Capítulo IX

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Capítulo IX: Bajo un Cielo tormentoso (Parte II)

Ni lentos ni tampoco tardíos, Lincoln y su gente habían puesto rumbo hacia el Santuario y arribaron en pocos días ante la reunión de emergencia que había sido convocada por Athena y los otros Dioses allí presentes. El ambiente podía sentirse tenso, un aire de guerra flotaba y daba a entender que el peligro era inminente por la posible lucha que estallaría en cualquier momento. Dentro del "Salón del Patriarca", en medio de los reencuentros y las charlas que estallaron, la Diosa de cabello lila observaba todo con pesar en su corazón, la mirada baja y dolor por todo lo que había ocurrido a lo largo y ancho del Mundo.

Mientras que el Patriarca y General Marino, Kanon de Géminis, hermano gemelo de Saga, intentaba calmar las aguas, los debates no parecían hallar fin, sino de que empeoraban aún más. Fue entonces que vieron levantarse una mano entre toda esa multitud de gente, divisándose la de dos gemelos castaños y con las Armaduras de Mizar y Alcor, quienes dieron un paso al frente, justo cuando el mencionado Jefe les señaló para que pudieran hablar.

- No sabemos con qué clase de enemigo nos estamos enfrentando y esto va más allá de lo que pasó con las UnLouds y las Omnitron. Ni siquiera los hijos de ellas, a los cuales Dimitri combatió y venció, poseen un terrible poder de destrucción.- Habló el joven castaño, cuyo nombre era Dipper Pines, el cual permanecía al lado de su gemela.

- Estoy con lo que ha dicho mi hermano: La situación es irrefrenable, a menos de que descubramos la fuente de todo este Mal. ¿Quién sabe cuánto más podrá soportar el Mundo los embates de la Naturaleza?.- Advirtió Mabel y varios de sus acompañantes asintieron con la cabeza.

- No solo eso, sino de que también está el equilibrio de los poderes: El Señor Poseidón ya no tiene potestad sobre los Mares y los Océanos, pero le seguimos siendo leales. ¿Qué clase de Guerreros seríamos sin nuestro Líder?.- Advirtió Brady de Caballo Marino, quien se ajustó sus lentes y con su novia, Mavis de Sirena, la cual dio su parte.

- A parte de todo esto, quien quiera que esté detrás de este desastre, solo busca debilitarnos. Tendremos que estar más que unidos, de lo contrario, todo será más gasto para este Mundo.- Señaló la pelirroja con seriedad.

En los exteriores, el Cielo permanecía nublado, la actividad eléctrica no paraba de rasgar el aire, dando a entender que la lluvia no tardaría en caer sobre los Valles y Montañas de Grecia. Un trueno retumbó con todas sus fuerzas y las primeras gotas comenzaron a empapar los suelos polvorientos, para, después, convertirse en un aguacero abundante. Lincoln permanecía al lado de Lucy y Chloe Park de Heinstein, siendo ambas las Comandantes de los Ejércitos del Inframundo. Las dos chicas permanecían hablando por lo bajo, en especial de lo ocurrido con Geo, ya que las hermanas habían señalado de esa lucha que el albino tuvo con el hijo de Zeus y Hera.

Una voz resonó en la Cámara y se pudo ver a Shura de Capricornio ir hacia el Centro para dar rienda a su testimonio de lo ocurrido en Royal Woods, pero lo que les sorprendió fue ver que el propio joven Loud también se ponía de pie y quedaba cerca del español de cabello negro. Notó su presencia, tampoco podía quedarse callado ante semejante información que debía compartir con esa gente, así que fue organizando las palabras y de ahí empezó el relato.

La incesante lluvia no parecía disgustar a Geo, quien estaba al mando de aquella Fuerza de Asalto contra el Santuario. Entre los presentes se encontraban Eris y sus Agentes, en especial las "Dríades" que habían vuelto a la vida, así como también se podía decir de los "Ghost Saints" allí reunidos. Jäger ansiaba que el momento de la lucha estallara de un momento a otro, deseaba que la sangre de los Santos de Athena se derramara por el piso, por lo que tuvo que reprimir esos deseos y de ahí notó, en la lontananza, recortada entre las Montañas, el Santuario.

Nadie movía un músculo, ni siquiera los más violentos de los Soldados que conformaban ese Ejército. Una señal dada por Geo ordenó de que volvieran a movilizarse, que cruzaran esos caminos y arribarían en pocas horas hasta su destino.

Posicionados en los caminos del Santuario y del Palacio de Athena, los diversos Caballeros y Soldados que montaban guardia allí no podían ver nada que les alertara sobre la presencia enemiga. Aún con todas las medidas de seguridad llevadas a cabo, los rivales se movían con una agilidad y sigilo indescriptibles. No había palabra alguna que les ayudara a describir lo que veían por una mera fracción de segundos: Solo una "sombra" que cruzaba a toda velocidad los picos y pasos montañosos para, acto seguido, desaparecer como si nada cuando los relámpagos iluminaban la zona.

Uno de esos grupos, el que estaba compuesto por Mordecai, Rigby, Nube y Eileen, apostados en las puertas y el camino que daba hacia aquel edificio, mantenían todo bajo control, sin embargo, aquel escenario de mal tiempo no era una buena señal, por lo que el joven peli azul dio unos pasos hacia el sendero de las escaleras para observar mejor y tener una buena posición ante el enemigo.

- Oye, Mordo, ¿adónde vas, amigo?.- Preguntó su amigo castaño, quien le siguió el paso.

- Esto me da muy mala espina, Rigby.- Respondió y fue entonces que notó que su novia albina, Nube, alzaba una mano en el aire, haciendo la seña de "Silencio".

- Tiene razón, puedo sentirlo: Hay un Cosmos terrible y abrumador rondando por la zona.- Advirtió ésta con seriedad.

Un nuevo relámpago rasgó los Cielos, Mordecai azuzó la vista y sus ojos casi se desorbitaron al ver a toda una "mancha" que se movía en dirección hacia donde estaban ellos. Alzó una mano, Nube fue a su lado derecho, mientras que Rigby e Eileen ocuparon posiciones a la izquierda.

No había nada que le asustara a aquel muchacho. Las gotas de lluvia bajaban por su rostro, cayendo al piso mojado y de ahí formaban ecos, mientras que comandaba a sus fuerzas hacia una masacre que gestarían a continuación en contra de Athena y los demás "traidores". Ya ansiaba que su Espada se empapara con la sangre de sus enemigos, que pagaran y pidieran clemencia por haber dado la espalda al "Olimpo". Sería la gloria de éste cuando volviera con las cabezas de dichas Deidades y las mostrará en bandeja de plata ante sus padres, sin embargo, habían otros que no parecían estar siguiendo las mismas que el chico, como su Comandante, había establecido.

El primero en avanzar fue Phonos de Murder, quien notó una misteriosa formación defensiva en el camino de ascenso por el que estaban tomando. Arqueó una ceja e hizo una seña a sus compañeros de armas de que se trataban de cuatro oponentes, algo que parecía ser demasiado sencillo.

- Ni se te ocurra moverte de donde estás, Phonos.- Oyó la severa voz de Geo, quien dio unos pasos hacia el frente.-

Al peli negro-azulado no le importó esa orden, él no era su Líder, cosa que Até le ordenó que avanzara para dar rienda suelta a lo que estaba ocurriendo más adelante.

- ¿Acaso le temes a un grupito de Soldados, Geo?.- Quiso saber la Teniente de Eris sin mostrar el más mínimo respeto hacia la posición que éste ocupaba.

- Ten cuidado con quien te dirijas la próxima vez, Até, porque no tendré contemplación alguna en asesinarte si me vuelves a faltar el respeto.- Advirtió el joven, cosa que llevó a que la hermosa "Dríade" lanzara una burlona risa al aire.-

- Ya, ya, suficiente de esta cháchara: Andando. Phonos, Rigel, Dysnomia, avancen hacia ese camino. Lo mismo ustedes.- La risa que Até tenía desapareció y se convirtió en un gélido rostro de autoridad, en donde apuntó para que dieran por iniciada la marcha.

Varios Soldados que conformaban ese Ejército se movieron inmediatamente junto a los cuatro personajes, pero, en aquel momento, justo cuando estaban a escasos metros de terminar de subir las escaleras, una feroz descarga de poder cayó sobre varios de ellos, los cuales gritaron por el impacto y se desplomaron sin vida contra el piso. Rigel fue más rápido y le salvó la vida a varios de ellos, incluso desvió a Dysnomia del alcance de aquel poder, pero Phonos no corrió con la misma suerte, siendo alcanzado por una parte de dicha ofensiva, la cual parecía ser una "Lluvia de Magna".

Después de ese "Disparo de Advertencia", Geo y Até avanzaron para de qué se trataba todo eso y pudieron notar a una misteriosa "Saintia" con el brazo derecho levantado tras haber ejecutado dicha "tarea".

- Hmm, "Saintias".- Murmuró la Teniente de Eris con asco en su tono de voz.

- ¿Qué pasa, Até? ¿Te dan miedo las "Saintias"?.- Le devolvió Geo la burla con la que ella había ejercido en su contra.

La Teniente de Eris no respondió ante esas ácidas palabras, sino de que ordenó a una nueva "Compañía" de que avanzara por el camino, sin embargo, una voz tronó por el lugar, dando su advertencia de que nadie intentara cometer una locura como esa.

- ¡Regresen por donde han venido o nos veremos forzados a patearles el trasero! ¡Soy Mordecai de Dragón Negro y les advierto de que no tendremos piedad sobre ustedes!.- Oyeron la voz de aquel peli azul, quien mantenía su posición junto a su novia y amigos.

- Jejejeje, ¿un antiguo "Black Saint"?.- Preguntó Christ de la Cruz del Sur ante ese nombre.- Esto se pone mucho más interesante este día.- Alegó y pisó fuerte el camino.

Desde el Palacio de la Diosa Athena, un Soldado llegó corriendo para informarles a la Diosa y al Patriarca de lo ocurrido afuera, por lo que la peli lila se puso de pie, deteniendo los debates y charlas para dar rienda suelta a los acontecimientos. Esa sensación de que todo estaba yendo por un mal camino iba en aumento al sentirse el Cosmos de los enemigos y aumentaba la tensión hasta que alcanzara un punto sin retorno.

- Será mejor ir afuera para enfrentar a estos invasores.- Pidió Steven y Connie asintió con la cabeza.

- No me gusta para nada lo que está ocurriendo, así que será mejor ponernos en marcha: ¡"Herederos", al ataque!.- Llamó la morena a sus amigos y éstos fueron los primeros en salir hacia el exterior.

Los primeros en salir fueron los mencionados personajes junto a los Generales Marinos. Seiya junto a Ikki, Shun, Hyoga y Shiryu fueron a desplegarse para proteger a Saori del peligro, ya que se podía sentir la presencia del enemigo en el Santuario. Lincoln, por su parte, desenfundó su Espada Imperial y fue saliendo hacia el combate, acompañado por sus hermanas y amigos.

Una vez que las enormes puertas que daban al exterior se abrieron, a unos metros del camino que daba hacia las escaleras, pudieron observar a un grupo bastante numeroso que intentaba abrirse camino donde estaban Mordecai y sus amigos, quienes resistían y causaban bajas a más no poder. El primero en atacar fue el albino, ya que uno de los asesinos cargó contra él pero trazó un arco con su Espada, la cual provocó que el oponente cayera partido a la mitad, derramándose su sangre por el piso. Lucy portaba su Tridente y lo mismo se podía decir de Chloe, quienes alzaron dichas armas y desencadenaron una feroz tormenta eléctrica sobre los enemigos, quienes cayeron muertos de un golpe.

- ¡Protejan a Athena y a Poseidón del enemigo!.- Ordenó el albino, quien abatía a otro oponente.

- Pero, Lincoln...- Iba a decirle Luan, sin embargo, ella comprendió el mensaje.- ¡Tienes razón, daremos todo por protegerlos!.- Juró la comediante y de ahí fue alzando vuelo hasta llegar a un punto donde trazó un "X" con la mirada, apuntando hacia donde se encontraban varios Soldados enemigos y de ahí cayó en picada.

El impacto provocó que varios de los oponentes salieran volando por los aires, logrando esquivar un golpe que dirigió una de las Dríades, la cual tenía su cabello cubriendo los ojos. Estuvo a escasos centímetros de recibir aquello pero no fue lo suficiente para su oponente. Mientras tanto, el resto de las hermanas desplegaba todo lo que tenían, como Luna, quien utilizaba su "Maldición de la Balanza" y los corazones de los enemigos volaban para recibir su castigo, así como también ocurría con Dimitri, el cual lanzaba su "Cruz Carmesí" sobre todo el que se interpusiera en su camino.

- ¡Cuidado, vienen más!.- Señaló Mordecai, quien le dio un puñetazo a uno de los Agentes, tirándolo contra los demás.

("Varian's Theme", OST de "World of Warcraft: Legion/Heroes of The Storm")

https://youtu.be/30YxgA_arMA

Alexander combatía al lado de Dimitri, ambos desprendían majestuosidad, elegancia y al verlos juntos era como si fueran dos Lobos que destruían y causaban terror en el enemigo. El castaño de Rusia y Japón emitía una poderosa Luz que arrasaba con todo aquel que intentara acercarse a Lincoln y aliados. Un Soldado enemigo intentó atacarlo por la espalda pero el joven lo detuvo con un puñetazo que lo mandó a volar hasta estrellarse contra una de las laderas montañosas que rodeaban al Palacio Imperial.

- ¡Imbécil, voy a desollarte como a un perro!.- Gritó un oponente armado con dagas.

- Cometiste un gravísimo error, "amigo": Nunca amenaces ni acorrales a "Lobo".- Sentenció el Espectro del Vampiro, el cual mostró una mirada de desafío ante los oponentes, tomando una posición de batalla. Quedó a pocos metros de su oponente, quien utilizó sus dagas, las cuales rozaron el rostro del muchacho pero éste se deslizó y provocó que el asesino saliera volando por el golpe que trazó el ruso-japonés. Un segundo oponente se lanzó contra él, armado con una cimitarra pero corrió con el mismo destino. Aquel joven parecía un verdadero "Lobo" que atacaba a diestra y siniestra a sus enemigos, todo ante la mirada de aquel al que consideraba su "Hermano Mayor" y Maestro.- ¡"OLEADA CARMESÍ"!.- Lanzó su ofensiva y ésta consistía en la creación de un remolino de enormes columnas de energía lumínica que lanzaba rayos y destellos de corrientes de agua. Acto seguido, él materializó varios "Pilares" que rodearon a los enemigos.

- ¡Maldito!.- Exclamó uno de los Capitanes, quien atacó al muchacho repetidas veces.- ¡¿Qué te hace pensar que te interpondrás tú y tus amigos en nuestro camino?! ¡Es la Voluntad del "Olimpo"!.- Bramó el enemigo, cosa que vio como el joven respondía.

- ¿Así que el "Olimpo" manda a sus perros para combatir contra nosotros? ¡Deberían darles vergüenza!.- Exclamó Dimitri con rabia y se unió al combate contra el Capitán de esa tropa.

Éste retrocedió por la patada que recibió y volvió a la carga una vez más. El castaño desprendía una fuerza indescriptible y los Soldados que iban a detenerlo caían ante su poder, pero sabía que dicha ofensiva estaba limitada, así que debería tener cuidado y medir sus tiempos. El Capitán lo atacó repetidas veces, llegando a causarle unos cortes en el rostro pero eso no le importaba, ya que el chico logró superarlo.

- ¡Nunca podrán con nosotros. Les haremos pagar caro por este ataque!.- Exclamó el ruso-japonés y ambos colisionaron en un feroz estallido de energías.

- Jajajaja, no me hagas reír, solo son una bola de perdedores.- Se burló el oponente.-

- No te rías de nosotros.- Advirtió Dimitri y apuntó con sus "Pilares" al Capitán.- ¡Los vamos a vencer, lo juro por el Señor Hades y por mi "Hermano Mayor" Alexander/Kairos!.- Lanzó ese juramento y lanzó su ofensiva, la cual no le dio la oportunidad al rival de huir y terminó por caer ante aquella aplastante derrota, quedando inconsciente.

Una vez terminada su labor, Dimitri regresó con Alexander y los otros, ya que la situación se estaba volviendo mucho más tensa.

En medio de los combates, una feroz explosión hizo levantar vuelo a los que peleaban para defender el paso que daba hacia el Templo y cuando el humo fue disipándose, una figura femenina y de gran belleza caminaba hacia ellos, escoltada por dos de sus "Dríades". Las hermanas miraban a la oponente, quien esbozó una sonrisa de pura maldad y lanzó varios ataques contra ellas, los cuales fueron evadidos y desviados por los Caballeros de Bronce que daban su granito de arena en ese momento. En un momento dado, Lynn y Leni cargaron y trazaron varios golpes hacia donde estaba la misteriosa "Dríade", pero ésta resultó ser más rápida y terminaron por atacar su posición.

- Su patética defensa termina aquí.- Dijo la misteriosa rival.

- Sí, como no.- Respondió Lynn con burla hacia ella.

- Jejejeje, esto es solo una avanzadilla, él ya debe de estar dentro del Palacio para terminar con el trabajo.- Anunció ésta, mientras que volvía al ataque, lanzando uno de sus golpes hacia Leni, siendo ésta protegida por Alexander, el cual empleó una de sus "Agujas del Reloj", disparándola y el roce le laceró la piel de su mano izquierda, llevando a que apretara los dientes por la rabia que sentía.

Las gotas de sangre cayeron al piso, el Bosnio aterrizó en el suelo y miró con seriedad a la oponente.

- Jejejeje, parece ser que las "Leyendas" existen. Antes que nada, soy Até de la Ruina, la Teniente de la Diosa Eris de la Discordia.- Habló y se presentó.-

- Yo soy Alexander de Mefistófeles/Kairos y esta ultranza contra el Santuario es un delito que se debe castigar con la máxima severidad.- Sentenció el muchacho con frialdad.- Atacar a este sitio, a mi Señor Hades y a mi novia Leni es algo que nunca se los perdonaré, desgraciados.-

- Ya lo veremos.- Le "prometió" Até, mientras que desplegaba su poder, lanzando poderosas oleadas en contra de los presentes.- Sobre todo cuando su amada Diosa traidora caiga ante Geo.- Reveló aquella información sumamente importante y que llevó a que Lincoln la oyera.

- ¿Athena corre peligro? ¡Tonterías, ella está protegida por sus Caballeros, nunca podrán pasar!.- Juró el albino hacia donde estaba la peli negra-azul, la cual estaba disfrutando de ese momento.

Una sensación de pánico invadió al albino, quien se giró y fue corriendo hacia el Palacio, en donde podía sentir una terrible presencia en su interior. Lucy junto a Lynn, Luna y Luan le acompañaron para cerciorarse de que Athena estuviera bien. Sin embargo, en medio del trayecto, algo llamó su atención, otro asunto y que estaba enfocado en donde se emplazaba la Estatua de la Diosa. Su mente parecía confusa, perdida y se trastocaba con la realidad.

Podía verse, allí mismo y con horror en sus ojos, al recordar lo que Nega le había dicho antes de acabar con su vida, de que él iba a ser un asesino, pero la imagen estaba "borrosa", apenas distinguía su Armadura Divina, su Ejército pero también estaban dos personas amarradas y atadas con cadenas y grilletes que sus Soldados llevaban consigo.

- Lincoln, ¿qué tienes, Amor?.- Preguntó Luna, sacándole de sus pensamientos.

- No...No es nada. Tranquila, estoy bien, solo fue algo fugaz.- Respondió y de ahí apuntó para el Palacio Imperial.- ¡No perdamos el tiempo, Athena nos necesita, ahora!.- Pidió y sus hermanas que le acompañaban asintieron con la cabeza, mientras que la batalla continuaba.

Las palabras de Nega podían ser ciertas o no, sin embargo, él no se dejaría llevar por la desesperación, iba a cumplir con su palabra de defender a la Tierra del enemigo y sin rechistar. Ninguna de las chicas que le acompañaba dijo algo al respecto, pero podía notarse, en su rostro, de que eso que tanto le estaba persiguiendo, podría o no llevarse a cabo.

Pronto, ante ellos, fueron abriendo las enormes puertas de aquel enorme edificio e ingresaron. La vida de Athena pendía de un hilo muy delgado.

[Una nueva Batalla del Santuario ha comenzado y Geo es quien lidera a esas tropas. Pero, ¿qué ocurrirá dentro del Palacio de la Diosa? ¿Llegarán Lincoln para detener la amenaza que pende sobre la cabeza de Athena?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Lo de Nega, como dije, lo pueden ver en mi "Saint Simpson-Louds: Episodio G: Asesinos (Remake)".

Mando saludos y agradecimientos para Linterna Verde Franco, marati2011, eltíorob95, RCurrent, FreedomGundam96 y los demás seguidores.

Cuídense, amigos y buen inicio de semana para todos ustedes.].

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