✦ - Llamada 🎨

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Capítulo 11.

Jimin dejó su celular en su habitación y se metió a la ducha. Decidió que, después de bañarse y prepararse para ir a la piscina, llamaría personalmente a Jungkook.

Mientras el omega rubio se encontraba con la música a todo volumen y enjuagaba su cabello con su champú de fresas, su celular sonaba insistentemente sobre la cama. Por obvias razones, Jimin no se daba cuenta.

En ese momento, Jihoon entró a la habitación en busca de una crema para el cabello que había visto usar a su hermano menor y que quería probar. "Solo tomaré un poco," pensó.

Justo cuando Jihoon estaba en la escena del "crimen" robando un poco de producto para el cabello, el teléfono de su hermanito omega comenzó a sonar nuevamente.

Jihoon, como todo alfa hermano mayor curioso, se asomó para ver quién llamaba. Imaginó que podría ser Taehyung, mamá, papá, o incluso su exnovia, pero jamás se imaginó ver a un tipo sin camiseta llamando a su hermanito.

¡Su inocente hermanito!

El alfa recordó que esa imagen ya la había visto antes, por lo que rápidamente asumió que ese era el tipo con el que había estado hablado su hermanito desde hace ya varios días.

Entonces, Jihoon trató de contenerse y no meterse en la privacidad de Jimin. Respetaba a su hermano omega, ya que siempre recibía privacidad cuando él tenía novia.

—¡Pero esto es diferente! —se contradijo a sí mismo, y su lobo interior estuvo de acuerdo—. ¡Jimin es mío! ¡Mi hermanito!

Con ese pensamiento, tomó el celular, pero enseguida se arrepintió.

—¡No, Jihoon! Eso es no respetar a Jimin. Confías en él, sabes que es alguien maduro que no se mete en problemas. Tal vez solo es un amigo... Pero, ¿por qué tiene esa foto de perfil? —Jihoon parecía un loco hablando solo mientras movía las manos, aún con el teléfono de Jimin sonando furiosamente, como pidiendo ser contestado—. Conozco a ese tipo de alfas, ¡yo soy uno!

Milagrosamente, el teléfono dejó de sonar y Jihoon suspiró aliviado.

—Tuviste suerte...

Sin embargo, cantó victoria muy pronto, ya que la imagen del tipo sin camiseta volvió a aparecer en la pantalla.

—¡Yo no quería, pero tú me obligaste! —dijo, y contestó.

Al otro lado de la línea, Jungkook respondió inmediatamente con tono alegre:

—¡Hey, Jimin! Perdón por no llamarte más temprano. ¿Estás libre hoy?

—No soy Jimin. ¿Quién eres tú? —respondió Jihoon con voz gruesa, tratando de sonar intimidante—. ¿Y bien?

Jungkook se quedó un momento en silencio, desconcertado.

—¿Este no es el teléfono de Park Jimin? —el alfa preguntó confundido, su tono ahora más cauteloso.

Jihoon rodó los ojos, respondiendo de mala manera:

—Ajá. ¿Quién eres y por qué lo llamas tanto?

—¿Dónde está Jimin? —Jungkook preguntó un poco enfadado, su voz reflejando su frustración.

Jihoon soltó una carcajada, disfrutando de la situación:

—Se está bañando, y no respondiste a mi pregunta. ¿Quién eres tú?

—No, ¿tú quién eres? —Jungkook no se dejó intimidar, su tono desafiante.

Mientras Jihoon se concentraba en descubrir quién era ese tipo y en lo furioso que lo ponía que no le dijera quién era, Jimin salió radiante y renovado del baño después de tomar una ducha.

El omega, con olor a fresas, salió envuelto en una bata de baño color celeste pastel y una toalla en el cabello, junto con su mini radio en la mano. Jimin se sorprendió al ver a Jihoon hablando por teléfono en su habitación, pero nunca imaginó que fuera su teléfono hasta que, curioso, se acercó a él y vio su carcasa de Snoopy en sus manos.

—¡Jihoon! ¿Por qué tienes mi teléfono? —preguntó Jimin, alarmado, antes de empujar a su hermano para que soltara el dispositivo.

Jihoon jadeó, impresionado y avergonzado, cambiando de ser un alfa mandón y gruñón a uno que se quería hacer una bolita y llorar arrepentido.

Jungkook, al otro lado de la línea, escuchó la conmoción y dijo, confuso y preocupado:

—No quiero causarte problemas con tu novio, Jimin.

Jimin hizo una mueca de asco y aclaró la situación rápidamente, su voz teñida de exasperación:

—Jungkook, no es mi novio. Es mi hermano mayor, Jihoon.

