CAPÍTULO 10 2ª Parte La intención no siempre es lo que cuenta

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Narra Eduardo

(17:21 PM)

Me parece demasiado raro que Gidkho no haya venido a conversar conmigo o a decirme algo en todo el día, y dudo que sea por algo de ayer cuando salimos.
Pero debe tener sus motivos o quizá está ocupado haciendo algo, lo vi salir sólo en la mañana, ni siquiera me dijo que lo hacía como creía que lo haría.
Si no me lo dijo es porque debe ser algo personal, algo en lo que no debería entrometerme.
No obstante, si Gidkho estuviera en mi lugar sí lo haría, preguntaría qué es lo que pasa.

Pensaba en anotar parte del día de ayer en mi diario, ver si faltaba alguna cosa por clasificar o poner en su lugar, llamar a Rey o a Sinec o lo que sea.
Pero lo único para lo que tenía ganas era para tomar mi diario y anotar algo de lo de ayer en él.
Dejé de mirar el cielo a través de la ventana, di media vuelta y estuve en camino a tomar mi diario, cuando de repente alguien tocó la puerta de mi habitación y pregunté sin detenerme.

Eduardo:¿Sí?

Gidkho:Soy yo, Eduardo, tu vecino, no un asaltante.

Ya había llegado a tomar mi diario pero me centré más en Gidkho en lo que quería.

Eduardo:¿Qué necesitas?

Gidkho:Saber si estas ocupado o no, si tienes algo que hacer o si tienes el resto del día sin nada por hacer.

Creo que quiere salir otra vez, pero prefiero estar seguro antes de pensarlo.

Eduardo:No estoy ocupado, Gidkho, ¿Qué quieres de mí?

Gidkho:Qué me acompañes a un lugar.

Lo sabía.

Gidkho:Pero no a cualquier lugar, habló de algo muy bueno y que podría resultar nostálgico para ti, te tengo una gran sorpresa y estoy muy emocionado por ver la reacción que tendrás cuando veas de qué se trata.

Es la primera vez que Gidkho me prepara una sorpresa, se le oye impaciente y evidentemente emocionado.
Logró contagiarme una parte de sus emociones, como nadie había hecho eso nunca que hasta mi rostro formó una pequeña mueca de felicidad y acepté ir con él sin preguntarme internamente qué era.

Eduardo:Oh, qué bien, te lo agradezco Gidkho, en un momento bajo, tú espérame dentro de tu camioneta, ¿De acuerdo?

Gidkho:Desde luego, amigo, sabía que te interesaría, te veo abajo.

Oí que se alejó de la puerta y de marchó a su camioneta para esperarme como yo se lo pedí.
No era tan necesario el tiempo que le pedí, solo sentía que necesitaba un momento pasa asimilarlo.
Revisé mi habitación para asegurarme de que todo estuviera en orden antes de irme, aún después de haberlo hecho minutos antes, tomé únicamente mi camisa azul y mi llavero y después empecé a ponerme de manera un poco apresurada la prenda que tomé.
Luego de terminar con aquello salí de mi habitación y la cerré con llave para, justo después, guardarla en uno de los bolsillos de mi camisa mientras caminaba por el pasillo hacia las escaleras.
Cuando llegué hasta abajo y antes de salir al exterior, me topé con la señorita Lucila entrando a su habitación pero la saludé antes de que lo hiciera.

Eduardo:Buenas tardes, señorita Lucila.

Dirigió su mirada hacia mí y me saludó también.

Lucila:Buenas tardes, señor Eduardo, veo que va a salir de nuevo.

Eduardo:Sí, así es, Gidkho me tiene una sorpresa y pues tengo curiosidad por saber en qué resulta.

Lucila:Entonces es por eso, lo saludé cuando pasó por aquí hace un momento pero parecía estar tan apresurado y entusiasmado que me devolvió el saludo aún corriendo.

Suena como a algo que Gidkho haría.

Eduardo:Bien, ya debo irme, hasta pronto.

Lucila:Lo veo luego, señor Eduardo.

Retomé mi camino y continué hacia la camioneta de Gidkho, la cual ya estaba encendida y con él al volante.
No perdí el tiempo y me acerqué a ella para entrar, cerrar la puerta y preguntar con curiosidad algo para lo que quizá ya era tarde.

Eduardo:¿Puedes darme una pista de lo que podría ser la sorpresa?

Aunque no me dió ningún tipo de pista, solo se limitó a decir que espere.

Gidkho:Ya lo verás.

Y nos puso rumbo a algún lugar desconocido pero que tenía curiosidad por ver.

(17:38 PM)

No hubo ni una palabra en todo el viaje, solo el sonido del entorno que iba desapareciendo a la vez que nosotros avanzábamos y estábamos más cerca de llegar o eso suponía.
Me limité a solo esperar callado mirando por la ventana conforme la camioneta avanzaba.

Pero el camino y los lugares por los que pasamos me traen recuerdos por alguna razón, es posible que se refiriera a eso cuando dijo que me resultaría nostálgico, empiezo a desconfiar en cómo es que lo supo si jamás se lo dije.

Eduardo:Adónde me llevas.

Me dió casi la misma respuesta de cuando se lo pregunté antes de partir.

Gidkho:Ten paciencia, ya no falta mucho.

Él aún seguía con el buen humor con el que empezó el viaje, pero el poco que yo tenía se desvaneció cuando empecé a notar que el lugar me era familiar.
Las pocas casas del vecindario, la extraña tranquilidad que abundaba en la atmósfera del lugar, la laguna que volví a imaginar después de décadas, incluso en la posición del sol en el cielo a pesar de estar casi oculto por las nubes y el ángulo por el que arrojaba su luz.

Educado:Cómo encontraste éste lugar.

Gidkho:Por internet pero no hagas preguntas, arruinarás la sorpresa.

Cuando la ubicación del destino de Gidkho llegó a mi mente y supe que faltaba poco, tuve que pedirle que detuviera la camioneta.

Eduardo:Gidkho, ¿Puedes parar tu camioneta?

Pero no quiso hacerme caso.

Gidkho:Por qué, ya estamos muy cerca.

Eduardo:No me siento cómodo aquí, te lo digo en serio.

Lo único que hizo fue responder con tranquilidad.

Gidkho:No te preocupes, amigo, todo va a estar bien cuando veas lo que preparé para ti.

El entusiasmo no lo dejaba detenerse y seguía avanzando sin considerar ni pensar en lo que dije.
Hasta que llegamos y detuvo su vehículo frente a un lugar que ya conocía con anterioridad.

No me gustaba en ningún sentido la idea que tuvo, no estaba nada contento con aquello y me aseguré de demostrárselo al hablar con seriedad.

Eduardo:Por qué me trajiste aquí.

Ésto confundió a Gidkho y borró parte de su alegría.

Gidkho:¿Lo conoces? Es tu antigua casa, donde vivías con tus padres y están aquí.

Eduardo:Ya sé que están ahí, pero no te dije en ningún momento que quería visitarlos.

Gidkho:Por qué no, son tus padres, seguro que te extrañan y que te alegrará verlos de nuevo.

Por qué está seguro de eso si ni siquiera los conoce.

Eduardo:No, llévame a casa.

Gidkho:Eduardo, ellos podrían ayudarte con el problema que lidias.

Jamás se lo mencioné.

Eduardo:Tú no sabes con lo que lidio, ni tampoco te lo diría nunca, ahora pon en marcha la camioneta y llévame de regreso a mi apartamento o iré caminando.

Gidkho:Pero lo sé, Eduardo... tu esposa murió hace ocho años y eso es lo que te aflige a diario, ¿Verdad?

No entiendo como es que llegó a saber sobre eso, aún si no sabía todo y solo era una parte, pero no quiero que crea que hacer algo tan simple puede ayudar como cree.

Eduardo:Gidkho, no quiero que vuelvas a mencionar eso jamás.

Infundí miedo en él para que sea más efectivo si pretendía que me tomara más en serio, era el único método que funcionaría en él.
Bajé de su camioneta y me propuse a irme solo y caminando a mi apartamento, obviamente Gidkho quiso tratar de detenerme y de convencerme.
Él también bajó de su vehículo y trató de acercarse a mí.

Gidkho:Por favor, Eduardo, dijiste que los extrañabas.

No dije nada y seguí caminando hacia mi hogar temporal pero Gidkho seguía detrás de mí, casi cerca.

Gidkho:No tienes que seguir actuando así, ésto podría ser lo que necesitas y tú lo estas evitando, ese es tu problema, ¿No te has dado cuenta de eso?

Ante lo que dijo y creía saber sobre mí, no me dejó más opción que detenerme, darme la vuelta y dejar en claro con mis propias palabras de manera molesta y con algo de enfado hacia él haciendo que Gidkho retroceda con temor.

Eduardo:No te atrevas a creer qué es lo que necesito, soy un adulto y sé muy bien que lo que necesito es estar solo y sin nadie que sea tan molesto, irritante y entrometido como un odioso Sceptile como tú, ese es tu problema, Gidkho.

Fue su primera oportunidad para verme molesto, me sentía mal por lo aterrado que se veía y por lo hiriente que fui pero ya no tenía marcha atrás.

Gidkho:Eduardo... yo solo quería ayudarte.

Lo ojos se le humedecieron ligeramente después de eso.

Eduardo:Entonces deja de intentarlo, no va a funcionar, lo sé.

Di media vuelta y retomé mi camino hacia el edificio "Buenas noches", sin mirar atrás en ningún momento porque no escuchaba pasos detrás de mí que indicaran que Gidkho me seguía.

Elevé un poco la mirada y vi que el cielo estaba nublado, parecía que iba a llover pero no aceleré el paso y mantuve el ritmo.

Lejos de provocarme enfado, lo que en verdad pasó fue que me entristecía haber ido a casa sin ninguna intención después de tanto tiempo, aún no sentía que fuera tiempo de ver a mis padres ni quisiera sentirlo en ningún momento a pesar de que me sentía solo.
Era un hecho, no tenía muchos seres queridos en mi vida, Gidkho lo supo y creyó que había encontrado una solución para eso pero no pudo estar más equivocado cuando pensó que algo tan pequeño podría ser de gran ayuda.

La situación me entristecía gradualmente, hasta que vi una banca y quise sentarme por un momento, no estaba nada cansado pero lo necesitaba.
Al estar ahí, bajé un poco la mirada y regresé a mi estado pensativo de antes, pero con tristeza de por medio.
Aún seguía sintiéndome culpable por como traté a Gidkho hace minutos, pero ahora ya no puedo hacer nada para disculparme, al menos no por hoy pero me gustaría resolver las cosas entre nosotros, no quisiera perder a alguien agradable y a un buen amigo.

No vi a casi ningún transeúnte pasar por donde estaba, razón por la que me pareció raro que uno se haya detenido cerca de mí al verlo con mi visión periférica, iba a ignorarlo completamente hasta que decidió preguntar por mí.

?:¿Estás bien?

Levanté la mirada hacia... ese Pokémon de cuerpo con un azul muy oscuro y de apariencia agresiva, alguien quien podría ser...

Eduardo:¿Gon...?

===================

Dos partes, básicamente un solo capítulo pero con dos títulos que no quería desperdiciar.

Adiós.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro