R I N

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Rin ha venido a nuestro hogar. Haru no está y no sé qué quiera de mí, ya que no lo conozco bien.

—¿No me invitas a pasar? —dice en tono desafiante, y me siento pequeño. Pequeño, aunque sea más alto y fuerte que él.

   Sonríe amistosamente pero así me da más miedo. Siento que sus dientes en cualquier momento me pueden morder y lastimar, aunque suene infantil.

   No quiero estar más herido de lo que ya estoy.

—No está Haru —repito.

—Yo quiero hablar contigo.

Lo miro.

—Pero no es...

Me toma de la playera y tira de ella, para luego lanzarme al suelo. Y me arrepiento de llevar bermuda.

Veo que las palmas de mis manos han recibido parte del impacto y están negras, aunque no es raro. Pero sangran... Y la sangre es roja, por lo que dicen los libros. Me siento y miro mis rodillas que están igual que las palmas de mis manos. Y noto que arden, y que también una lágrima se desborda de mis orbes.

—¡Dios! Makoto no llores —dice Rin mientras se para frente a mí. Y lo miro con terror.

¿No se suponía que éramos amigos?

Pone su pie en mi pecho y me empuja.

Tiemblo. Y ruego porque aparezca Haru pero no lo hace.

Acerca su rostro al mío y ríe.

—Ya vi porqué —murmura y no le entiendo.

—¿Humm...?

—Makoto, Makoto —murmura—. ¿Quieres que te recomiende algo?

No respondo.

—Recuerda más —dice—. O deja a Haru —sonríe—. Has la segunda sino te las verás conmigo.

—Tú no eres nadie para decirme qué hacer, así que ve y piérdete —le digo sin pensar y luego bajo la cabeza. Ése no soy yo, son mis deseos.

Él ríe para luego quitar su pie.

—Has lo que quieras —murmura mientras pasa a mi lado—. Pero todo acto tiene sus consecuencias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro