Capitulo 32

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Por fin la playa se muestra ante nosotros, al abrir la ventana puedo sentir lo caluroso del sol mezclado con una pequeña brisa fría y pegajosa que irradia el mar, mi sonrisa se expande llena de calma... Estamos a nada de estar a salvo.

— ¿Por aquí?

—Si, nos meteremos por aquí y seguiremos adelante hasta la tienda de bolos, de ahí es a la derecha Nath.

—Bien... —se asoma por la ventana — ¡síguenos de cerca!

Puedo ver a Kavin hacer una señal con el pulgar y enseguida seguimos nuestro camino.

[Peach Creek]

Con un suspiro la chica rubia observa los alrededores de la escuela, y dejando los pompones de lado se despide de sus compañeras que están marchandose; apenas ellas se marchan Nazz toma camino hacia el chico que le hace compañía, tomando asiento a su lado en las bancas.

—Jhonny, gracias por acompañarme todo el día pequeño raro, pero... Es incómodo que estés aquí esperando a que me duche... Solo... —observa a la lejanía —quisiera un momento a solas, no eres tan tonto —señala con la cabeza —ya debes haberte dado cuenta de que nos están cuidando por allá, así que... ¿Qué te parece si te vas con todos los demás en el autobús y yo me quedo con ese tipo del auto?

—Eso no suena... Muy seguro Nazz, ¿Estás segura?

—Lo conozco Jhonny, créeme, estaré bien.

—Bueno... Si eso es lo que quieres tablón y yo nos vamos yendo.

—Bien, gracias.

Despidiéndose con la mano la chica frunce un poco los labios y sin más se adentra a los vestidores para darse una ducha. Al salir Nazz está con una campera blanca sobre su blusa azul mientras porta un Short de mezclilla y unas medias; con paso firme la chica toma camino al auto negro estacionado en la calle con vista a la cancha, el chico ahí no tarda en notar su presencia y elevar la mano sin salir del coche.

—Hola rubita, ¿De nuevo arriesgando la vida?

— ¿Perdón?

Aún entre su duda se acerca a la puerta del copiloto tocando la ventana, el chico quita el seguro de la puerta y ella sube al coche entre un suspiro.

— ¿Qué hay con esa ridícula peluca?

— ¿Qué? —divertido toca su pelo — ¿No se ve bien el negro?

—No te luce mal, pero una vez te ven con el cabello blanco la cosa...

—Cambia bastante —rie asientiendo —pues nada... El cabello blanco no sirve para infiltración o pasar desapercibido, que es justo lo que queremos lograr.

Sin dudarlo el chico se recostó del volante mientras la veía, ella rápidamente desvío la mirada y simplemente suspiró.

— ¿Quieres que te lleve a casa rubita?

—No me caería mal, pero dime... ¿Así de malos son para pasar desapercibidos? Cómo tú... Digo, vengo mirándote desde la mañana.

—No, —rie —yo siempre soy muy obvio y descuidado, me gusta que se percaten de mi presencia, pero... Te aseguro que no pudiste ver a ninguno de los míos ¿Cierto?

—Bueno... —apenada duda de sus ojos —yo no... No sé ni quiénes deben ser de los tuyos... —suspira —y justo eso es un problema.

Poniéndose sería observa al chico a su lado que enseguida se incorpora dudoso de aquella actitud, y enseguida ríe.

— ¿Qué dices rubita? Creo haberte dejado muy claro qué tenías que hacer como si yo no existiera, mis chicos y yo estamos controlando el tema muy bien, así que deja de intentar entrometerte.

Abriendo su ventana toma un cigarrillo, pero la chica se lo arrebata sorprendiendolo, Nazz se nuestra firme en su intención de encontrar lo que quiere.

—Escuchame bien, blanquito...

Él ríe mordiendo levemente su labio y solo asiente permitiendole hablar mientras él se cruza de brazos.

—Mis amigos y yo somos muy unidos desde pequeños,  Nath y Doble D encajan en nuestra amistad a pesar de haberse unido más tarde... —explica con seriedad —En el callejón sin salida todos nos damos la mano si alguno está en peligro, por eso ellos y yo queremos ayudarlos como sea posible... Y si para eso necesitamos capturar a alguno de esos idiotas, los chicos y yo queremos ayudar.

