Editado: 30/ 11/ 2021

Un día con mamá.

El sábado nos la pasamos casi todo el día metidos en casa mirando películas o charlando mientras hacíamos las labores de la casa, y hoy, mi madre decidió salir conmigo para tomar un día en la piscina pública; apenas guardamos los almuerzos que hemos estado preparando desde temprano cuando podemos escuchar el tocar de la puerta, mi madre me toca el brazo.

—Yo voy querido.

—Muy bien mamá, en un segundo salgo con todo esto.

Termino de guardar la comida en su bolso y salgo para mirar a Inojin junto a Shikadai hablando con mi madre, al verme Inojin muestra una amplia sonrisa feliz, mientras que Shikadai solo sonríe levemente para mi madre...

—Ha... —avanzo a su lado — ¿Qué hacen aquí?

Inojin ríe como idiota y mi madre avanza a mi lado para ayudarme con las cosas.

—Al parecer ambos irán con nosotros —ríe —vamos hijo, suban todos al coche.

—Pero... —me acerco a ellos — ¿Cómo demonios se enteraron?

Guardo las cosas al lado de mi madre y apenas cierro la cajuela puedo ver como Inojin se acerca para abrazar a mi madre por los hombros descansando su cabeza del hombro de mi madre.

—Se lo mencioné a Ino. —informa con tranquilidad —y bueno, no pensé que ellos fueran a venir.

—Oye. —interfiere Shikadai —de hecho, yo no quería venir, —atrapa la oreja de Inojin jalándolo —el idiota este me trajo.

Rodea el hombro de Shikadai — ¿Qué querías que hiciera? Estas raro desde el viernes ¿Qué querías? ¿Qué te dejará pudrirte en tu miseria?

—Si, sería feliz haciendo eso —exhala un suspiro cruzándose de brazos.

— ¿Te ha pasado algo Shikadai? —interfiere mi madre con preocupación.

—No le pongas mucha atención mamá, ni a nosotros no lo quiere decir así que mejor hay que irnos de una buena vez.

Al subir en el auto Inojin comienza a contarle a mamá cosas que nos sucedían antes cuando salíamos; como he dicho ante, ella es una mujer ocupada que se la pasa preocupándose por sacar para los gastos de la casa, así que nunca ha sabido completamente lo que ocurre en mi día a día, solo sabe ciertas cosas que llego a contarle, o bien... cosas que sus amigas o mis amigos le cuentan. Yo rio mientras Shikadai es molestado por Inojin, pero detengo mi risa cuando el móvil comienza a sonar, observo su nombre en mi pantalla.

—Es mi novia. ¿Pueden bajarle un poco al ruido? —golpeo el brazo de Inojin.

— ¡PARA NADA! —me arrebata el móvil — ¡Dame acá!

— ¡Oye!

—Hola Himawari.

— ¿Quién es? ¿He marcado mal?

—No, no te preocupes, soy Inojin, la persona... —inclina el rostro hacia mí — ¡A la cual realmente amas!

Entre mi enfado intento quitarle el móvil —Perdona Hima, el idiota me arrebato el celular y ahora estás en altavoz...

—Si preciosa, tu suegra te escucha en este momento —continua el idiota.

— ¿¡Ha!? ¡Mi... oh, dios! Amm...

—Por favor no te pongas nerviosa querida, es un gusto conocerte, aunque solo sea por llamada.

—El gusto es mío.

—Estamos en camino a unas albercas públicas cercanas a la casa. ¿Quieres venir con nosotros?

— ¡De verdad lo lamento! Ahora no puedo, estoy en camino a mis clases de ballet... pero quizá después...

—Claro que si querida, solo avísame el día y veremos que podemos salir a hacer —sonríe entusiasmada.

Mi risa fluye y me inclino hacia atrás —Y bueno... ¿Para qué me has marcado?

— ¡Oh, si! Bueno... mi madre me inscribió a unas clases de piano... ¿Crees que podrías acompañarme el lunes después de clases?

—Claro que sí, no creo que le moleste a mi mamá, ella acaba de salir de vacaciones de su trabajo.

— ¡Oh, eso es genial! Talvez podamos conocernos pronto.

—Suena magnifico —sonríe hacia el móvil.

—Tranquilas, aun falta un poco para eso, entonces... —rasco mi cuello —el lunes después de clases, te marcó luego, suerte en tu clase de ballet.

— ¡Oye! Si te hartas de esperar a que este tonto te presente, mi madre estaría completamente feliz de conocerte.

Ella ríe —Lo lamento Inojin, creo que esperaré a que mi novio me presente con su madre... ahora ya me tengo que ir ¡Pero diviértanse!... ¡Estoy yendo madre!

Apenas la llamada finaliza Inojin me regresa el celular. El resto del camino Inojin se encarga de decir tontería y media para hacernos reír a todos, aunque... por todos me refiero únicamente a mi madre y a mí, Shikadai se ha pasado todo el viaje mirando por la ventana sin decir ni hacer el más mínimo intento de comunicarnos algo. Al llegar a la piscina Inojin se encarga de llevarse a mi madre y yo le pido a Shikadai que me ayude a llevar las cosas... una vez adentro mi madre nos arrebata las cosas e Inojin se encarga de llevarnos a las duchas para que nos cambiemos. Al terminar de cambiarnos el rubio nos arrastra hacia las piscinas a lo que lo ambos lo detenemos para enfrentarnos a su estúpido rostro sonriente.

— ¿Qué demonios es lo que te pasa?

— ¿Pasarme de qué? —ríe ignorando las palabras de Shikadai.

—No te hagas el tonto. —lo detengo por el hombro —estas demasiado emocionado jalándonos de un lado al otro.

Él ríe apartando mi mano — ¡Son unos aburridos! Solo quiero divertirme hoy... —eleva las manos mientras camina de espalda —y sus malas vibras no me están ayudando así que más vale que sonrían y finjan que se la están pasando bien. ¡Vamos, vamos!

Rápidamente se posiciona detrás nuestro y comienza a empujarnos para hacernos avanzar, al salir puedo ver a mi madre hacernos señas con la mano en alto, ya esta cambiada y nos ha conseguido un buen lugar con sombra. Nos miramos entre todos y caminamos en dirección a ella.

— ¡Bien! —une sus palmas para vernos —Primero hay que protegernos del sol.

Inojin ríe —Si no le importa... —eleva el pulgar sobre su hombro —iré a conseguir una chica linda que me pongo el protector.

Ella ríe —Sí claro, ve, no te preocupes por nosotros... —observa a Shikadai apenas el rubio se marcha — ¿Tú que dices?

—Tengo manos para hacerlo, gracias —sonríe levemente.

— ¡Bien! Entonces... —gira la mirada sobre mí.

—Pónmelo mamá.

—Si no quieres no hay problema, ya eres mayor y puedo entenderlo completamente.

—Eres mi querida madre y por fin te tengo a mi lado para hacer este tipo de cosas vergonzosas, así que... —le ofrezco el bloqueador —hazlo por mí.

—Mmm... —toma la crema —Me suena a que pronto alguien más hará estás cosas por ti, —ríe levemente aplicando la crema —pero no me molesta, me parece que ella me caerá muy bien... y practicar Ballet, y piano, definitivamente suena como una chica muy centrada que podría... ayudarte.

—Bueno... yo no sabía sobre el ballet, en verdad apenas llevamos poco de haber comenzado a salir...

— ¿Y cómo terminaste conociéndola? Es simple curiosidad de mamá así que si no quieres responder...

—Bueno, la transfirieron a mi escuela y desde el primer momento en el cuál la vi... aunque suene extraño, sentí como que todos en el salón habían desaparecido, solo estábamos ella y yo mirándonos a los ojos... —sonrío agachando el rostro —fue algo extraño, pero sentí mi estómago inquieto cuando ella me sonrío... —levanto la mirada entre mi risa —realmente suena extraño cuando lo digo en vos alta...

—Mm, no lo creo, a veces sucede de ese modo querido... todo el mundo puede desaparecer cuando estás a su lado... ¡Listo, he terminado! Ahora... —entrega la crema —ayúdame a mí.

