-N. O.-

Guillermo jamás había pasado la navidad con alguien más que no fuese su familia, por lo que debía admitir que estaba un poco nervioso de verse con David.
Resulta que los padres de ambos se habían llevado de maravilla, por lo que habían decidido cenar juntos, así que esta navidad la pasaría con su familia y la de su novio... Ah, que nervioso se sentía.

No es que no quisiera, porque en realidad sí que le hacía ilusión, pero tenía miedo de hacer algo tonto frente a todos. Además siempre que estaba con David actuaba un poco infantil para obtener mimos del contrario, así que esta vez debía contenerse de hacerlo...

Guillermo.- Me alegra que nuestros padres se lleven bien, pero esto...
David.- *Ríe* Tranquilo, entiendo cómo te sientes, también estoy algo nervioso por estar con tus padres, pero estoy bien siempre y cuando estés conmigo *Sonríe*

Guillermo sonríe, para después acercarse a David y abrazarlo, recostandose en su pecho. El contrario comienza a darle pequeñas caricias, mientras sonríe y disfruta de la cercanía de su novio.

Un mensaje distrae a ambos chicos, Guillermo toma su celular y lee aquél mensaje proveniente de Doblas.

*Rubén

—Hey, Willy

—Sam me dijo que pasarás la navidad junto a la familia de David.

—Antes de que me insultes, sólo quiero decirte que no te preocupes mucho, no es tan difícil como parece

—Un consejo gratis y la mejor de las suertes para hoy

—Es mi regalo para ti

—No literalmente, te doy tu regalo físico después, por ahora conformate con eso

Guillermo ríe, y una vez le agradece al tonto de su amigo, deja su móvil de lado.

David.- ¿Era Rubén?
Guillermo.- Sí, debes hablar seriamente con Samuel y decirle que deje de contarle a Doblas todo, es un dolor de cabeza
David.- *Ríe* Lo haré, pero no prometo nada, sabes que esos dos se cuentan todo
Guillermo.- En eso tienes razón... Tienes que asegurarte entonces de decirme todo lo que pueda avergonzar a Rubén ¿De acuerdo? Planes que tenga con Samuel o cosas tontas que hayan hecho
David.- *Ríe* De acuerdo, lo haré
Guillermo.- Bien... Como sea, esperemos que todo salga bien hoy...
David.- Todo estará bien, cariño, no te preocupes

Guillermo sonríe, para después acercarse al rostro de su novio y besarlo, sorprendiendo un poco al contrario por la inesperada acción, ya que Guillermo no solía ser muy afectivo, le gustaba recibir mimos por parte de David, pero tomar la iniciativa en los besos no era algo que él hiciera habitualmente. No tarda mucho en corresponder el beso y tras un par de segundos, separan sus labios sonriendo. Guillermo observa el ligero tono rosado en las mejillas de su novio, y se propone ser más romántico con el otro para ver más seguido aquella expresión que, sin dudas, le quedaba de maravilla.

Lo admitía, David lo tenía completamente a sus pies, y aunque ser un romántico que besaba a su novio cada que quería no iba con él, trataría de demostrarle mucho más afecto al contrario con tal de ver aquella expresión más a menudo... Aunque eso implicara que sus amigos se burlaran de él como lo hacían habitualmente con Doblas cuando andaba de cursi con De Luque.

El karma sí que lo estaba atacando fuerte.

Pasaron un par de horas más dándose mimon mutuamente en la habitación de Díaz, hasta que la madre del nombrado los llamó para comenzar con la cena.

Ambos chicos salieron de la habitación tras un último beso y se dirigieron hasta donde su familia.

La cena comenzó y todos se lo estaban pasando bien, charlaban, reían, y de vez en cuando bromeaban un poco con la pareja de adolescentes, siendo Guillermo el más avergonzado.

Aún así, se lo estaban pasando bien, y Guillermo juraba que aquella estaba siendo una de las mejores navidades de su vida.

Horas después, los regalos fueron entregados y abiertos por cada persona dentro de aquel hogar, aunque David le dijo a su novio que tenía otra pequeña sorpresa para él, pero que se lo daría en un momento un poco más privado para evitar interrupciones o incomodidad al chico.

Fue así como, una vez la cena terminó, David le pidió a Guillermo ir a su habitación antes de despedirse, para darle el último regalo que había preparado.

Sin más, ambos chicos se dirigieron al lugar dicho y una vez dentro, David habló nuevamente.

David.- Guille, quería darte esto último en privado porque... Bueno, quiero que sea un poco más... Íntimo

El chico se acercó entonces a la mochila que llevaba consigo, y sacó una pequeña cajita envuelta en papel de regalo, adornada además con un bonito moño verde.

David.- Gracias por seguir por tanto tiempo conmigo, Guille... Realmente me has hecho el hombre más feliz del mundo, desde que comenzamos a salir me siento tan afortunado y de verdad que no sé cómo puedo pagarte por hacer mi vida más agradable y divertida...- Dice, mientras le entrega el obsequio y admira la preciosa sonrisa de su novio.- ¿Te he dicho ya cuánto te amo, Guille...? Te juro que no puedo parar de decirle a los chicos lo feliz que me haces, y no sabes cuánto me alegra que nuestros padres hayan aprobado lo nuestro, porque te amo tanto que sería incapaz de dejarte ir o de mantenerte en secreto...- Para este punto, Guillermo sonreía como tonto enamorado, mientras un par de lágrimas caían por su rostro debido a las palabras tan lindas del chico frente a él.- Lamento si estoy hablando demasiado, pero... De verdad que soy muy feliz a tu lado, y quiero que estés consciente de que te amo muchísimo, Guille...- Finaliza su pequeño discurso, tomando el rostro de su novio en sus manos, acariciando con suavidad sus mejillas mientras limpia aquellas pequeñas gotas saladas.

Guillermo.- Joder, David... También te amo, demasiado... Gracias por todo.- Responde aún sonriendo, para después besar a su novio sin previo aviso.
David.- Abre tu regalo ahora, Guille

Díaz procede a hacer lo pedido por el chico, abriendo con cierta emoción el obsequio.

Cuando finalmente se deshace del envoltorio y abre la cajita, sonríe aún más si es que era posible, y saca de la misma un par de anillos.

No deja de sonreír, y abraza a David mientras piensa en lo feliz que se siente de tenerlo como novio.

David.- ¿Te gustan?
Guillermo.- Sí, muchísimo

Se separan del abrazo, y David toma uno de los anillos, tomando luego la mano de Guillermo para colocar con cuidado el objeto en su dedo, mientras Guillermo simplemente lo mira en silencio, sin dejar de sonreír.

Imita la acción del chico, colocándole a David el anillo restante, para después admirar el pequeño objeto brillante en su propio dedo... Era precioso.

David.- Me alegra mucho que te haya gustado, Guille...
Guillermo.- Gracias, en serio... Nunca nadie había hecho tanto por mí... Gracias por enamorarte de mi, David
David.- Gracias a ti por salir conmigo, Guille... Feliz Navidad
Guillermo.- Feliz Navidad...

Dicho aquello, se besaron, un beso lento y lleno de sentimientos hermosos.

Aquella noche en navidad, ambos chicos se hicieron la promesa de amarse por muchos años más, y si cabía la posibilidad, de casarse en un futuro... Se amaban mucho, y definitivamente amarían volver a pasar otra navidad juntos, y todas las que les restaran en su vida.