✦ - Hacerte sentir bien 🎨

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Capítulo 37. 🔞

El omega, con una sonrisa serena, empezó a acariciar a Jungkook sobre el bóxer, sus manos deslizándose suavemente a lo largo de la tela, sintiendo la tensión del alfa bajo sus dedos. La suavidad de sus caricias contrastaba con la firmeza del alfa, creando una sensación de contraste que hacía que el tatuado se sintiera aún más excitado.

—Confía en mí —murmuró el omega, sus manos moviéndose con calma y paciencia. Sus dedos seguían un patrón lento y cuidadoso, trazando líneas que eran al mismo tiempo reconfortantes y estimulantes.

El alfa respiraba de manera irregular, su cuerpo temblando ligeramente bajo el toque de Jimin. Cada movimiento del omega parecía aliviar una parte de la carga emocional que había estado soportando. El aroma a fresa de Jimin llenaba el aire, mezclándose con el leve rastro del aroma del alfa, creando una atmósfera íntima.

—Estás haciéndolo bien —dijo Jungkook, su voz ronca pero llena de gratitud. Su mirada, aunque aún teñida de morado por la influencia de su lobo interior, estaba llena de confianza y amor hacia el omega.

Jimin continuó acariciándolo, ajustando la presión de sus toques según las reacciones del tatuado.

Sin el afán de hacerlo sufrir más, el omega bajó lentamente el bóxer del alfa, dejándolo caer a un lado con suavidad. Luego, con una delicadeza y ternura palpable, comenzó a acariciar el falo de Jungkook de arriba hacia abajo.

Sus dedos se movían con un ritmo pausado, explorando la piel que se tensaba y relajaba bajo su toque. Jimin observaba con atención cada reacción de Jungkook, asegurándose de que cada caricia fuera reconfortante y placentera. La piel de su alfa, cálida y sensible, respondía a los toques del rubio.

El alfa se recostó más en la cama, su cuerpo respondiendo a las caricias con respiraciones más profundas y un leve temblor.

Jimin continuó acariciando con ternura, sus dedos deslizándose suavemente sobre la punta del falo de Jungkook, que ya estaba húmeda por el presemen. Con movimientos delicados, extendió la humedad a lo largo de toda la longitud de Jungkook, esparciendo el líquido de manera que la piel de Jungkook quedara completamente recubierta.

El tatuado arqueó la cabeza hacia atrás, un gemido de placer escapando de sus labios mientras pronunciaba el nombre de Jimin con intensidad. Su cuerpo temblaba de deseo, y sus manos se aferraron a las sábanas.

Motivado por la reacción de Jungkook, Jimin se acercó más. Con movimientos lentos y deliberados, acercó su boca a la punta del falo de Jungkook. Sacó la lengua con cuidado, empezando a lamer la superficie húmeda, esparciendo el presemen a lo largo de su longitud. Cada movimiento de su lengua era suave y meticuloso, mientras sentía cómo la piel de su alfa se estremecía bajo su toque.

—Dios, omega...

Jimin continuó con su ritmo constante, alternando entre movimientos lentos y rápidos. Su lengua recorría cada rincón, sintiendo el calor y la firmeza de Jungkook. De pronto, deseoso de sentirlo todo en su boca tomo la longitud del alfa y se lo metió de golpe dentro de su boca, jadeó con placer mientras sus labios se ajustaban a su forma.

—¡Ah! —Jungkook se puso rojo de inmediato.

Las manos del omega descansaban sobre los muslos del pelinegro, sintiendo las tensiones y los temblores de su alfa a medida que avanzaba.

El rubio continuó con su ritmo constante, alternando entre movimientos lentos y rápidos. Su lengua recorría cada rincón, sintiendo el calor y la firmeza de Jungkook, mientras sus mejillas se ahuecan a su alrededor. Cada vez que el omega lo tomaba más profundamente, el falo de Jungkook rozaba su garganta, causando un leve y húmedo sonido cada vez que se retiraba. La saliva de Jimin se mezclaba con el semen del alfa, creando un sonido húmedo y rítmico que llenaba la habitación.

A medida que el omega aumentaba la presión, sus ojos comenzaron a lagrimear debido al esfuerzo, pero no se detuvo. Sus lágrimas caían silenciosamente, mezclándose con el calor del momento. El alfa, completamente inmerso en la sensación, no podía evitar aferrarse con más fuerza a las sábanas.

El alfa con una mano temblorosa, acarició el cabello rubio de Jimin, sus dedos deslizándose por su cuero cabelludo con ternura y deseo.