Entre una leve risa asiente —Lo comprendo, pero tienes que entender rubita... —saca su armas cargando —esto no es un juego de niños, los mierdas que van tras ellos y posiblemente tras ustedes, son profesionales... No sé contendran porque apenas sean unos chicos, ni siquiera les importara el hecho de que tú y tu amiga ruegen por sus vidas... Los van a torturar a todos por igual.

—He visto esas malditas películas, lo sé...

—No, no lo sabes Rubita, una cosa es verlo en televisión... Otra cosa es verlo de frente, y una muy diferente es vivirlo... Una es mucho peor que la otra, —Dice seriamente —te protegeré, confía en mí, aún cuando no te conozca de nada cumpliré la palabra que le dí a mi padre y los protegeré con mi vida.

— ¿Con tu vida dices? ¿Acaso estás demente? ¿Vale tan poco tu vida?

—Vale tanto mi palabra.

Volviendo la mirada observa con seriedad los ojos frente a él y a la chica que dudosa y avergonzada lo veía completamente serio.

—Eso no es necesario ¿Si? Mi amigo Eddy tiene contactos... Nos conseguirá algunas navajas y paralizadores

— ¿Y si quiera saben utilizarlas? —pasa la mano entre sus cabellos —no se cómo decirte para que lo entiendas rubita, ésto no es un juego, esos tipos —apunta a la nada —son profesionales, tienen muchas tácticas de lucha dominadas... Saben disparar un arma de fuego y herirte al punto de casi morir para sacarte información mientras siguen torturandote... Si yo te diera mi arma, te aseguro que podría quitartela al segundo.

Permaneciendo en silencio, la chica mira la absoluta seriedad de aquel chico que le extiende el arma, ella duda, era la primera vez que veía un arma de fuego... Una verdadera arma de fuego que podría matar a alguien.

— ¿Lo ves? Ni siquiera puedes tomarla rubita... Es inútil intentarlo, ustedes son chicos comunes y corrientes, claro que vivirán sus vidas entre algunos desastres, pero jamás tocaran un arma o matarán a nadie.

La chica aprieta los labios bajando la mirada mientras que el albino guarda su arma y simplemente de recarga de su asiento subiendo ambas ventanas.

—Lo digo enserio rubita, vivan con tranquilidad y nosotros nos ocuparemos de cuidarlos... —enciende el coche —pero creo que lo de mostrarles quienes son mis compañeros no es tan mala idea, después de todo no queremos ponerlos nerviosos si llegan a descubrirnos... Te llevaré a tu casa y te mostraré a mis chicos, deberías llamar a tus amigos para que te vean ahí.

—Si.

El viaje inicio en silencio mientras ambos chicos miraban en diferentes direcciones evitando la mirada a su lado.

[Casa de Alex]

— ¡Ey!

Fuera de su casa Alex nos espera con una amplia sonrisa en el rostro, nos hace del lugar en el que podemos estacionar el auto y enseguida Nathan lo hace, yo bajo con una sonrisa y avanzó hasta Alex brindándole un abrazo que no se niega a recibir.

— ¡Venga, que entusiasmo verte de nuevo! —observa a Nath bajar y se aleja con prisa — ¡Con calma amigo!

Nath ríe y avanza hasta abrazarme por los hombros —Que va... —baja la mirada avergonzado —Te agradezco por dejarnos quedar un tiempo aquí.

—No es nada, oh y... —observa a los chicos — ¡Ha, Hola! —tiende la mano.

—Kevin, Marie, él es Alex, lo conocimos durante las últimas vacaciones.

—Yo le parti la cara —añade sin culpa.

—Si, si lo hizo, y lo hizo súper bien.

Marie ríe dudosa de esa amistad mientras que Kevin se ocupa de analizarlo de arriba a abajo como si supiera que Nath no lo golpearía por nada. Pero aún así Alex sonríe ampliamente mirándonos.

—Yo... Conseguí un taller que nos haga el favor de ayudar con el auto.

—Le platiqué un poco del rastreo —añado hacia Nath —de los que encontramos y de los que podría haber aún dentro del auto... Oh y... ¿Conseguiste lo que te pedí?

—Si, lo tengo adentro —señala la casa —pasen un momento, comamos algo, ya es tarde así que llevaremos el auto al taller mañana.

Sin dudar lo seguimos dentro de la casa, es un lugar bastante amplio y enseguida comprendemos porque se lo puede permitir, su coinquilina sale de la cocina saludandonos con tranquilidad para tomar camino al piso de arriba.

—Es un piso compartido, ella es Yuli, viene de una ciudad grande y renta está casa conmigo... Um... —avanza a la sala dejándonos sentar —no hay reglas específicas, ella es muy organizada y todo lo que es de ella tiene una etiqueta con su nombre... Lo único es que siempre deben de tocar a la puerta.

—Entendemos de modales básicos, no ser unos idiotas en una casa ajena y no molestar a tu compañera.

—Exacto amigo, por eso me agradas.

Nuevamente estrechan manos y Alex aprovecha para abrazar a Nath por los hombros; Kevin y Marie me mirán dudoso.

—Entonces... ¿Cómo se conocieron exactamente? —cuestiona Marie.

—Yo también tengo curiosidad por el hecho de que... Bueno, te partió la cara como dijo...

— ¿Nosotros? —se apunta y a Nath —bueno... En una fiesta que tuvieron cuando vinieron, lo hice enojar al coquetear...

—Pues vaya forma de coquetear amigo —golpea su pecho con sus nudillos —caray... No me lo recuerdes...

Nathan me mirá algo avergonzado, y sé que aún cuando no se los digan, los chicos saben a quien intento coquetearle Alex.

—Asi que fue eso, —expresa con enfado —deberias de dejar esa idea de rodearlo con pretendientes, en una de esas te lo roban.

— ¡Para nada! —eleva la mano seguro —Si Eddward no lo quiere ya nunca me atrevería a hacerle algo, por mas ebrio que este.

—Los golpes ayudan a entender ¿Cierto? —bromea.

—Bien... Tanta plática de golpes me ha recordado que estoy exhausta, ¿Dónde podría dormir?

— ¡Oh claro! Vamos arriba, les dejaré mi habitación y yo estaré durmiendo en la sala.

Alex no guía a una habitación amplia dónde hay una cama individual, un sofá y un escritorio con ordenador además de algunas otras cosas.

—Ay una colcha, —se acerca sacadola del ropero —aqui entran bien dos personas, y uno en el sofá.

— ¡Pediré la cama! —Marie entra sin pena recostandose.

—Entonces...

—Tú quédate en la cocha —Dicen al únisono.

Todas las miradas se centran en ambos, y ellos se mirán dudosos, algo incómodo me acerco a Nathan Sujetando su brazo pues obviamente no planeo dormir con Kevin.

—Entonces nosotros en la cocha... No me parece justo, pero si eso está bien contigo Kevin...

— ¡Yo pido a doble D y que los hombres de acero duerman juntos en la colcha!

Ante la propuesta de Marie los chicos se miran entre sí y solo asienten, yo sonrío agradecido y mientras ellos se acomodan yo salgo dejándolos hablar un poco mientras bajo a la cocina, pero... Para mí sorpresa alguien vacía la nevera antes de mí. Mordiendo un trozo de pan se muestra una chica de cabello castaño y pecas en la cara, su cara podrá ser linda, pero tiene una mirada amenazadora en el rostro.

—Ho... Hola, lamento la molestia, y es un gusto conocerte, soy Eddward Marion.

— ¿Quién se presenta con sus apellidos? —deja sus cosas de lado para acercarse y estrechar mi mano —Soy Yuli, un gusto... —se aleja para tomar sus cosas —iba a hacerme algo de comer.

— ¡Oh, si gustas puedo preparar el platillo que te agrade! Soy un buen cocinero, no excelente, pero a muchos les agrada mi comida.

—Bueno... —duda mirando sus pocos ingredientes —no estaría mal ya que pronto deberemos cenar... Puedes tomar lo que necesites de mis cosas, solo anotalas.

Tomando su pan comienza a untar mermelada en el, pronto toma asiento y me deja la cocina libre, yo no dudo en avanzar y lavar vegetales además de tomar las cosas que necesito. La puedo ver quedarse atenta a mis movimientos mientras sigo con los preparativos normales.

—Alex me pidió algunas cosas raras desde que le avisaron que vendrían... ¿Qué vas a hacer con todo eso? Son para tí, ¿No es cierto?

—Ha... Si, son para mí. —dudoso sigo con lo mío —estamos huyendo, y tal parece hay chips de rastreo en el auto de mi pareja... Les dí un vistazo a los que pudimos desprender, tome algunas notas y creo tener lo necesario para hacer un aparato que pueda rastrear los restantes... Y uno para destruirlos... —añado incomodo —pero aún así necesito aprender un poco del coche para evitar dañarlo, más tarde haré un prototipo y luego de revisar el auto ajustare las ondas.

—Asi que eres técnico, te ves joven para serlo...

—No lo soy... Es un hobbie, simplemente soy bueno en ello.

—Entonces te apasiona bastante, ¿Eso piensas estudiar en un futuro?

—No, pensaba más en el campo de la medicina... Pero ciertamente sería mi segunda opción si hablamos de estudios.

Ella asiente terminando de comer, puedo ver a Alex bajar, pero él no se adentra en la cocina y solo sale de la casa sin percatarse de nuestras presencias.

— ¿Qué fué lo que hizo?... Tú chico, ¿Qué hizo para que haya rastreadores en su auto y estén huyendo con unos chicos que luego de arreglar su auto se regresarán a su ciudad?

—Él no hizo nada... Su padre es un ser horrible, él está huyendo de él, su hermano menor también lo hace...

—Oh, claro, Alex dijo que posiblemente llegarían dos niños... Si tienen pruebas de un abuso bien podrían solo demandarlo, con ayuda de algún adulto podrían conseguir un abogado que los ayude.

—Del único que ha abusado es de Nathan, y de eso hace años... Aún era muy chico, creo que no pensó en una demanda en ese entonces... Aún ahora no veía salida, estaba aterrado, temblando... Y no solo es abuso, Nathan y yo venimos aquí antes, a la isla de los adolescentes.

—Un niño rico, —asiente —es verdad que es difícil ir por esos idiotas... Por algo tiene todas esas casas juntas, la isla... ¿Cómo se llama?

—Neil Goldberg.

La chica parece sorprendida, su rostro cambia drásticamente de la calma a la duda y al segundo está lleno de preocupación.

—Tienen que irse cuanto antes...

— ¿Qué?

— ¿Tú chico no lo sabe? —traga grueso —su padre distribuye drogas en esa ciudad, controla todo aquí... —mira en todas direcciones —apenas alguien lo reconozcas todo de irá al demonio para ustedes.

— ¡Eddward huele delicioso!

— ¡Oye doble D! ¿Qué cocinas? Marie me pidió que le avisará cuando estuviera listo, ¿Le falta mucho?

Aterrado me vuelvo hacia ella cuestionan con mi mirada sus palabras, ella traga grueso y mirándolos venir asiente.

—Neil Goldberg, desde que compró la propiedad de la playa la venta de drogas a aumentado, tiene trabajadores por todos lados, adultos y adolescentes... La isla funciona y tiene grandes ingresos por él, todos le temen.

— ¿De que hablas? —se acerca preocupado.

—Tu padre domina la isla amigo, si estás huyendo de él, piensa en marcharte cuánto antes... —exhala un suspiro —de suerte los mecánicos son de mi familia y están en contra de toda esa mierda de drogas, pero deberías pensar en pasar desapercibido, pintar el coche además de quitar los chips de rastreo... ¿Seguro que no tienes nada de evidencias contra él? Todos nos queremos deshacer de ellos, es peligroso para los niños vivir rodeados de tanta mierda.

[Cul de Sac]

Con precaución una chica rubia miraba los alrededores, hacía tiempo atrás que había tenido una junta con sus amigos y les había mostrado los rostros de quienes les protegían por el momento, pero ella aún se encontraba nerviosa y preocupada. Él chico del auto negro se acomodaba en el asiento mirándola acercarse, y entre un suspiro quitaba el seguro de la puerta a su lado para dejarla entrar.

—Ey blanquito...

—Rubita... —sonrie — ¿Ahora que quieres?

— ¿Cómo va todo?

—Bien, me la vivo aquí de sol a sol cuidando de ustedes, a veces tomo mi comida muy tarde...

Ante esas palabras la rubia vuelve la mirada preocupada, pero al notar la sonrisa juguetona de aquel chico solo suspira exhausta cubriendo su rostro.

—Estoy preocupada, muy preocupada...

—Ya te dije que mi padre es profesional, —señala tranquilo —aun con las heridas se podrá hacer cargo de un grupo de matones... —rie —aunque haya dicho todo aquello en tú casa, la verdad es que el viejo es muy bueno, confío plenamente en que podra cuidar a tus a tus amigos... Además Nathan es su hijo favorito.

—No hablo por completo de ellos... ¿Tú estarás bien?

Sorprendido evita mirarla — ¿Yo? Por supuesto que estaré bien... He lidiado con ésto desde hace un tiempo, puedo encargarme, por algo el viejo me dejó a cargo... Si no, bien hubiera podido llamar a alguno de sus contactos.

La chica permanece en silencio sin saber que decir, simplemente quedándose al lado de aquel chico mientras la noche transcurre, él no hace intento de alejarla del lugar pues sabe que más que estar preocupada por él, ella debería estar temiendo por su propia vida.

[Isla de los adolescentes, Eddward]

Después de aquella plática todo transcurrió sumamente pesado, Yuli cubrió el coche de Nath con una manta y quedó con su familia en que el auto se llevaría por la noche y nosotros estaríamos trabajando en desmontarlo, ellos por su parte deberían ayudarnos a montarlo por la mañana y lo pintarian el resto del tiempo, Jim está en camino y debería llegar a más tardar por la tarde, a eso de las seis, había tiempo... Había tiempo.

—La cena estuvo deliciosa.

—Gracias por ayudarnos, —bajo la mirada antes de levantarme —de verdad, gracias por ayudarnos... A pesar de todo.

Al subir la mirada puedo ver el rostro tranquilo de Yuli que pinta una tenue sonrisa, mientras que Nathan parece decaído. Me levanto sin más que decir llevando los trastos al lava vajilla.

—Yo también trabajo con lo mecánico, iré a ayudarlos con ese destructor de chips que quieres crear, así que deja de preocuparte.

Sonriendo doy un asentimiento sin ser capaz de ver sus cara.

—Para mañana tendrás un auto de color nuevo, debería ir viendo diseños, y claro... Un auto sin rastreadores.

Al volver la mirada puedo ver a Nathan sonreír agradecido, y por segunda vez en la vida me puedo sentir celoso de la forma en que mira a alguien más, tragando grueso me acerco a su lado sujetandome a sus hombro, él sonríe aferrandose a mis manos.

—Entonces, Marie, Yuli y tú se encargan de quemar rastreadores mientras Alex y yo buscamos por todo el auto y lo destartalamos con ayuda del familiar de Yuli.

— ¿Y porqué a mi no me cuentan? —cuestiona Kevin

—Oh, vamos amigo, tú y Marie tienen que regresar luego de ésto a callejón, debes estar descansado para manejar por horas de nuevo.

—En especial porque no me alcanza el dinero para pagar el motel —aclara Marie —asi que no creo que sea buena idea detenernos a menos que quieras que duerma contigo en una pequeña cama.

— ¡Santa vaca sagrada! ¡Bien, bien! —eleva las palmas mientras se levanta —Lo tengo, lo tengo, lo mejor será descansar... —nos mira inseguro —entonces, espero tengan suerte.

Apenas Kevin se marcha a dormir, y todos estamos listos, bajo el prototipo que estoy haciendo y veo a los chicos bajar poco a poco, con todos apoyándonos nos vamos en el auto de Nathan.

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