con el Hatake, sin siquiera dudarlo decidió abandonar su misión principal para dirigirse directamente a la villa acudiendo de primera cuenta al hospital para enterarse correctamente del estado de su padre, minutos después salió hecho un manojo de nervios y pánico girando entre pasillos y chocando contra la gente en busca de salir de aquel lugar y poder tomar camino hacia su hogar, no había descansado ni un minuto desde su regreso, pero tenía que avisar a su familia.

Entre su desesperación forzó en parte la puerta de entrada logrando romper la cerradura, ante el ruido los dos residentes de la casa despertaron cada uno en su habitación aturdidos por los pasos veloces y jadeos profundos, Naruto salió a prisa lanzando su cobija lejos de su cuerpo al tiempo justo para observar como su hermano con una apariencia agotada y sucia se adentraba a la habitación de su padre.

— ¡Kakashi se encuentra herido de gravedad!

Iruka ni siquiera se detuvo a pensar las palabras y simplemente salió de su cama para tomar la mano de su hijo y ponerse en marcha cuánto antes pidiéndole que lo guiará, Naruto los sigue de cerca exponiendo varías preguntas que se queden sin respuesta, pero al ver la mirada de su hermano comprende que... Aquello realmente estaba pasando, y era grave.

Apenas llegan al hospital se encuentran con la Godaime en el pasillo dando varias órdenes y firmando algunos documentos, ella misma les da la información necesaria, pero apenas llega una enfermera con algunas bolsas de sangre la Godaime se adentra al quirófano con la seriedad necesaria,
Iruka se mantiene con la mirada perdida en la nada mientras su respiración poco a poco se acelera carente de control, el joven rubio a su lado entra en un pequeño bucle de negación cuestionando en susurros si aquello podía ser verdaderamente posible, Sasuke exhala un enorme respiro apenas siendo capaz de controlar el cansancio de su regreso, pero luego de tragar grueso dirige su oscura mirada firmemente hacia los ojos de su hermano quién rápidamente comprende, Naruto observa a su padre quién se recargaba de la pared tratando de encontrar equilibrio de algún modo. Sasuke se acerca tomando la mano de su hermano para apartarlo un poco.

—Necesitas calmarte. Sabes lo fuerte que es nuestro padre, Naruto... —traga duramente —Kakashi solo necesita nuestra confianza, es Iruka quién necesita de nosotros ahora mismo.

Un sollozo por fin escapa de la boca del hombre moreno atrayendo la atención de sus dos hijos, pero Iruka rápidamente cubrió su rostro fruncido en dolor siendo incapaz de disfrazar el miedo y tristeza que lo invadía, el sollozo crecía convirtiéndose en un tormentoso llanto, un alarido tan desconsolado que le arrebataba las fuerzas de las piernas; con solo verlo tambalearse ambos chicos se acercaron para sostenerlo de ambos brazos, pero parecía tan afectado que solo bastó que se dieran una mirada para decidir su actuar, ambos se deslizaron por la pared hasta tomar asiento en el suelo con su padre, siendo su apoyo a cada lado y permitiéndole llorar.

—Oye... —menciona suavemente — ¿Te acuerdas aquella vez cuando tuvimos aquella misión en las afueras y fuimos con papá? —sonríe ante el recuerdo —fue nuestra primer misión de rango elevado.

— ¡Cuándo se construyó aquel puente con mi nombre! ¿Lo recuerdas papá?

El hombre apenas y era capaz de sonreír, pero aún así se inclinaba hacia su hijo de ojos azules para darle un asentimiento firme y luego recostarse contra su hombro, Naruto sonríe entristecido descansando su mejilla contra el cabello suelto de su padre.

—Él es muy fuerte —asegura Naruto.

—Ya sabes que él es muy fuerte... —solloza frunciendo el ceño al lado de ambos —él es...

Consciente de su alrededor se endereza observando como Sasuke se contrae sobre si mismo sollozando contra sus rodillas sin poder contener sus emociones, Iruka se acerca hasta rodearlo en un abrazo recordando el pasado de aquel pequeño chico, del horror de su infancia, suavemente da largas caricias sobre el brazo de su hijo en busca de calmarlo.
Naruto frunce los labios  y entre el morder de su labio inferior agacha la mirada encontrándose muy afectado por todo lo que estaba ocurriendo, todos lo sabían, siendo un Anbu su padre corría mucho más peligro que sí solo fuese un ninja normal, pero también sabían... Qué a su padre le encantaba ser un Anbu.

—Estúpido viejo... —musitaba Sasuke —le dije que debía dejarlo, le dije que... —eleva la mirada por sobre el hombro de su padre —que no necesitábamos ese dinero extra.

Naruto vuelve la mirada sobre los ojos negros de su hermano y simplemente limpia sus lágrimas reteniendo su llanto para mantenerse fuerte, Sasuke siempre había sido el fuerte, siempre se había retenido guardando sus sentimientos en lo más profundo de su corazón, siempre, siempre... Así que por esa vez Naruto cargaría con todo eso en silencio. Las puertas de la sala de urgencia se abrieron y los tres familiares se levantaron con prisa mientras Tsunade suspiraba quitándose las protecciones restantes.

