C•U•A•R•E•N•T•A••Y••C•I•N•C•O

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-N. O.-

Las clases habían comenzado y avanzado bastante rápido, era la hora del descanso y Doblas había salido para comprar un par de bebidas para Samuel y él, pues aunque el primer nombrado se había ofrecido a acompañarlo, Doblas insistió en que él iría, negándose a la petición de Samuel.

Cuando iba de regreso, un grupo de chicos detuvieron a Rubén, confundiéndolo ya que no los conocía de nada.

Xx.- Hey, Doblas
Rubén.- Eh... ¿Qué necesitan?
Xx.- ¿Hoy no vienes con tu novio?
Rubén.- ¿Disculpa?
Xx.- ¿En dónde está tu noviecito hoy?
Rubén.- Tengo que irme ya...
Xx.- Eh ¿A dónde vas? Si apenas empezamos a conocernos.- Dice, dándole un pequeño empujón a Rubén, dejándolo arrinconado en la pared.

Rubén miró a los tres chicos frente a él.
Sabía perfectamente la situación en la que se encontraba, y el chico no era tan tonto como para iniciar una discusión, pues le ganaban en número y no pensaba arriesgarse a recibir una paliza.

Había personas alrededor, sí, pero estaban tan centradas en sus propios asuntos que no notaban la situación en la que él se encontraba.

Pensó en un par de cosas para escapar, sin embargo ninguna de sus ideas parecía ser lo suficientemente buena.

Si gritaba o pedía ayuda, estaba más que seguro de que recibiría un par de golpes y eso es lo que quería evitar, realmente no estaba interesado en meterse en problemas.

Rubén.- ¿Qué es lo que quieren?
Xx.- Sólo queríamos saber qué hacía el mariquita sin su novio
Rubén.- Pft... Si piensan que ese tipo de palabras me molestan, déjenme decirles que se equivocan, ahora ¿Me puedo ir ya?
Xx.- No, realmente no entiendo cómo es que ustedes dos, homosexuales de mierda, van por ahí como si fuera lo más normal del mundo
Rubén.- *Suspiro* Porque es algo normal, y lo que yo no entiendo es cómo ustedes son tan inútiles para pensar que no lo es, y tampoco entiendo cómo es que "insultarme" los hace sentir mejor.- Sentencia, mirando a sus agresores, quienes reaccionaron molestos ante las palabras de Doblas.
Xx.- Hijo de puta.- Dicho aquello, dirigió su puño hacia el rostro de Rubén, quien se cubrió instantáneamente por reflejo, pero aquel golpe nunca llegó.

Samuel.- ¿Qué coño creen que hacen?.- Pregunta con voz seria, molesto, mientras mira a los tres frente a Rubén.
Rubén.- Samuel...
Samuel.- Venga, sigan hablando o atrévanse a golpearme también a mí
Rubén.- Sam, vamos con los chicos...
Xx.- ¿Te piensas que te tengo miedo?
Samuel.- Pues parecías más valiente cuando eran tres contra uno
Xx.- Pero si sólo estábamos hablando con ese idio- No pudo terminar la frase, pues fue callado por Samuel, quien lo golpeó directo en el rostro.
Rubén.- ¡Samuel, para!

Aquello desató una pelea, en la que de alguna forma los tres causantes de todo habían perdido... Aunque le habían enseñado una gran lección a todos; "No molestar a Samuel De Luque".

Raúl.- ¡Ustedes, ya es suficiente!.- Dice, acercándose a donde estaban y separando a los involucrados.- A la dirección, ahora
Samuel.- Tch...
Rubén.- Sam, te dije que era suficiente...
Samuel.- Malditos idiotas...
Raúl.- De Luque, cuide su vocabulario

Samuel tan sólo resopló, molesto, no estaba de humor para recibir un regaño.

Una vez en la dirección, la directora, después de enterarse de la situación, llamó a los padres de los estudiantes.

Directora.- Ustedes tres tendrán una expulsión de una semana por práctica de bullying e intento de agresión, Samuel, por hoy retirate a casa y no vengas el día de mañana, comprendo que tus acciones fueron en defensa de tu compañero, pero las reglas son las reglas, y las agresiones no están permitidas en la institución. Rubén, visto que no has hecho nada, puedes regresas a clases ahora.

Doblas asintió, y después de dedicarle una mirada discreta a Samuel, salió de la dirección para ir a clases.

Samuel se veía realmente molesto, no había dicho ni una sola palabra y mantenía el ceño fruncido, probablemente importandole poco lo que estuvieran hablando los adultos en aquella oficina.

Rubén jamás había visto a Samuel actuar de aquella forma, y sí, lo había visto molesto antes, pero nunca tanto como ahora.

Debía admitir que de cierta forma le gustaba aquella actitud en el mayor, siempre y cuando no fuese él la causa... Ya quería que terminaran las clases para ir a ver a Samuel y, además de agradecerle por su ayuda, darle un pequeño regaño por haberlo ignorado cuando le dijo que se fueran con los demás y por haberse metido en problemas al golpear a aquellos idiotas.

Guillermo.- ¿Qué coño pasó?.- Pregunta una vez Rubén estuvo en el aula.
Rubén.- *Suspiro* Les cuento más tarde...
David.- Oye, Rubén ¿Qué pasó con Samuel?
Rubén.- Lo expulsaron por hoy y el día de mañana...
Jesús.- ¿Qué coño hizo para que lo expulsaran?
Borja.- Chicos, por favor vayan a sus lugares, iniciaremos con la clase
Rubén.- Hablemos cuando terminen las clases

Guillermo pensó un momento en las amenazas que Samuel le había hecho antes, y agradecía haber hecho bien las cosas y no tener que lidiar con el castaño molesto...

Adolfo.- ¿Entonces?
Rubén.- Esos tres idiotas comenzaron a molestarme, eran tres contra uno así que si intentaba algo terminaría mal... Uno de ellos intentó golpearme, fue ahí cuando llegó Samuel y los mandó a la mierda...
Elyas.- Espero que no se meta en muchos problemas por eso...
Frank.- ¿Creen que sus padres se molesten demasiado...?
Maryan.- No tengo ni la menor idea...

Eduardo.- Samuel... Estas consciente de que agredir a tus compañeros está mal ¿Verdad?
Samuel.- Lo sé...
Carla.- Sabemos que lo hiciste por defensa propia y para ayudar a Rubén, así que lo dejaremos pasar esta vez
Eduardo.- Pero no queremos que te vuelvan a expulsar ¿Bien?
Samuel.- Bien, lo prometo
Carla.- Perfecto, por ahora tenemos que volver al trabajo, no puedes salir ¿Entendido?
Samuel.- Saben que eso no es específicamente un castigo ¿Verdad?
Carla.- Eso es porque no estas castigado, lo que hiciste no estuvo bien, y sé que estas consciente de eso, además, es la primera vez que te metes en problemas... Pero como vuelvas a hacer algo así, no seremos tan amables
Samuel.- Perfectamente entendido
Eduardo.- Vale, nos vemos más tarde entonces

Una vez los adultos volvieron a su respectivo trabajo, Samuel suspiró y subió a su habitación, colocando la mochila en una silla que había frente al escritorio y dejándose caer en la cama.

Ahora que estaba más relajado comenzaba a sentir dolor gracias a la pequeña pelea, se miró al espejo y notó un par de rasguños en su rostro, eran tan sólo un par, pero empezaba a sentir el ardor.

Samuel.- Joder, al menos no son moretones...

El chico decidió buscar algo para colocarse en las heridas, y se dispuso a hacer las tareas que habían dejado las primeras clases, aunque debido a que había sido expulsado por el día de mañana no podría entregar un par de ellas.

Guillermo.- Lo que más me sorprende es que aún haya gente con esa mentalidad
Rubén.- Lo sé, ni siquiera sabía quién coño eran
Alex.- Bueno, al menos Samuel les dio la lección de su vida
David.- Quiero ver a la próxima persona que se atreva a molestarlo
Jesús.- Dios se apiade de quien lo haga
Rubén.- Como sea, chicos, me voy ya, iré a casa y quizá visite a Sam
Miguel.- Nos vemos mañana

Una vez se fue, cada uno comenzó a despedirse, hasta que quedaron tan sólo David y Guillermo, y fue entonces que Díaz recordó la broma de Rubén un par de horas atrás.

David.- Por cierto, Rubén te la devolvió en la clase de contabilidad, eh
Guillermo.- Joder, ni me lo recuerdes, que puta vergüenza
David.- *Ríe* Después de todas las que le hiciste en clase...
Guillermo.- *Suspiro* En fin...
David.- Como sea, me preguntaba si quisieras salir este sábado, tenía pensado que viéramos una película en casa o algo así
Guillermo.- Oh, sí... Me parece bien *Sonríe*
David.- Bien, eh... Entonces nos vemos mañana
Guillermo.- Hasta mañana.- Dice, aún sonriendo

Ambos chicos estaban más que conscientes de que sentían lo mismo el uno por el otro, sin embargo no sabían cómo avanzar en su relación, ninguno de los dos se animaba a dar el siguiente paso, quizá por nervios, miedo, inseguridad o simplemente por no saber cómo hacerlo... Fuese como fuese, ambos sabían que había algo más que amistad entre ellos, y en realidad cualquier persona que los viera convivir juntos, sabría que tenían cierta conexión, incluso aquellos que no los conociera de nada supondría que estaban saliendo.

Guillermo volvió a casa feliz, pensando en David y en lo bien que iba todo con el chico.

Pese a que David ya sabía lo que Guillermo sentía por él, realmente no tenía idea de qué hacer ahora.
¿Por qué no lo hacían oficial?
¿Si ambos sabían que se gustaban, por qué no eran más que amigos aún?

Era algo tonto si lo pensaba, porque todos a su alrededor sabían lo que pasaba entre ellos y aún así ninguno de los dos tomaba el valor para confesarse como se debía, y formalizar su relación.

Guillermo.- Supongo que podríamos hablarlo el sábado... - Se dice a sí mismo, para después sonreír al imaginarse junto a David siendo pareja.

Probablemente seguiría siendo la burla de Doblas después de haberle dicho que no terminaría como él, pero se había enamorado de David y no había marcha atrás.
No sabía cuántas burlas más recibiría de Rubén, pero esperaba que no fueran demasiadas...
Realmente se arrepentía de haberlo molestado tanto antes...

Guillermo.- Carol, necesito tu ayuda
Carol.- ¿Ahora qué hiciste?
Guillermo.- No he hecho nada ¿Bien? Sólo necesito un consejo
Carol.- ¿Acerca de...?
Guillermo.- Bueno, eh... Ah, olvídalo
Carol.- ¿Es en serio?
Guillermo.- Sí, nada, es demasiado vergonzoso
Carol.- Ahora habla, anda
Guillermo.- No, no, no es nada, dejalo así
Carol.- Si tú lo dices...

Guillermo se dirigió nuevamente a su habitación, pensando en a quién más acudir para pedir consejos. Necesitaba de alguien que no fuese a reírse de él y le aconsejara correctamente, por lo que no podía confiar en su hermana quien lo insultaba constantemente ni mucho menos en sus amigos, acudir a ellos sería como pedirles a gritos que se burlaran de él.

Suspiró, tratando de pensar en alguien que pudiera ayudarlo, y fue entonces que recordó algo.. Cuando Doblas necesitaba ayuda con respecto a Samuel, habían pedido ayuda a Raúl, su profesor... Sonrió, esa podría ser una buena idea, acudiría a Luzuriaga, porque Álvarez lo intimidaba un poco y recordaba que Rubén lo había pasado un poco mal al inicio con el profesor...

Borja parecía más amable, y aunque no tenía nada en contra de su profesor de psicología prefería evitar al sarcástico adulto y acudir al agradable profesor Luzuriaga.

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