El sonido de la saliva deslizándose y el falo de Jungkook presionando contra la garganta de Jimin se hacía más intenso y evidente. Mientras miraba la boca de Jimin, llena de sus fluidos, el alfa no pudo evitar murmurar entre jadeos: —Mierda, Jimin… tu boca… se ve tan jodidamente perfecta… No pares, por favor...—su voz estaba cargada de necesidad, reflejando el estado de completa entrega en el que se encontraba.

Con cada movimiento, el sonido de la saliva deslizándose y el falo del tatuado presionando contra la garganta de Jimin se hacía más intenso y evidente. Jungkook se agarró del cabello de Jimin, guiándolo con movimientos firmes y controlados. El ritmo constante y el sonido húmedo creaban una atmósfera cargada de deseo, hasta que el alfa finalmente alcanzó el clímax, un estremecimiento que recorrió su cuerpo mientras la satisfacción llenaba el aire.

Cuando el alfa alcanzó el clímax vio con sorpresa como Jimin, con habilidad, tragó todo. Luego, al verlo sonreír con las mejillas rojas, el alfa sintió una oleada de deseo renovado. Su cuerpo se endureció como una roca nuevamente, y con un movimiento rápido y decidido, tomó a Jimin de la cintura y lo lanzó sobre la cama. Con una mezcla de urgencia y ansias, comenzó a desvestirlo, sus manos recorriendo su piel con una determinación ferviente.

—Pareces ansioso, alfa —el omega dijo con voz suave, la cual enloqueció al alfa.

—No tientes al diablo, cariño —respondió con una sonrisa ladeada.

Comenzó desabrochando el botón de los pantalones del rubio con manos ansiosas, deslizándolos lentamente hacia abajo hasta que quedaron en el suelo. Luego, con un movimiento ágil, despojó al omega de su camiseta, arrojándola a un lado mientras sus dedos recorrían la piel expuesta con una mezcla de impaciencia y admiración. Cada prenda que caía al suelo revelaba más del cuerpo de Jimin, y el alfa se detuvo brevemente para admirar la vista, su respiración acelerada.

Con Jimin completamente desnudo, el alfa se inclinó sobre él, sus labios encontrando el cuello del omega con una necesidad palpable. Besó su piel con urgencia, sus labios rozando y mordisqueando suavemente, como si cada beso le acercara más a lo que deseaba. Sus manos se deslizaron por el pecho de su omega, recorriendo cada contorno con una avidez renovada, mientras sus besos recorrían su cuello y su pecho con desesperación.

A medida que sus cuerpos desnudos comenzaron a rozarse, el calor y la fricción creaban una intensidad palpable entre ellos. El contacto de la piel desnuda de Jungkook contra la de Jimin provocaba una oleada de deseo en ambos. Sin embargo, en medio del frenético torbellino de sensaciones, el omega levantó una mano para detener a Jungkook, su expresión seria pero llena de anticipación.

—Espera, —dijo Jimin, su voz temblando ligeramente por el deseo. —Saca un condón de mi cajón.

Jungkook, sorprendido pero dispuesto a complacer a Jimin, asintió rápidamente. Se levantó con decisión, sus movimientos apresurados pero precisos mientras se dirigía al cajón de la mesita de noche.

El alfa regresó rápidamente con el condón en la mano, sus ojos fijos en Jimin con anticipación. El omega, recostado sobre la cama, se sentó con elegancia y tomó el condón de las manos de Jungkook con una sonrisa juguetona en los labios.

El alfa se había preguntado si es que Jimin no era virgen antes de él, pero tenía miedo de la respuesta y de los celos de su lobo, así que prefería no preguntar.

Con una mirada llena de complicidad, Jimin desenrolló el condón con movimientos delicados pero seguros. Luego, se inclinó hacia Jungkook y, con una habilidad experta, colocó el condón sobre el falo de Jungkook. Sus manos temblaban ligeramente por la emoción, pero su toque era firme y preciso mientras ajustaba el condón, asegurándose de que estuviera colocado correctamente.

Mientras lo hacía, Jimin levantó la mirada, encontrándose con los ojos de su alfa. Sus labios se curvaron en una sonrisa coqueta, sus mejillas ligeramente sonrojadas por la anticipación. La sonrisa en su rostro era a la vez traviesa y seductora, invitando a Jungkook a acercarse más.

—Estoy listo para ti —murmuró, su voz cargada de promesas y deseo.

La expresión en su rostro era una mezcla de ternura y provocación, claramente invitando a Jungkook a unirse a él. La mirada ardiente y la sonrisa desafiante del omega creaban una atmósfera de intensa conexión.