Jungkook rió aliviado, su tono ahora relajado: —¡Ah, ya veo! Bueno, entonces, ¿estás libre hoy?

Jimin suspiró, tratando de calmarse y con voz resignada respondió:

—No, hoy no estoy libre porque voy a la piscina con mi familia, pero mañana podría ser todo tuyo.

Jihoon jadeó de nuevo, impresionado por la declaración de su hermano. Jimin, dándose cuenta de lo que había dicho, se sonrojó intensamente.

—¡No quería decir eso así! —balbuceó, avergonzado.

Jungkook, riendo suavemente al otro lado de la línea, respondió con tono juguetón:

—Entiendo, Jimin. Mañana suena perfecto. Nos vemos entonces.

—De acuerdo, hasta mañana —dijo Jimin rápidamente antes de colgar.

Jimin miró a Jihoon, quien seguía en su postura de arrepentimiento, aún más avergonzado por la situación.

—La próxima vez, respeta mi privacidad, ¿sí? —dijo Jimin con un tono firme.

Jihoon asintió, todavía un poco avergonzado. Haciendo un puchero, se encogió en su sitio y dijo con voz apenas un murmullo:

—Lo siento, Jimin. Solo quería protegerte.

—Lo sé, pero confía en mí, ¿de acuerdo? —dijo Jimin, sonriendo levemente.

—De acuerdo —respondió Jihoon, prometiéndose a sí mismo no volver a invadir la privacidad de su hermano de esa manera.

—Bien, ahora deja que me vista —dijo Jimin, empujando a Jihoon para que saliera de la habitación.

Pero Jihoon lo detuvo, aún curioso:

—Oye, pero ¿quién era ese?

Jimin tomó la chancla nuevamente y lo golpeó en el trasero.

—¡Ay! —exclamó Jihoon.

—No te lo diré, por chismoso —respondió Jimin.

Sin más opción, Jihoon salió de la habitación de Jimin, resignado y sin producto para el cabello.

Jimin llegó a la piscina con un bañador negro ajustado y sin camiseta, dejando al descubierto su pequeña cintura y su plano abdomen. Su figura bien cuidada y su piel nívea y suave llamaban la atención de todos. Algunos alfas volteaban a verlo, admirando su belleza, y algunos omegas y betas curiosos también se quedaban mirando.

Jimin era precioso, con una gracia natural que hacía que su presencia destacara. Mientras se movía por la zona de la piscina, los murmullos de admiración no se hacían esperar, pero él no podía estar menos interesado en ellos. Ninguno de los presentes era lo suficientemente musculoso y sexy para llamar su atención.

Jihoon, por otro lado, no podía evitar gruñir a cada alfa que veía observando a su pequeño hermano. "¿Por qué no se arrancan los ojos?" pensaba furioso, sintiendo la necesidad de proteger a Jimin de esas miradas. Cada vez que uno de ellos miraba a Jimin por más de un segundo, Jihoon se aseguraba de hacerle saber con una mirada intimidante que no era bienvenido.

Jimin, ajeno al drama de su hermano, disfrutaba del sol y el agua. Aprovechó el momento para tomarse algunas fotos, ya que su Instagram personal estaba bastante abandonado, lleno de fotos antiguas suyas en la academia de baile y de sus proyectos de arquitectura.

Se tomó una foto desde arriba, destacando sus clavículas y su sonrisa encantadora. Al ver la foto, pensó que se veía bien, así que la subió a Instagram con una sonrisa.

En ese momento, Juna se acercó a él con una expresión juguetona.

—¿Sabes por qué Jihoon parece un perro mojado? —preguntó su hermana pequeña con diversión mientras le pedía que le aplicara bloqueador en la espalda.

—Creo que está sobreprotegiéndome —respondió Jimin, rodando los ojos—. Cree que me voy a fijar en cualquier alfa que tenga un nudo entre las piernas.

Juna se volvió para mirarlo.

—Bueno, no creo que esté mal que quiera protegerte, ¿no crees?

Jimin asintió comprensivo mientras le terminaba de aplicar bloqueador.

—No, pero a veces se pasa. Hoy contestó una llamada en mi teléfono.

Juna abrió la boca sorprendida.

—¡Yo lo mato si me hace eso! —exclamó la alfa, cruzándose de brazos mientras comprendía más a fondo la situación—. ¿Le dijiste a mamá?

—No lo veo necesario. Ya le he dicho que no lo vuelva a hacer —repondió Jimin con un suspiro.

