La rosas son rojas, el cielo es azul, mi vida no es vida si tu en ella no estás, Decía una joven enamorada.

Las plantas no crecen, el sol ya no abraza, el arco iris sin colores se asoma como un alma desdichada.Pensó una creyente en el amor.

Decías que me amabas, pero en realidad me odiabas.
Decías quererme, pero en realidad la que te quería era yo.

Amor, querido amor... Te ame, te extrañe, te llore y ahora te superé.

Entendí que amar es de dos y si uno solo ama entonces no es amor.
Seguiré escribiendo cartas a el viento, seguiré creyendo en el príncipe azul, seguiré creyendo en cuentos porque en ellos no estarás tú. Escribiré mil relatos de mi príncipe azul, escribiré mil canciones a mi amor no encontrado, cantaré a los corazones solos y viviere siempre creyendo.

Creeré que no fuiste el indicado, que no eras el elegido.
Creeré que alguna vez me quisiste.
Pero primordialmente creeré que nunca te ame.