Capitulo 15.

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Editado: 07/04/2023

No podre ir.

Inojin permaneció en silencio el resto del día, se notaba plenamente apagado y aunque las chicas se le acercaban al notarlo tan decaído... él ni siquiera intentó conquistarlas. Decidí pasar a su casa para tratar de animarlo o al menos distraerlo, pero él se rehusó a querer mostrarme una sonrisa o darme alguna explicación; por otro lado Hima se pasó muy feliz todo el resto del día siendo que Saiko no intento volver a molestarnos. Al salir de la ducha observo mi celular vibrando sobre mi escritorio, contesto.

— ¿Qué pasa mamá?

—Boruto, creo que hoy no podre llegar a casa, estoy muy atareada en estos momentos... sobre el traje, pensé que tú...

—Haa mamá...

— ¿Qué pasa? Dime.

—Ya sabes, mi novia se encuentra pasando por momentos difíciles, y... —froto mi nuca —pensaba que esa noche tal vez podría salir con ella.

—... Sí, sí cariño, esta bien. Ya he ordenado mi vestido y lo tendrán listo para mañana por la tarde, solo te iba a pedir que pasarás por él. Um... dale mis saludos a tu novia.

—Gracias mamá.

Luego de colgar busco unos calzoncillos y me estiro después de encontrarme mejor vestido, me recuesto sobre el suelo buscando el número de Hima entre mis contactos. Con solo esperar el segundo tono puedo escuchar su voz animosa.

—Hola.

—Hola. Sabes... acabo de decirle a mi madre que tendré un momento con mi novia este sábado.

— ¿De verdad? ¿Y a dónde planeas llevar a tu novia?

—Bueno... no lo sé, pensaba solo salir a caminar con ella por algún sitio, talvez comprarle un helado en el parque mientras estamos en un picnic, luego podríamos... —suspiro —no lo sé, tener una noche de películas en mi casa. ¿Qué piensas? ¿Es buena idea? ¿Suena bien?

—Suena perfecto...

—A por cierto, mañana en la tarde ¿Crees poder acompañarme por el vestido de mi madre?

—Claro. Oye...

—Dime lo que quieras preciosa.

Ella ríe —De verdad que me gustas mucho.

—Siento lo mismo con respecto a ti, de hecho, tal vez hasta un poco más...

—Mm... oye, lo siento, pero debo colgar ahora, Sarada pide mi ayuda para escoger un vestido, creo que Chouchou y ella irán a una fiesta.

— ¿En dónde?

—La compañía de su padre, en dónde mi padre comenzara a trabajar, de tantas cosas he olvidado decírtelo. La compañía Uchiha es la razón por la cual nos hemos mudado aquí, mi padre comenzará a trabajar con ellos.

— ¿De verdad? Mi madre trabaja ahí.

— ¿De verdad? El padre de Sarada es el dueño de la compañía y se supone que mi papá y su padre se conocen de la escuela media, es interesante, si lo piensas... nuestros padres trabajan cerca, no mucho, pero algo... es como si estuviéramos destinados a conocernos. Y no solo nosotros, los chicos también.

—Sí, es muy posible. Quiero creer que especialmente tú y yo estamos destinados a estar juntos.

—Eso suena muy... lindo.

Al otro lado de la línea puedo escuchar el llamado de Sarada, terminamos nuestra llamada y yo me quedo en el suelo pensando en eso, en el destino... no lo sé, pensar que realmente estamos destinados a estar juntos suena muy... perfecto, es decir, ella se ha mudado por el trabajo de su padre y mi madre trabaja en la misma empresa a la que su padre se esta uniendo, además terminamos en el mismo salón de clases y desde el primer momento en el cual nos vimos supimos que había algo ahí. Pensarlo me hace feliz, jamás creí en cosas como el destino, pero... quisiera pensar que ella esta destinada a ser parte de mi vida.

Con solo llegar puedo ver su sonrisa y algo en mí logra encenderse, una sonrisa se dibuja en mi rostro y la recibo en brazos para darle un abrazo, ella ríe sobre mi hombro y yo la bajo permitiéndole que tome el brazo de Inojin y el mío para caminar entre ambos.

