Capitulo 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mi miedo.

Abrí los ojos ante el grito de Mabel llamando por mi y contesto entre mi aún cansancio para solo sentarme en el borde de mi cama observando borrosamente sobre mi mueble de noche un libro que antes no estaba ahí, lo tomo en manos suspirando y bajando la mirada a mi pecho noto por igual algo que no estaba ahí antes, dejando el libro al lado de la cama sujeto el amuleto amarillo de Bill acariciando la perla con mi pulgar y abrumado solo miro el libro frente a mí sobre el escritorio, negando me levanto comenzando por ponerme ropa para salir, tomo mi mochila y metiendo mis cosas en ella observo de reojo la hora, siete treinta, comparado con ayer, realmente desperté tarde; con mi mochila al hombro y antes de salir escondo el amuleto debajo de mi camisa para después colocarme la gorra que hacen tiempo no uso y avanzando sin prisa llegó a la puerta de la tienda de obsequios donde Mabel, Pacífica y Wendy ya me miran, dos con una sonrisa y una con molestia en la cara.

— ¡Ey Dip Dip! ¿Listo para hacer músculos —Dice presionando mi costado con su codo muy animada —Los hombre tauro se ofrecieron a ayudarnos hoy.

Divertido arreglo mi gorra notando la mirada de duda de Pacífica —Pero... ¿No ibas a ir con nosotras hoy? A la mansión Dipper.

—No necesita venir con nosotras —menciona molesta —tiene prohibido venir en esta misión así que...

—Gracias por invitarme Mabel —Digo incómodo, últimamente no soporta que llegue tarde, de hecho mucho menos que antes —Pero por hoy —sujeto el hombro de Wendy —Vayamos con ellas Wen, pasaré toda la tarde contigo y los hombre tauro entrenando ¿Te parece?

Sonrió sin duda —Por mi bien.

Las chicas salieron y mi sonrisa despareció, suspirando aprieto la correa de mi mochila entre un leve toque al amuleto en mi pecho, cerrando los ojos maldigo por lo bajo y solo levanto la mirada notando a Wendy con esa habitual sonrisa cálida en espera de mi, sonreí avanzando a su lado.

Durante todo el camino Mabel y Pacifica fueron hablando de los conjuntos diseñados por Mabel, Wendy por su parte solo mira todo y saluda a todo aquel que la saludé de regreso, no puedo evitar bajar mi mirada con inquietud nuevamente, no me siento bien con respecto a lo que hago, esto... No está bien.

— ¿Estas bien?

Levanté la mirada a prisa ante aquella voz en eco, dudando miro en todas direcciones frente a mi y a mis lados en busca de aquella voz, tragando saliva las mire entrar al camino que da hacia la casa de Pacífica, bueno... Del viejo Rutherford, me detuve y entre susurros sujete mi gorra como si él estuviera sobre mi cabeza o algo.

—Claro que estoy bien ¿Qué haces hablándome de la nada? No puedo contestarte siempre, pensaran que ya enloquecí.

—Solo quería saber que ocurría... —Dice como excusa —Eres mi arma secreta debo saber que estás bien, pero si tanto te molesta hablamos por la noche —gruñe enfadado.

Suspirando miro a mis lados —Estoy yendo a investigar sobre la casa de la otra Mabel —muerdo levemente mi labio inquieto — ¿Necesitas algo en particular?

— ¿De la casa? —dudó —Creo que no, pero por tu seguridad aprende cada detalle que puedas, para detenerla solo necesito matar a mi hermano o a ella... Pero te necesito dentro para engañarla.

—Estás completamente loco —suspirando sostengo el amuleto —Nos vemos más tarde.

—Estó no es una llamada —rie levemente —y gracias por el halago —no puedo evitar mi sonrisa ante eso —Practica más el segundo paso.

—Bien, lo haré.

Por fin ya no contestó, apenas miraba el amuleto en mi pecho cuando la otra Pacífica me llamo, ya han llegado a la cima de la colina así que solo subí entre mi correr llegando por fin a la entrada de la ahora mansión Mcgocket, el señor Rutherford salió a prisa al notarnos en su patio.

—Ey chicos ¿qué los trae por aquí? —pregunta a duras penas ante su edad.

—No puedo creer que aún no esté enterando —Dice alegremente llevándolo hacia el interior por el hombro —Bill obligó a Dipper ha hacer un trato con él —de pronto jala a pacífica quien dudosa sonríe —Está Pacífica es de otra dimensión —ella lo saluda —Y estámos intentando llevarla a su casa, pero la yo de su mundo es malvada y Bill intenta expandir su raromargedon en aquel mundo, debemos detener a la Mabel malvada así que necesitamos que Pacífica nos muestre las habitaciones de la mansión en la que tendremos que entrar —pone sus ojos de súplica — ¿Puede dejarnos revisar su casa?

Nos miró y solo volvió la mirada a Mabel —Si, pasen, no puedo dudar de que eso haya pasado —toma su saco del perchero —saldre a informarme con sus tíos del tema, están en su casa así que no duden en revisar lo que quieran.

—Gracias señor Fidelford —Digo animado acercando su andadera motorizada.

Lo miramos irse luego de tomar una mochila con planos y herramientas, la mansión es inmensa, hubo una sola vez en la que entramos cuando vinimos el primer verano, los padres de Pacífica habían organizado una fiesta gigante, en ese entonces no tuve mucho tiempo de observar toda la casa pues un fantasma nos seguia con intensión de matarnos, pero ahora podré verla mejor.

—Bien comencemos —Dice pacífica chocando sus palmas entre si —Hay cinco habitaciones en la parte de arriba y ahí abajo está el recibidor —extendio sus manos haciéndonos mirar todo, no es muy diferente a ésto, solo que los cuadros son fotos de ella y su hermano no de... Mostruos mecánicos —menciona extrañada por las fotos —Por acá —comienza a caminar a la derecha —La sala de estar, los muebles están un poco... —comenzo a explicar sus posiciones —Y del otro lado está la cocina y comedor, hay un pequeño pasillo hacia las habitaciones de la servidumbre que es donde duermo... Pero eso no importa vamos arriba.

Comenzó a mostrarnos cada rincón de la casa, los pasadizos secretos y explicando que hacen en cada habitación o que tienen, nos mostró la habitación en donde el otro Dipper duerme y dónde Mabel se queda, de momento me platico un poco sobre Dipper mientras entramos a su habitación y las chicas se distraían con los proyectos en proceso del viejo Fidelford; hay un estudio, una biblioteca y un cuarto especial de lectura, los baños y entre nuestras búsquedas movimos cada libro de su estante, cada jarrón sin encontrar más túneles secretos.

Al salir nos separamos de las chicas, Wendy y yo tomamos camino al bosque entre nuestro trote a la cueva de los hombre tauro mientras Mabel y Pacifica creo que fueron a dar la vuelta al pueblo, al llegar mire a los chicos listos para entrenar, Chusbart levantó su gran mano animado. Nos pasamos toda la tarde entre abdominales, sentadillas, levantar pesas y de momento alguna que otra pelea contra ellos, además entrene un poco de artes marciales con Wendy, postura, defensa y ataque, lo repetimos una y otra vez hasta que el sol estuvo por ponerse.

Wendy tuvo un compromiso con su familia y hace un rato tuvo que marcharse, ahora mismo me encuentro sentado bajo un árbol de hadas, aunque creo que se han mudado pues no he visto a ninguna en un rato, suelen ser molestas ya deberían andar rondando por aquí... Mirando brevemente a los lados solo tomo mi mochila sacando el libro de hechizos para estudiar nuevamente el ejercicio de levantar las cosas con tu mente, lo hice un momento, pero ante el aburrimiento pase algunas páginas encontrándome con el ejercicio de hacerte flotar o levitar, sonreí decidido, es similar al que práctico ahora, no debe ser tan complicado.

—Bien... Concentrarse y...

Crucé mis piernas y con las manos en pose de meditación lo intente... Sin casi nada de éxito, solo... Poco, suspiré, no pienso rendirme con ésto; luego de un rato con ese hechizo me mire rendido mental y físicamente, me levanto con un suspiro y tomando mis cosas miro de reojo el libro mientras elevo una pequeña roca de tamaño medio durante mi regreso a la cabaña, debo admitir que los hechizo... Son llamativos. Al llegar exhaló un suspiro y lanzando la roca hacia la ventana de la cabaña la hago explotar antes de romper el cristal, sonrío complacido con mi rendimiento y exahusto me dejo caer en los escalones de entrada guardando el libro de hechizos para mirar el cielo entre un respiró profundo.

—Mamá... Papá... —musite a lo bajo tragando saliva.

Basta... Cubriendo mi cara con ambas manos no puedo evitarlo, el pensar en ellos y en todo lo que pasó es... Bueno, no se puede evitar, suspirando abrazo mis piernas y recostando mi cara sobre mis rodillas solo me quedo pensando; jamás se los dije pero el divorcio... Fue horrible para nosotros, volver aquel verano fue... Lo peor... Mabel estaba tan herida sobre las peleas y no puedo negar que yo también, fue doloroso después de tantos besos y alegrías entre ustedes, fue... Fue malo, horrible. Dejando salir mis lágrimas muerdo de momento mi labio inferior. Yo... No sé ni qué pensar sobre todo, siempre que pienso en ustedes mil preguntas me invaden, quizá porque solo yo sé cómo fue que los encontraron aquel día... Sonriendo vuelvo a secar mis lágrimas ¿A caso pensaban volver a estar juntos? ¿vendrían por Mabel y por mi?... La sonrisa se borró inevitablemente de mi cara... Eso hubiera Sido bueno, pero ya nunca se podrá, mi mirada se dirige al cielo.

—Saben... Siempre escuché sus peleas, siempre... Supe de sus amoríos con sus "mejores amigos" de... Las noches en que bebias desconsolada mamá, y tú, llorabas papá... —sonriendo levemente cubro mis lágrimas.

Negando a lo bajo ante la realidad de ya no tenerlos sigo gimoteando desconoslado en la soledad. Siempre lo supe, desde el primer verano yo ya... Lo sabía muy bien, el porque nos mandaron aquí... Y siempre intenté que Mabel no se enterará de eso, de que nuestros padres que antes se besaban y sonreían con cariño y amor... Ahora se gritaban con odió, se engañaban, se maldecian. Volviendo a limpiar mis lágrimas solo niego divertido y molesto; lloré tanto en aquel entonces, y es que yo también tenía mis propios problemas, un pre-adolescente no podía controlarlo todo... Y mucho menos yo, yo que siempre he Sido un manojo de nervios con la inseguridad sobre mi espalda, tenía tanto miedo al futuro y a la vez... Estaba tan ansioso de que llegara, ustedes de pronto dejaron de estar ahí para nosotros, comenzaron a alejarse tanto y cuando cayeron en cuenta... Solo decidieron alejarnos ¿Enserio creen que fue la mejor decisión? Dejar de vernos... Ahora... Ya nunca podrán vernos crecer...

—Debieron verla —niego decepcionado —Cuando recibió la noticia... Ella quedó destrozada, al menos nuestros tíos estuvieron para nosotros... Al menos ellos... —las lágrimas brotan sin querer —Los extrañó, las sonrisas de mamá por la mañana, y tus juegos por la tarde padre... De verdad yo...

— ¿Dipper? —pronunció con cuidado.

Tragando saliva limpie a lo bajo mis ojos controlando me, sus pasos a mis espaldas se acercaron.

— ¿Est... —la duda en su voz —Haa... Necesito... Necesito ayuda adentro ¿Crees poder venir?

Asentí sin decir nada y lo seguí de cerca hacia el laboratorio, baje detrás suyo mirándolo dudar entre hablar conmigo o no, y solo le sonreí levemente y  aún más al verla sonreir, hace mucho que no veía la gran sonrisa de Mabel, la auténtica.

—Ey Dipper ¿Ya vuelves? Me sigo preguntando que hacen Wendy y tú en el bosque toda la tarde —Dice entre insinuaciones animadas.

Divertido ruedo los ojos —Ejercicios, me está entrenando, quiero aprender artes marciales y Wendy se ofreció a ser mi maestra —Digo animado acercándome a ambas — ¿Qué tal todo Pacífica?

Sonriendo ríe —Bien, al menos aquí no soy una prisionera, ya había olvidado el sabor del helado ¿Sabes? En mi dimensión Mabel es la única que lo puede comer —Dice animada ensuciando su mejilla con helado.

— ¡Vaya, esa Mabel de verdad es malvada! ¡Pero inteligente! —me sujeta con fuerza el brazo con la mirada perdida en su imaginación — ¿Lo imaginas Dipper? helado limitado para ella sola.

Divertido acaricio su cabello —Los tiene a todos prisioneros y además —me acerco a su oido —Ama a Gideon.

Sorprendida levantó ambas manos — ¡Retiró lo dicho! —avergonzada se aleja —Esta loca...

Comenzamos a reír al instante al verla sumergir su vergüenza en el helado, despidiéndome de ambas y tomando una llave inglesa avanzo al lado de Ford y de la máquina.

—Y bueno... ¿Por dónde empiezo tío?

