Capítulo 7.

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Editado: 30/ 11/ 2021

El novio.

Apenas la palabra novio es mencionada, lo último que vemos de Shikadai es su brusquedad al salir por la única puerta que esta al lado de la nueva pareja que se acaba de revelar ante nosotros. La mirada de Choucho regresa sobre el chico que salió por la puerta al igual que todas nuestras miradas; Hima es la primera en reaccionar rompiendo la tensión e invitando a Shinki para que entre a la sala.

—Supongo que le surgió algo con su cena familiar, entonces Shinki... —muestra la tableta — ¿Qué quieres ordenar del menú?

—Ya pedimos casi todo, pero si tienes antojo de algo más, solo pídelo.

—Si ya pidieron de casi todo, entonces creo que así esta bien... —observa a Choucho —entonces...

— ¡Busquemos canciones!

Al ver la comida llegar todos nos reunimos para comenzar a gozar las delicias que nos trajeron mientras Choucho nos cuenta lo que ocurrió con Shinki; Sarada y Hima se mantienen totalmente atentas ya que aun siendo sus amigas no estaban enteradas de nada de eso. Inojin suspira recargando su cuerpo de mi hombro.

—Hombe, esto es una porquería... ¿Cómo es posible que Choucho tenga novio y tú ya tengas novia mientras yo no tengo absolutamente nada?

—En primera... —aparto su cuerpo del mío —eres un mujeriego, tal vez les gustes a muchas chicas, pero dudo mucho que vayan a estar soportando el hecho de que te enamores cada dos segundos.

—Oh venga... —exhala un suspiro cruzando los brazos —ellas se lo pierden...

—Deberías de conseguir a alguien pronto o yo —sonríe Mitsuki —te ganaré...

— ¿¡Qué!? —inclina el cuerpo hacia él — ¿También tú?

Nuestras risas salen y aun entre su disgusto Inojin se nos une en una leve risa. Choucho no dejaba ir a Shinki, pero aun así logramos quitárselo de las manos para atraerlo a nuestro lado mientras ellas hablaban.

—Vaya, pensé que estaría con ellas toda la noche —expresa cansado.

—No podemos abandonar a uno de nuestros compañeros ¿Qué te crees? —expresa Inojin.

Shinki ríe —Bien, entonces muchas gracias chicos... —me mira —ahora veo que funcionó muy bien tú plan Boruto.

—Sin tú colaboración no hubiera salido tan perfecto como fue, gracias por lo de ese día.

—Pues bueno... me pagaste.

— ¿Y nosotros dos de qué nos perdimos?

—Este tipo de aquí... —rodeo sus hombros —me ayudó a meter unas flores en el casillero de Hima.

—Ya saben que mi trabajo es muy manual, autos, escritorios, puertas y casilleros... soy muy bueno para ello mientras me den una buena cuota.

—Mm... eso implica que cuando salgamos nos invitarás —sonríe entre el acercarse a él.

Todos comenzamos a reír y luego de las charlas nos ponemos a cantar a todo pulmón, bebemos y nos la pasamos divirtiéndonos. Una vez salimos del Karaoke nos dividimos en la entrada, Inojin es el primero en marcharse detrás de unas chicas apenas salimos, y Mitsuki se va junto a Sarada para acompañarla a su casa.

—Bueno... —rodea el brazo de Shinki —quiero un helado ¿Vamos juntos?

—Sera un placer. —nos mira — ¿Qué harán ustedes chicos?

—Tú decides princesa...

—Esperamos no molestar... —sonríe hacia ellos.

— ¿¿De qué hablas?? —ríe tomándola del brazo — ¡Vayamos juntos!

Hima sonríe y toma mi mano entrelazando nuestros dedos para poder avanzar juntos, ellas bromean entre ellas y nosotros también llevamos nuestras charlas para después bromear entre todos. Al llegar a la heladería tomamos camino en la barra.

—De verdad no puedo creer que me hayas hecho cantar —recarga el cuerpo de Choucho.

Ella ríe — ¡Pero si cantas muy bien! —palmea su espalda — ¡Ten más confianza, hasta cantas mejor que yo!

— ¡Mm! —asiente —es cierto Shinki, cantas muy bien. Oigan, de verdad no puedo creer que ustedes estén saliendo.

—Solo ocurrió —encoge los hombros.

—Pero... —insisto con algo de curiosidad —Estaban aburridos ¿O qué paso ahí?

—Bueno... a decir verdad, —vuelve la mirada sobre ella —ya hacia un tiempo que me había fijado en ella, pero no tenía el valor para decirle nada...

Al volver la mirada hacia ella puedo notar su sonrojo mientras mantiene la mirada sobre los helados en la barra. Hima sonríe y la empuja un poco causando que Choucho regrese la mirada a prisa.

—Oh, bueno... solo me percaté de que me miraba así que me acerqué a él, no pensé que tomaría mi propuesta tan enserio.

Él ríe —Si, aun sigo algo apenado por eso...

—Pero... ¿Cómo fue exactamente? —cuestiono nuevamente.

—Bueno, yo estaba sentado en la jardinera de afuera, en la misma que me encontraste la otra vez Boruto, y pues ella se sentó en la banca a mi lado mientras se comía un emparedado de salmón, no pude evitar mirarla.

Ella ríe —Sí, justo fue así... —vuelve la mirada sobre él —Así que cuando me di cuenta le dije... ¿Qué? ¿Acaso quieres salir conmigo?

Él ríe apenado — ¡Para con eso, no lo digas!

—Mmm... —inclina el rostro hacia ella —él solo se sonrojo y dijo que sí, así sin más, solo eso...

Hima ríe a mi lado —Nosotros tuvimos que subir a una colina a gritar, además de ir a golpear a la mamá de Shikadai...

—Y meter flores en un casillero, además de llamar la atención de todos mientras me le declaraba.

—Perdón ¿qué? ¿Golpear a Temari?

Ella ríe a mi lado —Sí, como lo oyes, cierto chico... —me mira de reojo —me llevó al gimnasio y ella estaba ahí...

—Temari san quiso probarla, y Hima la hizo retroceder tanto que termino cayendo... —rio —no podía creerme lo que veía.

—Pero ¿Qué dices? Hacer retroceder a Temari, eso es imposible... ni siquiera mi padre puede contra ella.

—Y eso que te ves tan débil amiga mía... —nos observa a ambos — ¿Qué tal esta el gimnasio? Yo no he ido últimamente.

Nos entregan nuestros helados y luego de dar las gracias comenzamos a comer un poco antes de continuar con la charla. Es extraño, pero por alguna razón Choucho parece algo molesta, es como si no tuviera reales ganas de estar aquí...

—De hecho, remodelaron el lugar... —empiezo.

—Mi padre logro hacer que Temari trabajé algunos días con él en la oficina y algunos otros días vaya como entrenadora al gimnasio.

—Temari no suele durar mucho en trabajos serio, mucho menos en puestos ejecutivos de oficinas...

—Creo que tal vez esta vez podrá hacerlo.

—Bueno como sea, ¿Quedamos un día en el gimnasio?

—Si claro. —contesta sonriente —Deberíamos avisarle a Sarada y a los chicos.

—Solo eviten preguntarle a Shikadai, ya saben cómo es...

Yo río tratando de relajar el asunto —También depende de si su madre estará ahí o no...

Seguimos comiendo. Yo comparto de mi helado con Hima aunque de reojo puedo notar, que para estar saliendo y ser tan cariñosos frente a los otros chicos, ellos dos son algo distantes ahora mismo, cada uno se centra en su helado sin mirarse... bueno, Shinki si la observa de vez en cuando. Apenas salimos del local me dirijo a los baños mientras Hima y Choucho nos esperaban sentadas en una banca.

— ¿Sabes qué es lo peor?

— ¿Ha? —cuestiono sorprendido — ¿De qué hablas?

—El hecho de que yo verdaderamente la quiero... —suspira —no estoy mintiendo, de verdad siempre me he fijado en ella.

Él se acerca al lavabo para lavar sus manos y yo me apresuro a seguirlo... algo está mal por aquí.

— ¿De qué hablas? ¿Dices que ella no te quiere? O simplemente sientes que no se lo toma enserio...

—Digo que esto es una táctica para acercarse a alguien más... yo simplemente soy el anzuelo.

— ¿Anzuelo? No creo que Choucho pudiera hacer algo así...

—Pues... —sale conmigo a su lado —ella lo está haciendo, y tiene mucho cuidado con que nadie se enteré de ello, ni siquiera yo... apenas veníamos de una cita con otros chicos en un café, ella me dijo que se tenía que adelantar y que yo me quedará un rato con esos chicos, que bueno... en mi vida conozco. Si, esto es una mierda...

Él levanta la mano para saludarlas y yo hago lo mismo para llegar con ellas, al estar a su lado rodeo los hombros de Hima mientras observo de reojo a esos dos.

—Bueno, —rodea mi cintura —nosotros tenemos que irnos ya, fue un gusto verte Shinki.

—Lo mismo digo, —me observa —nos vemos Boruto, hasta luego...

—Bien chicos, nos vemos luego.

—Eso es obvio tarada, no se desharán de mí tan sencillamente. Vayamos por una bebida Shinki.

Ella sujeta el brazo de Shinki para guiarlo hacia el camino a seguir, apenas ellos se marchan puedo volver la mirada sobre Hima y tomar su mano atrayendo su atención, ella me sigue mientras seguimos la acera sin decirnos nada, de un momento a otro se nos cruza una pareja en plena disputa y rápidamente jalo a Hima por el brazo evitando que la chica que pelea con su pareja choque contra ella.

—Si algo malo nos llega a pasar... —comento entre el seguir a la pareja con la mirada —recuérdame no pelear contigo, en la calle... —rio señalando a la pareja con el mentón —de esa forma.

Ella ríe empujándome un poco con su hombro —Créeme, si llegáramos a tener una pelea tan subida de nivel, yo nunca me pondría de esa forma y mucho menos delante de la gente.

Aun entre su radiante risa puedo apreciar como poco a poco esa linda curvatura de sus labios desaparece dejando un rostro algo decaído, afligido, es como si recordará algo que no le gusta... en un suspiro me acerco hasta tomar sus mejillas en mis manos, ella me mira y su sonrisa vuelve a formarse, pero sé que no está por completo feliz.

— ¿Qué tienes?

—Oh, nada... solo tonterías...

—Hablando de tonterías... ¿No crees que Shinki y Choucho?... bueno, no lo sé... ¿Se veían raros?

—Bueno, jampas habrá una pareja perfecta...

—No, de esa forma no, hablo de... —frunciendo mis labios me pongo a pensar — ¿Cómo decirlo? Bueno... a mi parecer ella parece muy distante.

—Bueno... —agacha la mirada frunciendo sus labios un poco —eso es de lo que te hablo, no todas las parejas...

— ¿Ella te dijo lo que esta haciendo con él?

—No... —desvía la mirada —ella no me quiso decir nada... —vuelve la mirada sobre mí — ¿Y a ti? Supongo que si me dices esto es porque Shinki ya se ha dado cuenta.

—Sí, y vaya que parece dolerle... —suspiro entre nuestro avanzar —sinceramente no comprendo lo que intenta conseguir Choucho...

—Bueno... —rasca su mentón admirando la calle —así somos las chicas en algunas ocasiones, a veces es... difícil comprendernos... —vuelve su mirada — ¿Tomaremos el autobús?

— ¡Claro! —tomo su mano — ¡Corre!

Ella sonríe ampliamente siguiendo mis pasos. Apenas subimos ella se encarga de buscar un asiento libre, yo la sigo. Cuando llega mi parada me despido con un beso y me quedo en la parada hasta ver que ella se marcha en el bus, al ponerme en camino a mi casa puedo ver a la señora Ino regando sus plantas, yo la saludo apenas veo su mirada y simplemente sigo mi camino hasta que su mano se eleva llamando por mí.

—Si. ¿Qué pasa?

—Me supongo que Inojin se ha quedado con alguna chica por algun lado. —ella sonríe sujetando mi hombro —Vamos, pasa que tengo una sorpresa para ti.

— ¿Sorpresa? Pero si hoy no es mi cumpleaños señorita Ino.

Ella ríe levemente y solamente cubre mis ojos con sus manos para llevarme de ese modo hasta el interior de su casa, según las veces que he venido puedo suponer que me ha guiado a su sala... ella descubre mis ojos y yo los abro levemente para ajustar mi mirada; la sorpresa me llena cuando veo a mi madre sentada a la mesa con una sonrisa en cara. Rio levemente entre mi avanzar.

— ¿Qué haces aquí? ¿Ya termino tu trabajo?

—Muchas gracias por la dulce bienvenida cariño. De hecho, Sasuke fue muy amable al darme más vacaciones de lo normal, así que creo que estaré más tiempo contigo en casa —toma mi muñeca con cariño —y quizá un rato ayudando a Ino con su tienda.

—Eso suena excelente mamá.

Sin esperar más le ofrezco un abrazo, al soltarla puedo verla palmear la silla a su lado pidiéndome que tome asiento a su lado. La señora Ino sonríe y toca mi hombro para dirigir la mirada sobre mi madre.

—Bueno, yo saldré a terminar de regar mis plantas.

—Si claro. —al verla marcharse vuelvo la mirada sobre mi madre — ¿Qué pasa?

—Si... —arregla su cabello —pensé que lo notarías enseguida. Yo hable con Temari y Karui en el trabajo, y Temari me comentó algo muy interesante que me hizo un poco feliz.

Mi risa fluye mientras me inclino con pena sobre la mesa —Sí, mi novia la derroto en el gimnasio.

Mi madre sonríe complacida — ¿Cómo se llama ella?

—Himawari, ella es... muy linda. —comento encantado —prometo presentártela algún día mamá, pero primero quisiera estar seguro de que nuestra relación vaya bien... que podamos con ella.

—Es suena tan maduro de tu parte. —acaricia mi cabello — ¡Muy bien! Entonces tendré que esperar un poco... bien, ¿Qué te parece si vamos a casa para ver algunas películas? O solo a desperdiciar el tiempo un poco.

—Puedo darte un masaje de principiante... —río —lo que sea que hagamos, sé que será divertido mamá.

Ella se levanta y yo la sigo para recibir su abrazo. Salimos juntos y nos despedimos de la señora ino, ella se sujeta a mi cintura y yo dejo caer mi brazo sobre sus hombros mientras avanzamos entre bromas.

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