Tenemos más expectativas sobre el resto al ser más fácil destruirlos en caso de que fallen; por el contrario, tenemos menos expectativas en nosotros por no tener la misma confianza ni desear destruirnos.

Los pocos que tienen dicha confianza, a su vez, tienden a ser más compasivos en sí mismos que con el resto, porque es más fácil culpar a otros en toda situación. La gente rehuye siempre que puede de la responsabilidad al ser una carga de gran envergadura, por lo que buscarán siempre a su chivo expiatorio; algún grupo o persona concreta, incluso algún elemento sin vida. ¿No somos lo bastante maduros para aceptarla, o somos lo bastante maduros como para saber que es preferible eludir la carga que soportarla?¿Qué es lo que ganamos más que una satisfacción poco práctica de talante infantil?

El ejercicio de la responsabilidad no es respondido con lo que cabría esperar. La autocompasión impide nuestro crecimiento, pero también alguna posible destrucción. La fuerza de la presión, el aporte de un planeta...¿Malo es querer huir de todo eso?. No, en lo absoluto; ¿Pero acaso se puede decir lo mismo, cuando dicha responsabilidad tiene un carácter menos fatalista? Un romance, un compromiso, un niño que cuidar...no hay excusa en estos términos. La gente puede trabajar y disfrutar, pero prefiere más el goce que el trabajo, así que no pierde el tiempo y destroza lo que no le gusta o huye de él. La "autocompasión" no es autocompasión: tiene más un "autojustificante" en el bolsillo del pantalón, como si el no querer crease un boleto de avión. Nunca buscaremos destruirnos ya que somos todos una apelación al Ego; "Soy yo y solo yo". Luchar contra el "Ego" es la única manera de ser un "todos" y no verse solo en un espejo. Es ser parte del tablero del juego. 

Los que tienen la confianza como confidente no se salvan tampoco del Ego. Sí, no se aprovechan del resto; pero nunca son parte de algo con el resto. LA independencia es necesaria, pero entre la independencia y el miedo a la compañía hay un pie muerto; y entre la independencia y el "Yo solo y Soy yo" un pie más muerto. Disfruta tu soledad pero vive la compañía, si se hace así, al menos tendrás un pie vivo hasta que caiga muerto y un pie muerto que resucita. Quien controla esto no solo va por "un camino medio"; simplemente, controla todos los caminos posibles.

Confía en tus amigos porque por algo son tus amigos; y si no puedes confiar, entonces no lo son. Y si fallan, no los destruyas al depositar tu confianza con plena conciencia. En esos casos, solo estarías demostrando que nunca tuviste una confianza verdadera. Es más, si realmente confiaste en ellos, debió ser porque conocías sus capacidades; si no era así, la culpa es tuya y no de nadie más. Todos formamos parte de los problemas pero uno mismo tiene el último término en la confianza. Y si confías en un desconocido, no te sorprendas si es que te falla: lo hará siempre que se pueda, porque nunca viste sus aciertos para conocer sus fallos.

Por último, diría que no es necesario que confíes en ti; muchas veces, si realmente has trabajado, tú serás el mejor resultado de un examen. Tú serás la mejor sorpresa de la desconfianza