Juna asintió con comprensión y después de un momento, se levantó para ir a nadar junto con sus padres. Jihoon, exhausto de haber estado gruñendo como un perro guardián, estaba recostado en una reposera tomando el sol.

Jimin, al volver a su reposera, tomó su celular y se sorprendió al ver la cantidad de "likes" en su reciente publicación. Entre los comentarios, notó uno de @hyunjinnnn que decía: "¡Qué sexy!" y otro de @taetaebear que preguntaba: "¿Estás soltero *emoji de labios mordidos*?"

Sin embargo, lo que realmente captó su atención fue un comentario de @jjengguk.07 que decía: "Qué lindo te ves, Jimin. ¿Estás disfrutando?"

Jimin no podía mostrar su emoción en público, ya que no quería llamar la atención. Así que, tratando de mantener la calma, saltó de su reposera y caminó rápidamente sobre el césped. Una vez a cierta distancia, se detuvo para disimular su alegría, sonriendo mientras miraba su celular.

El simple comentario de Jungkook hizo que su corazón diera un vuelco, y aunque intentó mantener la compostura, no pudo evitar la sonrisa satisfecha en su rostro.

Pero pronto Jimin volvió a la realidad. Jungkook no lo veía como una pareja potencial; lo trataba más como un amigo, al igual que Jimin trataba a Hyunjin o como Taehyung lo veía a él.

El lobo interior de Jimin sollozó, lamentándose por la verdad que acababa de reconocer. "¡Tonto alfa!" pensó el lobo interior, frustrado.

Jimin reprendió a su lobito con firmeza. "No es culpa de Jungkook ser tan atractivo y que me guste tanto. Además, solo es un enamoramiento superficial, ¿no?"

Con esa convicción, Jimin se levantó y volvió a su reposera, buscando disfrutar de los rayos del sol. La calidez del sol sobre su piel y el suave murmullo del agua le ayudaron a relajarse. Intentó centrar su mente en el presente y dejar que sus pensamientos sobre Jungkook se desvanecieran, permitiéndose disfrutar del día en la piscina.

Cuando llegaron a casa, Jimin llamó a Jungkook de inmediato. Sabía que estaba retrasando el trabajo del alfa y recordaba que el pelinegro necesitaba con urgencia que Jimin fuera su modelo. El Omega quería asegurarse de que comenzarían con el trabajo al día siguiente.

—Hola, Jimin —respondió Jungkook, con voz cansada.

—H-hola. ¿Estabas ocupado? —preguntó Jimin, algo nervioso.

Jungkook negó rápidamente.

—No, no. Estaba limpiando mi departamento y acabo de regresar de pasear a mi perro. ¿Cómo estás?

Jimin suspiró, todavía nervioso. No podía acostumbrarse del todo a hablar con Jungkook.

—Bien. De hecho, te llamaba para preguntarte si mañana podríamos encontrarnos en algún café para hablar sobre lo de ser tu modelo —Jimin fue directo—. Quisiera prepararme, ya sabes. No es que yo sea modelo profesional ni nada por el estilo...

—Entiendo, de hecho, me parece perfecto —dijo Jungkook con entusiasmo—. Y no te preocupes, solo necesito que me prestes tu lindo rostro para pintarte y ya.

Jimin casi grita de la sorpresa.

¿Por qué Jungkook le decía esas cosas? ¿Sería así con todos? Jimin se sintió mal por pensar lo último.

El alfa, notando el silencio del Omega, volvió a hablar con preocupación.

—¿Jimin?

—A-ah, sí, solo se me fue la señal —respondió Jimin con una risa nerviosa.

—Si quieres, puedo pasar por ti mañana. Así nos vamos juntos y no te pierdes en la gran Seúl —propuso Jungkook, animado.

Jimin aceptó rápidamente, aliviado y emocionado por la oferta.

—Bien, nos vemos mañana —dijo Jimin, con una sonrisa en la voz.

Después de colgar, Jimin se recostó en su cama, mirando el techo mientras sus pensamientos giraban en torno a su situación con Jungkook. Se preguntaba por qué se sentía así. Jamás en su vida había experimentado un sentimiento igual. ¿Será que Jungkook se sentía de la misma manera? Para Jimin, todo esto parecía ridículo; solo habían hablado por Instagram durante un mes.

Aunque su mente estaba llena de incertidumbres, estaba seguro de una cosa: el aroma de Jungkook le hacía sentir cosas extrañas.

Con una sonrisa en el rostro, Jimin cerró los ojos, listo para descansar.

Nota: Tengo hermanos y si alguna vez me hacen lo que hizo Jihoon yo muero ;-;

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