—Iruka, chicos... —suspira, mostrando una leve sonrisa —Todo estará bien, lo tenemos bajo control así que pueden detenerse de estar preocupados... —une sus palmas —verán, lo que ocurrió fue... Una emboscada, ellos solo habían ido en busca de información sobre un tema importante, y al final los emboscaron, viendo lo que lograron con Kakashi puedo suponer que eran rivales fuertes, lo hirieron sobre el Sharingan con un kunai... Pienso que es más un tipo de traumatismo que la herida propia, la herida no fue muy profunda así que no creo que el Sharingan se encuentre afectado, pero...

— ¿¡Pero qué!? ¡No necesito estos malditos momentos de duda Tsunade!

La mujer retrocede sorprendida por tal acto de fiereza proveniente de un hombre tan tranquilo. Ambos chicos avanzan con prisa sujetando a su padre por los brazos para intentar tranquilizarlo y darle un momento a la Godaime de centrar sus ideas luego de tal acto.

—Solo... Hubo un ataque extra luego del Sharingan, así que posiblemente estará dormido por una semana o menos, la herida está situada en la espalda y lo hizo perder mucha sangre, esa es la razón de la transfusión. Y...

—Solo necesito saber cuándo puedo entrar para estar a su lado —expresa con enfado —necesito estar a su lado.

— ¡Padre! —pide Sasuke jalando la mano del hombre.

—Papá —expresa Naruto tomando su hombro con prisa —No hagas ésto, sé cómo eres y sé que te arrepentirás de ésto más tarde cuando te encuentres tranquilo, así que... Por favor intenta controlarte.

Al ver las miradas preocupadas de sus hijos Iruka decide contenerse agachando un poco la mirada, traga grueso y guardando su desesperación pide una disculpa entre una leve reverencia. Naruto suspira y decide hablar por los dos.

— ¿Cuando podemos entrar?

—Media hora Naruto, lo moverán a una habitación particular y luego de eso le administrarán algunas cosas necesarias, asi que mientras eso ocurre... —sujeta el hombro del mayor —deben esperar afuera Iruka, solo media hora, él estará bien.

—Lo sé —declara entre su pena y enfado.

La mujer decide marcharse antes de iniciar una guerra con la tempestad que contenía el Umino en su interior, ese hombre normalmente era muy recto sobre las misiones y nunca faltaba a las órdenes de sus superiores, ante los altos mandos él mantenía la cabeza baja y escuchaba atentamente, pero... Podía verse a simple vista que cuando se trataba de sus hijos o aquel hombre internado, él podía ser duro y completamente insubordinado.

Las horas pasaban tan lentas que el tic tac característico del reloj parecía tomarse milenios en volver a sonar; en ese tiempo Iruka permanecía con los ojos cerrados y las manos unidas entre sí mientras pedía salud para su pareja con suaves oraciones que abandonaban sus labios. Naruto detenía su andar en la esquina del pasillo poseyendo en sus manos un poco de café y algunos alimentos para quitarse la sensación de malestar que todos tenían en el estómago, su mirada se detuvo sobre la silueta de su padre en aquella banca de espera, un hombre inquieto que apretaba sus palmas y en susurros pedía piedad a un dios invisible. La cirugía había tardado una hora en concluir y ellos se veían obligados a esperar otra media hora para poder ver a su familiar.

Exhalando un suspiro el rubio sigue su camino atrayendo la atención de su hermano que intenta dirigirle una suave sonrisa en agradecimiento, aunque Naruto solo niega entre el encoger de sus hombros y entrega un café y un emparedado haciendo lo mismo con su padre, finalmente toma asiento al lado del moreno.

—Cuándo todo esté lío de prepararle la habitación y las cosas que necesite termine, —inclina el rostro para mirarlo a ambos —Pienso que máximo van a dejar entrar a una sola persona por cierto tiempo, así que... —observa a su hermano —Sasuke, si te parece bien...

Asiente —Si, sabes que no hay problema por mí... —revuelve su café —puedo esperar por verlo.

—Si eso está decidido, —posa la palma en la espalda de su padre —puedes estar con él durante el resto de la noche, y cuánto gustes estar ahí papá. Sasuke y yo tomaremos turnos intermedios para que descanses un rato cuando lo necesites.

Ante el apoyo de sus hijos Iruka eleva la vista rodeando a uno entre sus brazos depositando un beso en su frente, y luego tomando al otro para repetir la misma acción, les agradece y se levanta quedándose frente a la puerta de la habitación con impaciencia; al llegar la hora la enfermera le cede el paso y él se adentra con prisa tomando un banco para acercarlo a la cama, toma la mano de su pareja y la mantiene contra su rostro mientras deja fluir sus lágrimas.

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