Hemos nacido en medio de algo que llamaré "innacido", es decir, la eternidad misma de la perpetua presencia "innacida". Bajo mi humilde punto de vista, usando preceptos realistas lejanos al pensamiento religioso, la realidad siempre existió y nunca fue creada. Dado que la materia nunca se destruye ni se crea, sino que se está continuamente transformando. Así, el universo siempre ha existido, pero en un continúo movimiento de explosión e implosión que explicaría parte de su expansión propuesta por teóricos, y la mera existencia de Dios, o no creó nada o nunca tuvo presencia.

Si bien hay lógica dentro del pensamiento de un dios, lo cierto es que sus argumentos pueden ser sustituidos a favor del universo y seguirían funcionando, con la diferencia de que tendría más cualidad presuntamente científica.

Es dentro de este universo innacido, repleto de caos y accidentes, que la vida tiene sentido. Dejando de lado el pensamiento temporal ya anticuado de algunos, lo cierto es que cada vida es corta a comparación de una extenuante e infinita inmanencia como lo es el mundo. Si eso es así, significa que ninguna vida es igual a otra, por lo cual todas las vidas son especiales y únicas. No hablo desde la perspectiva biológica, sino del propio cosmos. Si nunca se repetirá alguien como tú, un probable error de la naturaleza, ¿cómo no serás valioso?