Episodio 6

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Hace solo minutos el soviético había despertado de una buena siesta gracias a la medicación. Comió un poco, pues el haber dormido por unas cuantas horas le provocó hambre, era una buena señal de que la medicación estaba haciendo lo que correspondía. Rusia nuevamente no estaba en casa, después de todo el menor disfrutaba de estar en compañía de sus amigos por lo que la casa se sentía vacía la mayor parte del tiempo, sin querer estar más tiempo en una casa vacía, decidió salir a dar un paseo. No tenía ninguna expectativa para este paseo, solo tomar un poco de aire y despejar un poco sus pensamientos, pero lo que se encontraría en pleno parque arruinaría por completo su tranquilidad.

Se asustó por un segundo cuando vio a alguien medio arrastrándose en el suelo con dificultad, iba a acercarse a ayudar de inmediato, pero dudó por un segundo al reconocer la máscara que traía puesta, era el sujeto que había visto junto al Imperio en la reunión con ONU. Negó rápidamente con la cabeza, no podía dejarlo en el suelo ¿y si estaba teniendo un ataque? ¿o algún problema médico? Tal vez debía llamar a OMS, o mejor al Imperio. Sus ojos se encontraron por unos segundos y sus dudas desaparecieron, se acercó al chico que perdía la conciencia frente a sus ojos rápidamente.

URSS: ¡Hey! ¡Mantente despierto! -dijo sin saber que hacer exactamente, dando vuelta al chico para que quedara boca arriba-. Maldición ¿Dónde mierda está el Imperio cuando se le necesita? -murmuró con molestia, acercando su rostro al otro-. Al menos su respiración es tranquila Lo siento muchacho, tendré que buscar tu teléfono para llamar al idiota del Imperio. -dijo con un poco de molestia-.

Llevó su mano hacía el bolso junto al menor, buscó con su mano hasta que su vista se dirigió a la libreta de dibujo abierta sobre el pasto. Solo era un dibujo del lago que tenían enfrente, pero algo en esos trazos le resultaba familiar, no sabía que era y su cabeza estaba trabajando a mil por hora para recordarlo. Hasta qué

URSS: Hey, mañana tengo que volver a mi nación por más que no quiera entonces, ¿Por qué no me das ese cuadro? Ya qué no sé cuándo podré volver a verte

ThirdReich: hasta que muestras tus verdaderas intenciones comunista -dijo aún con las mejillas ruborizadas, le extendió el cuadro sin mirarle-. Puedes tenerlo si tanto lo quieres

URSS: -un brillo de felicidad apareció en sus ojos mientras recibía el cuadro-. Jaja, lo cuidaré gracias -sonrió contento-.

Su mano comenzó a temblar hasta que sintió la fría estructura del celular, cierto, no debía distraerse ahora, tenía a una persona enferma justo delante suyo. Sacudió la cabeza y tomó el celular, se detuvo nuevamente cuando escuchó la respiración un poco errática del menor.

URSS: Maldición, no estoy en mis mejores facultades mentales ahora mismo. -murmuró para sí mismo-. ¿Cuál es la manía del Imperio de hacerte usar una máscara tan sofocante? -llevó la mano hacia la máscara del menor para quitársela-.

¿?: ¡Mamá! -se escuchó de repente-.

El soviético nuevamente fue detenido en medio de sus acciones, todo en ese corto periodo de tiempo simplemente no salía como quería, parecía que algo siempre interfería sea el mismo o alguien más ¿era su imaginación? Probablemente. Giró su cabeza para ver de quien se trataba, encontrándose con el menor de los japoneses con alguien que le seguía detrás, mismo quien se acercó a ellos rápidamente con una expresión preocupada en su rostro tirándose de rodillas junto a quien estaba inconsciente. Urss alejó sus manos de inmediato del chico dejando el celular donde estaba de paso, sentía que se estaba comportando como un idiota al no saber que hacer.

URSS: ¿Mamá? -repitió confundido mirando al menor frente a el-.

Japón: Ah señor Urss, no se burle de mí en estos momentos. -dijo moviendo sus manos de un lado a otro sin saber que hacer-.

¿?: Mantente calmado Japón, primero deberías llevar a tu madre a casa y revisar que esté bien.

URSS: ¿Rusia? -volteó a verlo-. No había notado que eras tú -dijo un poco sorprendido, pues normalmente estas cosas no le pasaban-.

Rusia: Hey viejo, ¿cómo es que sales de paseo y te encuentras con problemas tan rápido? -preguntó divertido mientras se agachaba junto a la persona inconsciente-. Vamos, te ayudaremos a llevarlo a casa.

