Estoy bien. Sí, lo estoy, pero bien de estar mal; entérarte que el daño verbal duele.
Entérate que te amo pero haces daño, y no hay remedio siendo ambos de la misma sangre. Temo por lo que me hagas, temo hablarte, temo quererte, temo enseñarte cosas de mí.
Yo te temo porque eso es lo que haces que provoque en mí.

Vuelvo a ser feliz contigo, vuelvo a abrazarte, vuelvo a verte vulnerable. Pero me reprochas. Yo no soy tu, ni tu eres yo. Vives por nosotras y nosotras vivimos por ti, crecemos por ti, queremos por ti.

¿Qué está mal conmigo? ¿Qué está mal con nosotras? ¿Por qué te comportas abruptamente?

¿Por qué a veces sentimos que nos odias, siendo tú nuestra madre?