—Supongo que algo parecido te pudo pasar con mi padre... —menciono con precaución.

—Sí, llego a suceder... entonces, no sabías sobre lo de Ballet.

—Bueno, a decir verdad, no creo que sea algo que le guste mucho, tal vez es algo que su madre...

— ¿Qué pasa con su madre?

—Es... su madrastra en realidad, y digamos que ellas no se llevan del mejor modo... ¡Pero no te confundas! —eleva las palmas —Himawari es una chica excelente, super educada, linda y tranquila.

—Entonces el problema es su madrastra.... ¿Qué le ocurrió a su madre?

—Cosas complicadas, ya sabes... —insinué inclinando un poco el rostro.

—Si. —sonríe comprensiva —la vida esta llena de cosas complicadas Boruto.

—Bien. He terminado mamá... —lanzo el frasco —tu turno amargado.

Él lo atrapa sin mayor problema y yo regreso la mirada sobre mi madre quién me sonríe mientras se acomoda en su asiento muy dispuesta a escucharme hablar un poco más sobre Himawari, pero apenas comenzamos a charlar puedo escuchar la voz de una chica que toma asiento al lado de Shikadai.

—Hola, pensé qué... —apunta la crema —quizá necesitabas un poco de ayuda para ponerte el bloqueador, no habría problema si me lo pides así que...

—No gracias, estoy bien.

—Oh... oh bueno, mi nombre es Haruhi, ¿Cuál es el tuyo?

—Oye... —mantiene una mirada fría y directa —creo que debiste entender cuando te dije que no necesito de tu ayuda.

— ¿He?

—Que ahora mismo me estás molestando, vete.

— ¿He? —sonríe avergonzada y confundida —pero si yo...

—Fuera.

— ¡Oh! —traga grueso para levantarse — ¡Tonto, maldito idiota! ¡Yo solo intentaba ser... agh!

Ella niega y se marcha cuanto antes. Mi madre intenta levantarse para ir a hablar con él a lo que la detengo entre una negación. Mi mirada viaja sobre él y simplemente lo veo seguir colocándose el bloqueador como si nada hubiera ocurrido.

—E... entonces, su madrastra... ¿Qué problemas tiene con ella?

—Bueno... —rasco mi nuca —la mujer tiene una hija, así que para ambas Himawari es casi como un cero a la izquierda... su hermana la trata mal y su madre, por lo que me ha dicho, la trata como si solamente fuera una sirvienta.

—Oh, vaya. ¿Y su padre? ¿Acaso él no hace nada por defender a su hija?

—Él... esta tan controlado por su mujer que apenas y pasa tiempo con su hija. —suspiro —Aun no sabemos mucho del otro, en todo caso nos sentimos unidos por el tema de... de que bueno... —froto mi muñeca mirándola de reojo.

Sonríe dulcemente —Ella no tiene madre y tú no tienes padre, lo entiendo. —acariciar mi cabello —Así que no te preocupes. ¡Bueno! Iré por unas bebidas... —toma su monedero — ¿Quieren algo especial?

— ¿Podría... —observa directamente a mi madre —solo por esta vez... comprarme una cajetilla de cigarrillos? Solo será uno, por favor.

—Tú madre me mataría si llegará a enterarse... —observa a Shikadai —solo uno... ¿De cualquier marca?

—Sí, muchas gracias.

—Bien... —sonríe —sería bueno hablar contigo después de tenerlos, claro que solo si te apetece... —vuelve la mirada sobre mí —Y Boruto, traeré un poco de bebida para que la pasemos bien con tus amigos, no soy mucho de beber, pero supongo que ustedes pronto lo harán, claro que si no es que ya lo hacen.

Mi risa fluye — ¡Claro que no! Anda, deberías llevarte a Inojin para que te ayude.

Ella sonríe y se encamina al lado de Inojin quién al segundo de escucharla se pone de pie y la sujeta del brazo diciéndole algo que la hace reír. No pensé que mi madre accedería a comprarle los cigarrillos y mucho menos que nos compraría bebidas a todos... es cierto que hubo una vez que lo hicimos, pero no fue para tanto, solo por... diversión del idiota, y no terminamos borrachos.

—No pensé que enserio los fuera a comprar, —sonríe —tu mamá es la mejor.

—Siempre he pensado eso, y... —rodeo mi rodilla admirando a quienes se lanzan a la piscina — ¿Qué ocurrió con esa chica? O más bien... —vuelvo la mirada de reojo — ¿Qué ha pasado contigo estos días?

—Es... solo una estupidez, pronto se me pasará...

— ¿Quieres darme más pistas?

Él ríe —No puedo evitar que los idiotas se preocupen por mí... —pasa la mano sobre sus cabellos —Inojin tampoco ha dejado de preguntar, pero no, no es un tema de familia, ni un problema grave... solo es una estupidez.

—Bueno... si tú dices que está bien.

Me recuesto para admirar como la gente se arroja a la piscina, Shikadai me sigue acostándose a mi lado para admirar a la gente, al menos ahora luce más calmado. Apenas llegaban mi madre junto a Inojin cuando Shikadai se levantó de golpe mirando la pantalla de su celular.

—Es Mitsuki en una video llamada —me informa.

— ¡Yo quiero verlo ponlo! —toma asiento a nuestro lado con prisa.

— ¡Ey! Hola chicos, ¿Qué tal la están pasando?

—Genial, mamá nos está consintiendo bastante ¡De lo mejor!

— ¡Apuéstalo todo a que sí!

El idiota de Inojin muestra el sex de cerveza frente al celular y Mitsuki al segundo comienza a reír al igual que nosotros.

—Vaya, tú mamá es de lo mejor. Qué mal que no pude ir.

—Cierto... —nos mira con duda y vuelve la mirada sobre él — ¿Por qué no pudiste venir?

—Oh, bueno... —observa a su lado —estoy en una cita.

— ¡Oh! —aparece mi madre —Al parecer las novias llueven para ustedes chicos —ríe.

— ¡Ya! —toma el móvil —No me vayas a decir que con Sarada...

—Exacto. —sonríe —Ayer se la presente a mi padre, y bueno... —la observa —sus padres me conocieron también.

— ¿Sarada Uchiha? —cuestiona con sorpresa mi madre.

—La misma. —asiente.

— ¿La conoces mamá?

—La hija de mi jefe...

—Sasuke Uchiha... —ríe —vaya cosa, bueno, pues si es de ese modo. Ella es su hija, y de hecho ya viene para acá así que solo quería decirles que se divirtieran, nos vemos mañana, no se embriaguen mucho.

Ríe —Eso si no lo puedo permitir.

— ¡Cuidado con tu nueva novia! —interfiere Shikadai con más diversión.

Mitsuki ríe —Idiota.

— ¿Con quién hablas?

—Nada importante, los chicos... —recibe su bebida.

— ¡He Sarada! ¡Has traicionado mi amor!

Todos comenzamos a reír ante su escena de despecho mientras que Mitsuki nos dice un último adiós y colgó cuanto antes. Apenas dejamos de reír mi madre nos entrega una lata de cerveza a cada uno, Inojin sigue haciendo reír a Shikadai tanto como le es posible.

[Hinata...]

Los niños se divertían y bebían, sé que no esta bien hacer esto, pero con el estado de animo que tiene Shikada sé que un momento con sus mejores amigos debería servir de algo, al verlos convivir no puedo evitar recordar a los chicos... dios, como los extraño, tendré que pasar a ver a Chouji después... Kiba sigue mandando mensajes, pero también hace un buen tiempo que no lo veo, y Shino casi no esta disponible... ¡Oh, dios, me estoy saliendo del tema!... Bueno, los chicos, cuando éramos más jóvenes siempre discutían sus cosas bebiendo, y así podían sentirse un poco mejor, claro que no los dejaré beber mucho, pero algo es algo...

—Iremos al agua mamá ¿No quieres venir?

—Me meteré en un rato chicos, ve con cuidado hijo.

—Digo lo mismo ¡LARGO DE AQUÍ, Idiotas! —ríe negando.

— ¡Amas a estos idiotas querido! —bromea Inojin.

Después de decir eso ambos se arrojan al agua salpicando un poco de agua sobre nosotros, Shikadai se incorpora en su lugar sonriendo mientras los miraba tratando de hundirse el uno al otro. Hace tanto tiempo que no miraba a mi hijo divertirse de tal modo.

— ¿Podría acompañarme... a fumar?

—Tengo qué. —sonrío —Así no te llamarán la atención, anda, vamos.

Él se levanta y me sigue hasta el lugar apto para fumadores, nos apartamos lo más posible de la gente y entonces le entrego un cigarrillo, él lo enciende luego de darme las gracias... la primera bocanada de humo sale y puedo verlo agachar el rostro.

— ¿Lo aprendiste de tu padre?

—Sí, él acostumbra hacerlo cuando se encuentra estresado... o molesto.

—Y tú... ¿Cómo te sientes ahora?

—Como un idiota. —sonríe exhalando un suspiro —Sabe, por alguna razón el hablar con usted me hace sentir que le puedo contar cualquier cosa, y no me juzgará en lo absoluto.

Sonrío palmeando su espalda —Me han dicho que eso transmito a la gente—doy un asentimiento —seguridad y confianza...

—Entonces... ¿Le puedo contar lo que me pasa?

—Claro que si Shikadai, yo no le contaré a nadie lo que me digas.

Él sonríe y vuelve a dar una gran calada a su cigarrillo, y mientras golpetea el tabaco parece algo inseguro de decirme. Solo me pregunto si será algo grave lo que le sucede, bueno... no lo quiero forzar a decirlo, en algún momento él se sentirá listo para hablar de ello. Toco su hombro y doy un asentimiento para intentar tranquilizarlo.

—Es... algo muy de adolescentes —ríe negando —hay una chica. Yo siempre la miré como a una amiga, pero... no lo sé, me enoje demasiado cuando ella llegó y nos presentó a su novio... —exhala un suspiro —además últimamente me he sentido...

Su mirada se dirige a la piscina mientras intenta ordenar sus propios pensamiento y sentimiento en su cabeza. Por alguna razón creo saber quién es esa chica de la que me quiere hablar.

—Bueno... me molestaba que hablará de otros chicos o que alguien más se le acercará... —frunce el ceño agachando la mirada — ¡Es estúpido! Ella es mi amiga, ha sido mi amiga desde siempre... —gruñe girando contra la pared — ¡Esto me hace molestar y es molesto! ¡Agh, simplemente odio todo esto! Y la odio a ella...

De pronto termino de explotar, tiró el cigarrillo al suelo y detuvo el puño contra la pared mientras apretaba los ojos tratando de calmarse.

—Shikadai, solo respira... —palmeo su espalda —tranquilo, te puedes hacer daño si sigues explotando... mira, es mejor pensar con la cabeza fría, yo comprendo que sea difícil aceptar tus sentimientos, pero... tú no la odias, y lo sabes.

—Eso es lo peor... —aparta el rostro con desgana —quisiera no saberlo...

—Esta bien, te debes sentir preocupado pensando en cómo cambiarán las cosas si algo surge de verdad entre ustedes, pero... te lo aseguro, aun cuando la experiencia llega a doler, te lo aseguro, lo he vivido y te lo puedo decir claramente... el saber la verdad de todo te hace sentir mucho mejor. Solo imagina la posibilidad de que ella sienta lo mismo por ti... y que el miedo le impida decírtelo, si ambos se retienen por el miedo simplemente se quedarán con eso en el pecho... un sentimiento amargo.

—No creo que ella sienta lo mismo, después de todo ya nos ha presentado a su novio.

—Quién sabe... —encojo los hombros —Así como tú estas confundido y molesto, tal vez ella se siente del mismo modo, pero... ¿Qué crees que pasaría si ambos sienten lo mismo?

—En verdad no creo que eso pase...

—Bueno... ¿Y si ella te dijera que no?

Su mirada desciende y aprieta los puños para contener sus sentimientos; yo suspiro sujetando su hombro para girarlo y hacerlo mirarme.

—Te diré de algo de lo cuál estoy completamente segura, conociéndola, ella aún seguirá siendo tu amiga aun si no siente lo mismo por ti.

— ¡E... espere! ¿¡Sabe quién es!?

Mi risa fluye —Claro que lo sé Shikadai, es más que evidente que hablar de Choucho, tú única amiga mujer que ha estado desde pequeña a tu lado.

— ¡Ha dios! —expresa apenado cubriendo su rostro — ¡Qué vergüenza!

Rodeo sus hombros, y divertida con la situación le cuestiono — ¿Por qué?

—No quería que nadie se enterara de quién se trataba, es vergonzoso que esos tipos se enteren que me gusta Choucho...

Niego muy divertida —Pero ¿Por qué? Ella es muy linda.

—Sé que es linda... —me mira de reojo —el caso es que siempre he peleado con ella, así que ellos se van a reír porque al final de cuentas he terminado... bueno, ya sabe...

Al encontrar nuestras miradas ambos terminamos riendo poco a poco, y un segundo después nos acercamos a la piscina para poder jugar con los chicos, Shikadai se adentra en un salto y se pone a jugar a la pelota con los chicos, apenas me meto a su lado Boruto me hace estar en su equipo contra Inojin y Shikadai. Es divertido pasar el tiempo con estos chicos. Luego de un rato Boruto y yo nos acercamos a la orilla, subo en la orilla y dejo mis piernas dentro del agua mientras Boruto permanece a mi lado aun metido en el agua y recargando el mentón de sus brazos.

—Entonces mamá... cuando te la presente ¿Crees que te vaya a caer bien?

—Supongo que sí, parece ser una niña buena... —toco su brazo dulcemente —No te preocupes mucho Boruto, no creo que tengas tan malos gustos.

Apenas despeino el cabello de mi hijo un hombre aparece delante de mis piernas emergiendo del agua, su mano surca sus cabellos desde adelante hacia atrás para peinarse.

—Vaya... —sonríe recargándose a mi lado —que hermosa, pensé que era una sirena cuando te miré desde el otro lado de la piscina, —eleva el mentón —tú belleza me cautivo totalmente... —ríe tomando mi mano — ¿Quieres nadar un rato conmigo?

— ¿¡Di... disculpa!?

Aparto mi mano con molestia ante tal falta de respeto, pero entonces Inojin y Shikadai acorralan al tipo apartándolo de mí para hacer una barrera delante de mí junto a mi hijo.

—Disculpa hombre, pero esta dama viene con nosotros —inicia Inojin.

—Simplemente deja de molestar anciano —expresa amenazador.

— ¡Ja! —dirige su mirada sobre mí — ¿Te gustan los menores? —sonríe acariciando sus labios —Debes ser muy cachonda en la cama... —señala atrás con su pulgar —mis amigos y yo estamos por allá, claro, solo si es que te interesa un poco de acción... —observa a los chicos —verdadera.

Mi mano viaja con rapidez y firmeza sobre el hombro de mi hijo para detenerlo de iniciar una pelea con los puños, al verme comprende que debe relajarse y solo inhala para ayudarme a bajar, mis manos pasan entre los chicos para apartarlos con suavidad... el hombre sonríe y yo lo hago del mismo modo mientras avanzo hacia él.

—Jum, no te arrepentirás.

Mi risa fluye y de un momento a otro elevo mi puño con dirección a su nariz, el hombre sujeta su nariz que ahora sangra y yo simplemente cubro mi boca con sorpresa para mirarlo llena de pena.

— ¡Oh, dios! —vuelvo la mirada elevando la mano — ¡Salvavidas! ¡Este hombre esta sangrando!

Él se detiene de intentar hacerme cualquier cosa al percatarse de la mirada de la gente y de los chicos que permanecen detrás de mí muy dispuestos a iniciar una pelea de puños, el salvavidas llega y ayuda al hombre a salir de la piscina así que rápidamente vuelvo con mis chicos que sonríen divertidos y me hacen chocar los cinco con ellos. Al salir pasamos a un pequeño local de cerca para comer antes de llevarlos a casa, aunque durante nuestro camino se encargaron de pedir permiso a sus padres para quedarse a dormir en nuestra casa... hasta me hicieron convencer a las chicas.