—Entonces, Inojin. ¿No tienes una pareja fija?

—No. —declara con su calma habitual —Al parecer las chicas huyen de mí cuando les pido que sean mis novias.

— ¿Y eso por qué?

—Posiblemente —informa Mitsuki quién llega tomando la mano de Sarada —porque tiene fama de ser un mujeriego y apenas ve a una chica linda decide ir tras ella.

—Así que no quieren arriesgarse a quedar en segundo plano. —acierta Sarada —Mm, eso esta bien, así aprenderás a no ser un mujeriego, ¿Quién querría arriesgarse? ¿Y si cambias de parecer? ¿Y si en el proceso te fijas en alguien más? Sería una constante preocupación estar a tu lado, necesitas conseguirte a una chica que este completamente segura de sí misma.

—Gracias por tu observación, Sarada. —exclama con cierta desgana.

— ¡Oh, vamos! —exclama Choucho dándole un empujoncito con el brazo —Lo sabes mejor que nadie Inojin, si no te hubieras creado esa reputación de mujeriego para este entonces ya tendrías novia y todas esas chicas seguirían fielmente esperando por ti, esperando la más mínima posibilidad.

—Pero tienes esa reputación de mujeriego. —comenta con gracia detrás de su novia —Así que todas esas chicas vienen detrás de ti solo con la intención de darles celos a sus parejas o pasar el rato, aunque... supongo que no te la pasas nada mal.

Su risa es detenida, Chouchou es bastante discreta al entrometer su pie en el camino de su pareja y hacerlo caer de rodillas sobre el suelo, ella sigue de frente ignorándolo, aunque nosotros nos detenemos a mirarlo.

— ¡Oye, espera Chouchou, no te molestes! —trastabilla al ponerse en pie para seguirla — ¡Solo ha sido un comentario estúpido!

—Buenoo... —alarga Sarada desviando la mirada —él se lo ha buscado. Y entonces, ¿Cuándo planeas conseguir una novia estable? —se dirige hacia Inojin.

—Posiblemente cuando dejen de huir apenas les pregunto sobre salir conmigo...

—Él no puede utilizar el truco de las flores porque todas piensan saber a lo que va con eso, tampoco funcionan los chocolates ni ningún tipo de detalle...

—Tal vez funcione con chicas que no conozcas, lejos de tu circulo cercano. —recomienda Hima —Hay miles de chicas allá afuera que seguramente gustarán de un tipo carismático y atractivo con una muy buena labia.

Inojin le sonríe levemente avergonzado por sus palabras, ella se aferra a su brazo como un gesto de apoyo, sé que mi amigo comprende que ella le esta diciendo la verdad. Mitsuki se asoma por sobre sarada para mirarnos.

—Si hay bastantes mujeres, pero normalmente Inojin se ocupa de buscar el mismo tipo de chicas que se terminan enterando de su buena fama y todo termina del mismo modo.

—Tal vez con alguien que parezca difícil de alcanzar. —expone con gracia —Ese tipo de personas es más reservada y calculadora, pero... no pueden evitar caer por una cara linda.

—Alguien como tú. No funciono.

—Oye, digo esto para evitar que después te sientas mal... Karin solo aceptó salir contigo por el valor que mostraste al pedírselo, solo espero que no te emociones mucho con la salida que tendrán.

—De hecho, lo sabía.

Su rostro desciende perdiendo el poco ánimo y confianza que Hima había logrado darle, Hima soltó un poco su agarre comprendiendo que necesitaba un segundo para él solo, nosotros nos detenemos permitiendo que él siga adelante por su cuenta, acción que lo hace sonreír un poco. El resto del día las chicas se habían juntado entre clases ideando un plan para conseguirle una novia a Inojin, ahora se encuentran en una mesa de la cafetería, tomo mi sitio al lado de Hima obteniendo su sonrisa, Inojin toma el sitio libre al otro lado de Hima y los otros se sientan con sus respectivas parejas.

— ¿Y de qué hablan? —cuestiona sin verdadero interés.

—Bueno, ya sabes, el baile. —declara calmadamente Hima —Las chicas asistirán, así que hablábamos de las opciones con los vestidos.

—Hablando de eso, Karin es algo... espontanea, solo quiero que sepas que, si ella llegará a marcharse, Sarada y yo nos quedaremos a tu lado.

—No creo que sea necesario, he estado en contacto con ella y la hice prometer que se quedará conmigo toda la noche o hasta que yo me canse sino quiere darme varios yenes... así que no se preocupen. Pero... hablando de eso, aun me pregunto la razón por la cual mis padres fueron invitados...

—¿Acaso no sabes que tú madre es mejor amiga de la madre de Boruto? —cuestiona Shikadai con cierto desinterés —Además tu padre se lleva muy bien con el mío, aunque... —eleva la mirada sobre los ojos de Inojin —la verdad yo tampoco entiendo muy bien de lo que van, solo debieron ir ellos.

—Pero... se les agradece que nos hayan invitado. Es una fiesta bastante grande con muchas personas de renombre, no nos viene mal conocer posibles inversionistas futuros, es decir... no tengo idea de que carrera piensen tomar ustedes, pero quizá puedan servirme a mí.

—Por mi parte. —informa Mitsuki —Mi padre desea ir a hablar con el padre de Sarada para proponerle un trato sobre el acuerdo que esta por firmar, desea unirse en un futuro así que tiene que tantear el camino.

—Definitivamente tu padre piensa bien las cosas.

—Si eso es así, ustedes... —señala a ambos — ¿Quién invitó a quién?

— ¡Ambos! —responden a la par.

—Estábamos hablando por teléfono y simplemente...

—Los dos lo recordamos al mismo tiempo.

Nuestra charla toma otro camino en un intento de borrar la pesadez de la mesa, y apenas estamos por levantarnos cuando siento una mano aterrizar sobre mi hombro, el rostro moreno de Iwabe se muestra a mi derecha.

—Oye, ya pronto serán los exámenes de prueba.

—Este es Denki ¿No es así? —cuestiona Shikadai regresando a nuestro lado.

—Sí. Hola, ese es mi nombre —tiende la palma.

— ¿Van a estudiar juntos? —acepta el saludo.

—Sí. Iwabe tiene ciertos problemas para concentrarse así que pensé en ayudarlo un poco.

—Les daré mis apuntes, y Boruto hará lo mismo con los suyos. Sé que eres el más listo de tu curso, y además eres cercano a él, quiero pensar que podrás elaborar un mejor plan para enseñarle lo necesario que... —toca mi hombro —nosotros que solo hemos hablado poco con él.

—Su... supongo que sí.

—Pero si llego a sacar una calificación baja en mi examen... —se dirige a mí —tendrás que pagarme.

—Oye, confía en la palabra de Shikadai, estoy seguro de que Denki dará la talla con nuestros apuntes, pero igual... cualquier duda pueden comunicarse conmigo.

—Esta bien. ¿Y cuándo me darán sus apuntes?

—El próximo lunes los traeré.

—Yo igual.

—Bien. —lleva las manos a sus bolsillos alejándose.

— ¡Gracias y nos vemos chicos!

Luego de verlos Shikadai y yo nos pusimos en marcha al salón; al final de las clases les pedí a Mitsuki y Sarada que llevarán a Inojin a su casa en mi lugar, ellos accedieron e Inojin no se opuso. Hima sube a la parrilla de mi bicicleta mientras Chouchou se acomoda en la parrilla de Shikadai, iremos juntos ya que la casa de Chouchou se encuentra rumbo al centro.

—Entonces tú padre no te ha llamado para nada... —comenta hacia Hima.

—Si yo me atreviera a irme, tanto mi padre como mi madre me estarían llamando como locos, o tal vez ya me estuvieran buscando junto a la policía y jalándome de la oreja en el regreso a casa...

—Oh, créele Chouchou. Temari san es capaz de encontrarlo enseguida, es casi como un sabueso, así que ni pienses en sacarlo a escondidas de su casa. —bromeo.

Hima ríe contra mi espalda —Bueno, al menos se atrevió a defenderme de mi madrastra... estoy feliz —comenta al aire —y ahora sé que pensaba alejarse de ella luego de firmar el contrato con la empresa Uchiha.

— ¿Qué tienen planeado hacer cuando el contrato se encuentre firmado? ¿Qué planea hacer tu padre? ¿Tienen algún lugar en mente o algo así?

—Quisiera suponer que tiene a alguien de confianza en esta ciudad, un amigo o alguien... aunque confío en mi padre... la verdad es que estaba pensando en buscarme un trabajo para mantener nuestro soporte monetario.

—Podemos buscar algo junto. Yo también estaba pensando en buscar un trabajo para ayudar a mi madre, —confieso con entusiasmo —aunque ella no lo desee, la verdad es que necesita ayuda y... creo que ha llegado la hora de revelarme un poco ante ella.

—Oh, es verdad, tu madre jamás te dejó buscar trabajo. Bueno, como sea chicos, les deseamos suerte a ambos con eso del trabajo, Chouchou y yo vamos por acá.

Los vemos virara la derecha y nosotros seguimos de frente deteniéndonos en los cruces correspondientes mientras ella me plática de la clase de vestidos que usarán Chouchou y Sarada para la fiesta. Al llegar a la tienda Hima me sigue hasta el mostrador dónde una joven chica me recibe la tarjeta que mi madre dejó y me pide esperar unos minutos mientras busca el vestido.

— ¿Cómo crees que sea el vestido de tu madre? ¿Y cómo se verá en él? Estoy segura de que tu mamá debe ser muy hermosa.

Mi risa sale por si sola —Definitivamente, ella es hermosa. Del vestido... la verdad no tengo idea de como pueda lucir.

Ella me sonríe recargando los antebrazos del mostrador mientras esperamos; ante nosotros la joven mujer sale con un vestido colgado de un gancho y cubierto por plástico para mantener la limpieza, desliza la prenda sobre el mostrador para dejarnos analizarlo, es morado y bastante largo, tiene una abertura sobre el lado derecho de la pierna, el frente del vestido es cerrado sobre el cuello y la parte trasera tiene una abertura bastante grande que deja a la vista casi toda la espalda cerrándose por sobre la cadera baja; Hima abre la boca en su tremenda sorpresa mientras toca las líneas en purpurina purpura y negra que estilizan la parte delantera y los bordados en líneas desde la cintura hacia el muslo que imitan un juego de cadenas.

—No puedo creerlo... —musita sin apartar la vista de la prenda —es hermoso.

—Hace bastante tiempo que no lo sacaba del armario...

—Me preguntaba... —menciona en tono bajo y cuidadoso —yo misma me ocupe del lavado, planchado y todo lo demás, y no vi ninguna etiqueta ni marcas de que hubiese sido arrancada, este vestido es increíblemente hermoso ¿No sabrás quién lo ha diseñado?

Hima toma muy cuidadosamente el vestido y mientras continúa admirando la prenda, yo le entregó la tarjeta a la mujer para que nos cobré, ella asiente con prisa acudiendo a la máquina.

—No es un diseñador famoso y tampoco se vende el trabajo, pero... fue mi madre quién lo diseñó.

— ¿De verdad? —cuestiona a mi lado dejando de ver la prenda para mirarme con asombro —Ella es completamente genial.

—Verdaderamente lo es. —entrega el recibo y la tarjeta con una sonrisa —Sabes... tengo una hija, ella esta por salir de la escuela media y necesitamos un vestido que sea muy especial, lo que pasa es que ella tiene una idea de lo que quiere, pero... no todos los sastres y costureros tienen tan buena mano y muchos se niegan a aceptar tantas ideas o ajustes a sus creaciones, lo que quiero decir es que no podemos encontrar a alguien adecuado para cumplir el sueño de mi hija ¿Crees? De casualidad ¿Qué quizá tu madre quisiera...?

—Lo lamento pero, como ya le he dicho, mi madre no se dedica a eso, ella es solamente una secretaria, pero... —observo el vestido —era su pasatiempo, quizá... —vuelvo la mirada sobre la mujer — ¿Qué tal si le doy su número y usted misma le explica la situación? Si es que tiene tiempo y su buen corazón se lo permite, quizá acceda a su petición.

— ¿De verdad? —entrega una libreta con una pluma — ¡Muchísimas gracias!

Anote tanto el número personal de mi madre, como el de su empresa y nos despedimos de la agradable mujer para subir a la bicicleta, Hima ha tenido bastante cuidado con el vestido desde que nos subimos.

—Si diseñó un vestido tan hermoso como este...

—Tiene más de esos en casa, creo que le ha gustado diseñar desde siempre, pero... lamentablemente nunca pudo llevarlos con un profesional que los exhibiera o valorara, mayormente hay bocetos y uno que otro no finalizado...

—Tú mamá en definitiva es espectacular. ¡Oh, para por aquí! Tomaré un taxi desde aquí.

— ¿No prefieres que te lleve?

—No, esta bien así. —baja cuidadosamente doblando el vestido con sumo cuidado sobre la canasta de la bicicleta —Bueno. —sonríe —Nos vemos mañana en nuestra cita.

— ¡Oye! —atino a decir con prisa.

Dejando la bicicleta me encamino hasta sujetándole el brazo, nuestras miradas se encuentran y delicadamente acaricio su mejilla apartando los mechones que deja libres sobre los costados de su rostro, en una caricia me acercó hasta probar sus labios en un dulce beso... sus labios me siguen con ternura y lentitud mientras nuevamente inicio el beso; algo de lo que no podría hartarme, en definitiva, sus dulces labios; nos separamos en un pequeño suspiro mutuo y encontramos nuestras miradas, ella sonríe en una negativa y un segundo después se levanta sobre las puntas de sus pies para darme un beso en la mejilla acariciando mi rostro con su suave mano.

—Mañana —declara.

—Mañana, el parque. —acuerdo —No... tengo una idea, pero... le preguntaré a mi madre si es posible, más tarde te envió un mensaje.

—Muy bien. —retrocede lentamente encogiéndose en felicidad —Entonces estaré esperando tú mensaje.

—Llega el bus, ve con cuidado.

Luego de despedirla sigo pedaleando hasta mi casa cuidando que el vestido de mamá no se arruine, apenas estoy entrando con el vestido sobre ambas manos cuando mi teléfono comienza a sonar, atiendo a la llamada colocándolo sobre mi hombro mientras me adentro.

— ¿Diga?

—Boruto, querido, es mamá. Las cosas se encuentran un poco atareadas por aquí y no creo que pueda volver a casa pronto, necesito que por favor me traigas mi bolso de maquillaje, se encuentra dentro de mi armario... —aleja el teléfono para dar instrucciones —el de color rojo sangre... —vuelve a la llamada —también mi vestido y las zapatillas que utilice aquella vez que viniste a un evento conmigo... eso va sobre las mesas tres y cuatro... necesito que lo traigas a primera hora de la mañana cariño.

—Aa... mamá. Te quería pedir prestado el auto...

— ¿El auto? ¿Para qué?... ¡No, no, las otras rosas! En la mesa número uno...

—Quería llevar a Hima a un lugar especial para tomar el almuerzo.

Solo... ¿Solo almorzar?

Mi risa sale —Claro que solo almorzar mamá.

—Si, esta bien cariño, pero necesito que tengas mucho cuidado, sé que manejas muy bien y todo, pero siento que aún no hemos practicado lo suficiente al salir a las calles.

—Confía en mí, voy a tener cuidado.

Bueno... toma la cena, termina tus tareas y duerme temprano mi niño, ahora debo irme... ¡Te he dicho que a la mesa número uno! Por favor pongan atención, yo también estoy exhausta ¡Centrémonos equipo!

Ella cuelga mucho antes de que pueda desearle una buena noche. Subo a su habitación para dejar el vestido en la percha de la puerta y comienzo a buscar su estuche de maquillaje y las zapatillas que me ha dicho para acomodarlas en la cama. Mañana voy a tener una buena cita.

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