Wonwoo sabía que su berrinchudo novio tenía algo en la cabeza que lo mantenía distante y distraído. Una tarde cuando llegó de su trabajo no encontró a su mayor en el living como siempre, por lo que subió las escaleras y escuchó voces.

Al asomarse, vió a Soonyoung mirando algo en su teléfono, que asumió que era un vídeo.

—¿Bebé?

Soonyoung despegó la mirada de la pantalla y le sonrió, abrió los brazos invitándolo a que se acerque. Wonwoo se acostó con cuidado encima de su mayor y este lo rodeó con sus brazos y piernas.

Besó la frente del mayor que tenía su
cabeza enterrada en su pecho.

Se quedaron así por varios minutos, en silencio, dándose besos y caricias.

—Bebé, ¿Estás bien?

—¿Por qué no lo estaría, Wonu? —Soonyoung  pasó las manos por el sedoso pelo del menor, peinándolo para atrás.

—Estás distraído y sé que quieres algo pero no te animas a decirme.

—No es verdad...

—Soonyoung.

—Bueno... me gustaría casarme, sé que quiero todo rápido pero es que de verdad te amo y quiero hacerlo —bajó la mirada, avergonzado.

—Mi amor, no tenemos que hacer todo ya —acarició su mnejilla— Es solo un papel, el amor es igual, no cambia en nada —se arrastró un poco por el colchón para llegar a sus labios— Prometo que cuando tengamos nuestro primer hijo, nos casaremos, bebé. ¿Te imaginas? Nuestro niño llevando los anillos con su trajecito blanco, apuesto a que ambos van a estar hermosos de blanco.

Al mayor le brillaban los ojos, se imaginaba a Wonwoo con un esmoquin negro, el con uno blanco y a su pequeño hijo con un traje similar al de él.

—Prometo esperar, papi Shua dice que lo bueno se hace esperar —sonrió— Lamento estar tan caprichoso —abrazó la cabeza de Wonwoo y apoyó la suya en esta.

—Sé que quieres hacer muchas cosas
conmigo amor, pero tenemos toda la vida, ¿verdad? —el menor salió del pecho del mayor para mirarlo a los ojos.

Soonyoung rió y le dió un pequeño beso.

—Me voy a bañar, ¿Vienes?

El mayor lo besó y se levantó para dirigirse al baño.