El alfa, completamente cautivado por la invitación de Jimin, se inclinó hacia él con una sonrisa llena de excitación, preparado para continuar y explorar la intimidad que ambos deseaban compartir.

Jimin, con una sonrisa coqueta en los labios, se giró suavemente y se acomodó de lado sobre la cama. Su postura era provocativa, con una pierna ligeramente doblada y la otra extendida, abriendo un espacio claro y tentador. Miró al alfa con una expresión llena de excitación, invitándolo a acercarse. Y Jungkook le hizo caso.

El omega de aroma a fresas tomó el falo del tatuado con una mano temblorosa y lo acercó con cuidado a su entrada. Su piel se estremeció con el contacto, y el calor de su cuerpo era palpable mientras guiaba el miembro del alfa hacia su interior.

Con un movimiento lento y deliberado, Jimin comenzó a presionar, abriendo su cuerpo para recibir a Jungkook. Su respiración se aceleró, y sus ojos se encontraron con los de Jungkook, llenos de deseo y emoción. La expresión en su rostro era una mezcla de anticipación y satisfacción, claramente disfrutando del momento y de la conexión que compartían.

El alfa, con los ojos llenos de deseo y una respiración entrecortada, se inclinó para observar cómo su falo se adentraba y salía del cuerpo de su omega. Cada entrada y salida revelaba la imagen de su miembro deslizándose con una facilidad intensa, facilitado por el lubricante natural del cuerpo de Jimin. La entrada del omega, de un rosa delicado, se ajustaba y se expandía con cada embestida, resbalando sobre el falo de Jungkook con un brillo húmedo.

El sonido de sus pieles chocando era una mezcla de gemidos y el suave resbalón del falo de Jungkook entrando y saliendo del rubio, el contacto resbaladizo acentuado por la lubricación natural. Jungkook jadeaba con necesidad, sus manos aferrándose con firmeza al glúteo de Jimin para guiar cada movimiento. La intensidad de sus embestidas aumentaba, y el sonido húmedo y rítmico llenaba la habitación.

—Jimin, eres tan jodidamente apretado y caliente —murmuró Jungkook, su voz cargada de lujuria. —Siente cómo me hago parte de ti... no puedo dejar de deslizarme dentro de ti.

El omega, con el rostro contorsionado en una mezcla de placer y desesperación, jadeaba mientras su cuerpo se adaptaba a la intensidad de los movimientos de Jungkook. Sus manos se aferraban a las sábanas, su cuerpo temblando con cada embestida. La visión de su zona íntima, siendo penetrada con fuerza por el falo de Jungkook, sólo intensificaba el momento.

—Más, alfa, no pares— suplicó Jimin con voz temblorosa, su mirada fija en la de Jungkook. —Quiero sentirte más profundo, jódeme hasta que no pueda más.

Jungkook, jadeando con cada movimiento, no podía contener sus palabras mientras sus embestidas se volvían más intensas. —Siente cómo palpito dentro de ti —murmuró con voz rasposa. —Tu cuerpo me rodea tan perfectamente, no puedo evitarlo. Eres mi jodido sueño húmedo hecho realidad.

Jungkook, aún jadeante y con el cuerpo sudado, se retiró lentamente, el falo resbalando fuera del cuerpo de Jimin con un sonido húmedo de "pop" Miró a Jimin con una mirada llena de hambre. —Quiero verte de otra manera — dijo con una voz cargada de deseo. —Quiero que bailes sobre mí.

El omega, con la respiración aún agitada y la piel brillante, se giró con sensualidad y se puso a cuatro sobre la cama. Su cuerpo temblaba ligeramente, pero su mirada era juguetona y llena de expectativa. Con movimientos seductores, se inclinó hacia adelante y se preparó para montar a Jungkook.

El alfa, viendo cómo Jimin se posicionaba sobre él, se acomodó de nuevo, su miembro aún erguido y ansioso. Eso es, muéstrame cómo te mueves —murmuró Jungkook con una voz cargada de lujuria. —Quiero verte gozar y mostrarme todo lo que sabes hacer.

Jimin descendió lentamente sobre el falo de Jungkook, el contacto inicial provocó un gemido ahogado. Con un movimiento sensual y deliberado, su entrada se abrió y se ajustó alrededor del miembro de Jungkook. La presión y el calor hicieron que Jimin jadease, y luego comenzó a moverse con un ritmo que mezclaba precisión y deseo.

—Joder, eres tan jodidamente perfecto — jadeó Jungkook, sus manos firmes en las caderas de Jimin. —Sigue así omega, muévete con más fuerza. Quiero sentirte completamente.

Jimin se inclinó hacia adelante, aumentando el ritmo con movimientos más intensos y apasionados. Cada bajada y subida estaba cargada de placer, y el sonido de sus cuerpos chocando era un testimonio de la lujuria y la conexión que compartían. El falo de Jungkook se deslizaba dentro y fuera de Jimin con una facilidad ardiente, su lubricación natural facilitando cada embestida.

—Sí, eso es — murmuró Jungkook, su voz temblando de placer. —Hazlo más rápido. Quiero verte disfrutar cada segundo.

Jimin, con el rostro contorsionado en una expresión de éxtasis y sus gemidos creciendo en intensidad, aumentó la velocidad. Cada empuje y cada giro de sus caderas estaban llenos de deseo, y el sonido húmedo y el roce de sus cuerpos en contacto llenaban la habitación con una atmósfera cargada de lujuria.

—Aún no me quiero correr — dijo el alfa, su respiración entrecortada. —No pares. Quiero que sigas moviéndote así hasta que no podamos más.

Jimin, con una sonrisa traviesa y el rostro rojo por el placer, continuó moviéndose con intensidad, disfrutando del momento mientras Jungkook se entregaba completamente a la sensación de tenerlo encima de él.

El omega sonrojado, con las piernas empezando a sentirse cansadas y temblando por el esfuerzo, intentó mantener el ritmo, pero su cuerpo se rendía al agotamiento. Sus gemidos se hicieron más suaves y sus movimientos más erráticos, hasta que Jungkook notó su estado. Con una sonrisa de burla lo tomó de la cintura con firmeza y lo giró con rapidez.

El alfa lo colocó suavemente sobre la cama, el cuerpo de Jimin se acomodó en la posición de misionero. Jimin, respirando pesadamente y con una expresión de éxtasis y agotamiento, miró a Jungkook mientras él se situaba entre sus piernas.

—Déjame mostrarte lo que puedo hacer — dijo el alfa con una voz llena de deseo, sus ojos brillando. Colocó su falo en la entrada de Jimin, preparándose para entrar en él nuevamente. La presión y el calor lo excitaban aún más.

Con un movimiento firme y decidido, el alfa comenzó a embestir a Jimin con una rapidez y fuerza renovadas. Cada empuje era intenso, el sonido de sus cuerpos chocando se volvió más prominente y frenético. La piel de Jimin se estiraba y se acomodaba con cada entrada, el roce húmedo de la fricción llenando la habitación.

—Mierda, omega, eres increíble —jadeó Jungkook, sus manos aferrándose a las caderas de Jimin para mantenerlo en su lugar. —Te sientes tan bien... no puedo detenerme.

Jimin, con el rostro enrojecido y la respiración entrecortada, jadeaba con cada embestida. Sus manos se aferraban a las sábanas, sus gemidos se mezclaban con los sonidos húmedos de la penetración.

—Más, Jungkook, por favor —suplicó Jimin, su voz temblando de deseo. —No pares, sigue así.

El tatuado intensificó el ritmo, sus embestidas se volvieron más rápidas y profundas. La combinación de la fuerza de sus movimientos, el sonido húmedo de la fricción y la expresión de éxtasis en el rostro de Jimin creaban una atmósfera cargada de lujuria. Cada empuje estaba marcado por un deseo insaciable, y la conexión entre ellos alcanzaba niveles extremos de intensidad.

El alfa, sintiendo que se aproximaba al clímax, se inclinó hacia adelante, su respiración irregular y su cuerpo temblando de placer.

Jimin, con el cuerpo retorciéndose bajo él, dejó escapar gemidos que se mezclaban con palabras provocativas. —Joder, el condón me frustra — dijo con voz temblorosa.

—Desearía sentir toda mi esencia dentro de ti, pero no puedo por esta maldita capa entre nosotros —el alfa estaba cegado por sus propios deseos.

Jimin, con una sonrisa traviesa y el rostro sonrojado por el placer, respondió con una súplica cargada de deseo. —Dame todo lo que tengas, alfa. Llena el condón, quiero sentirte completamente, aunque sea a través de el.

La combinación de la intensidad de los movimientos del alfa y las palabras provocativas de Jimin creó una atmósfera cargada de lujuria. Los gemidos del omega y el sonido húmedo de la penetración llenaban la habitación, marcando el clímax de la pasión entre ellos.

Jungkook, sintiendo que estaba a punto de alcanzar su clímax, aceleró el ritmo, cada empuje se volvió más desesperado y profundo. Jimin, con el cuerpo temblando y los gemidos en aumento, se entregó completamente al momento, disfrutando del placer intenso mientras su alfa lo llevaba al límite del éxtasis.

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