Comienzo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Habían pasado dos años desde aquel accidente, Jimin había cumplido 23 años esa misma semana, por lo tanto, Yoongi le había prohibido salir de su casa para evitar que alguien del castillo lo viera. Él había tenido esa misma edad y sabía lo difícil que era esquivar a los guardias que reunían a los chicos, pero él había decidido ignorar por completa esa ley, pues se consideraba demasiado hombre, como para seguir las órdenes de un estúpido asesino. Jimin también era un hombre, pero su personalidad era más noble y sensible, perfecto para ser la presa fácil de cualquier depredador, por lo tanto, no dejaría que estuviera expuesto al peligro.

Yoongi salía a trabajar como lo hacía siempre, las minas no se iban a excavar solas, además, necesitaban el dinero para sobrevivir. Jimin se quedaba todo el día en casa, cocinando, limpiando y más labores hogareñas, Yoongi le prohibió por completo abrirle a cualquier extraño, pues él tenía llaves y no tenía por qué estar tocando.

-Bueno, ya es hora de irme. -Informó Yoongi poniendo la última prende de su uniforme.

-Procura tener cuidado -musitó Jimin-, no soportaría si te pasara algo.

-Probablemente enloquecerias. -bromeó.

-Es lo más seguro. -suspiró- te amo.

-Yo igual.

Ambos se dieron un casto beso, luego Yoongi salió de la casa totalmente oculto bajo las telas que cubrían su rostro, Jimin cerró la puerta con seguro y empezó a realizar las actividades de siempre. El día pasaba como siempre, aburrido, solitario y más aburrido, Jimin soñaba con salir de su casa y hacer una vida normal, pero sabía que eso no podía ser, jamás se perdonaría si Yoongi llegara a sufrir por su culpa.

Al otro lado del reino, se encontraba Yoongi bajo una gran pila de tierra, siempre con el temor de sufrir un accidente y dejar solo a Jimin, él, había escuchado los rumores que rodeaban al emperador, donde decían lo cruel y frío que era Min con el chico que cumpliera sus expectativas, jamás se perdonaría si dejara que Jimin pasara por eso. Yoongi alejó sus pensamientos y empezó a trabajar quitando la fina tierra que cubría aquellos hermosos diamantes que todos esperaban encontrar.

-Esto es una mierda. -maldijo uno de los amigos de Yoongi.

-Vamos Jungkook, tampoco es tan malo. -animó otro amigo.

-¿Cómo puedes decir que no es tan malo? Llevamos meses tratando de encontrar oro o algún otro material, pero es inútil. -suspiró- lo peor de todo, es que el emperador se lleva todo.

-Parecen un par de viejas, se quejan más que mis vecinas -gruñó Yoongi-. Dejen de estar lamentando todo y sigan trabajando.

-Vaya al parecer alguien no está de buen humor. -susurró.

-Jin tiene razón ¿Es por Jimin? -preguntó.

-Sí -afirmó masajeando su frente-, temo perderlo. Ese imbécil mató a mis padres y también puede acabar con Jimin.

-Tranquilo, ya verás que todo saldrá bien. -dijo Jin con una sonrisa noble.

Los tres chicos siguieron trabajando juntos a los demás, la mina cada vez se hacía más profunda y corrían el riesgo de un derrumbe, pero nadie le prestaba atención a ese miedo, pues si no trabajaban, el emperador se encargaría de cortarles la cabeza y la mayoría de los mineros, tenían familias enteras por mantener y no se podían dar el lujo de perder la vida, al menos no tan vergonzosamente.

-Nunca nos contaste de tu cicatriz. -comentó Jungkook de la nada.

-Es una marca de nacimiento o al menos eso fue lo que me dijeron.

Gracias por leer mis amores.
💜💜💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro