Haruka..., Haru... Me ha traído a ver a mis padres...

Pero sólo veo flores marchitas y piedras..., piedras con nombres grabados en ellas.

"Señor y Señora Tachibana" se lee en una.

Y sé que ahí están mis padres..., están ahí sus cuerpos, porque seguramente ellos están en otra parte.

Me quedo inmóvil. No digo nada. Mi cuerpo no logra reaccionar.

No puedo decir que no siento nada, porque lo hago..., siento que el mundo cae..., y que yo también debería estar con ellos.

Haru está a mi lado, tiene la cabeza baja.

Caigo de rodillas y comienzo a sollozar.

—¿Por qué? —susurro. Y las lágrimas se desbordan por mis mejillas.

El mundo cae, cae lento y doloroso sobre mí. Haruka me abraza por detrás como si tratara de ayudarme a cargar al mundo. Besa mi cuello y luego me susurra un "Todo estará bien ". Y le creo, creo que todo estará bien, que él hará que todo esté bien. Y me enojo porque dependo demasiado de él. Pero por ahora es lo único que puedo hacer..., depender.