Especial De Navidad.

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Esta parte es un capítulo extra, por ende, no afectará a la historia ni es una continuación.

-N. O.-

Víspera de navidad.

En estas fechas, cada año, se hace un evento escolar, o mejor llamado, posada.
En la posada navideña de la institución en la que estudiaba Rubén, se organizaría un intercambio de regalos así como un pequeño convivio en cada grupo, aunque el chico no estaba muy interesado en asistir.

Guillermo.- ¿Por qué no? Será divertido
Rubén.- Todos los años dices lo mismo, y no son para nada divertidos
Frank.- Pero estarás con nosotros
Rubén.- Y he ahí otra razón para no asistir
Miguel.- Aguafiestas
Alex.- Además Samuel estará ahí...
Rubén.- Ajá
Guillermo.- Podríamos hacer algo para que se regalen algo mutuamente
Rubén.- No, gracias, no pienso venir a la posada, punto.
Frank.- Por supuesto que vendrás
Rubén.- ¿Piensan obligarme?
G.A.F&M.- Sí...
Rubén.- *Suspiro* Como si pudieran...

Los chicos se miraron entre sí, Rubén podría jurar que tramaban algo...

El día del evento llegó y Rubén, efectivamente, no iría a la posada, lo había dicho y hablaba en serio, estaba en su hogar, tranquilo, viendo una serie en la pantalla de su sala cuando la puerta de su hogar fue abierta, volteó hacia esta confundido, pensando que quizá algún ladrón había entrado, pero sintió más miedo al ver a sus amigos dirigiéndose hacia él.

Guillermo.- ¿Pero qué haces vestido así?
Rubén.- ¿Huh? Les dije que no iría...
Frank.- Y nosotros te dijimos que te obligaríamos, así que anda a cambiarte
Rubén.- ¿Qué...? ¡No, esperen...!
Alex.- Lo dejo en sus manos, estaré aquí esperando
Miguel.- Tu confía en nosotros
Rubén.- ¡Basta!
Frank.- No estamos jugando al basta, así que calla

Entre forcejeos y quejas del ojiverde, fue llevado casi a rastras a su habitación, en donde sólo ellos sabrán cómo hicieron para que se probara tanta ropa.

Tras minutos de sufrimiento para Rubén, los presentes dieron el "visto bueno" a la vestimenta.

Guillermo.- ¡Al fin! Me sorprende que no cedieras en ningún momento...
Ruben.- Como si fuera a hacerlo...
Frank.- Como sea, ya estás listo, ahora ve y lavate los dientes o nos veremos en la obligación de hacerlo nosotros por ti

Rubén miró a su amigo, quien sonreía, y de alguna forma logró intimidarlo, así, sin más opción, hizo lo pedido... O mas bien, ordenado.

Alex.- Uh, te ves bien, seguro Samuel pensará igual
Rubén.- Por qué Samuel pensaría eso...
Guillermo.- ¿En serio nos harás responder?
Rubén.-... No, olvidenlo, prefiero que no respondan nada
Miguel.- En fin, venga, se hace tarde
Frank.- ¡Todos al auto!
Rubén.- *Suspiro* Esta será una noche larga...

Y una vez más, entre empujones y órdenes, fue llevando en contra de su voluntad hacia la posada que Rubén juraba sería aburrida a más no poder, y más que aburrida, desesperante, pues sabía que aquellos a los que llamaba amigos, seguro le estarían molestando con el tema de Samuel durante todo el evento.

Al llegar al sitio, todos se dirigieron a una de las mesas libres del lugar, tomaron asiento y nada más dar un sorbo a la bebida que le habían entregado, sus amigos hablaron.

Alex.- No veo a Samuel...
Guillermo.- Ni yo... ¿Están seguros de que vendrá?
Frank.- Que sí, vi la oportunidad y le pregunté si vendría, dijo que sí
Rubén.- No está, una lástima, me voy...

El chico trató de levantarse, pero nada más separarse un poco de la silla, Miguel evitó que continuara, tomándolo de los hombros y haciendo así que se volviese a sentar.

Miguel.- Igual y aún no llega, no hay que apresuranos

El pequeño festejo comenzó para ellos, estuvieron hablando, bromeando entre ellos, y por supuesto que molestaron a Rubén hablando de Samuel.
El castaño, cansado de estar rodeado de idiotas, pero que a fin de cuentas eran sus amigos, se levantó de sitio, acto que hizo que las miradas de sus amigos se centraran en él.

Rubén.- Solo saldré un momento, no es como si tuviera en qué irme
Alex.- Puedes tomar un taxi, estoy seguro de que serías capaz con tal de irte
Rubén.- Ni siquiera traigo mi billetera ¿Les recuerdo que me trajeron en contra de mi voluntad? No me dieron la oportunidad de guardarla...
Guillermo.- Já, sin querer hemos logrado evitar que puedas irte
Rubén.- Esta se las guardo, que lo sepan
Frank.- Anda y sal ya, no tardes demasiado que Samuel podría llegar en cualquier momento.

Rubén rodó los ojos, dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del lugar, en realidad no tenía más opción que quedarse, pues no había forma de regresar a casa sin que sus amigos le llevaran.

Suspiró al salir del lugar y decidió ir a la parte trasera del edificio, pues estaba más solo que la entrada y lo que necesitaba en aquel momento eran unos minutos de tranquilidad.
Al llegar al sitio, se recargó en la pared y suspiró una vez más, sacó su móvil del bolsillo de su pantalón y se distrajo unos minutos.

Xx.- ¿Rubén?

El chico levantó la mirada, y se sorprendió un poco al ver que quien estaba ahí era nada más y nada menos que Samuel de Luque.

Samuel.- No creí que hubiese alguien más aquí
Rubén.- Necesitaba unos minutos para mi, no soy muy fanático de este tipo de fiestas
Samuel.- Ya somos dos, nada más llegar les dije a los chicos que estaría fuera, en realidad me obligaron a venir, sabes - ríe-
Rubén.- - Ríe- Ahora veo que no soy el único
Samuel.- ¿También estas aquí en contra de tu voluntad?
Rubén.- Completamente
Samuel.- Si quieres puedo llevarte a tu casa, los chicos también secuestraron mi auto para poder venir, logré quitarles las llaves una vez llegamos aquí

Ambos rieron y Rubén asintió.

Rubén.- Muchas gracias, lo siento por mis amigos pero en serio prefiero estar en casa
Samuel.- Igual yo, además no tengo muchos ánimos de festejar nada
Rubén.- Puedes quedarte un rato en mi casa si te apetece, supongo que deberás volver a por tus amigos ¿No? Así pasamos el rato hasta que debas ir a por ellos
Samuel.- Eh... Vale, me gusta la idea
Rubén.- Perfecto, vamos entonces

Ambos comenzaron a caminar, Rubén siguiendo a Samuel para llegar al auto de este último.

Una vez dentro de éste partieron a la casa del castaño.

Al llegar ambos chicos bajaron del auto y entraron al hogar de Ruben, dispuestos a pasar el rato divirtiéndose en casa, en lugar de estar en aquel festejo que para ambos era sumamente aburrido.

Encendieron la TV y ahí comenzó su propia fiesta. Para ambos, era más divertido estar sentados en la comodidad de su hogar, que estar sentados en un sitio lleno de gente y ruido.

Así pasaron el rato y, tras unas horas, Rubén recibió una llamada de sus amigos.

Frank.- ¿En dónde estás?
Rubén.- No en la posada, obviamente

La respuesta de Rubén hizo que Samuel soltase una ligera risa, provocando la misma reacción en el primer mencionado.

Frank.- Tío, hablo en serio, debes estar aquí ahora, los amigos de Samuel ya están aquí, por lo que...
Rubén.- E-Espera un momento

El chico se levantó del sofá y tras decirle a Samuel que se iría por unos minutos se dirigió a la cocina, para seguir con la llamada.

Rubén.- Cuántas veces tengo que decirles que no me interesa.

Guillermo.- ¡Nos importa un bledo tu opinión, regresa aquí e impresiona a Samuel!.- Esta vez fue Guillermo quien respondió.
Ruben.- Vi a Samuel ¿Vale? Y adivinen qué, no pasó nada, ni mencionó mi atuendo ni nada, así que su plan fue un completo fracaso, lo cual es bueno para mi
Frank.- ¿Viste a Samuel?
Guillermo.- ¿Fue tan indiferente con tu apariencia y te dolió tanto que decidiste volver solo a casa?
Rubén.- *Suspiro* Ustedes en serio no tienen remedio...
Frank.- Tratamos de hacerte un favor
Rubén.- Escuchen, ustedes diviértanse en la posada ¿Vale? Olvídense de mi
Guillermo.- Prometo que haremos que ganes el corazón de Samuel, solo espera
Rubén.- No se esfuercen demasiado... En serio no lo hagan...
Frank.- Puedes contar con nosotros hasta cuando no quieras, adiós

Antes de que Rubén pudiese decir algo más, la llamada fue finalizada.
Suspiró y sin más, volvió con Samuel.

Ruben.- ¿A qué hora irás por tus amigos?
Samuel.- Como a las 12:00 o 12:30, aproximadamente, me enviarán un mensaje para que vaya a recogerlos
Rubén.- Oh, vale

Y así continuó la noche, entre risas y charlas.

Ambos chicos se estaban divirtiendo, en definitiva preferían ese ambiente.
Entre bromas aquel par reía divertido, se lo estaban pasando muy bien y lo único que se escuchaba en aquella casa además de la televisión, eran sus risas, en algún punto del tonteo entre ambos, la cercanía de ambos cuerpos había disminuido, por lo que, en cuanto Rubén quizo colocar su mano derecha sobre el sofá, lo que sucedió fue que se encontró con la mano del contrario, al sentir la piel ajena, miró hacia su mano, rezando por que no fuese lo que esperaba, confirmando así que sí que lo era.
Sus mejillas tomaron un tono rosa pálido, levantó la vista, encontrándose con la mirada avergonzada del mayor, reaccionó y al instante retiró su mano.

Rubén.- L-Lo siento... Yo... No quería...
Samuel.- Esta bien, e-entiendo... No hay problema...

El silencio se hizo presente, como era de esperar, al igual que el ambiente incómodo.
Rubén no sabía qué es lo que pasaba por la cabeza del contrario, pero realmente quería saberlo.

Samuel.- ¿Te gusta alguien...?

La pregunta tomó por sorpresa al ojiverde, sus mejillas se ruborizaron aún más y no pudo soltar ni una sola palabra.

Rubén.- ¿A- A qué viene la pregunta?
Samuel.- Solo... Curiosidad

Rubén no era tan tonto, sabía que la pregunta de Samuel era consecuencia por lo sucedido anteriormente, por lo que, la pregunta se traducía a; "¿Te gusto?".
Desvió la mirada y, sin querer, comenzó a pensar en aquella pregunta.
Cierto era que cada vez que sus amigos le molestaban con el tema, negaba con muchísima seguridad, pero, ahora que Samuel mismo era el que le hacía aquella pregunta (Indirectamente), no podía decirle "No".
No sabía por qué, pero pensaba que si respondía negativamente, estaría perdiendo la oportunidad de algo increíble, aunque no sabía exactamente de qué.

Samuel.- Tú sí me gustas a mi

Fue lo que escuchó e hizo que saliera de sus pensamientos. Se giró a ver al contrario, encontrándose con su mirada en él. Hablaba en serio.

Rubén no sabía qué hacer o decir, estaba en shock ante lo anterior dicho por el castaño.
Su mente desconectó y simplemente, dejó de pensar, por lo que dejó que sus actos hablaran por él.

Rubén, sin saber exactamente lo que hacía, comenzó a acercarse peligrosamente a su compañero, acortando la distancia entre ambos cuerpos nuevamente, cuando su mano se encontró con la contraria otra vez, en lugar de apartarla, entrelazó sus dedos con los de el chico, obteniendo cierta sorpresa por parte de Samuel.

Le miró a los ojos y cuando ojos marrones y verdes se encontraron, pudo divisarse un brillo en ambos pares, cierta reacción había ocurrido y cualquiera que estuviese ahí lo notaría.
Samuel fue quien tomó la iniciativa colocando su mano derecha sobre la mejilla del contrario, con delicadeza.
Rubén se limitó a dejarse hacer. El tacto de Samuel era tan cálido y delicado que le hacía preguntase por qué no le había permitido hacer aquello antes.

Cerró sus ojos un momento al sentir como Samuel le acariciaba tiernamente la mejilla, y acto continuo de la caricia, lo besó.

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Sus labios se unieron en un tierno beso, el cual ninguno había planificado ni mucho menos esperado, pero, a pesar de eso, no se arrepentían del acto.

Rubén sintió los suaves labios de Samuel sobre los suyos y aquél contacto era algo que, sin saber, había estado deseando desde hace un tiempo.
Sintió su cuerpo hormiguear, su corazón palpitar con fuerza y como por arte de magia sus sentidos se fueron abajo, la cordura le abandonaba.
Los labios de Samuel le sabían tan bien, que no quería separarse, quería más, mucho más.

Sus labios se separaron entre jadeos y suspiros, aquel beso había sido más especial de lo que ambos imaginaban y sin dudas querían volver a repetirlo.
Ojos marrones y verdes se encontraron una vez más, pero esta vez, sonriendo, comprendiendo que ambos querían más.

Esta vez fue Rubén quien tomó la iniciativa, inclinándose para unir sus labios a los de el contrario una vez más, le hizo recostarse en el sofá quedando así encima suyo.

De Luque le tomó de la cintura, acercando sus cuerpos aún más, dejándole en claro que no lo dejaría escapar.

Rubén había estado negando a sus amigos lo que más deseaba.
Le molestaba que estos estuvieran en lo correcto, pero si podía estar con Samuel les daría la razón y la victoria sin dudar.

Ahora en aquella habitación, además del sonido de la televisión, lo que se escuchaba era el sonido de los besos continuos que aquél par se estaban dando, algunos con más intensidad que otros.

Rubén se separó un poco de Samuel, quien seguia debajo del primero, sosteniendole de la delgada cintura que poseía.

Ambos se miraron y sonrieron, salir de aquella posada había sido la mejor idea que ambos habían tenido hasta el momento.

Y en definitiva no se arrepentían en lo absoluto.

Frank.- ¡Profesor Borja!
Borja.- ¿Qué sucede?
Frank.- ¿Ha visto a Rubén? O más bien ¿De casualidad no le vio irse con alguien?
Borja.- ¿Rubén? No, no le he visto, de hecho
Frank.- *Suspiro* Esta bien, gracias

El chico se retiró, mientras Luzuriaga, al ver que se había ido, Sonrió.
Y es que sí, sí había visto a Rubén, de hecho le había visto con Samuel, pero si decía algo seguro aquellos chicos llamarían al ojiverde y Luzuriaga, de alguna forma, presentía que no era el momento de molestarle.
Así que, guardandose aquel pequeño secreto, decidió seguir con lo suyo, Rubén y Samuel se habían ido solos y aunque podrían estar haciendo cualquier cosa, Borja deseaba que su habilidad para juntar parejas que presentía serían Felices juntas no hubiese fallado aquella vez.

El profesor Shipper había hecho de las suyas una vez más.

Oof, 2373 palabras para este Especial.
Espero que les haya gustado y lo hayan disfrutado.
¡FELIZ NAVIDAD!
💜💙💚

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