Capitulo 1: Vida pacifica

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Era una mañana espléndida, soleado, los animales descansando y comiendo, los insectos volando.

Es una pena que comencemos de una manera tan frenética.

Rápido Rápido!" - se decía así mismo un hombre - "Demasiado pequeño" -

Miro al rededor, algunos carros oxidados, algunos barriles de petróleo vacío, una que otra maquinaria en pésimas condiciones.

Pero nada en lo cual esconderse.

"¡Demonios, ya se debió de acabar el tiempo!" - rápidamente se deslizó hacia un autobús destruido, escondiéndose apenas.

Contuvo su respiración, mientras que en el aire se oía un pequeño siseo, que la vez que este estaba atento al sonido.

Un pequeño sonido agudo se escuchó a lo lejos, como si algo filoso rozará con el metal.

Cubro mi boca y me arrinconó un poco más contra la pared del transporte.

Suaves pasos eran audibles también, estaba sobre la hierba, esto es malo.

De repente todo el sonido seso.

Intente mirar de reojo por algún agujero que tuviera esta cosa, pero era imposible.

"¿Se... fue?" - respire tranquilo - "Supongo que--AAHHGGG

Rápidamente algo enrollo su cuello, había perdido.

Después de tanto... había sido derrotado...

"¡Te encontré!" - grito una dulce voz -

El adulto suspiro mientras daba una sonrisa, aunque con una mirada algo triste.

"Vaya que te has vuelto buena en esto" - dijo el Albino -

"¡Es Muy fácil!" - río la pequeña - "Papá siempre se la pasa pensando en voz alta"

"¿Enserio?" - se puso una mano en la cabeza - "Vaya, tomaré eso en cuenta"

"¡Dijiste que si ganaba me darías un dulce!" - agito sus brazos de forma muy tierna - "¿Me los darás?"

"Claro que si" - este acaricio si cabeza - "Supongo que es tiempo de volver a casa"

Apenas se levanto este sintió una gran sacudida.

"O-Oye cuidado" - este dio una pequeña risa - "Ya no eres una bebé para que te esté cargando así todo el tiempo"

"¿Eh? ¿Porque?" - pregunto curiosa la pequeña - "Pero siempre dices que adoras cargarme"

"Bueno, lo hago" - empezó a caminar - "Pero cada vez te estas poniendo más pesada"

"¡No es mi culpa!" - infló sus mejillas algo enojada -

  " no debes preocuparte, de seguro te aburridas antes de que eso pase"

"¡Nunca!" - abrazo la cabeza del hombre - "¡Es muy divertido ser cargada por Papá!"

Eso entibio el corazón del hombre, olvidando ese irracional miedo, uno el cual nadie exterior podría entender.

"Y dime, ¿Que te gustaría comer?" - comenzó a acercarse a lo que parecía ser una pequeña cabaña

"¡Osos de goma!" - exclamo alegre la castaña

"Mmm no, mucha azúcar" - comenzó a cuestionar el Albino - "Mejor sopa de zanahoria"

"¡¿Que?! ¡Aaaggg!" - dio un quejido - "Odio la sopa de zanahoria, ¡No me gusta!"

"Bueno, su pongo que si no te gusta esta bien" - dijo con los ojos -

"¡¿Enserio?!" - un brillo en los ojos de la pequeña se hizo presente - "¡¿Deberitas?!"

"Supongo que yo tomaré tu ejemplo" - la bajo se sus hombros - "A mi no me gustan las niñas que no comen sus vegetales"

"¿Q-Que?" - estaba confundida -

"Supongo que entonces debería de dejar de jugar contigo y no se... ¿Verte?" - entro en la casa

"¡N-No!" - abrazo la cadera de su padre - "¡Me comeré todos mis vegetales, lo prometo!"

Una pequeña sonrisa se hizo presente en la cara del hombre.

"Esta bien cariño" - acaricio si cabeza - "Es por tu bien"

Un pequeño ladrido se escuchó en al lejanía.

"¡Max!" - la pequeña se acercó al perro para abrazarlo

Un perro grande estaba lamiendo su cara felizmente.

Max, o por su nombre completo, Maxell es un perro de raza Pastor alemán, grandes y crecen rápido.

Lincoln creyó que sería una buena idea tener uno para que cuidara de Lulu.

No porque realmente Ella necesitara protección, realmente le preocupaba más el agresor que a ella.

Con el Lulu se siente más protegida, y mientras este la defienda ella no... "Reaccionara" de esa manera tan peligrosa.

"Recuerda lavarte las manos antes de sentarte a comer" - este entro a la casa, y comenzó a encender el fuego - "Bueno, será mejor empezarar"

... ¿Mmm? He, no los había visto.

Bueno, de seguro se preguntaran que hace un hombre tan joven cuidando de una niña.

Y primero que nada, no, no me metí con ninguna mujer, igual hubiera sido imposible si haces los cálculos.

Tampoco la secuestre... no me tomen por un loco.

Su origen es... "Complicado". Aún sigo pensando en el día que ella llegó.

Destruyo media sala solo con su llegada. Yo nunca pude entender su verdadero origen y como llego aquí.

Tal vez "Ella" sepa la respuesta... no me refiero a mi hija... me refiero a esa maldita sin corazón.

Pero bueno, realmente no creo que debe recordar malos tiempos.

Lo que importa es el presente, es una frase que realmente me ayuda a salir de mis malos momentos.

Yo, Lincoln Loud, hombre de 24 años, soltero, Padre y al mismo tiempo trabajador.

Desde hace mucho tiempo me e enfocado en tener un perfil bajo, es necesario.

Un simple vendedor de vegetales, gana lo suficiente como para abastecer la casa y cumplir uno que otro capricho de su hija.

Y hablando de ella, Una linda niña de 12 años, tal vez más. Linda, energética, cariñosa y algo mimada. Esa era la descripción de ella.

Bueno, también podría añadir "Arma letal" a esa descripción, pero realmente el nunca podría llamarla de esa forma.

Tenía el mismo corte de cabello de cuando ella era bebé, es el único que le puedo hacer, pero lo he perfeccionado. Una de las muchas cosas se la cual estoy orgulloso.

Actualmente nos ubicamos cerca de México, diría que a unas 7 días caminando.

Vivimos en una pequeña ciudad, me las arreglé para poder construir mi cabaña sin que los vecinos se molestaran.

Fue difícil, querían echarme, pero debieron de haberse apiadado al ver a un joven con no más de 16 años con un bebé.

Ella tenía unos 5 en ese entonces, sin embargo hasta día de hoy yo y los vecinos no hemos tenido una charla formal.

No me consideran parte de esta pequeña ciudad, que perfectamente podría ser un pueblo.

Pero bueno, no necesitan quererme para comprar mis cosas, eso es seguro.

Los primeros meses aquí fueron lo más difícil que pudo haber, sin alimentos ni agua, me había esmerado por conseguir algo de comida para el bebé.

Le temía.

Tuve que vender mis últimas pocesiones de mi antiguo hogar para sobrevivir.

Lo logré, aunque a un precio.

Logre plantar algunas verduras, gracias a dios era tierra fértil y el vendedor me explico paso a paso como cultivarlas.

Pude mantenerme de eso, mientras que la pequeña crecía y crecía.

Estaba feliz por haberle dado un hogar y que ella creciera feliz.

Mi huerto día a día se había hecho más grande, por lo cual más verduras lo cual significa más ganancia.

Pude mejorar más la casa, por lo menos ahora las paredes estaban firmes y no entraba mucha lluvia.

Aprendía  tallar y pude fabricar algunos muebles, sin embargo estos no eran buenos, no podía venderlos, solo los uso para la casa.

No mucho después cuando mi pequeña tenía 7 años se me ocurrió comprarle una mascota. Eso la ayudaría a no temerle a algunos animales.

Conseguí una cría de pastor Alemán a un precio algo caro, pero de verdad quería esto.

Maxell, el último integrante de la familia, tiene 4 años humano, es bastante juguetón ya que lo criamos con muchos besos y abrazos, aunque con lo poco que se de adiestarcion yo le enseñé a mantenerse siempre que no esté al lado de Lulu.

Le gusta mucho jalar cosas con su hocico  y dormir boca arriba.

Yo soy el encargado de mantener esta pequeña pero feliz familia en pie.

Aunque me es difícil hacer que ella se mantenga en casa cuando voy a vender la mercadería, se aburre y suele escabullirse para ir a jugar por la ciudad.

Puede parecer una niña normal, sana, linda, y joven. Pero nadie excepto yo sabe en qué se convierte cuando se enoja.

Es difícil hacer que ella no haga algún berrinche y al mismo tiempo no mimarla mucho.

Si de mayor ella se volviera un apersona caprichosa... bueno, sería el fin.

Miren que bien se ve la sopa de zanahoria, además huele increíble.

Verti con un cucharón de madera un poco en cada plato, con cuidado.

A comer!" - grite desde la ventana -

"¡Ya voy!" - entro rápidamente a la casa, siendo acompañada por Max -

"Lávate las manos y sientate" - dije mientras servía la comida -

"Mmm" - ella se limpió las manos con la ropa - "¡Listo!" - alzo su pulgar

"Lulu..." - la mire seriamente, podía ver como se puso algo nerviosa - "Eso no está bien"

"¿Pero porque? Si de todas formas no voy a tocar la comida con mis manos" - cruzo sus brazos viendo triste el plato

Oh no, lógica de niños pequeños, esto es malo, aunque un poco nostálgico.

Recuerdo cuando solía pensar de la misma forma que ella y hacia uno que otro berrinche, aún me avergüenzo de esos recuerdos.

"Vamos, no es tan malo" - intente convencerla -

"Pero después mis manos se ponen frías y eso no me gusta" - infló sus mejillas, adoro cuando hace eso

"El plato está caliente, no tendrás las manos frias" - le sonreí - "Además, no es como si fueras a morir, es una sensación pasajera nada mas"

Ella suspiro rendida y se paró para ir a lavarse las manos.

Puede que suene mal lo que estoy apunto de decir, pero es satisfactorio ganarle una discusión a tus hijos.

Aunque es difícil, también es divertido tener hijos, me pregunto si mi padre sintió lo mismo que siento yo... Da igual.

Ese bastardo no merece ni que piense en el...

_____________

"

¡Por favor Yo no se nada!" - gritaba en agonía una persona

"Dudo que eso sea cierto"- Suspiro algo decepcionada - "Sigo sin entender porque las personas actúan de esta manera tan poco realista, por cada segundo que pierdo contigo mi investigación baja un escalon"

"¡-P-P-Porfavor D-Dejame i-ir" - rogaba -

Pasaron unos segundos hasta que ella la miro directamente.

"Última oportunidad" - comenzó a revisar su kit - "Y créeme, esto es peor de que la muerte"

"¡HACE AÑOS QUE NO HABLO CON EL" - gritaba con la voz rota - "¡¿QUE QUIERES QUE HAGA?!"

"... Bueno, parece que no estás mintiendo" - saco la mano del pequeño bolso - "Pero por las dudas" - mostró una pequeña jeringa de unos 7 o 10 centímetros de largo.

Traía un líquido verde oscuro, el cual se balanceaba de lado a lado con cada sacudida de este.

"Seras un gran sujeto de pruebas" - le dio un leve golpe a la punta, haciendo que un poco de este líquido saliera - "Ahora solo quédate quieta..."

"no...no... aléjate..." - sus pupilas se contrajeron - "¡ALÉJATE!"

En la oscura noche se escuchó un grito apaciguado solo por el sonido del tráfico.

Una ciudad moderna, despiertas las 24/7, podría perfectamente ser llamada Las Vegas porque no existe un momento de paz aquí.

Lo más tenebroso fue ver como ella observaba indiferente el cuerpo de la muchacha comenzando a reaccionar con el químico.

Y una vez más ese grito desgarrador.

_______________

"¡Ah!" - desperté sudando frío, mi mano temblaba, hace tiempo que no tenía una pesadilla tan vivida como esta

Toque mi hombro derecho con algo de dolor.

"mmmhh" - se escuchó un pequeño quejido a mi lado.

Mire a mi hija durmiendo allí, siempre lo hacía, y no es como si tuviéramos más habitaciones... pensándolo bien...

Bueno, ella ya casi está a punto de ser una pre adolescente, supongo que debería comenzar a construir una para ella.

*¿Que hora es?* - pensé mientras observaba la pared - "7:09 de la mañana..." - susurró cansado -

Con cuidado aparte el brazo de mi hija de mi y la arrope una vez más.

Me estire y procedí a alistar mis cosas, y mirar por la ventana.

Apenas esta amaneciendo, la madrugada aún es oscura con un leve pero existente tono barajando.

Odio levantarme a estas horas, pero se que si quiero mantener lo poco que tengo debo de hacerlo.

Baje de la cama para dirigirme al baño, bueno, "Baño" entre muchas comillas, tiene un sanitario, pero la ducha solo puede tirar agua fría y si tengo suerte tibia.

Bueno, no es algo que actualmente me moleste, pero cuando bañaba a Lulu de pequeña era muy difícil, incluso ahora lo es.

Media aproximadamente unos 1,76 centímetros, gracias a mi trabajo como cultivador me e mantenido en forma, tengo algo de bello facial, tengo suerte de que no sea mucho, ya que me complica cortarlo.

Entre a la ducha, y el agua comenzó a bajar, un leve escalofrío recorrió mi espalda.

Tenga una muy fea marca en mi hombro derecho, una cicatriz de unos 15 Cm de forma circular.

Si hago una buena venta hoy y mañana tal vez podre comprar un calentador de agua junto con lo que tenga ahorrado.

Los sábados y Domingo son los días en que se llena el mercado y puedo hacer algo de descuento con los productos.

Cerré la regadera improvisada que tenía y procedí a secarme con una toalla.

Salí de la ducha y procedí a vestirme.

Traía un estilo muy diferente al de que era joven.

Ahora llevaba unas botas café, unos pantalones azules de mezclilla, una camisa blanca algo vieja y una bandana en mi cuello de color marrón oscuro.

"Bueno, supongo que estoy Listo" - tome el bolso lleno de la mercadería -

Me acerqué lentamente hacia mi hija, la cual dormía Plácidamente en la cama.

Nuevamente me acerqué a ella para darle un pequeño beso en la frente.

Al alejarme vi que una pequeña y diminuta sonrisa estaba en su rostro.

Sonreí, para luego cerrar la puerta e irme de la casa.

______________

En el cuarto una pequeña niña dormía plácidamente, teniendo una sonrisa en su rostro.

Respiraba con delicadeza mientras parecía disfrutar su sueño.

"... ¿Papá?" - abrió sus ojos - "Bien, ya no está aqui"

La pequeña rápidamente saltó de la cama.

"Tranquila, debes ser cuidadosa" - se dijo así misma - "Si Papá te encuentra haciendo eso de seguro no te dejará comer golosinas por 1 mes"

Rápidamente ella se cambió a su ropa casual, sin embargo ella a diferencia de las otras ocasiones traía una gran túnica con capucha de color negro.

Será muy divertido!" - susurro algo emocionada la joven -

Con cuidado ella se asomó por la ventana, para ver a su padre a una considerable distancia.

Ella dio una sonrisa y de preparo.

Tomo rápidamente una manzana de la cesta de frutas y se la metió a su boca mientras comenzaba a correr.

Ella no tenía permitido acercarse a la ciudad sin su padre, los vecinos que ella tenía no eran divertidos y no eran de su misma edad.

Era un aburrimiento, además de que ella era muy energética e hiperactiva, hace apenas poco ella comenzó a hacer esto.

Sentía esa extraña sensación de emoción y adrenalina al sentir cada vez que su padre estaba apunto de descubrirla.

Salió hacia el patio trasero, para encontrar allí a su mejor amigo durmiendo.

"¡Max!" - grito con emoción -

El perro rápidamente se puso alerta, pero al ver que era su dueña el rápidamente comenzó a agitar su cola.

Papá salió!" - dijo agitando un poco al perro - "¿Sabes lo que significa?" -

El perro ladeo su cabeza algo confundido.

"¡Podemos ir a jugar!" -

La palabra "Jugar" hizo click en el cerebro del animal, haciendo que rápidamente se emocione.

Este comenzó a ladrar mientras pegaba unos cuantos saltitos y comenzará a girar alrededor de la infante.

"Tenemos que irnos ahora" - se levanto del suelo - "Papá volverá en unas 3 o 4 horas, tenemos tiempo de sobra para ir a jugar"

Le dio un mordisco a la manzana, masticando la fruta con alegría.

"Vamos" - dijo para luego irse

La "Ciudad" de La lejanía. Así era llamado este lugar, era bastante grande, pero aún era cuestionable si ser llamado ciudad, ya que el tamaño rozaba el límite entre esta y ser un pueblo.

Mayormente conocida por ser un lugar de refugiados, donde usualmente van a parar las personas que o son buscadas por la ley o familias en extrema pobreza.

Su curioso nombre es porque esta esta cerca de México, y es el único punto de referencia que tiene, si no, no abría forma de encontrarlo.

Aquí hay algunas cuantas reglas, la mayoría comunes, pero las sanciones son más fuertes de lo usual.

A los ladrones se les rompe las manos con rocas.

A los asesinos se les apuñala una vez por cada víctima cobrada y son dejados en medio del pueblo, nadie puede matarlos o hacerles algún daño, pero tampoco pueden brindarle algún tipo de ayuda en un tiempo de 72 horas.

A los violadores se les introduce parásitos en los genitales.

Y a los estafadores o infieles deben cargar con una cesta con una roca por cada vez que hayan cometido tal acto, que allá sido registrado claro. Y finalmente pueden vaciar esta a final del año.

Una bella ciudad para las personas ciegas o para los que quieren pasar desapercibidos.

La policía usualmente viene una vez al mes a ver que todo está en orden, incluso si no a habido algún crimen, esto se debe a que nada sale de este pueblo, pero circulan rumores sobre los métodos que ellos usan para tomar justicia.

De todas formas, la pequeña Lulu caminaba sobre algunas cañerías que estaban en las paredes.

Se estaba balanceando mientras su perro la seguía agitando su cola.

"¿Que deberíamos hacer?" - preguntaba al aire la pequeña -

Hasta que una chispa le llegó a la cabeza.

Rápidamente fue corriendo a lo que ella llama sector B. Ya que obviamente sonaría sospechoso que ella le pidiera  a su padre algún mapa o referente a la ciudad ella tuvo que arreglárselas.

Desde pequeña ella había presentado una buena memoria, había hecho un mapa mental con 3 zonas.

La zona A se ubicaría el mercado, en la B la maquinaria y la C estaría más hecho para las casas, aunque ellos no viven allí.

Era divertido pasear por este lugar, el vapor era calientito y cuando soplaba fuerte este se distorsiona.

"¡Mira esto Max!" - grito la pequeña para luego subirse en una de las maquinarias en movimiento -

Era una con un movimiento vertical constante, la niña saltó al llegar al tope sobre unas vigas de metal que estaban en el techo.

Alzo los brazos de forma victoriosa y bajo la mirada para ver a su amigo.

Intentalo!" - la pequeña comenzó a balancearse-

El perro bajó las orejas al ver esto, si algo le pasaba lo regañarian... lo regañarian mucho...

Lulu comenzó a caminar entre las vigas de metal mientras miraba todo desde arriba, por lo poco que ella sabía esta planta de fabricación se encarga de fundir metales.

Aunque no de extraerlos, tal vez esa sea una de las razones por la que este pueblo es tan pobre.

El perro de la familia intentaba como podía seguir el paso a la niña, aunque con tanta gente moviéndose era difícil.

"¡Oye tu!" - la castaña miro hacia abajo - "¡Si tu, ¿Que crees que haces allí?"

Un hombre se había dado cuenta de que ella estaba caminando por ese lugar tan peligroso.

"¡Hola!" - saludo con su mano - "¡Solo estoy de paseo!"

"¡Baja de allí en este instante!" - volvió a gritar - "¡¿Donde están tus padres?!"

"¡Por favor no le diga a mi padre!" - ella junto las manos - "¡Se enojada mucho!"

"¡Yo creo que ese es el menor de tus problemas niñita!" - lentamente todos comenzaron a darse cuenta de la presencia de la niña

"Oh no, realmente esperaba que no me vieran con tanto vapor aquí" - suspiro frustrada - "Bueno, plan B... ¡Corre Max!"

En un instante a otro la infante comenzó a correr a toda velocidad por las vigas de los techos.

"¡Oye , vuelve aquí!" - rápidamente comenzó a perseguir desde abajo a la niña

La castaña comenzó a echar risas mientras se ponía la capucha, ella aunque no se esperaba que la vieran por la cantidad de vapor que había allí, no le molestaba.

Al fin y al cabo una buena manera de matar el tiempo.

Rápidamente un caos comenzó a presenciarse en la fábrica.

"¡Otra vez se volvieron a meter los niños al techo!" - gritaban

"¡Bajenlos de una vez!"

"¡Yo lo haré, pero en bolsas!"

"Por favor, no sean tan aburridos" - susurro algo decepcionada la chica - "¿Porque todos los adultos son tan aburridos?"

Ella estaba bastante relajada con la situación, más de lo que debería.

Bueno, es entre comillas algo razonable, ya que no es la primera vez que ella hacía un desastre parecido.

La mayoría de las veces hacia que la vieran apropósito.

Pero esa sonrisa burlona que ella tenía se desvaneció de inmediato al ver como una escalera era colocada a unos metros de ella.

"¿E-eh?" - titubeo un poco - "e-esperen, no hay que precipitarnos, ¿Que tal si lo discutimos con un juguito?"

Rápidamente uno de los trabajadores comenzó a subir por las escaleras.

"Bueno, supongo que no" -

La pequeña sin esperar otro momento comenzó a correr directamente hacia una de las ventanas superiores.

"¡¿Que haces niña?!" - observo alarmado uno de los trabajadores - "¡No! ¡Espera!"

La cria se volteo para fruncir el ceño y sacar la lengua de forma burlona.

Se lanzó.

"¡DIOS MIO!" - Los trabajadores estaban alarmados -

Atrapenme si pueden bola de clavos!"

"¿Eh?" - todos miraron hacia un lado -

La pequeña estaba no solo sana y salva, si no que esta estaba con una sonrisa burlona.

"... ¡ATRAPEN A ESA MOCOSA!"

de inmediato la mitad de los trabajadores dejaron sus puestos y comenzaron a perseguir a una niña.

Si, eso se puede malinterpretar de más de una forma, pero realmente eso no les importaba, habían dañado su honor (y su calvicie).

Pero nadie noto la extraña marca en forma vertical que caía desde el último piso hasta el primero.

Un largo y profundo corte...

Pero volviendo al tema principal, la horda enfurecida seguía buscando a la chica en todos lados.

Mientras que ella estaba conteniendo su risa escondida en un barril de madera.

Por un pequeño agujero esta podía ver como todos ya cansados y viendo que esto era una pérdida de tiempo.

"¡KJJJJAJAJA!" - El barril se volteo y esta rodó fuera - "¡Eso fue divertido!"

A lo lejos un cansado animalito venía con la cabeza en bajo.

"Hey, ¿Porque tardaste tanto?" - se levanto - "Es hora se hacerle una pequeña visita a Papá"

El perro bajó las orejas, nada bueno iba a pasar, de eso estaba seguro.

Unos minutos pasaron en llegar entre las zonas A y B.

Había llegado a la zona de mercadería, allí se podían encontrar mayormente comida y uno que otro cachivache.

No era común encontrar aparatos electrónicos modernos, usualmente cuando se encontraba algo parecido este ya estaba viejo o desactualizado.

Pero desde una esquina a la niña de asomo para ver con felicidad a su padre, el cual estaba en su puesto de siempre.

Este estaba sentado en una silla mientras que delante de este estaba todos sus productos.

Una variedad de verduras, por lo menos la que este puede cultivar.

"Mira Max" - apunto la chica - "¡Es Papá!"

El perro no comprendía lo que la niña decía, pero al ver hacia adelante se emocionó al ver a su dueño, comenzando a agitar la cola rápidamente.

Estaba emocionado, y dio un salto para comenzar a correr, pero algo lo agarro de su collar.

"E-Espera" - forcejeaba - "¡N-No puedes ir a verlo, si el sabe que estás aquí me metere en problemas!"

El perro se detuvo, la chica estaba intentado recuperar el aliento.

"Mejor vámonos a comer algo" - la niña hizo una seña con su mano - "Pero antes..
"

Esta hizo que el perro se quedara quieto, mientras comenzaba a mezclarse en la multitud.

Para dejar rápidamente una nota en el puesto, pasando de largo, sin que el Albino se percatara.

"¿mmhh?" - bajo la mirada - "¿Que es esto?"

El hombre tomó la nota, esta tenía un pequeño mensaje el cual decía "¡Haces un buen trabajo!"

Eso confundió al hombre, pero de alguna manera le enternecio el corazón.

La niña pasando desapercibido le dio un último vistazo a su padre, para luego irse.

El perro la siguió a su lado al ver a ella nuevamente cerca.

"Vamos a tomar algo" -

Caminando por las calles llenas de gente buscaba algún lugar para poder gastar las 2 monedas que le dio su padre, de seguro podrá gastarla en algo delicioso.

Nota: No le alcanza ni para un trapo sucio.

"Mmm ¿Bar: Desértico?" - se puso una mano en su boca - "Suena un buen lugar para tomar leche"

Estaba apunto de entrar, pero algo se lo impedía.

"¿que pasa Max?" - jalo la túnica - "No parece un mal lugar, escucha como se ponen apodos allí dentro"

"¡¿COMO ME LLAMASTE M#ERD% CON PATAS?!"

"¡JUSTO COMO ESCUCHASTE BOLA DE BILLAR!"

"Espero que me pongan un bonito apodo" - se dijo así misma la niña - "Vamos Max, ¿Que es lo peor que puede pasar?"

La niña rápidamente entró en el local, en el cual solo se escuchan gritos e insultos.

El perro tardo en reaccionar, pero a querer entrar se percato de algo.

Había un cartel de "Prohibido animales"

"¡woooow!" - exclamó la niña al ver como habían muchos hombres altos, incluso más que su padre -

De fondo se escuchaba la música de una rocola, el piso estaba lleno de un "Jugo" de color amarillo (No, no es orina) muy raro y con un olor muy fuerte.

Otros hombres estaban haciendo unas pulsadas mientras que otros apostaban.

La niña se sentó en una silla de la barra, donde atendía un hombre con una apariencia "curiosa"

Sin un ojo, una gran cicatriz en la nariz y con solo unos cuantos dientes.

"Deme su mejor vaso" - dijo la pequeña -

"¿Vaso?" - el hombre miró hacia adelante - "Este no es un lugar de niños, niñita" - desvió su mirada - "Vete de aquí antes de que salgas lastimada"

"¡Pero tengo dinero!" - dejo las dos monedas en la mesa - "Si yo le doy dinero usted me da jugo, Así es como funciona ¿No?"

"Aammm" - el hombre entre cerro el ojo - "Bueno, no dudo que así funciona, pero no les puedo vender a menores de edad"

"¡Por favor!" - se hecho en la barra -

"¡Sal se mi local!" -

"Espere un momento señor" - dijo un hombre - "Por favor vendale un vaso de leche a mi hermanita"

"¿Hermanita?" - ella volteo solo para ver a un hombre joven -

Este guiñeo con su ojo, la pequeña estaba algo confundida.

"¿Ah?" - ella pensó unos segundos - "Oooooohhh, sisi el es mi hermano mayor"

El señor de aspecto curioso comenzó a mirar fijamente al otro.

"Vamos vamos, no me vea así, cuando a  ella quiere algo no deja de molestar hasta que lo obtiene" - deslizó un billete en la mesa - "Además, te pagaré extra si haces ojitos ciegos, o si gustas solo uno"

Agarro con molestia el dinero

"Veré que hay en la alacena, no es mi problema si no le gusta el sabor" - salió por una puerta -

Un breve silencio hubo entre los dos, hasta que ella finalmente habló.

"Gracias por ayudarme señor" - le domina sonrisa -

"¿Señor? Oye no me veo tan viejo" - le devolvió la sonrisa - "no pareces de por aquí, ¿estás de visita?"

"No, vivo cerca de aquí, creo que media hora caminando" -

"Ya veo..."

El tabernero volvió con un vaso de leche y de mala gana lo dejó en la mesa.

"¿Tu no pedirlas nada?" - pregunto aún enfadado -

"No, no es bueno beber delante de los niños" - sonrió

"Eso sonaría mejor si no estuvieras en un bar, como sea, que se tome eso y se van"

Se dio la vuelta y fue a atender a otros clientes.

"Que tipo... y dime, ¿Donde están tus padres?" - pregunto interesado -

"Bueno, mi papá está en el mercado vendiendo, pero no le digas que estoy aquí, el se enfadaria" - la castaña puso un dedo en sus labios en forma de Shhh.

"Mmm ¿Te meterias en muchos problemas?" - recostó su cabeza en sus manos interesado.

"Bueno... lo que me preocupa no es meterme en problemas, es... es que el se enoje conmigo" - miro abajo triste -

"Suena que te importa mucho lo que piense de ti" - sonrió -

Así es!" - alzo el vaso - "¡Yo lo quiero mucho!"

"Pero si te importa tanto lo que piense de ti entonces ¿Porque sales a escondidas?" - pregunto

"Bueno, se que no debería pero... pero ya no soporto estar sola en casa sin el, es aburrido" - tiro su cabeza en la mesa -

"Vaya, al parecer ya estás llegando a la fase revelde" -

"¿Fase rebelde?" - lo miro - "¿Que es eso?"

"Es cuando los hijos se cansan de las tontas reglas de los padres y toman más libertad, por ellos mismos claro" -

"P-Pero mi papá siempre dice que las reglas nos protegen" -

"Bueno, existen diferentes opiniones respecto al tema" - se levantó - "supongo que es todo por hoy, oye ¿La próxima semana volverás? Quiero mostrarte algo..."

"Yo... yo no creo..." - se labró algo triste - "Ahora tengo un poco de miedo se lo que pase si mi papá me descubre... supongo que no volveré a hacer esto"

"..." - agarra su brazo - "espera, ¿Sabes que? Cambie de opinión, ¿Porque no te lo muestro hoy? Ya que será tu último día haciendo esto"

"Yo...bueno, no lo se" - se rasco su brazo - "Se esta haciendo algo tarde..."

"Vamos, será divertido" - alzo el pulgar - "Será rápido, lo prometo"

"Bueno... ya que es la última vez..." - ella sonrió - "Esta bien"

"Perfecto..." - dio una sonrisa maliciosa -

______________

"¿Que es este lugar?" - miro la niña unas grandes tuberías por donde se podían entrar

"Bueno, es mi escondide" - explico - "Vamos no seas tímida, entra"

"¡Guaf!" - se escuchó un ladrido por detrás

"Vamos Max, no es peligroso el lugar ¿Cierto?" - la niña miró al hombre -

"Claro que no" -

La niña de un brinco entró, era como un tobogán, fueron unos cuantos segundos hasta que llegó al fondo.

"¿Que es este lugar?" - miro al rededor -

"¡Chicos Atrape una!" - dijo a su espalda - "Y parece sana"

"¿eh?" - la chica confundida miro hacia sus espaldas - "¿Que quieres decir con eso?"

"Vaya niña, si que eres estupida" - en ese momento mostró una sonrisa engreída - "¿No te dijo tu papá en no confiar en los extraños?"

Las puertas se abrieron, unos dos hombres salieron de allí.

"¿Todos tus órganos están funcionando verdad?" - le dio un golpe con el dedo en sus costillas - "Ojalá que si, gaste muchos pesos en comprate tu maldita lechita"

Rápidamente los hombres la tomaron de cada brazo, y la llevaron a una habitación la cual tenía una luz de neón por fuera, la cual decía "Trabajando", estaba apagada, pero de repente se prendió.

"¡No olviden darme mi paga en efectivo!" - grito por última vez el hombre -

Déjeme ir!" - la sometieron en una camilla - "¡Por favor, Quiero volver con mi Papá!"

Sin apoyo comenzaron a atarla, dejándola casi inmóvil.

"Vamos niña, deja de llorar" - dijo una mujer entrando a la habitación - "No te mataremos, pero si te sentirás muy mal"

Una mujer de cabello negro largo, estaba usando una mascarilla la cual cubría gran parte de su cara y estaba poniéndose los guantes mientras hablaba.

"Ahora Calmate un poco, no te dolerá mucho" - saco una jeringa -

"¡NO, POR FAVOR!" - Las lagrimas comenzaron a hacerse presentes, la niña confiada y burlona se había ido.

Pero se un momento a otro un gran perro se abalanza sobre la mujer, intentando morderle.

"¡Agh quítate tu!" - lo azotó contra el suelo, haciendo que este soltara un quejido de dolor - "Maldita sea, la anestesia"

La jeringa se había caído al suelo y se había roto.

"Bueno, abra que hacerlo a la manera antigua" - tomo un bisturí - "Encárguense se sostenerla bien, no quiero que la mercancía esté dañada"

Todo se comenzó a volver oscuro y borroso.

Las lágrimas habían inundado su cara, tenía mucho miedo, solo podía observar como el el reflejo del filo del bisturí se acercaba

Nuevamente era sujetada, ahora mismo ella estaba deseando haber obedecido a su padre.

Un pequeño pero punzante dolor en su corazón se hizo presente.

Esa sensación de miedo se incrementó más, no poder a verlo nunca más a causa de su estupidez.

Y eso es malo, el miedo que ella tiene

Es malo para todos a su alrededor.


























Todo paso tan rápido

"¡Oh dios mío!" - gritaba uno de los hombres arrastrándose - "¡Aléjate se mi por favor!"

La pequeña niña respiraba agitadamente, con la mirada seriamente perdida.

Estaba asustada de ella misma.

Eran tres... ahora solo es uno.

La enfermera estaba clavada en la pared, algo había atravesado si abdomen.

Su mascarilla llena se de sangre h aún escurriendo, con una mirada que reflejaba terror.

El otro de ellos, el que la había vuelto a someter estaba con el cuello roto y una gran herida en su mejilla izquierda.

"N-No M-Me hagas d-daño" - rogaba el último de ellos -

Solo porque estaba más lejos que los demás se salvó.

O algo así, su pierna izquierda tenía un gran agujero.

"¡GGHAAA!" - La chica llorando se lanzó al suelo, un gran dolor en su abdomen se hizo presente -

Su brazo izquierdo estaba de un color  negro, dolía como nunca.

Y no solo eso, si no que parecía más grande y tenía varias protuberancias filosas saliendo de este.

"¡POR FAVOR DÉJAME VI--

Su cuello rápidamente fue atravesado por una especie de espina hecha de un material muy duro.

Duro, sólido, de un color entre negro y verde, teniendo una textura rocosa.

Con las pocas fuerzas que a este le quedaban vio con miedo a la niña.

Esa cosa no era humana, en que se había metido.

El dolor se fue, pero esa sensación que lo perseguiría hasta en la otra vida no.

Sus brazos callaron, y su cadáver yacía allí con los ojos bien abiertos.

Sin aún poder creer lo que veía, o más bien vieron.

"¡¿Que es todo ese escándalo?!" - grito un hombre entrando a la habitación - "¡¿Ya terminaste aquí Valen--

El hombre miro mortificado la escena, como toda la habitación estaba tendida de un rojo oscuro.

Pero ver a esa cosa en el suelo, mirándolo con ira fue lo que lo marcó.

"¡A-A-AAAGHHHH!" - grito aterrado, solo para comenzar a correr.

Esa cosa ya no era más la linda e inocente niña la cual confiaba plenamente en cualquier persona.

Esa cosa era un monstruo llevando por sus instintos.

Y sus instintos dicen: eliminar todas las formas de peligro.

_______________

"Es una tarde bonita" - susurro para si un hombre - "Me esperaba vender más, pero en estos tiempos no hay que quejarse"

Casi era la hora de cierre, hoy fue igual que todos los días.

Salidas, enseñas, te cuentan una historia familiar en el proceso y después se van.

Había repetido tantas veces el mismo habito que parecía un disco rayado.

Y con este calor densos mil demonios hacia que la mañana fuera más dura.

Un pequeño alboroto se escuchó de fondo.

"Otra vez eso ladrones" - se comenzó a echar aire con un periódico - "Siempre causando tanto revuelo"

Unos pocos segundos se silenció hubo antes de que todo explotara.

Los gritos se dispararon, esto ya no era una simple riña callejera.

Lincoln al percatarse de esto rápidamente abandona su puesto y se asoma unos cuantos metros.

En ese instante, sudo frío.

Una gran multitud de personas corría en la dirección contraria a el.

No hacia el, huían de algo, a lo lejos e podía ver como el antiguo hospital era derrumbado poco a poco.

Este se caía por si mismo.

"Mierda, un derrumbe" - mire a lo lejos -

"¡¿QUE MIERDA HACES?!" - Me sujetaron de los hombros - "¡CORRE ANTES DE QUE TE MATE!"

"¿Que?" - pregunto seriamente confundido

Antes de poder decir otra palabra otro gran estruendo se escuchó desde allí.

"¡ESE MONSTRUO NOS MATARA A TODOS!" -

¿Monstruo?, que demonios estaba pasando, no comprendo la situación.

Sin embargo, unos pocos segundos después un "Click" hizo en mi cabeza.

"No puede ser..." - di un paso hacia delante

Los gritos, como si usara un cubre orejas, se callaron en mi cabeza.

Iba contra la multitud, golpeando mi hombro ocasionalmente con alguien...

Hasta llegar a las ruinas del lugar.

Bajo esa gran túnica estaba mi querida niña...

Su brazo se veía tan mal... esas garras...

Mi corazón se aceleró al ver a ella de frente a frente, sin protección.

Un oscuro vacío se veía en el hueco de la cara, solo se asomaba una larga lengua.

"¿Lulu?" - pregunte finalmente, mientras agarraba fuertemente mi hombro derecho.

Recordando de lo que ella es capaz...

Fin capitulo 1: Vida pacífica.

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Aclaraciones:

1) la razón por la que la policía no tiene mayor poder sobre esta ciudad llena de leyes rotas es porque solo son rumores la forma en que ellos ejercen la ley, nada sale de este pueblo, ya que los que entran no quieren ser encontrados.

Pero por eso la policía va una vez mensualmente para investigar.

2) Por si no quedo claro si, "La lejania" es un lugar inventado.

3) Habrá un desarrollo de personajes variado, en especial Lulú.

4) Tengo insomnio UwU.

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