Ford me estuvo indicando que piezas sostener mientras él las coloca y juntos resolvemos ciertas ecuaciones, mientras hacemos ésto él me cuenta un poco del plan de entrada, por ejemplo el hecho de que deben subir a un castillo volador, aún se las está ideando para lograr eso, pero piensa que quizá el gancho de Mabel lo logré, ella adora ese gancho así que seguro debe estar feliz. Maldita sea, lamento tanto estarlos traicionando en este momento, darle esa dimensión a Bill aún me causa problemas, pero... Si quiero salvarlos a ustedes... Además con un portal tan grande nos está tomando mucho tiempo terminarlo, eso le da tiempo a Bill, lo dejamos lo mejor que podemos y sin más subimos ante el llamado de Stan, Stan aun no esta seguro de ir a embarcarnos en otra lucha contra Bill, pero Ford y Mabel lo están tratando de convencer, después de todo él es el músculo del equipo. Terminada mi cena fui el primero en tomar un baño y entrar a mi habitación, no quiero retrasarme tanto ya que luego el idiota de Bill aparece en físico en mi habitación, es un idiota, lo podrían atrapar... Suspirando decepcionado de mis palabras sujeto mi cara.

— ¿Qué digo? No es como si me preocupara que lo capturaran, de hecho debería aparecer para que lo capturen.

Con el cabello seco solo apagué la luz de mi habitación y me recosté cerrando los ojos. Al abrir mis ojos me encontré en la infinita obscuridad, parece que ese tonto no ha llegado... Con el libro en mano solo tomo asiento en la infinita obscuridad imaginando una piedra para seguir practicando, ahora es tan fácil con una piedra tan pequeña, imagine una más grande y seguí. Las horas ya han pasado y ese estúpido demonio no llega, quizá la otra Mabel ya lo mató, no puedo evitar reir ante ese pensamiento y solo termino levantandome; comienzo a avanzar en la obscuridad jugando con las páginas del libro, apenas pasaba la página cuando una luz me hizo regresar la mirada a mi lado, una casa apareció en medio de la obscuridad, incómodo desvíe la mirada notando todos los suburbios aparecer, los árboles, los autos... Mire dolido a aquellos dos niños salir con alegría, tragando grueso mis ojos se cristalizan, Mabel es recibida en brazos y yo... Él también me abraza, como cada tarde en el pasado... Las risas comenzaron a irse mientras avanzamos hacia mamá en la entrada mirando con fingido asco como se besan con cariño, como ella acaricia su mejilla... siento mis lágrimas resbalar por mis mejillas y dolido solo comienzo a retroceder, mis lágrimas son el único ruido en este maldito lugar, entrando con alegría a la casa los miro dirigirse esa mirada de amor al otro y solo puedo comenzar a gritar de dolor.

— ¿¡Porqué se tuvieron que ir!? ¿¡por que nos dejaron solos!? USTEDES NO LA VIERON LLORAR, USTEDES NO LA VIERON DESMORONARSE! NUNCA ESTUVIERON AHÍ! ¡NUNCA... LOS ODIO! ¡LOS ODIO MALDITA SEA LOS ODIO!

Estaba a punto de caer de rodillas al suelo pero unos brazos me sujetaron con duda, mire la estúpida sudadera amarilla frente a mí y estaba apunto de separarme... Cuando él me abrazo a su pecho, sorprendido solo trate de alejarme sin éxito y solo... Comencé a llorar en sus brazos. El tiempo pasó y poco a poco mire esa estúpida escena desaparecer mientras sentía su mano viajar a mi cabello acariciándolo con cuidado mientras nos hace sentar en el suelo.

—Estoy aquí, no te preocupes, aquí estoy... Quizá... Deberíamos dejar el entrenamiento por hoy —rie levemente —Hoy aprenderíamos a volar, pero tú te lo pierdes —su rostro descansa sobre mi cabello —descansa Pinetree, mañana todo ésto no será nada.

Su voz... De algún modo... Es relajante, Aspire su aroma estraño y al abrir los ojos me encontré en mi habitación sobre mi cama, con él abrazándome con delicadeza, acariciando mis cabellos y suavemente deslizando su pulgar por mi brazo... Debió ser ésto, desde el inicio debió ser ésto, nunca superé la muerte de mis padres, creí que lo había hecho pero hoy... Al mirar este recuerdo y explotar... Me doy cuenta que ésto es mi debilidad.

—No te dejare solo... —susurró calmante —Tranquilo, solo duerme.

Sus palabras comenzaron a rebotar tranquilamente entre las paredes como una reconfortante melodía y al cerrar mis ojos la imagen que ví, fue de mi familia... todos en la misma cama durante una noche tormentosa... Cuando yo aún le tenía miedo a los rayos y truenos, con mi madre detrás de mí acariciando mi cabello y mi padre detrás de Mabel acariciando mi brazo para calmarme, mire a Mabel sonriendo frente a mi y sentí tomar mi mano por la suya, sonreí aún temeroso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro