Se repite
Angelic
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Las palabras que me había dicho Lara rondaban en mi cabeza ni siquiera sé porque ella fue a decirme aquella información. Se supone que Lara es la sobrina de Leo Haider ella debería proteger a su tío y no exponerlo de igual forma estoy agradecida por lo que me dijo anoche. Miro el reloj en mi celular viendo que son las seis de la mañana todavía nadie está despierto, saliendo de mi cama camino en silencio hacia el baño. El único sonido que se escucha en el pasillo es el de mis pies caminando de puntitas, hasta que detrás de mí la puerta de mi habitación de abre. Las uñas de Duque rasgaban el suelo hasta que llego a mi moviendo su cola y soltó un ladrido.

– Shhh Duque vas a despertar a los demás – susurre para el canino que me observaba sentado en el suelo. Gire volviendo a caminar al baño, pero Duque comenzó a gruñir, se puso delante de mi gruñendo a la puerta del baño. Maldigo internamente al no tener mis dagas conmigo siempre las llevo, pero no duermo con ellas no soy tan paranoica. – Guarda silencio Duque – susurre a mi perro para que se alejara de la puerta. Antes de que pudiera dar un paso hacia atrás la puerta del baño se abrió y un hombre se tiro encima de mí. Utilizando mi fuerza interna empuje al tipo hacia un costado montándome a horcajadas encima suyo. Lo golpeo en la cara con mis puños utilizando toda mi fuerza de cazadora, el hombre mantiene su cara cubierta, pero logro ver que su ojo izquierdo es blanco y dos feas cicatrices cursaban su ojo.

En mi distracción mi atacante logra sacarme de encima suyo y Duque se lanza en mi defensa mordiendo su brazo. Poniéndome en pie de nuevo me tire encima de su espalda cubriendo sus ojos para luego golpear su cuello y nuca intentando inmovilizarlo. Mi agresor camina hacia atrás golpeando mi cuerpo contra la puerta del baño y logra sacarme de su espalda.

El hombre me toma del cuello jalándome hacia arriba mientras Duque le muerde la pierna, pero aun así no me suelta. No entiendo como todo este alboroto no logro despertar a mis padres, cuando mis pies no tocaron el suelo entendí que debía hacer algo o moriría en pijama. Recuerdo mis entrenamientos hasta que me concentro en golpear a al hombre utilizando todas mis fuerzas, en un movimiento rápido golpeo con mi pierna su pecho logrando que me suelte. Y como si una burbuja se rompiera mis padres aparecen al igual que mi hermano y su noviecita. Tosiendo en el suelo logro ver como el hombre escapa por la ventana del baño Duque intenta perseguirlo, pero como puedo corro a detenerlo y no se caiga.

– Estamos bien – abrazo al canino que deja de ladrar para lamer mi cara, aun intentando recuperar mi respiración normal veo a mi familia entrar al baño. – ¿Por qué diantres tardaron tanto? – pregunte cayendo al suelo del baño agotada, cada parte de mi cuerpo dolía y sentía como mi garganta dolía con cada palabra.

– Vinimos en cuanto escuchamos un fuerte golpe Angelic – comento mamá acercándose a mí, Demian me observaba sin mediar palabras.

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Les conté con lujo de detalles a mi familia todo lo que recordaba de ese extraño hombre, todos me escucharon atentamente pero no me pudieron decir quién era. Cuando todos se fueron y me quede sola en la casa con Demian el me confeso que conocía a alguien con esas características y que esta noche podía llevarme donde sabía que él estaría seguro. Solo tenía que esperar a que cayera la noche para ir juntos a ese lugar que me dijo que yo ya debía de conocer. Y valla que tenía razón.

Una cerveza paso volando frente a mis ojos y termino impactando contra la pared del establecimiento que parecía no haber recibido mantenimiento en años. Este lugar al que Demian me trajo es el bar de mala muerte donde años atrás casi muero carbonizada. Al parecer lo abrieron un año después del incidente del fuego y continúo siendo el bar de mala muerte de siempre.

– Puedes decirme ¿porque estamos aquí? – mire a mi hermano que respiraba el aroma del lugar del cual debo decir que huele horrendo. Es una mezcla de sudor, con alcohol y otros fluidos que no quiero ni imaginarme de dónde provienen.

– Esta noche es especial Angelic es noche de peleas – señalo a un circulo donde estaban reunidos un grupo de hombres. – Solo mantente a mi lado y nada te pasara – me guiño el ojo caminando hacia el circulo, déjame decirte querido hermano que esta mañana casi me asesinan y tu estabas durmiendo muy plácidamente en tu cama.

Una vez nos ubicamos en el círculo los hombres comenzaron a gritar cuando nombraron a un tal "Lobo imparable" en el círculo apareció alguien que gritaba y hacía gestos ridículos. Quise decirle a Demian que esto era una pérdida de tiempo cuando el hombre se giró, su ojo izquierdo era blanco y tenía dos feas cicatrices. De inmediato cubrí mi rostro con la capucha de mi sudadera para que el tipo no me viera la cara. Otra vez gritaron, pero esta vez nombraron a "El fantasma" en el círculo apareció otro hombre, pero un poco menos musculoso que el primero tenía una pinta de no matar ni a una mosca.

Los gritos aumentaron cuando una campana sonó indicando que la pelea comenzó, estaba mirando atentamente hasta que un brazo paso por encima de mis hombros atrayéndome a un cuerpo. Iba a golpear a esa persona hasta que me percate de quien me mantenía cerca suyo era Demian y deje de luchar para continuar viendo la pelea como si nada extraño estuviera pasando. Pensé que esta pelea sería algo aburrida ya que juzgue mal a el fantasma este término siendo el que le dio una paliza al que hoy intento asesinarme. Grite cuando lobo imparable cayó al suelo y su contrincante elevo los puños en señal de victoria.

Demian
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Agarre por el cuello al hombre que esta misma mañana golpeo a Angelic el lobo no entendía nada hasta que vio a mi acompañante cuando se quitó la capucha. Los ojos de mi pequeña se veían inexpresivos al igual que su rostro, la mirada que ella tenía era como ver el fondo de un lago congelado solo podías ver oscuridad y un miedo te generaba en lo más profundo. En menos de un segundo Angelic saco una daga de entre sus ropas y en un rápido movimiento tenia al tipo inmovilizado en el suelo con la daga presionando su cuello.

– Hello lobo imparable ¿te acuerdas de mí? – las venas de la mano de Angelic comenzaron a notarse más, la tenue luz que alumbraba el callejón no me permitían ver bien las manos de la castaña.

– Suéltame loca yo solo seguía ordenes – vocifero el lobo que parecía que en cualquier momento se trasformaría. Angelic golpeo el rostro del hombro con sus puños y note como en sus manos las venas se notaban de un color azul algo verde. Creo que es por su herencia de cazadora jamás le había prestado atención cuando ella peleaba.

– Dime quien te envió y puede que perdone tu vida – mire a Angelic sin poder creer en las palabras que ella había utilizado, pero no parecía ser ella es como si se dejara dominar por su instinto y quedara completamente ciega por este.

– Haider, Leo Haider él me envió por ti, pero me dijo que eras una humana jamás me dijo que fueras una Red Hood – en ese momento Angelic libero al hombre que salió corriendo y ella elevo su mirada al cielo cerrando sus ojos. Toque su hombro, pero enseguida su cuerpo comenzó a tensarse ella se apartó de mi sin mirarme.

– Debemos volver a la casa no querrás que tu novia se despierte y no te vea durmiendo a su lado – comenzó a caminar con las manos en sus bolsillos y sin siquiera esperarme salió del callejón. Moví mi cabeza sacándome de la bruma en la que se encontraba y fui detrás de Angelic.

– ¿Qué te pasa? – la frene tomándola del hombro y girándola para ponerla frente a mí. Su rostro no reflejaba ninguna expresión al mirarme no podía ver nada en sus ojos fue como si ella se hubiera apagado por completo.

– La historia se repite de nuevo Leo no se cansará hasta ver mi cuerpo bajo tierra y ahora no estoy sola Demian –. Su voz se fue quebrando a medida que las palabras salían, dejé de tomarla por sus hombros y continué escuchando lo que tenía para decir – Carter será el blanco de Leo Haider si no logra atraparme y él no se merece eso – por sus mejillas comenzaron a rodar lágrimas que me dolieron hasta el alma. Angelic estaba llorando por otro hombre que no soy yo, un hombre con el que ella se casara y al cual ella ama.

La abrace intentando de algún modo protegerla de todos estos sentimientos que comenzaban a abrumarla. Poco tiempo basto para que ella me abrazara dejando de llorar, apoyo su cabeza en mi pecho y luego comenzó a subir sus manos por mi espalda. Sus caricias despertaron cosas dentro de mí que no quería sinceramente solo quiero que mi pequeña sea feliz y sé que a mi lado tal vez no lo sea. Con sus manos capturo mi rostro para que la mirara y sin pensarlo dos veces la bese con desesperación porque la necesito tanto como ella me necesita a mí. Nuestro beso sabia salado por las lágrimas que ella había derramado pero sus caricias le daban un gusto dulce.

– Regresa conmigo Angelic – pregunte mientras regulaba mi respiración. Manteniendo mi frente unida a la suya sin abrir mis ojos no quería ver sus lindos ojos y ver que en ellos estaba la negativa.

– Ojalá fuera tan fácil Demian, pero no puedo si me hubieras buscado antes o yo regresado todo sería diferente – contesto acariciando mi mejilla siempre manteniendo nuestras frentes unidas como si de este modo demostrara que jamás quería separarse de mí.

Pero el frío nos hizo separarnos para volver rápido a la casa, convirtiéndome en lobo tome un atajo con Angelic montada en mi espalda. Entramos por la cocina intentando no hacer ruido para despertar a nadie y me despedí de ella con un casto beso antes de verla entrar en su habitación. Verla entrar en su habitación sola me tentó a los viejos tiempos en donde éramos pareja y cuando no podía dormir iba a su habitación a acostarme con ella durmiendo abrazados. Moví mi cabeza sacándome esos pensamientos para entrar en mi habitación donde gracias a la luna Liz continuaba durmiendo como si yo no faltara. Quitándome todo rápido me metí en la cama dándole la espalda a la pelirroja viendo en la repisa el único marco de foto que tenia de pareja con Angelic el sobrevivió durante todos estos años. Ambos estábamos besándonos en la feria donde le pedí que fuera mi novia esa foto la había tomado uno de sus amigos y a mi pequeña le gusto tanto que la mando a revelar para luego regalármela en nuestro primer mes de novios. Sonrió por el recuerdo es tan doloroso pensar que nuestro amor es un recuerdo del ayer y que hoy no podemos estar juntos si aún sentimos cosas.

Ya es tarde para arrepentirme de nada la luna roja se acerca y esta revelara que lo más probable es que Liz sea mi mate. Si tengo una fuerte conexión con ella no es de ahora sino desde siempre, pero nunca se había dado por la obsesión que me tenía Liz lo cual la hacía parecer una loca por completo. Me pongo boca arriba mirando el techo pensando en los últimos festivales de la luna roja, recordando a todas las parejas que se formaron y que hasta el día de hoy siguen tan enamorados y juntos como el primer día. ¿Acaso me pasara eso con Liz? ¿es esto lo que quiero para el resto de mi vida?