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Profesor Shipper ll

-N. O.-

Guillermo despertó temprano aquella mañana.
La alarma aún no sonaba y él, extrañado de no ver la luz del día aún, miró la hora en su móvil esperando que no se le hubiese hecho tarde aquel día.

Sorpresivamente era demasiado temprano, el reloj marcaba las cinco con diez minutos ¿Por qué demonios había despertado tan temprano?
Suspiró y decidió volver a dormir, aún faltaba tiempo para que tuviera que despertarse y no es que fuera de los que desaprovechan horas de sueño.

Una hora más tarde, finalmente su alarma sonó, despertandolo al instante, cosa que también le sorprendió, ya que habitualmente pasaba de la primera alarma y esperaba hasta la segunda o tercera para levantarse.

Se sentía de buen humor, y sabía perfectamente por qué era.

La cita con David.

Definitivamente aquello lo tenía más animado de lo normal, y en realidad aquello era lo único que pasaba por su cabeza.
¿Cómo podría molestarse cuando aquel día tendría una cita?

Comenzó a hacer su rutina con más ánimo de lo habitual, estando consciente de que si seguía actuando así sus amigos le preguntarían la razón, y por el momento no quería dar explicaciones.

Tras terminar lo que tenía que hacer, salió de casa para ir a clases.

Cuando llegó, vio a algunos de sus amigos ya en el aula, entre ellos Rubén que, como era de esperarse, se encontraba hablando con De Luque.

Los saludó y se sentó junto a Frank, quien ya estaba en el lugar.

Frank.-Buen día
Guillermo.- Buen día
Frank.- ¿Pasó algo bueno?
Guillermo.- ¿Eh? ¿Por qué?
Frank.- No sé, te ves demasiado animado hoy
Guillermo.- Oh, bueno... Sí, supongo... Tendré una cita
Frank.- Oh, así que es por eso ¿Con quién?
Guillermo.- Eh, bueno... Sobre eso...

Guillermo desvió la mirada un instante, tratando de evitar responder aquella pregunta, justo en aquel momento David entró al aula y, al pasar a su lado, le dedicó una sonrisa. Guillermo le sonrió de vuelta y tras saludarse, David se dirigió a donde sus amigos.

Frank.- No hace falta que me respondas, creo que ya sé la respuesta
Guillermo.- ¿Eh?
Frank.- "No terminaré como Doblas", huh
Guillermo.- Calla, pasó sin querer... Debo aprender a no apostar a lo tonto...
Frank.- *Ríe* Bueno, al menos tendrás novio al fin, después de todo tu gran mentira terminó mejor de lo que esperaba
Guillermo.- Tienes razón...

El par chicos continuaron hablando por unos minutos, hasta que Alex llegó al lugar y se acercó a donde estaban ambos.
Frank guardó silencio al instante, sintiéndose incómodo con la presencia del de menor estatura.

Alex.- Buen día
Guillermo.- Buen día

Frank se centró en su móvil, pretendiendo estar distraído, en realidad no quería ser demasiado obvio, pero no sabía qué hacer en aquella situación, simplemente no podía actuar normal.

Guillermo.- Ehm... Huh... ¿Terminaron todas las tareas de hoy?
Alex.- Sí, terminé la última ayer por la noche, mientras Frank estaba de fiesta

Guillermo miró a Alex molesto, estaba consciente del problema que tenían aquellos dos y con él diciendo aquellos comentarios era más que claro que no arreglarían nada.

Frank.- *Suspiro* Fui porque no tenía nada más qué hacer, terminé todo desde el sábado, aunque asumo que tú lo dejaste a último minuto ya que te vi por la tarde perdiendo el tiempo fuera de casa.- Dice, mirando su móvil y con tono molesto.
Guillermo.- Eh, bueno... Por qué no... Eh... Nos tranquilizamos y hablamos de otras cosas

Ninguno dijo nada más, Frank despegó la vista del móvil al escuchar a alguien saludándolo.

Jesus.- Buen día, Frank... Qué tal, Guillermo, Alex
Frank.- Jesus, buen día...
Guillermo.- Buen día

Jesus se dirigió a donde sus demás amigos y Frank le siguió con la mirada, para después volver a centrar su atención al móvil.

Alex.- Una noche para ser amigos, huh
Frank.- Supongo que sí, estuvimos hablando por horas, y me contó bastantes cosas sobre él, es bueno saber que confía en mí, sabes

Guillermo suspiró, no quería ni imaginarse cómo actuaría Frank si se enteraba que incluso había descubierto el secreto de Alex antes que él.

Envió un mensaje a Rubén, pidiendo ayuda para salir de aquella situación tan incómoda, aunque no fue de mucha ayuda ya que le respondió que ahora mismo no podían hacer nada, ya sería cuando salieran de clase y tuvieran tiempo para hablar.

Guillermo suspiró y se quedó ahí, tratando de superar la incomodidad del ambiente.

Tras terminar las primeras clases, llegó la hora del descanso.
Todos salieron y se dirigieron a la cafetería del lugar.

Comenzaron a hablar de cosas al azar, hasta que, de alguna forma, llegaron al tema de la situación de Guillermo.

Miguel.- ¿Entonces cancelaron la apuesta?
Guillermo.- Correcto
Miguel.- ¿Por qué...?
Guillermo.- Bueno, digamos que los dos terminamos perdiendo...
Rubén.- Pero no sabemos el secreto de Alex... ¿Cómo pudo él haber perdido?

Dicho aquello, Frank se levantó.

Frank.- Le dije a Jesús que lo ayudaría con una tarea que tenía pendiente, nos vemos después en clase

Tomó sus cosas y se retiró del lugar.

Rubén.- Eh... Vale...
Miguel.- Lo sabe ¿Verdad?
Alex.- Sí...
Rubén.- *Suspiro* ¿Qué es lo que sabe exactamente?
Alex.- No pienso decírtelo
Rubén.- Tío, no entiendo por qué tanto misterio... Sólo dilo y ya, así podemos ayudarte a que deje de estar molesto
Alex.- Está resentido, eso es todo, ya se le pasará
Miguel.- Dudo que Frank lo deje pasar así como así... Como sea, tú sabrás si quieres que te ayudemos o no

Alex no dijo más, tan sólo tomó un sorbo de su bebida y dirigió su mirada a donde Frank, quien hablaba animadamente con Jesús.


Frank.- Jesús...- Dice, deteniendolo en el camino hacia donde tomaría asiento.
Jesús.- Frank ¿Qué sucede?
Frank.- Lamento molestar, pero... Recuerdas lo que te conté ayer ¿Verdad?

El contrario tan solo asintió.

Frank.- Bueno, eh... No sé cómo hablar con él... Me siento incómodo y realmente no quiero hablarle por ahora...
Jesús.- Oh, entiendo... Puedes venir conmigo y los demás chicos si quieres, pero asegúrate de hablar con Alex después ¿Vale? Es tu amigo, no terminen las cosas así

Jesus le sonrió, Frank le respondió de la misma forma y continuaron su camino a donde los amigos de Jesús.

Jesús.- Chicos, Frank se nos unirá hoy
Frank.- Lamento molestar...
Samuel.- No te preocupes, no tenemos ningún problema

Poco después, Rubén también se les unió.
Y así fue como Frank pasó el descanso con Jesús y sus demás amigos.

Alex no podía hacer más que dedicarle miradas discretas, pensando que su enojo no duraría más que un par de días... O al menos eso pensaba Alex.

Oh, Alex, al fin conocerás el Karma... Y las consecuencias de no confiar en alguien que te aprecia tanto.

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