-E-estas listo?- tartamudeo por los nervios que tenía.

-Siempre estoy listo maestro- le dedica una linda sonrisa, a lo que el contrario no puedo evitar sonreír también. Dicho eso, Bon se apresuró a abrir el estuche.

Sus ojos se abrieron como platos al ver lo que había en el interior, un collar con una mini guitarra parecida a la suya, decorada con piedras finas de rubí, y su corralito de un color negro brillante muy elegante.

-M-maestro... E-esto es...- no podía articular palabra, no podia creer lo que sus ojos estaban observando en ese momento, en serio esto era real? no estaba soñando?

-Si, es el collar que viste aquel día, el que tanto deseabas-

-Pero... eso fue hace un año...- lo miro a los ojos, aun sin creerse lo que pasaba

-lose, y aun nunca olvido esa cara, la cara que pusiste al no poder tener el suficiente dinero para comprarlo- lo toma de la mejilla, dándole leves caricias- me rompio el alma... así que prometí que te compraría todo lo que tu quisieses, tu solo pidemelo y te lo dare!-

Bonnie solo rió, su maestro si que lo consentía en todo, es gracioso por que... Parecen... Novios?

-Y-yo... no se que decir... debí de haberme dado cuenta, o haber sospechado un poco al verte entrar allí- sonrió, pero esa sonrisa fue borrada de inmediato al recordar un ligero y pequeño detalle- espera... cómo fue que lo compraste!? esta cosa valía más que un riñón!?- oh, era eso, pues~

-Bueno, tuve que ahorrar, trabajar más, no gastar, préstamos, etc. fue difícil pero al final pude conseguir todo, todito!-

-Eso explica del porque estaba siempre cansado y del por que ya no nos veíamos tan seguido- hizo un tierno puchero, enrojeciendo al contrario y sacando una risilla de sus labios morenos.

-P-puedo?- preguntó tomando el collar, dando a entender que si podía colocarlo en su cuello. Bonnie no se negó y asintió. Se giró para que así fuera más fácil colocarle ese collar, tomo su cabello que estaba suelto y lo colocó a un lado de su cuello, recargandolo encima de su hombro. 

Bon solo se dedicó a mirarlo con una sonrisa y un leve sonrojo. Se acerca al cuello de Bonnie y coloca el collar con delicadeza, como si tuviera miedo a que se rompiera, pues la piel del menor en altura parecía tan sensible a cualquier tacto, que si la tocabas con un pétalo de rosa este se haría polvo.

Termino de colocar aquel collar, y Bonnie se giró mirando aquel collar que tenia puesto, era realmente lindo y tambien lo era su maestro, pues, nunca llegó a imaginarse que le daría tan lindo regalo, mucho menos el que tanto quería...

FLASBACK

Dos jóvenes caminaban muy felices por los alrededores del centro comercial, se habían dado a la tarea de comprar ropa para el oji esmeralda.

-Esa ropa le quedaba muy bien maestro, se veía irresistible~-dijo entre risas, pues Bon se había puesto ropa de mujer (un vestido para ser exactos).

-N-no es gracioso... Esa cosa realmente picaba! Y era muy incómoda!-exclamó molesto y sonrojado, pues tenía razón, el vestido no fue muy cómoda que digamos.

-Jejeje eso le pasa por apostar, o que? Acaso creía que yo no podía comerme dies pudins?-lo mira alzando una ceja sin dejar de mostrar una sonrisa victoriosa 

-Pues si... Eso creí, esque se me hace algo difícil comerse todos esos pudins en tan poco tiempo, yo a la quinta ya me había llenado y dado asco-acaricio su estomago, aquello le dejo mal del estomago ese dia, y desde entonces no come ese postre.

-No por nada me llaman ¡Bonnie el destructor!- alzó los brazos al aire victorioso

-Jejeje supongo que tienes razón, bueno, vallamos a mas tiendas de ropa, necesito muchas en verdad, mi ropa ya esta muy vieja y no puedo ir al trabajo con esa ropa- mira un folleto que tiene el mapa de todo el centro comercial- vayamos al segundo piso, allí dicen que hay mucha ropa de buena calidad, tu que dices Bonnie?- miró hacia su lado, solo para darse cuenta que no había nadie- Bonnie... ¿¡Bonnie!?- comenzó a buscar con su mirada como loco en todas direcciones, pues temía que algo malo le hubiese pasado. Hasta que mirando un poco más al fondo, pudo divisar su silueta mirando a una tienda desde fuera.

No duró mucho y corrió en dirección al nombrado. Una vez llego lo tomó de los hombros, causando que el menor en altura lo mirara de inmediato.

-Oh hola maestro- le sonrió de manera dulce y despreocupada- que pasa? Lo veo preocupado?- y como no, después de habérsele desaparecido así como si nada, le preocupa a cualquiera.

-Por que te me fuiste asi como si nada? Me preocupe por un momento cuando no te vi a mi lado- intenté sonar "molesto" pero vamos, es Bon, obvio que no puede hacerlo y mucho menos con ese conejo.

-Oh... Lo siento maestro, es solo que... Me distraje un poco- se encogió de hombros y bajó la mirada, joder! Si lo hace de esa forma es difícil enojarse con el!

-N-no importa... -desvía la mirada para que "intentar" esconder el sonrojo, pues de estar enojado, pasó a estar sonrojado.

-Hum? Porque esta rojo maestro?- una de sus manos se acercó al rostro del ajeno, tomando una de sus mejillas y acariciandola sutilmente con su dedo pulgar.

El mayor en altura no podía más que estar en las nubes, por tan relajante mimo del contrario, solo cerro sus ojos y de sus labios se produjo una sonrisa, una de un completo enamorado (por no decir otra cosa)

-Jejeje parece que lo está disfrutando, maestro- solo sonrio y siguio dando le atención a su maestro.

-si~ -paso las bolsas de compras a su otra mano, y con ella se dirigio a la mano del contrario tomandola y dándole leves caricias. Bonnie por su parte,no se molestó que su maestro hiciese eso, es mas, le gusto lo que hizo, se sonrojo levemente sin parar de sonreír en ningún momento.

Pero de un momento muy lindo se paso a incomodo, pues, todas las miradas de cada persona al pasar cerca de nuestros conejos, posaron sus miradas en ellos. Algunos los miraban con enojo, con desprecio, otras, con felicidad, mientras que otras solo los miraban indiferentes, personas normales que solo se daban cariño.

Bon se percató de eso, y solo los miraba de reojo a toda esa gente, pero su vista se volvió de nuevo al oji rubí, y pudo notar como este si estaba incomodado, y como no, también nervioso, por lo que solo se dedicó a tomar su mano y entrelazarla con la suya.

-No les hagas caso, de seguro estan amargados de la vida, y ver a dos como tu y yo dandonos cariño, les a de dar envidia- beso la mano del oji rubí, dedicándole una hermosa sonrisa. El momento era simplemente hermoso ¿que o quien lo podía arruinar?

-Si tienes razon, de seguro no han de tener a un gran mejor amigo como lo tengo yo!-

Creo que hablamos muy  pronto...

Bon sintió como si le echaran agua fría a más no poder, diciéndole que despertara de sus sueños y aterrizará a la triste realidad... SU triste realidad

-Si claro! Amigos! Super mejores amigos! Jejeje- se sentía como todo un miserable, y como no, si te acaban de mandar a la friendzone, o en su caso, a la maestrozone. Solo suspira y mira a Bonnie a los ojos, este solo sonreía de la manera más inocente posible, por lo que no pudo evitar sonreír también- ignorando todo esto... Porque te me escapaste sin decirme nada?- alzó una ceja mientras veía como el menor en altura ahora lo miraba atento.

-Oh... Bueno... -solo bajo la mirada apenado, mientras jugaba con sus dedos, una escena que lo hacía el doble de tierno, no, el triple! Bon sentía como la sangre subía a su cabeza,y quería salir a su nariz,JODER! por qué es tan lindo y violable!?.... Espera... Que?- es que...- solo suspiro y miro hacia la tienda- nada... No es algo de suma importancia...-

Bon no entendió a lo que se refería, por lo que echo un vistazo a donde estaba mirando Bonnie,encontrándose con un bello collar. Tenia una mini guitarra con piedras rubíes, junto con un corralito negro elegante que sostenía el collar. A Bon le encanto mucho ese collar, pero de inmediato sintió como se le salía un pulmón en busca del aire al ver el precio de este. Miro de reojo a Bonnie, pudo ver en sus ojos un brillo, uno del cual ama ver, uno del cual haria lo que sea para obtener.

-¿Te gusta este collar?- esta vez su vista se dirigio al peli morado, esperando su respuesta, una positiva

-Si...- bingo!- pero es demasiado cara... Nunca podré obtenerla... Nunca podré verla en mis manos ni puesta... - bajo su mirada triste, algo que de inmediato al mayor en altura le dolio. Pero rápidamente Bonnie levantó la mirada con una sonrisa en su rostro- pero no importa, ya sera para despues, por ahora ahorraré todo lo que pueda para conseguir otro igual!- se animó a sí mismo, Bon se sorprendió por ese cambio de actitud repentina, pero su sonrisa volvió al verlo tan animado- Bueno, nos vamos maestro~- volteo a verlo, aun sin quitar esa sonrisa de su rostro blanquecino.

-Jejeje, claro- no pudo evitar reír, realmente este chico era un misterio.

Bonnie lo abrazo de su brazo, el contrario solo rio y se sonrojo, mientras ahora seguían su camino, no sin antes volver a ver el collar de reojo.

"Lo haré, esa es mi nueva misión"

[…]