Capítulo 9: Dolor

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Molestia, incomodidad, pinchazon, ardor. Una sensación desagradable en todo sentido inimaginable. Tanto física, mental, o psicológica. El ser humano es constantemente un animal que basa su existencia en esta sensación, ya sea sintiéndola o provocándola. La vida es complicada, la existencia es incomprensible, y los sueños, son su lugar anormal.

Nega: De noche traspasa mis huesos dentro de mi, y los dolores que me corroen no descansan. En ese sentido, el dolor es absoluto... pero el sufrimiento es optativo. 


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La situación era extraña. Jayden miraba los últimos estudios del castaño, la luz del sol entraba por la ventana, pero el rubio miraba el expediente para luego desviar su mirada hacia el baño, una y otra vez durante un minuto entero. El joven seguía en la cama, calmado, mirando a la nada con su rostro curándose de los moretones, era un milagro que las ojeras fuera lo que desaparecía mas rápido. 

Jayden: Después de esto, lo único que puedo recomendarte es... tener cuidado a la hora de despertarte, puede que tu cuerpo aun no se acostumbre 

Lemy: .... Hmm 

Jayden: En lo demás. Pues, digamos... no tendrás que preocuparte por una ETS. Todo dio negativo. Estarás bien, al menos físicamente 

Lemy: .... 

Jayden: Te han traído ropa. Así que, solo debes cambiarte y que firmen para darte de alta. Lo bueno es que es ambulatorio al final del día 

Lemy: ¿Qué es eso? 

Jayden: - suspiro - Que te podrás ir. Es muy temprano pero, los estudios están mejor que nunca... 

Lemy: Hmm... 

Jayden: Lem.... *Lincoln me mata* 

Medicamente estable, por fuera. Por dentro, era obvio que el joven tenia una batalla interna obviamente por lo que le sucedió. El rubio volvió a suspirar, y se llevo los papales para que pudiera irse, solo que chasqueo sus dedos en la puerta antes de salir, para que el joven volviera a la realidad. 

Comenzó a vestirse, no le importaba mucho la ropa, solo quería salir de ahí. Pantalones, calcetines, zapatos, camiseta, sudadera. Una vez vestido, respiro hondo sintiendo comezón en la gaza cuadrada en su frente, tenia miedo de hacer fuerza por los puntos. 

Antes de acercarse a la puerta, ese sonido que tanto odiaba, en tan poco tiempo, lo hizo detenerse. Podía escuchar ese tono, tan simple y tan molesto. Había escondido el teléfono debajo de la almohada, sin pensarlo muy bien. No tuvo otra opción, no podía seguir escuchando ese sonido, por lo que contesto. 

Lemy: ¿Qué? 

Nega: Buenos días para ti también 

Lemy: ¿Qué quieres? 

Nega: Por ahora nada. Llamaba para ver que vas a hacer. Por si no lo sabes, tus hermanas están en tu hogar. Loan, Liena, Liby. Leia tuvo que explicarle a Lizy quienes eran, esta muy feliz de saber que tiene mas familia. Lana piensa hacerse cargo de firmar tu petición ¿Listo para volver al ruedo? 

Lemy: .... 

Nega: ¿Chico? ¿Ya te moriste? 

Lemy: Vete al carajo, Nega 

Colgó. No podía creerse lo que había escuchado. Pese a todo, guardo el teléfono en uno de sus bolsillos, tomo el resto de sus cosas, y salió enfadado de la habitación. Las emociones mescladas de todo lo que le había sucedido hasta ahora lo carcomían por dentro, pero tenia que guardar las apariencias, por mas difícil e imposible que fuera. 

Encontrarse con Lana fue menos problemático de lo que se imaginó. Pero cuando intento abrazarlo, este tomo sus brazos y le dio una mirada severa, aunque ese no era el problema, no quería que nadie lo tocara. No podía. Por parte de la rubia, solo pensó que no le agradaba la situación en cuestión, pues no seria una novedad. 

Una vez que todo estuvo resuelto, Lemy se despidió de Jayden agradeciéndole por todo. Ambos se dirigían a la casa, mientras Lana se encargaba de conducir, intento saber que había pasado de manera leve.

Lana: Sabes, ¿cómo cuidar de esa herida, no?

Lemy: Jayden me dio las pastillas y los métodos. Ya veré como hago con los puntos

Lana: No hagas esfuerzo. ¿De acuerdo? Si necesitas ayuda, puedes pedi-....

Lemy: ¿Quiénes están en la casa?

Lana: ¿C-como sabe-...

Lemy: Lana. ¿Quienes? 

Lana: Loan, Liby y Liena. Loan quería hacerse cargo de tus papeles y cuidados 

Lemy: Ajam. Se irán 

Lana: Lem... 

Lemy: No es mi problema. No es su casa, tengo los papeles. Bueno, tengo que ir con un notario o un escribano para terminar de validarlos... pero ellas no saben eso... - mirándola fijamente - Tu no dirás nada, ¿verdad?

Por los pocos segundos que pudo mirarlo, a causa de seguir viendo el camino, sintió un leve escalofrió por su mirada inerte y poco iluminada, como si lo único que viera fuera un recipiente vacío. Al llegar, el cielo blanco acompañaba al clima húmedo de la tormenta de anoche. Lemuel abrió la puerta con total tranquilidad, pero al entrar, solo se encontró con dos rubias y una castaña en la sala. No estaba sorprendido, ni molesto. No tenia emoción. 

Loan: Lem... 

Liby: - sujetando su pecho - Estas bien 

La tercer hermana solo pudo soltar un par de lagrimas en silencio, e intento abalanzarse sobre el castaño para abrazarlo, pero al igual que Lana, el solo la tomo de los brazos y la alejo haciendo presion con una mirada fría. 

Liena: - snif - Auch, Lem, me duele.. 

Lemy: - soltándola - Volvieron. No hay dinero, no hay posibilidad de que tengan algo de la casa, y yo no las quiero aquí. Eso es todo. - apuntando con su pulgar - Ahí esta la puerta 

Loan: - suspiro - Lemuel, se que no es el mejor momento. Pero no vamos a dejarlos sol-... 

Lemy: ¿Hablo en chino? 

Lana: Bien. Suficiente. Por dios, se supone que son adultos. - viendo al castaño - Y tu, necesitas ayuda. Te guste o no

Lemy: Pues no me gusta. Para el fin del día, las quiero fuera de la casa... 

Loan: ¿Eso es todo? ¿Así va a ser esto? 

Liena: Lemy, nos mudamos por ustedes. Tu acabas de salir del hospital por que te asaltaron 

Lemy: ¿Y eso que? ¿En que me afecta a mi? Se mudaron, que logro. Ahora búsquense un lugar y aléjense de mi y de ellas 

Loan: No puedes decirnos esto, Lem. - levantándose del sofá - Queremos estar con ustedes. Tenemos derecho a verl-... 

Lemy: ¿Derecho? Todas ustedes se largaron en cuanto pudieron, fueron por sus madres, ¿no? Vivan con ellas... Voy a ducharme 

Liby intento acercarse a el antes de que se moviera, pero el castaño se movió tan rápido como si no quisiera estar ahí, mucho menos que lo tocaran. Al subir las escaleras, no pudo evitar inclinarse en la puerta de sus hermanas, la primera fue Leia, pues dormía en su cama tranquilamente, se imagino que no quería pisar la escuela hasta que el llegara a casa. Empezó a retroceder, viendo las dos puertas del otro extremo, sabiendo que la del medio era su habitación, a la cual no había ingresado desde la muerte de su padre. 

La de la derecha era la de Lizy, al entornar la puerta vio a la pequeña dormida en la cama, abrazando un conejo blanco rodeada de otros muñecos. Lemuel suspiro y se dirigió al baño, con tal de limpiarse. Se sentía sucio. ¿Estaba sucio? Asco. No podía sentir otra cosa. A demás de debilidad. 

No le importo mojar la gaza de su cabeza, no hizo caso a todo lo que Jayden le había explicado. Su cabeza volaba entre el agua caliente, la cual parecía que hervía, tanto que su piel se puso roja y apenas parecía importarle, mientras las lagrimas se mesclaban con el agua. 

Lemuel tardo bastante en salir. Al limpiar el espejo, pudo ver como su piel estaba hinchada y enrojecida, como su cabeza tenia una lineal ennegrecida con los puntos. Resignado y aun mas enfadado, limpio su herida y coloco una gaza nueva con cinta blanca. Quería dormir, aun húmedo con una toalla en su cintura, salió del baño y entro en la habitación de su padre, donde todo estaba igual a como lo dejo. Trabo la puerta, para sentirse seguro. Su cabeza le empezó a doler, sus pensamientos lo invadieron en la peor medida posible. No quería bajar y verlas. Lemuel recordó que tenia cosas que hacer, su respiración volvía a ser errática. No podía hacer nada. Las píldoras que le recomendaron servirían. Se las había olvidado en el auto. No iba a bajar, no iba a salir. 


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Leia había despertado con pesar. Otra vez sin ir a clases. Pero el bienestar de su hermano era mas importante. Con su bata rosa y un par de pantuflas, salió de su habitación escuchando voces en la planta baja. Algo llamo su atención. Ver a un pequeño dinosaurio con ambas manos  apoyadas en la puerta al final del pasillo. Leia se acerco a su hermanita viendo que apenas se movía. 

Leia: - adormilada - Liz. ¿Qué haces? 

Lizy: Lemy edta adento... 

Leia: ¿Ya llego? Bebita, vamos a desayunar. Debe estar cansado *Yo también quiero verlo* 

La pequeña estiro sus manitas aun con los ojos medio cerrados, dejando que la cargaran. Ambas bajaban las escaleras sintiendo el aroma caramelizado y dulce. En el comedor, Lana hablaba con Loan y Liby. 

Leia no dijo nada, dejo a Lizy en una de las sillas a un lado de su madre, y se fue a la cocina antes de que Loan abriera la boca. Liena cocinaba lo que parecían ser Waffles. Ella se acerco a la cafetera sirviéndose una taza, logrando llamar su atención mientras se sentaba en la isla en mitad de la cocina. 

Liena: Buenos días. 

Leia: - mirando el refrigerador - ¿Cómo estaba? 

Liena: ... - suspiro - No lo se. Bien. Tal vez... No nos quiere aquí 

Leia: Yo tampoco. ¿Por que volvieron? 

Liena: ¿En serio? ¿En serio? 

Leia: No les importaba. Cortaron todo tipo de lazos. - dando un sorbo a la taza - Los seguros no pueden esperar. Tus niños menos, ¿no? 

Liena: - suspiro - Pedimos, que nos trasladaran. Bueno, a Loan. Yo aun tengo que acercarme a laguna escuela para ver si puedo-... 

Leia: Si pones un pie en mi escuela me mato 

Liena: Leia-... 

Leia: Basta. No quiero escucharte... - mirando su teléfono - Solo quiero que se vayan y nos dejen en paz. Estábamos tranquilos con... con papá. Ahora el no esta... - mirándola fijamente - Y Lemy tiene que aguantar quien sabe que de ustedes 

Liena: ... 

Leia: ¿Qué diablos quieren, eh? Volver no les garantiza nada 

Liena: - volteándose - ¿Y Lana? Con ella no parecen tener problemas 

Leia: No es lo mismo. Que ella este aquí, es por Lizy. Y nada mas 

Liena: Después de abandonarla cuando era una bebe. ¿No es peor que con nosotras?

Leia: Ella al menos no utilizo el dinero de papá. Lizy es pequeña, no es capas de entender lo que significa... que te abandonen 

Al terminar de cocinar una gran cantidad de Waffles, la rubia tomo una charola para llevarlos a la mesa, viendo el rostro melancólico de su hermana. En ese instante, reconoció esa expresión al saber que Leia no podía pensar en su madre. Era un patrón. Algo semejante y a la vez diferente para cada una de ellas. 

Quiso ofrecerle venir a la mesa, pero al verla tan sumergida en su teléfono que prefirió alejarse con las demás para desayunar. La pequeña Lizy hacia preguntas sin parar, dejando que Lana no para de sonreír de la emoción. La niña llenaba la casa de alegría. 

Leia termino su café y subió al piso de arriba para cambiarse, pero algo llamo su atención, pues su hermano estaba casi a los gritos en la habitación. No pudo evitar acercarse, pero antes de tocar, escucho algo que la hizo detenerse.  

Lemy: ¡No es mi puto problema! 

Dio un pequeño salto del susto. No sabia que estaba pasando. Acerco la oreja para escuchar mejor, pues que su hermano estuviera tan enojado no podía ser una casualidad dado lo que le había sucedido. El miedo la inundo por un par de segundos, pensando que quizás, el castaño tendría problemas aun con todo lo que hacia. 

Lemy: ¿Tienes idea de como me siento, con toda esta mierda? Estoy jodidamente harto... - snif - Estoy harto 

Podía escuchar como se quebraba, como rompía en llanto mientras golpeaba algo firme. Posiblemente el escritorio. Algo se había caído, algo duro que choco contra el suelo. Siguió escuchando la conversación, contundente por las palabras de su hermano, llenas de ira y nervios. 

Lemy: ¿A que te refieres? ¿Qué tiene que ver eso con-.... No. No y no. Solo no tengo tiempo para pensar en eso ahora 

Su tono se oscureció. Parecía que cada pocos segundos cambiaba de tono y forma, como si fuera una persona diferente. Los pasos seguían y seguían, sin quedarse quieto. Luego de un fuerte insulto, donde se dio a entender que la conversación se había acabado, las pisadas se dirigieron a la puerta. 

Leia vio el rostro de su hermano apenas se abrió. Cansado. Ojos rojos llenos de los rastro de sus lagrimas, aun incluso con los moretones. Sin pensarlo dos veces, antes de que alguno dijera una sola palabra, la rubia se abalanzo y lo abrazo completamente angustiada. Lemuel sentía el pánico en su propia reacción, pero luego de unos segundos, que parecieron eternos, poso sus brazos detrás de ella. Como si cuando se soltaran alguno de ellos iba a desaparecer. 


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Por todo el día ignoro a todos. Al caer la noche, Lemuel podía observar como sus hermanas se iban en el auto de Lana. Ni siquiera había cenado, se alegro de que Leia lo ayudara a que lo dejaran tranquilo. La conversación con Nega lo había puesto de peor humor en todo sentido, no hizo nada mas que dormir con la cabeza repleta de cosas. 

El vendaje nuevo chocaba con su piel. Tomo aire al saber que no había tantas personas en la casa y salió de la habitación con pies pesados. Al bajar las escaleras, no le dio tiempo a reaccionar a la pequeña niña que se colgó de su pierna. Lizy empezó a escalarlo como una montaña con todas sus fuerzas, a pesar de las advertencias del doctor, Lemuel la tomo en brazos teniendo el mayor de los cuidados por ambos. 

Lizy: Estas despieto 

Lemy: Si. Si, lo estoy 

Leia: ¿Tienes hambre? 

Lemy: Hmph. Podría comerme un caballo... - sonriendo - Supongo que me conformare contigo, Lizy 

Camino al comedor, Lemuel lleno de besos a la pequeña, quien creía que se la iban a comer, aunque solo le provoco un montón de cosquillas. Leia había dejado un plato de espaguetis frente al castaño, quien empezó a devorarlo con la pequeña en sus piernas. 

Lemy: - masticando - ¿A donde se fueron?

Leia: No lo se. Lana se las llevo y dijo que volvería mas tarde 

Lizy: Lem, tedemos mas hermanas. ¡Muchas hermanas! 

Lemy: Lo se, Liz 

Lizy: Liby ed graciosa... y a Loa le guta jugar con los videojuegos de papi 

Leia: Y Liena hizo eso. - señalado el plato - 

Lemy: Su fuerte era cocinar. Ahora es maestra jardinera 

Leia: ¿Cómo lo-..

Lemy: - masticando - No importa 

Leia: Lem. Puedes contarnos, ¿qué te paso?

Lemy: Me asaltaron, creo. No eh podido dormir, así que pensé en despejarme caminando.... Lo ultimo que recuerdo es un golpe en la cabeza 

Leia: Pero tus cosas no-... 

Lemy: Ya lo se. Creo que tuve suerte. Alguien debería estar cerca... la policía no encontró nada. *No puedo creer que esta historia funcione*  

Lizy: - estirando su mano - Abóndigas  

Leia: Lizy 

Ambos veían como la pequeña comía del plato con las manos. Durante un buen rato, comieron en silencio y no se volvió a tocar la conversación. Los minutos pasaron, los platos estaban limpios, y la casa mantenía su calma. Lana no volvió. Leia se dispuso a dormir, con tal de volver a sus clases y a la normalidad.

Lemuel, por otro lado, decidió llevar a Lizy a su cama. Le niña abrazaba al conejo blanco, aun rodeada de otros animales de peluche, con solo la pequeña luz de la lampara del escritorio alumbrando la habitación. 

Lemy: Bueno, hora de dormir. Mañana tendremos tiempo para jugar... 

Lizy: ¿Aunque etes lastimado?

Lemy: - tapándola - Tendré que tener cuidado 

Lizy: ¿Me cantas?

Lemy: ¿Eh? 

Lizy: Mami me canta antes de domir 

Lemy: Este... No prefieres, no se, ¿un cuento? 

Lizy: Ya me ze todos los cuentdos. Me abuden 

Lemy: - suspiro - Bien, solo.... dame un segundo 

La niña solo observo como salió por la puerta, aun con la cabeza de lado, escuchaba los movimientos de su hermano en la habitación continua. Su habitación, aquella en donde no había estado en un buen tiempo desde lo ocurrido. Cuando volvió, la niña no dijo nada por la expresión de sorpresa, pues el castaño entro con una guitarra clásica. 

Lemy: - sentándose en el borde - No se cantar... pero se hacer esto. - colocando los dedos - Esto era de la tercer cuerda a la cuarta, primero lo repito cinco veces... sip, ya lo recordé 

https://youtu.be/BOUpNtk5Spk

La niña no podía dejar de sonreír. Poco a poco, sus ojos empezaron a pesarle, abrazando con fuerza los muñecos y mirando a su hermano en todo momento. Lemuel tocaba tan tranquilo que parecía otra persona, como si estuviera conectado con una paz interior exagerada, como si no hubiera tenido ese accidente, y nada contraproducente sucediera en su alrededor.  

Algo emocionado en algunas partes de la propia canción, sonreía al ver a la pequeña casi dormida por completo. Se levanto con cuidado, sin apagar la luz, y dejo la guitarra contra una pared del pasillo. Volvió en silencio con tal de ver si la pequeña estaba cómoda y en total sueño. 

Lemy: - besando su frente - Buenas noche, Lizy 

Lizy: - bostezando - Buenas noches, Papi 

Su mente paso a modo automático de un segundo a otro. Dio sus pasos en calma sin entender a donde iba, no se dio cuenta en que momento tomo la caja que apareció en su casa, y para cuando su mente volvió a la normalidad, estaba en el sótano, con la puerta de la habitación secreta abierta. 

Lemy: Lo va a olvidar. - mirando la caja - Necesita leerla 

Encerrado, frente a las cámaras y con la casa en silencio, abrió la caja tomando el sobre con sus dos manos. No tenia nada, era completamente verde, ni siquiera tenia el símbolo de la pared. Abrió el sobre y saco la única hoja, perfectamente doblada, con una escritura impresa, y con dos firmas en la parte inferior de cada extremo de la hoja. 

Lemy: - prendiendo un cigarro - No puedo fumar, ni beber, ni hacer esfuerzo... Perdóname Jayden, pero estoy muy jodido como para seguir ordenes ahora... - exhalando el humo - La firma oficial, no se de quien es, ni sentido tiene. Pero la otra, es de papá... 

Antes de empezar a leer, el teléfono sonó dándole un susto al castaño. Contesto sin mucho mas que hacer, escuchando la horrenda voz del otro lado. 

Nega: Léela, ¿quieres? En voz alta 

Lemy: - inhalando -Tras la perdida de su familiar, se le deja el comunicado a su heredero/a en caso de que se le otorgue la oportunidad de ser algo mas que un miembro del colectivo. En vista de este documento firmado, preséntese en Empire State Royal en el departamento de RRHH para asignarle un capacitador/ra que este dispuesto a mostrarle la forma de ayudar a nuestra gente sin importar quien sea. El plazo es al final del mes en que se haya recibido el documento, a las 12:00 PM. En el caso de saber a que se dedicaba su familiar u otra información acerca de esta ocupación, debe demostrarse una prueba de capacitación adjuntada al documento en cuestión (fotos, video, datos del exánime, etc).....  Sic semper tyrannis

Nega: ¿Y bien? 

Lemy: ¿Qué carajos? ¿Qué es esto, una invitación para trabajar como burócrata?

Nega: Piénsalo así. Como te dije, desde que no entran miembros, por la falta de conocimiento y carácter, se aplico este método con los parientes de los miembros actuales. No te sorprendas de que muchos no duren mas de diez años. Al parecer, Lincoln dejo una oportunidad. Me sorprendió, y mucho 

Lemy: ¿Como? No fuiste tu-... 

Nega: No. Solo deje el teléfono dentro de la caja 

Lemy: - con voz débil - Me dejo, una oportunidad, para que mate gente 

Nega: La dejo en la casa. Hace mas de diez años que la mando a hacer, lo había olvidado. No es para ti, o tal vez si es para ti. Después de todo, el no sabia que podía llegar a pasar.... Además, imagina que el mas idiota de la familia es la ultima opción que te queda 

Lemy: ¿Siempre eres así? - inhalando el humo - ¿Qué ganas con hacerme sufrir? Ya no puedo seguir con todo esto, me quedare sin dinero, tendré a todos los Louds en cualquier momento... - exhalando el humo - Y tu, tu, TU, ¡Sigues, jodiendo, todo, el puto, tiempo! 

Nega: ¿Y haz hecho algo? Además de quejarte, claro. Puedes vengarte si quieres. Puedes venir por mi, sabes donde estoy. Tanta libertad desperdiciada por unos puntos en la cabeza. ¿Quieres vengarte del idiota que te uso? Ven por mi, y llegas a el. ¿Quieres desacerté de mi? Tendrás que moverte por primera vez en tu miserable vida, Loud 

Sintiendo que el universo estaba en su contra, Lemuel sentía que su cabeza iba a estallar, la risa de Nega lo torturaba desde la bocina. Quería que se detuviera. No sabia que hacer, incluso  con todas las dudas de esa carta firmada por su padre. ¿Por que haría todo esto? Para el joven, es como si las opciones siempre lo llevaran así mismo lugar, como ir por un laberinto y nunca encontrar la salida, sino que vuelves al punto de inicio. 

Arrojo el teléfono  contra la pared destrozándolo, su rostro mostraba tanta ira que no se dio cuenta de la sangre que bajaba por la gaza. Vio las piedras, y pensó su peso. Vio el rifle, y le pareció difícil. Vio la espada, y recordó por que la escondió ahí. Con su funda y todo, se la colgó en la espalda  salió del escondite, cerro la puerta, tomo las llaves, y con el mayor silencio se subió al auto. 

No podía conducir. No le importo. Iba a una velocidad algo acelerada, no le importo. La sangre caiga por el costado hasta gotear por el mentón debido a la presion. No le importo. No pensaba con mucha claridad, quería hacer algo, algo para que todo acabara. 

Lemy: Papá, ¿por que lo hiciste? ¿Era terapéutico acabar con gente, por mas mala que fuera?  

Freno en seco, justo en el limite de la valla metálica junto a la enorme puerta, no iba a dejar el auto dentro, recordando en un segundo de lucidez, los vidrios rotos en gran cantidad. En su mente, el seguía ahí, con esos horribles maniquíes, escondido en la oscuridad de la fabrica. Ruidosas pisadas marcaron su presencia ahí dentro, entre las sombras y los cristales resquebrajados, no veía nada. 

Lemy: ¡Enciende las putas luces, Nega! ¡Estas aquí, ¿o no?! 

Pero nadie contesto. A pesar de eso, las luces de la fabrica se encendieron, las cintas se iniciaron, los enormes armatostes metálicos empezaron a hacer ruido de manera insoportable, un extraño aroma a plástico quemado se manifestó entre el resto de pútridos olores, y aun estaba en el centro rodeado por maniquíes hechos pedazos. 

En el suelo, pudo vislumbrar la enorme mancha de sangre, con los tonos rojos y negros en el concreto. Fuera por el enfado, no sentía miedo o pánico, solo la miraba con asco. Puso su mano derecha sobre su hombro desenvainando la espada lentamente al escuchar pasos, los cuales siguieron y siguieron, hasta que se escucharon detrás de su espalda, por lo que se giro apuntando con ambas manos el arma blanca. 

Se veía igual. Igual que en el hospital. Su bufanda roja era lo mas característico además de sus ojos. Incluso con la iluminación apropiada, su vestimenta era tan oscura que parecía imposible delimitar donde empezaba cada prenda. 

Nega: Tengo que admitir, que no esperaba esa reacción. Te paras mal, y tienes una mala postura. Te harás un esguince, antes de, ya sabes... pinchar a alguien 

Lemy: No quiero clases de esgrima.... 

Nega: No sabes lo que quieres. No sabes que hacer. Te cuesta tomar decisiones por miedo al fracaso. Y te sangra la frente. Además de todo eso, no sabes usarla. Jeje, jejejeje. Pobrecito

Lemy: E-esta, es mi decisión... ¿Lo entiendes, hijo de puta?  

Nega: ¿En serio? - extendiendo los brazos - Pues, ¿que esperas? Hazlo. Ahorraras tiempo, quizás hasta te enseñen bien como se hace después de esto 

Al castaño le temblaba el parpado, la sangre ya se había secado, y cuando apretó los dientes por ver la postura tan despreocupada y desprotegida, corrió y movió sus brazos en forma de medialuna. El sonido de metal chocando no se hizo esperar, no vio en que momento Nega sostenía una barra metálica bloqueando el filo que casi le corta el cuello. 

Nega: ¿Bailamos? 

Golpeo la espada y dio tres pasos hacia atrás de forma elegante, enfadando al joven, quien levanto la espada e intento partirlo al medio, esa idea era la que paso en su cabeza. Nega solo poso la barra sobre su cabeza, bloqueando el golpe. Se movían en paralelo, uno retrocediendo y el otro avanzando, moviendo el arma de manera errática con el objetivo frente a el, siempre fallando o siendo bloqueado. 

Nega: ¡Jaja! Te vas a fatigar, chico 

Lemy: ¡Cierra la boca!

Nega: Sigues abanicándome. No me tocaras 

Lemy: - frenando - ¡Que te calles! 

Quiso apuñalarlo recto, pero sujeto su muñeca antes de que el filo lo tocara. Intento soltarse del agarre, pero la fuerza era descomunal, como si una presion exagerada le impidiera siquiera mover el brazo entero. 

Nega: ¿Y ahora? ¿Hablamos como personas civilizadas, o intentas matarme otra vez? 

Lemy: ¡Te odio!

Nega: Y a pesar de todo, soy el único con el que puedes hablar... - susurrando - con la verdad. - soltándolo - 

Empujo al chico por el hombro, y así siguieron por un minuto entero, hasta que Nega movió su brazo tan rápido, que golpeo al joven el boca del estomago. Lemuel cayo de rodillas sin poder respirar, entrecortadamente jadeaba, y termino vomitando con los ojos llenos de lagrimas. 

Nega: Shh, shh, shh. Tranquilo. Déjalo salir.... Pff. ¡JA! Perdón, perdón. No lo puedo evitar, es mas fuerte que yo, chico. - suspiro - Recapitulemos; La carta dice que alguien podría asesorarte si mostraras una prueba para ver si estas capasi-... 

Lemy: ¡AAAHH! 

Tacleo al encapuchado mientras hablaba, logro levantarse pisándole el pecho, posicionando la espada justo sobre su frente. Su respiración agitada, solo se mesclaban con sus movimientos temblorosos. Volvió a gritar levantado el arma, pero esta solo callo al suelo junto con el, terminado ambos en el suelo. 

Lemy: No puedo... - snif - N-no puedo

Nega.... 

Lemy: .... -snif - 

Nega: Si que puedes. Solo que no quieres matarme, por que si lo haces, no tendrás respuestas. Contando también que estas harto de descubrir secretos, pero es una reacción obvia 

Lemy: .... 

Nega: Cuando preguntas el por que de tantas cosas, denota tu capacidad de cuestionarte lo  que pasan a tu alrededor. Vas contracorriente, Lemuel. Tal vez no lo notes, pero es así... aunque sigues siendo un imbécil. Y un cobarde. Y a veces parecer que te faltan huev-... 

Lemy: N-no ayudas... 

Nega: Majaja. Pobre de ti. Por si te lo preguntas, tus hermanas están en la casa de Lucy. Tal parece que si se tomaron en serio lo de no quedarse en la casa... estaban tristes 

Lemy: - enfadado - ¿Y por que eso debería importarme?

Nega: Lo vez. Si tienes convicción. Defiendes lo que amas y alejas los desastres. Incluso si eso acaba contigo... aun me faltan muchas cosas por explicarte, y tienes mucho que hacer... Podemos seguir, o podemos volver a intentar matarnos... bueno, no podrías aunque quisieras. Matarme a mi es como golpear el aire 

Lemy: Pero te tumbe. - girando la cabeza - Estas en el suelo 

Al mirarse mutuamente, no hubo ningún sonido ni reacción, solo una mirada decidida y unos ojos amarillos sorprendidos. Ambas cosas, sucedían por primera vez para ambos. Nega se levanto con un kip-up en tanto el joven se levantaba adolorido apoyándose en sus rodillas, guardando la espada de manera lenta. 

Lemy: Oye... 

Nega: - volteando - ¿Si? 

Lemy: - cof - El arma. La quiero de vuelta  

Nega: Jajajaja 

Lemy: .... 

Nega: Ah, era en serio. - sacando el arma de su gabardina - Es un juguete para niños grandes 

Lemy: - escupiendo sangre - ¿Qué edad tienes? 

Nega: Hmph.... Chistoso. ¿Debes sentirte bien al imponerte tanto, no? Lo del hospital no cuenta. - arrojándole el arma - 

Al levantarse por completo, con ambas armas en sus manos, Lemuel sintió que pudo respirar con algo de calma por primera vez desde hacia mucho. No se percato de que tenia a Nega a pocos metros, que podía acabar con el rápidamente con el arma. 

Lemy: ¿Y ahora... que? 

Nega: Hay mucho. Estarás atento al teléfono, niño. Aun tengo a tu, tu... ¿cómo decirlo? Fan numero uno bajo mi poder 

Lemy: Uhg. Dios 

Nega: Si te interesa podri-... 

Lemy: No... por ahora. No puedo acostumbrarme a la idea 

Nega: Pero podrías hacerlo si tu vida dependiera de ello, o la de tus hermanas. Solo necesitabas, un pequeño empujón... y terminar con una herida en la cabeza, el cuerpo destruido, y estar dañado tanto física como mentalmente 

Lemy: Aun te odio 

Nega: Jeje. Lo se. Deja de fumar por estos días, esa herida cicatrizara mas rápido si la cuidas como es debido. - alejándose - 

En un par de segundos, Nega desapareció entre maniquíes y una gran cinta trasportadora. El joven solo tuvo varios pensamientos en su cabeza, se había resignado, tomo la decisión de no solo escucharlo, sino también de empezar a entender que posibilidades tenia, con un solo objetivo en mente. Cuidar a sus hermanas, y matar a Nega. 

Lemy: *Si pude tumbarlo, podre deshacerme de el. Pero no puedo hacerlo ahora* 

A paso rápido empezó a dirigirse a la salida evitando maniquíes, escuchando varios sonidos metálicos sobre su cabeza, acaricio con sus dedos el mango de la espada y junto con su otra mano apretaba el arma. Al voltear la cabeza, entre las vigas de hierro de la fabrica, quedo asombrado y aterrado por lo que veía. Nega se movía como un ser exageradamente atlético entre las vigas hasta llegar a una ventana rota. 

Nega: ¡¿No te ibas a ir?! ¡Ah, de paso! ¡Piensa en un nombre! 

Guardo el arma dentro de su sudadera, y soltó la espada sin dejar de ver la ventana por la que salió. Por alguna razón, pensó en su padre y todo lo que de seguro tuvo que pasar, tanto años aguantando a esta cosa, día tras día, criándolos y trabajando por ellos. 

Lemy: - susurrando - Papá... ese hijo de puta no es humano 


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FIN DEL CAPÍTULO. 


- ¿Cómo funcionara la Orden? 

- ¿Cuál será el nombre que escoja Lemuel? 

- ¿Qué tanto dolor puede aguantar una persona?

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