Jungkook se había quedado pensando.

¿Porque se sentía sucio?

¿Como si no valiera ni un centavo?

Quizás era como lo hacía sentirse ese hombre. Volteo su cuerpo y quedo de costado sobre la cama, con la vista en dirección a su mesita de noche, ambos sobres blancos quedando a la vista de sus ojos, las ganas de abrirlas le llegaron de nuevo, tenía curiosidad.

Una parte muy profunda de su mente estaba junto a sus padres.

¿Qué hubiera pensado su madre si lo viera ahora?

¿Estaría decepcionada?

De seguro que sí, su madre nunca hubiera aprobado su comportamiento, seguramente en estos momentos le estaría dando con la chancla. Una sonrisa de dolor se plasmó en su rostro, cuanto extrañaba a sus padres.

— Hermano – la voz suave de Jiren lo llamo.

— ¿Si? – mientras hablaba se sentó en la cama.

La castaña se acerco y subió a la cama para luego quedar abrazada a el.

— ¿Porque estás triste? ¿Es por nuestros papás? ¿Los extrañas? – ante la pregunta, Jungkook se quedó callado, ni el sabía porque estaba así, tal vez sea por todo esto, los problemas económicos, su jefe y su ego. Tenia las cosas revueltas.

— Mañana iremos de compras – cambio de tema– Les compraré uniformes nuevos, llenaremos la alacena, y unas cosas que falten.

— Quiero que te compres ropa nueva – ordeno su hermana, casi como un regaño – Siempre piensas en nosotros y nunca en ti, si hay dinero, compras ropa para nosotros y nada para ti, ahora será distinto – se despego de su hermano y lo miro acusatoriamente – Te comprarás ropa sexi y juvenil, no como lo que traes puesto, pareces anciano.

Jungkook quedó indignado.

— Gracias, yo también te amo – y con su otra mano hizo un corazón. – No es necesario tanto halago.

La castaña sonrió.

— Apesar de que te duela, es la pura verdad  si no me crees, vayamos a revisar tu armario, haber si no eres un viejito. – con toda la energía del mundo, la pequeña salió de la cama y fue directo al casi desértico closed de su hermano, abrió las puertas y empezó a sacar ropa. — Mira, que tenemos aquí – levanto dos pantalones deportivos de color negro – Solo veo vejes – y con una mueca lo avento a la cama.

— ¡Oye! – contraatacó parándose de la cama con sus dos pantalones deportivos en la mano – Estos son cómodos y me ayudan en el trabajo – metió de nuevo su ropa.

— Si como no – la muchacha busco más pantalones pero ya no habían más, solo unas cuantas poleras, ropa íntima, unas cuantas chamarras y ya, por dentro se sintió mal, ella tenía más ropa que su hermano. — De... definitivamente te compraremos ropa — con los ojos brilloso volteo a ver a Jungkook y con una sonrisa le dijo – Gracias por todo lo que haces por nosotros, Te amo. — y lloro lanzándose sobre su hermano.

Jungkook no sabía porque era que lloraba su hermana, pero la abrazó y lo hizo lo más fuerte que pudo, sentía que eso era lo que ella quería.

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¡Pero si es un hijo de puta! grito internamente.

Yo pensando que esto era una disculpa y no, fue una porquería. ‐penso‐

Jungkook se había atrevido a abrir el otro sobre en blanco que le había entregado Park, una parte dentro de él pensaba que sería una disculpa, o cualquier otra cosa. Pero nunca, jamás se hubiera imaginado esto.

La carta sólo contenía un papel que en el medio tenía grabada únicamente dos palabras.

Buen culo

Si señores, esas simples palabras.

— Enfermero Jeon – su nombre fue escuchado por todo el pasillo, Jungkook volteo a ver, el reconocería esa voz donde fuera, era el.

— Si, señor Park – las palabras salieron como veneno de sus labios, terminando en una muy fingida sonrisa, una de esas que te dice "Te detesto, te odio, quiero matarte y escupirte en la cara antes de enterarte en lo profundo de un chiquero, porque eres un puerco" hermosas palabras que se repetían una y otra ves en su mente.

— Esta noche su relevo sera con el enfermero Kang – termino diciendo con una sonrisa, antes de marcharse de nuevo a su oficina.

Jungkook se estaba aguantando las ganas de ir y clavarle unas tijeras en el cuello.

— Que bueno — el enfermero Kang aparecio frente a él – Muchas gracias por cubrirme esta noche Jeon – Agradeció.

— No es problema, no tengo nada que hacer – fingió sonreír.

Y así fue como Jungkook termino con el turno de noche en el área de adultos mayores, con unos muy enojados ancianitos. ¡La mejor noche de su vida!

Ya habían pasado dos semanas luego de terminar su "Trabajo especial" con Park ¿Se sentía aliviado? Si, no tanto porque aún tenía unas cuantas deudas y eso, pero si se sentia mejor.

Trabajo tarareando hasta las 2 a.m. extrañaba pasar tiempo con su amigo, extrañamente, Yoongi ya no estaba tan seguido con el, solo se aparecía en el almuerzo y siempre le decía que tenía mucho trabajo, el entendía porque ser médico no es fácil y el lo sabía.

— Uwu uwu – susurraba feliz mientras manejaba un carrito de medicamentos, estaba con los auriculares así que no podía oír nada, solo caminaba en dirección al área de cardiología, debía de traer más medicamentos para el colesterol, los ancianitos que cuidaba Kang si que estaban muy enfermizos.

Al llegar solo vio a Yerin en el cubículo, una muy linda enfermera que ya estaba casada. Se Quito los auriculares y aproximó el carrito.

— Buenos días Jeon – Bromeo ella — ¿Que te doy?

— Hola Yerin, quiero tres dosis de tratamiento para el colesterol – con un asentimiento, Yerin saco tres empaques de las reservas.

— Pasame las pruebas por favor – pidió, Jungkook le pasó las pruebas ya usadas y empaquetadas, ella los tomo y anotó todo en su registro, más los números QR de las pruebas nuevas y al terminar extendió las cajitas de las pruebas nuevas, quedándose ella con las pruebas ya usadas. — que tengas linda noche.

— Si, nos vemos luego Yerin. – se despidió

Jeon camino por unos segundos, quiso escuchar música de nuevo, y para eso se detuvo en uno de los pasillos, justo antes de conectar de nuevo los auriculares, le pareció escuchar algo, como una queja, era como un gemido.

En un hospital, los enfermeros están acostumbrados a oír gemidos de dolor, pero este en especial, se oía diferente.

Algo curioso por saber que es fue a ver, siguió el sonido a paso lento, tratando de que no lo escuchasen.

Justo en el pasillo VIP fue que escucho de nuevo esos gemidos, y si, ahora ya sabía que esos gemidos no eran de dolor, sino que eran de placer, lo peor fue oír un nombre.

— Yoongi... Si bebé, así ¡ah! Lo haces tan bien cariño –

Sin duda, el peor trauma de su vida.

Sin esperar nada, salió corriendo hacia su carrito  no quería oír más.

Paso dos horas pensando y tratando de olvidar ese momento, pero no podía, las cosas calzaban tan bien, era obvio que se trataba de su amigo. Primera prueba, era el área de Cardiologia, segunda prueba, no había nadie más en ese hospital que llevara el nombre de Yoongi y por último, su amigo le había dicho que estaba en el área VIP.

Lo demás de la madrugada fue más sencillo, solo tuvo que quedarse a revisar los signos vitales de los pacientes y nada más, ya cuando fueron las 6:37 a.m. recibió una llamada. Era anónima así que dudo en responder, pero al final lo hizo.

— Hola – por el otro lado se pudieron oír lloriqueos.

— Jungkook... – pudo reconocer claramente la voz de su hermana

— ¿Qué pasó Jiren? – pregunto preocupado.

Unos segundos después  se escuchó una respuesta — Hermano, nos e... echaron de la casa, Soon esta llorando mucho, Jerin no quiere salir y esos hombres... – no pudo seguir por el llanto — Por favor, re... regresa rápido.

— Ya estoy de camino – sin importarle nada, Jungkook salió corriendo del hospital.

Su corazón bombardeaba sangre más rápido de lo normal, estaba asustado, no quería pensar en cosas malas, pero la situación solo lo llevaba a eso.

Su vida se caía a pedazos.

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🌸Ever-Dreams🌸