✓6✓

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— ¿Cómo sabes que lo se?.

— Su discusión se escuchaba allá dentro, solo que todas las personas están en la sala de baile y yo iba saliendo para tomar aire y las escuché.

— ¿Acaso no sabes qué es tu hija para mí?, ella es mi mejor amiga, es como mi hermana, de hecho no sé si lo es. Asi que, es mejor que...

Un beso fue robado de mis labios, debería resistirme pero no quise hacerlo. Pequeñas mordidas se paseaban por mi labio inferior, haciéndome estremecer, nuestras lenguas se fundían, ese beso nos hizo uno.

En un auto llegaba una señora, una mujer finísima...

— Es aquí Luis, cuando te llame es para que vengas a recogerme. Por favor dile a tu hermana, que le ordeno que Rebeca no se escape de casa, evitame echarlos a la calle.

— Como usted diga Señora Yudith.

Al fin llego, pensar que tengo que ver a la estúpida de Ruth y a su hija me da asco y pena. Este vestido blanco arrasará en la fiesta de mi querido Robert.
!Uh!, ¡Dios mio bendito!. ¿Esa es Andrea?, pero que zorra. ¿Besándose con el padre de su mejor amiga?.

Que desfachatez la de esos dos, él podría ser su padre. Me voy a esconder, quiero ver en qué termina esto.

A ver... ¿dónde puedo esconderme?. Creo que aquí está bien, este arbusto me cubrirá, solo debo agacharme... Wow, que beso tan caliente, diosito qué cosas, mi hija no es una santa pero esto es otro nivel, que espanto, cómo se aprietan frente a la propia casa.

¡Jajajaja!
Pero que estúpida, ¿ahora es que lo empuja?, después de habérselo comido vivo. Aprovecharé que ya se fue... ¿cómo se llama ese hombre?, acuérdate Yudith, acuérdate... mmmm,¡ Ah!, si si si, Iván. Ahora que se fue Iván, voy a pasar por delante de sus ojos y cuidado que me diga algo.

— ¡Ps ps ps!. ¡Ey!, ridícula, animal de circo, ¿a dónde crees que vas?.

— Buenas noches señorita, primeramente y ante todo, hay que tener educación.

— Vamos Yudith, yo no te soporto y tu a mi tampoco, veo innecesaria, dicha educación entre nosotras. Lárgate ahora mismo.

— No se por qué te caigo mal y no me interesa, pero si no quieres que tu papi se entere de lo tuyo con ese tal Iván, es mejor que te comportes a partir de ahora.

— ¿De qué hablas loca?, ¿de dónde has sacado eso?.

— No finjas Andreíta, lo vi yo misma.

— Estas enloqueciendo, eso debe ser, y si fuera así, yo hago con mi culo lo que desee.

— ¿A las malas verdad?.

Yudith se aleja caminando hacia la casa dispuesta a todo.

— No des un paso más, solo por esta vez te dejaré ganar, pero ni sueñes que vas a ser parte de mi familia.

— Querida, tengo un esposo al que amo, el padre de mi hija, si le gusto a tu papi, no es problema mío, no tengo la culpa de ser una de las siete maravillas al lado del cacharro de tu madre.

— Puedes decir lo que quieras e insultar tanto como te plazca. Pero ten cuidado, que al primer error estaré yo.
¡Una cosa más!.

— Dime, ¿qué es ahora?. Quieres un juguete sexual para divertirte con tu anciano.

— Gracias por no traer a Rebeca, ha sido un gesto muy bonita de su parte hacia mi.

— Debería haberla traído para atormentar tu noche, que mala suerte, lo olvidé.

— Que extraño, ¿no?, tu que siempre llevas a Rebeca contigo. El calor que te penetra cuando piensas en mí padre, te impidió traer a tu hija porque sencillamente estorbaría, ¿es eso?.

— Mi hija es una muchacha decente, no está a estas horas en la calle en ninguna fiesta, aunque fuera con personas de la iglesia. Sobre calores y penetración, no creo que seas la indicada para hablar, porque mira, ahí viene tu viejo verde. Bye...

— Ojalá ardas en el infierno perra,
—Musité enojada.

¿Por qué ella nos tuvo que ver?, desearía que fuese cualquier otra persona.

Esa conversación me encendió la sangre casi al punto de ebullición. Iván se acercaba nuevamente, el lado positivo fue que Yudith me ayudó a no aburrirme mientras esperaba por él.

Mi padre había construido para mí una casita en el árbol, lo suficientemente fuerte para que un adulto y una adolescente en las puertas de la adultez, estuvieran a gusto y a solas.

— Quiero confesarte algo.

— Pues dime, anda ya Iván, ¿qué es?.

— Me gustas desde el primer momento en que te vi. Pero tuve la certeza aquel día en la iglesia, con aquel vestido carmín ajustado, mi corazón latía muy fuerte por ti princesa.

— Gracias por lo de princesa, pero, ¿no crees que eres muy mayor para estar conmigo?, se que cumplo dieciocho el mes que viene. Además eres el padre de mi mejor amiga.

— Cuando hay amor, todo lo demás es insignificante. Acércate Andrea, por favor.

Me acerqué a él como lo había pedido, sus manos acariciaron mi rostro con delicadeza, dejando su pulgar rozar con mis labios, luego sus manos tomaron rumbo hacia mi cuello. Las yemas de sus dedos creaban un camino de sensualidad y dejaba erizada mi piel. Las rodeó colocándolas en mi nuca y agarrándome del pelo, comenzó a besarme.

Olviden esos besos desesperados de locura incontrolable. Estos fueron los besos más tiernos y jugosos que había probado jamás y el beso que por primera vez cerré mis ojos y me dejé llevar. Tomó mi mano izquierda y la colocó encima de la cremallera de su pantalón.

— Tócame, hazme sentir aún más, el hombre más afortunado de la Tierra.

— Dios mio Iván, estás más excitado que la otra vez, puedo sentirlo.

—Entre cortos gemidos, me mira a los ojos y me habla— abre la cremallera, por favor.

— Espera, no puedes hablarme casi gimiendo, me, me vas a enloquecer. Necesito un tiempo Iván por favor.

Al parecer no escuchó una mierda o aparentemente fingió no haber escuchado mis súplicas. Sin pensarlo, en un segundo tenía su pene en mi mano, describirlo es casi imposible. La firmeza de aquel miembro era insuperable, nunca había visto algo así.

— Dios, ¿que es esto?, está tan duro. Estas venas, las de aquí. ¿Las ves?.

— Claroaro que las veo, para que entiendas de una vez lo mucho que me pones y me gustas. Vas a hacer que me  corra, si me sigues tocando así.

— Puedo sentir tus palpitaciones, esto jamás me había pasado. Nunca antes había sentido algo como esto.

— Déjame hacerte sentir mujer, vas a ver el universo entero.

— Si, hazme conocer el cosmos Iván, quiero conocerlo.

Otro beso pasional abrió la brecha para despedirnos de nuestra ropa. Lo primero que hizo fue bajar los tirantes de mi vestido negro de gamuza, bajando por mi cuello llenándome de besos hasta la parte superior de mis senos, los mira y sube para besarme nuevamente. Agarra mis dos manos y las pone en su pecho, las baja lentamente para llegar al borde de su pantalón.

Entre desesperación y pasión, se levanta la camisa blanca que traía del traje y enseguida empiezo a quitar botón por botón. Al llegar al que estaba cerca del cuello, sin prisa alguna le fui quitando la camisa, dejando al descubierto unos pectorales, brazos y abdominales fenomenales que poseía.

Sus besos aumentaron de ritmo, mis manos apretaban su espalda y sus hombros en varias ocasiones. Acariciando mi piel desde el hombro hasta la mitad de mi brazo, baja un poco más hasta agarrar mis glúteos y aprovecha para quitarme el vestido desde abajo hacia arriba.

Quedé en bragas y entonces rozando su pene con mi clítoris empieza a hablarme.

— Hueles tan bien, tu-piel-es-tan suave, tus senos tan perfectos, tus-besos-son tan-ardientes-y-calmados, estoy loco por ti Andrea, loco.

Me recuesta a las sábanas que se encontraban en el suelo y de los nervios temblaba ,una sonrisa se dibujó en su rostro y luego me dio un beso en la frente. Otra vez sus manos empezaban a tocarme, pero esta vez fue deslizándose por mis senos hasta mi pelvis e introdujo su mano por debajo de mi bragas para que sus dedos comenzaran a jugar.

— ¡Ay!. Iván, ¿qué estás haciendo?. Nadie me había tocado como tú.

— ¡Shhh!, déjate llevar princesa.

Volvió a poseerme, sentía como palpitaba dentro de mí, el sonido de nuestros cuerpos al hacer contacto por las embestidas de Iván, hacía que me excitara cada vez más.

Me besaba, pequeñas y suaves mordidas se paseaban por todo mi cuerpo, yo arañaba su espalda, le apretaba, gemía, hasta que algo que nunca me había sucedido ocurrió.

Empecé a temblar, mis piernas perdían fuerza y él entraba y salía cada vez con más rapidez al darse cuenta que estaba teniendo un orgasmo.

Si, por primera vez tuve un orgasmo real, de mi entrepierna salió disparado un extraño líquido que no entendía,
que era, se comparaba a algo similar como cuando abres una llave, pero con mucha más presión. Él al sentirlo sale de mi rápidamente y se corre encima de mi pelvis.

— ¿Lo que me ha pasado,es normal—pregunté bastante nerviosa— no sabía que pasó en ese momento.

— Bobita, si es normal todo lo que te ha pasado, espera no te muevas —me dijo mientras besaba mi frente, se levanta y empieza a buscar algo— ¿no tienes algo para limpiarte?.

— ¡je! ¿eso buscabas?, dentro del botiquín médico hay papel higiénico.

— Aquí está, a ver, déjame limpiarte... ya está.

— Gracias, me...

Mi canción favorita "the Hills" de the weekend, comenzó a sonar, reaccioné al recordar que era mi tono del celular...

— ¿¡Número desconocido!?, ¿otra vez?.

— ¡Contesta Andrea!. Puede ser alguien que te está buscando en la casa.

— Vale, lo pondré en alta voz — ¿¡Hola!?.

Soy Yudith, andan preguntando por ti, aquí en la casa, están como locos, si deseas puedo salvarte el pellejo o puedo hundirte.

— Vale, ¿qué tienes en mente?.

— Mmm, ¡te encantará!.

— ¿Por qué se escuchó tan sarcástico?.

El plan es este...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro