En mi vida pasada, había sido un profesional que trabajaba. Mis objetivos y compensaciones fueron decididos por aquellos que estaban por encima de mí, y de mí dependía lograr lo primero si deseaba disfrutar de lo segundo. Incluso durante mi tiempo en el ejército, a pesar del peligro, la fórmula básica no había cambiado: cumple tus objetivos, obtén tu recompensa. Había sido una rata corriendo un laberinto diseñado por mis mejores jugadores, buscando mi pedazo de queso. Ahora era una rata salvaje, un empresario que operaba mi propio negocio.

Fue incomodo. Para extender la metáfora, al menos la rata en el laberinto sabía que habría queso al final si sobrevivía lo suficiente. Pero como propietario de un negocio, podía hacer todo bien y aún así fracasar, incluso dejando de lado mi condición de fugitivo. Y no olvidemos ser X. Había estado bien en mi carrera militar, sin embargo, había encontrado una manera de arruinarlo. ¿Cuánto más frágil es una empresa incipiente?

Solo tenía una ventaja: Velvet Iron Protection era mía. Si bien Lena podría ser oficialmente CEO, eso se tradujo en ocuparse de la toma de decisiones del día a día. Yo fui quien tuvo la última palabra sobre nuestra estrategia. Antes, Being X había aprovechado despiadadamente mi posición subordinada en la estructura de poder de los militares para maniobrar constantemente en posiciones peligrosas. Ahora ya no podía usar mi entorno laboral en mi contra. Cualquier intento de interferir tendría que venir de fuera de mi esfera de influencia. Por lo tanto, la mejor manera de protegerme era desarrollar constantemente mi empresa en un proveedor de servicios de primer nivel con una base sólida. Y eventualmente, me daría cuenta del sueño de cada nueva empresa de vender a un conglomerado más grande por una elegante suma de dinero y retirarme a una playa soleada. Estaba pensando en Brasilia.

Aún así, todo eso estaba lejos en el futuro. En este momento, tenía que concentrarme en convertir Velvet Iron Protection en algo que pudiera sobrevivir a las vicisitudes del mercado. En particular, me preocupaba la Gran Depresión. Si bien no recordaba exactamente qué había causado el colapso masivo del mercado de valores que había desencadenado todo el desastre, recordé que parte de la razón por la que la Depresión había golpeado tanto fue porque el auge anterior había causado que la economía estadounidense se expandiera a un nivel insostenible niveles. Bueno, la economía de Estados Unidos definitivamente estaba en auge ahora, pero no estaba familiarizado con el país para saber si habían pasado el punto de no retorno o no. Sin embargo, aunque no me llamaría un experto en negocios, había tenido suficiente exposición para comprender la mejor manera de proteger a una empresa de las conmociones externas: expansión y diversificación. Ninguna de estas cosas fue fácil, pero tenían la clave del éxito y la seguridad. Me puse a trabajar con un testamento.

Mi primer paso para la expansión fue expandir mis operaciones a Qintown. Con la reciente humillación de On Leong, pensé que había construido una reputación suficiente para hacer algunos avances. Al principio las cosas fueron sorprendentemente suaves. En Leong, los propios afiliados nos contactarían con recomendaciones u ofertas de empleo. Por supuesto, había una trampa, una que no tardó en mostrarse. El On Leong era una organización formada principalmente por dueños de negocios. Sus mayores rivales, los Hip Sing, tenían sus raíces en los sindicatos. ¿Todos esos jugosos contratos de Qintown vienen en mi camino? La mayoría de ellos eran afiliados de On Leong que estaban encontrando sus márgenes de ganancia amenazados por Hip Sing. Parecía que habían decidido que sería mucho mejor dejar que VIP sangrara en su nombre.

Los resultados no tardaron en mostrarse. Las escaramuzas repetidas y los viajes en automóvil se hicieron comunes, y cinco de mis hombres terminaron visitando el hospital en el primer mes. Sin embargo, dieron lo mejor que pudieron, y debería haber sido suficiente, pero había subestimado la tenacidad del Hip Sing. Más de veinte de ellos, armados con pistolas, cuchillos y escopetas, lograron atrapar a dos de mis hombres en un callejón. El tiroteo resultante mató a mis dos agentes, pero se llevaron a seis enemigos con ellos. Los periódicos lo llamaron 'La batalla de Qintown'.

¿Y cuál fue el resultado de estas peleas extremadamente públicas? Casi nada. Los policías vinieron y formularon preguntas y hurgaron durante los tres días. Luego empacaron y se fueron a casa. Incluso cuando mi propia gente logró identificar a algunos de los asaltantes sobrevivientes, ninguno de ellos fue arrestado. Como Lin me explicó, a la policía no le importó lo que sucedió en Qintown, y los residentes de Qintown no se preocuparon por ellos.

Ante tal situación, por primera vez, tomé la decisión consciente de cometer un delito sin ser forzado a ello. On Leong había sido lo suficientemente feliz como para señalar a varios miembros de alto rango de Hip Sing que eran al menos parcialmente responsables del ataque contra mis hombres. Me decidí por Shun Lee. El hombre era tan notorio que incluso la policía generalmente distante había hecho algún esfuerzo ocasional en su dirección. Lo mejor de todo es que actualmente estaba involucrado en una disputa multifacética con sus propios colegas por su influencia en el Hip Sing. Cuando murió ocho días después del ataque contra mis hombres, sus guardaespaldas jurarían que el asesino había usado la cara de un matón conocido al servicio de uno de los mayores rivales de Shun.

No tenía dudas de que la ley llamaría asesinato a lo que había hecho. Pero dada la situación, lo consideré nada más que una legítima defensa preventiva. Entre mi magia de ilusión y la apatía de la policía hacia todas las cosas de Qintown, me sentí mucho más seguro haciendo esto que cualquier cosa con la que me haya involucrado en el frente del Rin.

Efectivamente, los Hip Sing se vieron envueltos rápidamente en disputas internas, y aproveché la oportunidad para apuntalar mi presencia en Qintown. Si bien nunca admití nada, estaba claro que On Leong estaba agradecido por la reducción de la competencia, ya que casi parecían caer sobre sí mismos para darme todo lo que necesitaba. Bueno, ya que me habían usado, no tuve reparos en usarlos. Utilizando sus vínculos con la comunidad empresarial, obtuve un préstamo sin garantía grande a una tasa de interés muy razonable y una fecha de vencimiento de doce años. Uno no podría subestimar el valor de dicho préstamo, ya que me dio la profundidad financiera necesaria en caso de que la Gran Depresión explotara en el peor momento posible (que, conociendo el Ser X, lo haría). 

Frío como era de admitir, casi valió la pena perder las dos vidas. El Imperio ciertamente había sacrificado más vidas por menos ganancias durante la guerra. Ahora que mis finanzas estaban aseguradas, podía implementar varias cosas que había estado posponiendo.

Primero fue un centro de entrenamiento de combate urbano adecuado. Si bien es posible que no sepa mucho sobre los trucos de la lucha puerta a puerta, al menos podría dar a mis tropas algo de experiencia del terreno con maquetas de calles, almacenes, tiendas y apartamentos. Un gran almacén con paredes modulares diseñado para simular una variedad de entornos satisfizo esta necesidad.

Segundo, era una fuerza adecuada de respuesta rápida. Hasta ahora, mis agentes recorrieron la ciudad utilizando una combinación de camionetas y transporte público, pero la muerte de mis hombres había subrayado la necesidad de un refuerzo rápido con gran potencia de fuego. Con suerte, una docena de motocicletas Indian Scout para un transporte rápido y el doble de esa cantidad de metralletas Thompson aliviarían el problema.

Parte integrante de la fuerza de respuesta rápida, eran equipos médicos y legales de respuesta rápida. Si bien no podía permitirme administrar mi propio hospital, tener médicos capacitados para mantener con vida a las partes lesionadas hasta que pudieran llegar a un hospital adecuado era otra necesidad. Y aunque la policía podría ignorar a Qintown, ya estaba viendo preguntas difíciles sobre los hombres enmascarados fuertemente armados en las partes más blancas de la ciudad, por lo que tener un abogado interno de guardia era una opción superior para confiar en firmas de abogados. El abogado en cuestión era un joven abogado de defensa pública llamado John Riley, que tenía un historial decente, pero buscaba aumentar sus ingresos para mantener a su nueva esposa, y estaba feliz de pagar bien por alguien con un historial comprobado.

Tercero, instituía pruebas mágicas regulares de las partes ignoradas de la población. Cuando comencé a construir Velvet Iron, me enfoqué más en la experiencia y la disciplina que en el talento mágico. Había sido una suerte ciega lo que había llevado a los tres magos a mi empleo. Ahora que tenía un núcleo sólido de agentes disciplinados para capacitar a los recién llegados, podía concentrarme en este mercado sin explotar. Como era de esperar, el costo de las pruebas mágicas se hizo mucho más barato cuando se podía hacer a granel. Una enfermera capacitada, un par de trabajadores y un viejo sistema de pruebas era todo lo que necesitaba para comenzar el proceso en las escuelas secundarias locales. A pesar de que no tenía intención de contratar a nadie menor de 18 años, todavía era bueno elaborar una lista de posibles candidatos de vecindarios de bajos ingresos que de otra manera nunca podrían permitirse el lujo de un entrenamiento mágico.

Lo curioso es que ni siquiera quería magos por su potencial de combate. Una vez que las armas de fuego entran en juego, la diferencia entre un mago de rango C y un soldado entrenado no es tan grande. Lo que quería, no, para lo que los necesitaba eran comunicaciones. Nunca me di cuenta de esto durante la guerra ya que siempre tuve acceso a hechizos de comunicación, pero las llamadas radios portátiles de esta época eran una broma. Instrumentos del tamaño de una mochila masiva que requerían un soldado dedicado para llevar, y un segundo soldado para operar si quería hablar sobre la marcha. Los orbes civiles, por otro lado, podrían manejar comunicaciones de corto alcance muy bien si hubiera un orbe receptor sintonizado a la señal entrante. En retrospectiva, fue sorprendente que el Ejército Imperial no alistara magos de rango C en masa solo por esta ventaja táctica. Pero entonces, Incluso los magos más débiles eran demasiado raros para soportar todo un ejército. Incluso solo esperaba algunos para reducir los tiempos de reacción ante emergencias.

El último movimiento importante que hice fue una mayor expansión, esta vez, en el extranjero. La mejor manera de sobrevivir a la depresión sería salir de la zona cero. Me dieron una oportunidad de oro a este respecto con el último conjunto de telegramas de Londinium. Parecía que Barrow y su escuadrón habían hecho el trabajo de Yeoman apuntalando la posición de Murdoch. Murdoch estaba tan impresionado tanto por su habilidad como por el modelo de negocio de Velvet Iron que le había escrito a Lena proponiendo una asociación: proporcionaría la mano de obra, los fondos, las instalaciones y el conocimiento local, y Velvet Iron proporcionaría el cuadro central y la capacitación para un nuevo servicio de protección basado en Londinium.

Honestamente fue un trato bastante bueno. Uno de los mayores problemas con los que me encontraba constantemente era la falta de conocimiento local. Tener un experto como Murdoch a la cabeza era ideal. Y considerando un movimiento como este sacaría a un peligroso jefe de pandillas de las calles y entraría en una línea de trabajo legítima, era prácticamente mi deber cívico aceptar el trato. Por supuesto, no iba a ser estúpido al respecto. Solo para empezar, no podía dejar a Barrow a cargo. Mientras era un luchador feroz y disciplinado, cuando Barrow estaba fuera de servicio era lo que los estadounidenses llamaban un "toque suave". Dejarlo a cargo haría que Murdoch y su tripulación lo recorrieran en cuestión de días. En cambio, me volví a mi segundo al mando, Alfred Blake.

El ex sargento había demostrado ser un segundo al mando adecuado en estos meses. Si bien no estaba a la altura del estándar establecido por Weiss, seguía siendo impasible, confiable y eficiente. Le impresioné la importancia de su tarea: en ningún caso Velvet Iron comprometió sus estándares de entrenamiento e integridad. Sabía que Murdoch lo presionaría para que pusiera las botas en el suelo lo más rápido posible. Su trabajo consistía en asegurarse de que los agentes certificados por la nueva empresa cumplieran con los estándares que habíamos establecido en Nueva York. Una vez que fue informado adecuadamente sobre su papel, se fue a Nueva York junto con una docena de agentes a los que no les importaba mudarse a Londinium, así como a Lena.

Odiaba perder a Lena, y no la habría dejado ir si no hubiera pensado que era sincera cuando prometió volver. Después de todo, todavía había una orden de arresto para ella en Londinium. Para minimizar el riesgo, iba a hacer el viaje lo más corto posible. Entra, asegúrate de que Blake se instale y salir. Y tal vez ponerse al día con su novio (quien ella insistió que no era, pero ella solo se estaba engañando a sí misma). En total, solo se iría por tres semanas. Podría cubrirla por tanto tiempo.

Por supuesto, los meses previos al viaje de Lena (¿o debería llamarlo infiltración?) A Londinium no fueron todo trabajo. También me tomé un tiempo para divertirme un poco. Me di cuenta de que podría tener una racha sádica, considerando cuánta diversión encontré al poner a una chica de ciudad suave como Changying Lin a través de mi versión del campo de entrenamiento.

 Gracias a ella, a diferencia de esos idiotas cadetes en la Escuela de Oficiales, en realidad nunca tuve que meterle un arma en la cara. Unas pocas amenazas de muerte y simulacros extra duros fueron suficientes para convencerla de la virtud de nunca holgazanear o llegar tarde. Simplemente había algo satisfactorio en tomar arcilla blanda y convertirla en algo fuerte y útil, y si me agradaba más de lo que debería en los lindos sonidos de angustia que hizo en el camino, bueno, nunca negué tener problemas propios.

Ahora, no solo la usé como mi juguete personal para masticar. Cuando no la estaba entrenando, ella me estaba entrenando en el arte del Feng Shui. Utilizo la palabra 'arte' de manera aconsejable, ya que había poca lógica en el ejercicio. En primer lugar, a Lin nunca se le había enseñado ningún tipo de teoría de la magia. Sus esfuerzos fueron casi puramente de memoria, aprendidos de un viejo libro sobre el tema propiedad de su familia. Y cuando le pedí que repitiera sus esfuerzos, no pasó absolutamente nada las primeras veces. Después de algunas preguntas cercanas, y algunos experimentos usando mi propio poder mucho mayor, resultó que la razón por la que había visto un efecto notable fue porque Lin había estado haciendo exactamente el mismo ritual, en las mismas habitaciones, durante seis años. .

Bueno, no tuve seis años. Ahora que Lin tenía entrenamiento moderno de magos, podía aprovechar conscientemente su magia, pero incluso entonces apenas estábamos viendo ningún efecto. Incluso mi mayor poder estaba produciendo casi ningún resultado, y empujarlo solo causó daños a los objetos de enfoque. Después de jugar con él durante unas semanas, determiné que el problema radicaba en los rituales. Una gran cantidad de rituales en los libros que Lin desenterró fueron simplemente inútiles: se negaron a absorber cualquier poder. Los pocos rituales que en realidad parecían absorber poder lo hacían demasiado lento para mi gusto. Estaba claro que estos rituales eran terriblemente ineficientes y debían optimizarse.

Eso ... fue un problema. Toda mi experiencia en la creación de hechizos se basó en la teoría computacional del orbe. Incluso para mí hechizos sin piedad, estaba modificando mi conocimiento previo. E incluso aquí, mi especialidad radica en los diversos hechizos de combate y apoyo útiles para un mago aéreo. Pídeme que modifique un hechizo médico o metalúrgico y me perdería. El Feng Shui como sistema tenía estructuras de hechizos que apenas podía reconocer, y mucho menos modificar. También podría pedirle a un diseñador gráfico que escriba el sistema operativo para un mainframe de tubo de vacío. Odiaba admitirlo, pero para crear un sistema formalizado para lanzar hechizos usando Feng Shui, necesitaba a alguien del calibre de Schugel, e incluso para él sospechaba que sería un proyecto a largo plazo. Aún así, incluso si una teoría general del Feng Shui estuviera fuera de mi alcance, Lin y yo aún podríamos jugar con los pocos hechizos que sabíamos que funcionarían.

Pasó hasta después de la partida de Lena hacia Londinium antes de que finalmente tuviéramos un gran avance. Finalmente logramos movernos alrededor de los objetos correctos a los lugares correctos para ver una tasa de absorción de energía muy mejorada. También fue uno de los rituales más útiles: un ritual generalizado de salud y buena fortuna.

El nuevo y mejorado ritual me llevó dos horas de cuidadosa meditación para encender. Para Lin, habría tomado dos semanas, un par de horas cada día. Sin embargo, una vez que comenzó, bueno, sabía que estaba haciendo algo. Una mayor espera también mostró que, a diferencia de los hechizos a los que estaba acostumbrado, un ritual de Feng Shui podía continuar durante mucho tiempo sin recargar, y recargarlo solo requería un breve esfuerzo diario por parte de Lin. Ahora tenía que averiguar qué hacía realmente.

En el espíritu de la investigación científica, hice que mis agentes realizaran una serie de tareas repetitivas tanto dentro como fuera del área ritual. Teniendo en cuenta que se suponía que debía promover la buena fortuna, los juegos de azar como dados o cartas sorprendentemente no mostraron ningún efecto. ¿Quizás porque todos los jugadores estaban dentro del área del ritual? Sin embargo, cuando se trataba de cosas como el mantenimiento del equipo y el ejercicio físico, podía sentir el ritual agitándose. Los resultados, en comparación con el grupo control, fueron pequeños pero significativos. La reparación del equipo, en promedio, tomaría menos tiempo y daría mejores resultados. Las personas que hacían ejercicio debajo del campo fueron un poco más y sus cuerpos mostraron menos signos de estrés cuando terminaron.

En total, la mejora se redujo a apenas tres o cuatro puntos porcentuales. Pero como cualquier banquero (o jugador) en el mundo le dirá, cada porcentaje importa. Incluso si era el único ritual que podíamos trabajar de manera práctica, era un tiempo bien empleado. Lin y yo tomamos un fin de semana para redecorar y santificar la oficina principal y las instalaciones de capacitación primaria. Una vez que tuviera algunos magos más bajo mi empleo, lo extendería a las casas de seguridad más pequeñas, y tal vez también a las oficinas de Londinium. ¿Debo proporcionarlo como un extra opcional a mis clientes? Eso requeriría primero convencerlos de que funcionaba, lo que requeriría revelar a los magos en nuestras filas, y eso era algo en lo que estaba tratando de mantener un perfil bajo. Algo para pensar en el futuro.

Sin embargo, estaba ansioso por ver la cara de Lena cuando vio las oficinas recién decoradas. No era que se vieran mal, de hecho, el efecto era bastante armonioso, pero sin duda sería sorprendente para alguien de sensibilidades occidentales, si la extraña apariencia que recibía de la mayoría de nuestros empleados era algo que podía pasar. Sería interesante escuchar sus pensamientos sobre el asunto, y debía regresar en cualquier momento.