Japón: Temo que padre vaya a molestarse si se entera que mamá salió y se durmió en medio de la nada. -dijo con nerviosismo-.

URSS: ¿Está dormido? -pregunto un poco más aliviado-.

Japón: Es por que su medicación es fuerte. -dijo apenado-.

Rusia: Ugh, bueno tu papá es mucho más estricto y aterrador así que es comprensible -ambos pensaron que hacer hasta que voltearon al mismo tiempo a mirar al soviético-.

URSS: -con un poco de nerviosismo por la atenta mirada de los dos preguntó-. ¿Qué? ¿Qué tengo?

Rusia: ¿Por qué no llevamos a la mamá de Japón a nuestra casa hasta que despierte? -preguntó sonriendo-.

URSS: ¿Qué? Estás loco, Imperio nos va a matar si se entera. -dijo para nada de acuerdo con la idea-.

Japón: Por favor señor, solo hasta que mamá despierte. -se inclinó en suplica como solían hacer en sus tierras-. ¡El efecto no dura mucho, por lo que no lo molestaremos por mucho tiempo!

URSS: Ugh, aunque digas eso el Imperio -se encontró con los ojos brillosos de japón por lo que soltó un suspiro-. Más vale que no me meta en problemas por esto -murmuró-. Está bien, проклинать -(maldición) refunfuño-.

Japón: ¡Gracias! ¡No olvidaré este favor! -se inclinó unas cuantas veces más-.

Rusia: Ya detente Japón. Llevemos a tu madre que se está poniendo frio. ¿Deberíamos quitarle la máscara? -preguntó con duda-.

Japón: ¡Oh no! -dijo un poco nervioso-. Padre se enfadará aún más si se entera que se quitó la máscara y mamá estará incomodo. -sonrió con nerviosismo mismo que el soviético notó-.

URSS: Es probable que tenga un problema con su rostro como el Imperio -pensó mientras tomaba con cuidado al chico en sus brazos y se levantaba-.

El soviético se sorprendió un poco por lo ligero que era el chico, sin embargo, su cuerpo parecía como el de un soldado por lo poco que alcanzaba a sentir al sostenerle, se ruborizó levemente ante la idea de estar analizando el cuerpo de un extraño y que sobre todo era pareja del Imperio. Japón guardó las cosas en el bolso que Reich había llevado para luego seguir a ambos rusos hasta su hogar, aún con clara preocupación y nerviosismo.

El soviético llevó en silencio al chico en sus brazos hasta la habitación de invitados de su hogar, le recostó con cuidado y luego observó como Japón se sentaba junto a él mirándole dormir. Salió de la habitación camino a la suya propia y se recostó por unos minutos, le dejaría el cuidado de los invitados a Rusia ya que él era cercano a Japón, se sentía extrañamente cansado, tal vez por el medicamento o su propio cerebro sobrecargado por sus propios pensamientos, cualquiera de las dos podía ser.

Rusia por su lado fue a revisar como estaban los invitados, había ido a la cocina a preparar un poco de té por lo frio que se había puesto, tocó la puerta antes de ingresar y se encontró con la preocupada mirada de Japón hacia quien le decía madre. Se acercó a él llamando su atención y le ofreció una taza de té.

Japón: Gracias Rusia. -sonrió mientras recibía la taza de té-.

Rusia: No es nada. -bebió un poco de su propia taza antes de romper el silencio-. ¿Siempre pasa esto? Ya sabes con tu madre -dijo un tanto nervioso de no incomodar al japones-.

Japón: No bueno solo sé que sus medicinas son un poco fuertes y que usualmente se queda en casa por los efectos secundarios tal vez se molestó con padre. No lo sé -dijo con cansancio-.

Rusia: No tienes que explicarme todo si es complicado, no quiero ser un entrometido. -sonrió levemente tomando otro sorbo de su té-.

Japón: Es mejor la situación de mamá es complicada Solo puedo decir que él depende de padre y de mí para cuidarla. -sonrió tomando la mano del chico recostado en la cama-.

Rusia: Es bueno ver que eres cercano con tu madrastra. -dijo divertido queriendo molestarlo-.

Japón: Ajajaja -rio un poco avergonzado-. Supongo que sí aunque a veces siento que no lo merezco o que estoy haciendo algo terriblemente mal. -admitió-.

Rusia: -le miró confundido antes de preguntar-. ¿A qué te refier--? -se vio interrumpido cuando ambos notaron a Reich moverse-.

Japón: ¡Madre! -dejó la taza en sus manos sobre la mesita de noche y volvió a tomar la mano de su madre-.

Rusia: Parece que está despertando, te daré privacidad para que no se sientan incómodos. -dijo mientras se dirigía a la puerta-.

Japón: Gracias, Rusia. -le sonrió mientras le veía salir de la habitación-.

Una vez estuvieron solos, el menor observó como Reich se movía de vez en cuando con inquietud, como si tuviera una pesadilla o malestar. Sujetó su mano con suavidad, pero firme, en un intentó de calmar lo que sea por lo que estuviera pasando aquel que consideraba su madre, después de todo, habían convivido por años desde que era un adolescente, aunque suponía que también se debía a la influencia y cambios que generaba en su padre.

Reich se removía con inquietud, en su mente imágenes borrosas que desconocía pasaban por su cabeza, imágenes caóticas, tristes, rotas pero sobre todo aparecía la silueta de alguien, alguien a quien por más que lo intentara no podía ver su rostro, ni siquiera podía acercársele en ese mundo creado por su conciencia.

Sin siquiera esperárselo abrió los ojos en un entorno desconocido, aturdido, y con el sueño extraño que acababa de tener desapareciendo rápidamente de sus recuerdos, sintió como le sujetaban la mano y la conocida incomodidad de la máscara que llevaba puesta.

Japón: ¡Mamá! -dijo con alivio de verlo despierto-.

Reich: Ugh -soltó un pequeño quejido por el fuerte dolor de cabeza que ahora tenía-. Japón hijo

Japón: Madre olvidaste los efectos secundarios de tus medicamentos, sabes que son medicinas fuertes. -le regaño con suavidad-.

Reich: Es verdad -rió levemente-. ¿Dónde estamos? -preguntó girando su cabeza para mirarle-.

Japón: Estamos en casa de mi amigo Rusia y su padre. Te trajimos cuando te encontramos dormido en el parque.

Reich: ¡¿Qué?! -dijo exaltado-. Tenemos que irnos antes que tú padre se entere -se sentó con un poco de dificultad por el dolor de cabeza que estaba teniendo-.

Japón: Descansa un poco más, mamá. Es obvio que no te sientes bien -dijo con preocupación, después de todo, conocía los efectos secundarios de los medicamentos que tomaba-.

Reich: No tú padre va a molestarse mucho con nosotros, vivimos cerca, por lo que descansaré en casa

Japón: -suspiro resignado-. Está bien, volvamos a casa madre. -sonrió tomando el bolso que antes llevaba Reich-.

Reich: Si. -dijo con voz alegre mientras se levantaba de la cama tambaleándose un poco a lo que Japón le sujeto rápidamente-.

Japón: ¿Estás bien? ¿Tú cabeza duele mucho? -preguntó preocupado-.

Reich: Me sentiré mejor cuando estemos en casa, vamos. -se recompuso y caminó hacia la puerta, encontrándose de frente con Rusia cosa que le hizo asustarse un poco-.

Rusia: Oh, lo siento, no era mi intención sorprenderlo, ¿ya se van a casa? -dijo moviéndose a un lado para dejarles pasar-.

Japón: Si, madre quiere descansar en casa. -sonrió-. Muchas gracias por habernos ayudado Rusia.

Rusia: Ah, no es nada, me alegra haber sido de ayuda. Espero tengan una buena noche. -dijo guiándolos a la planta baja-. ¡Oye viejo! ¡Sal a despedirte, ten algo de modales! Demonios.

Japón: No creo que sea necesario, ya molestamos mucho a tu padre -rió un poco divertido por la situación-.

Rusia: No, si continua así ni siquiera podrá mejorar su relación con los demás, así que estoy tratando de enseñarle. -dijo mientras escuchaba pasos desde las escaleras-.

URSS: ¿Quién enseña a quien aquí? Mocoso. -refunfuño encontrándose con ambos invitados-. ¿Ya se está sintiendo mejor? -preguntó al enmascarado-.

Reich: Me siento mucho mejor, muchas gracias por haberme ayudado y lo siento mucho por las molestias. -dijo inclinándose un poco como lo hacían en la cultura japonesa-.

URSS: Ah, no es necesario disculparse, estoy aliviado de se sienta mejor. -dijo un poco nervioso por la formalidad del menor-.

Reich: Me aseguraré de agradecérselo apropiadamente estos días. -se enderezó y caminó hacia la puerta donde Rusia ya se había adelantado a abrirles-.

Rusia: Nos vemos Japón, recuerda nuestra próxima junta en casa de Ale.

Japón: Claro, ahí estaré, nos vemos~ -se despidió con la mano mientras salían-.

URSS: Спокойной ночи –(Buenas noches) se despidió en su idioma natal sin pensarlo-.

Reich: Спокойной ночи -respondió por inercia, sorprendiéndose él mismo por conocer el idioma natal del soviético cuando nunca antes lo había aprendido-.

El soviético también pareció sorprenderse, no pensó que fueran a entenderle y muchos menos responderle en su lengua natal. Japón miró un poco asombrado a su madre, pero no pensó en nada más, después de todo Reich había ganado como nueva afición el leer libros de vez en cuando, solo asumió que tal vez lo había aprendido en uno de ellos. Reich se llevó un mano cerca de su boca por sobre la máscara, confundido por como el idioma simplemente salió de su boca de manera tan natural y fluida, como lo supiera desde hace años.

Rusia: Eso fue inesperado, no pensé que la madre de Japón supiera nuestro idioma. -dijo mientras cerraba la puerta-.

URSS: Eso es verdad -respondió igual de sorprendido mientras se sentaba en el sofá-. Maldición -murmuró-.

Rusia: ¿Qué tienes ahora? -preguntó mirando a su padre-.

URSS: Olvidé preguntar su nombre -dijo con pequeña molestia y sin pensarlo-.

La sala de estar se volvió extrañamente silenciosa por el comentario del mayor de los rusos, el menor de ambos se quedó observando a su padre con un poco de sorpresa, ¿desde cuando él se interesaba en alguien? No sabía si era algo para celebrar o lamentar, puesto que de quién parecía interesado no era nadie más que la pareja del Imperio Japones.

Rusia: ¿Estás interesado en la pareja del Imperio? -preguntó finalmente después de esos minutos de silencio-.

URSS: -se sorprendió por la repentina pregunta dejándolo mudo por un momento-. ¡Claro que no!

Rusia: ¿Entonces?

URSS: ¿No es de sentido común saber el nombre de alguien? -dijo completamente serio de sus palabras-.

Rusia: Huh claaaro -le miró con sospecha-. Será mejor que vaya a preparar la cena, te avisaré cuando esté lista. -dijo mientras se dirigía al lugar dicho-.

El soviético no sabía porque su hijo reaccionaba de esa manera, ¿era extraño sentir interés o el mínimo de curiosidad por una persona que jamás había visto?... Supuso que sí, ya que nunca fue una persona demasiado curiosa desde que sus días como nación terminaron y era aún más extraño sentir curiosidad por la pareja del Imperio, con quien siempre le pasaban cosas extrañas, como las constantes interrupciones del mundo cuando intentaba averiguar algo más de él. Mucho misterio le rodeaba y pensó que eso era lo que llamaba su atención.

Con demasiadas cosas en la mente se le pasó el tiempo volando hasta que la cena estuvo lista y servida para comer. Ambos padre e hijo se sentaron para disfrutar de la cena hecha por el menor de ambos mientras conversaban de cosas triviales o lo que hicieron durante el día.

URSS: ¿Cómo están los chicos? Y sabes

Rusia: están bien, Alemania no puede evitar trabajar como un loco, al menos Ali le ayuda o le detiene la mayor parte del tiempo.

URSS: Es bueno saber que ambos están bien fuera de todo el trabajo.

Rusia: ¿Por qué no te armas de valor y vas conmigo a visitarlos mañana? Puede que resulte bien.

URSS: O puede que resulte horriblemente mal, así que es mejor que no lo haga -dijo tomando un poco de jugo-.

Rusia: De esta manera tu relación con Ali jamás va a mejorar, padre. -dijo con el ceño fruncido-. Es tu hijo y mi hermano, quiero que estén en buenos términos.

URSS: ¿desde cuando te preocupas por esas cosas?

Rusia: ¿Será desde que terminamos viviendo en una maldita isla en la que todos tienen problemas mentales?

URSS: Hey, eso sonó ofensivo. -frunció el ceño-.

Rusia: Lamentable mañana irás conmigo a tratar de hacer las paces. -dictamino mientras se levantaba de su lugar tomando su plato vacío y vaso para llevarlos a lavar-.

URSS: Todos tienen un carácter me pregunto de quien lo heredaron -murmuró-.

Y así transcurrieron más días extraños.

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¿Cómo estan tod@s? No público desde el año pasado jajajaja (chiste viejo) espero que les guste este nuevo capítulo que llegó súper tarde pero llegó que es lo importante xD

-El dibujo me pertenece, créditos a mi (ʘᴗʘ✿)

Espero que el próximo no tarde tanto, he estado con tantas cosas últimamente que no tengo tiempo de nada D:
Muchos saludos a todos, se les quiere un montón!!

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