Capítulo 62

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Capítulo 62:

Las "Sombras" que iban surgiendo desde la posición de Eris/Olivia iban tomando forma, era como si las mantuvieran "moldeando" a base de arcilla, como si una artista las estuviera trabajando, dando vida, aspecto, uno que comenzaba a iluminarse por completo, llamando la atención de aquellas Saintias, quienes no retrocedieron, se quedaron mirando lo que había allí y, para sorpresa de ellas, se encontraron con algo sumamente aterrador. En medio de esa "Marea" negra, vieron emerger a varias "Dríades" pero con una característica que podía dejar a más de una sin palabras: Una por una, asomándose y dando los primeros pasos, las muchachas contemplaron sus versión alternas, fieles a la Diosa Maligna y portando las "Leaf", representando a la "bandera" por la que juraban lealtad.

- Jejeje, acaben con ellas, Mis "Saintia Dríades".- Les encomendó esa misión a las presentes, causando que éstas reaccionaran y se lanzaran al asalto contra las chicas, quienes tuvieron que adoptar una posición de batalla.

- ¡Mierda, chicas, tengan cuidado!.- Pidió Twilight, la cual pegó un salto en el aire, evitando la patada de una de las rivales y de ahí se destruía una de las paredes de la cueva.

- Esto no me lo esperaba, Eris...¡¿Qué has hecho?!.- Preguntó Applejack, sorprendida ante todo ese cambio.

- Equilibrar la Balanza, Applejack de Ursa Menor, eso es lo que he hecho. ¿Acaso iba a dejar que se salieran con las suyas tan fácilmente?. No, están muy equivocadas.- Les respondió Eris a la rubia vaquera, mientras que era agarrada por su contraparte.- No desperdicien su tiempo, Guerreras, acaben con ellas y tiren sus cuerpos al Vacío.- Ordenó con frialdad, pero Twilight no se iba a dejar aplastar por un grupo tan minoritario como esas "Copias", sino de que iba a pelear hasta el final.-

Phobos vio como las chicas eran atacadas por sus versiones alternas, así que reaccionó, por alguna extraña razón, aquel chico no podía dejar que salieran lastimadas, así que entró corriendo a toda velocidad y se lanzó sobre la Saintia-Dríade de Delfín, la cual agarró con fuerza, protegiendo a Rainbow Dash y Rarity del ataque de ésta y de la versión alterna de Corona Boreal. Ese acto de desobediencia llamó la atención de Eris, quien le dirigió una mirada fulminante al hermano menor de Deimos y Harmonía.

- ¿Por qué me traicionas, Phobos? ¿Este es tu plan?.- Preguntó burlonamente al chico, quien se volteó, con dificultades, hacia aquella persona.

- ¡Tal vez tenga que morir, pero no voy a permitir que siga haciéndoles daño a estas chicas! ¡Usted ya no es más la Señorita Eris a la que he jurado lealtad!.- Exclamó el joven, mientras que una fuerza sobrenatural lo elevaba en el aire. Aquella mujer de largos cabellos negros lo alzó y comenzó a ejercer una feroz presión sobre su cuerpo.

- ¡No!.- Intentó Rainbow Dash en ayudarlo pero Phobos, empleando las pocas fuerzas que le quedaba, la mantuvo alejada.

- ¡No lo hagas, mantengan la distancia, de lo contrario...! ¡AHHHHHHHHHHHHHH!.- No hubo tiempo para completar esa oración con las palabras adecuadas, ya que, como si hubiera sido un quiebre, el cuerpo del "Phantom" Phobos de la Derrota explotó y su "Semilla Maligna" fue a parar a Eris, quien la utilizó para ganar más poder, así como también lo hacía con Saori, dejando paralizadas a las Saintias.- Phobos, tu traición era algo que no me esperaba de tu parte, eras tan leal a mí ¿y ahora lo haces?. Pero veo de que tu devoción hacia mí se torció cuando viste que ya no tengo el cuerpo-Recipiente de Cadence, es una lástima, por una tontería tan "infantil". Sin embargo, tus energías me serán útiles y lo mismo con Athena.- Resaltó ella, mientras que era impregnada por ese poder, llevando a que la Diosa de cabellos lilas fuera perdiendo su vida, aunque ejercía una feroz resistencia.

- ¡MALDITA!.- Gritó Rarity y se lanzó contra ella, saltando y con su puño resplandeciente, la muchacha se preparó para dar el golpe final pero la Saintia-Dríade de Corona Boreal se interpuso, recibiendo el impacto y desintegrándose para siempre, entregando su "Semilla", de la misma forma que había ocurrido con Phobos.

- ¡Qué patética que eres!.- Bramó Eris y ésta la arrojó hacia atrás, yendo a la carga y con más poder encima.

Justo cuando estaba por atacar a la Saintia de Corona Boreal, una salvación llegó hacia ella. Twilight se abrió camino y la rescató, pero también quedaban las otras enemigas, quienes las arrinconaron junto a la Diosa Maligna. Parecía que sería su fin, pero una extraña presencia llamó la atención de las Saintias, quienes vieron como un grupo de personas habían ido en su auxilio. Para empezar, una descarga eléctrica inmovilizó a las rivales, luego de eso, dos Amazonas atacaron con todas sus fuerzas al enemigo, haciéndolo retroceder junto a la estocada de una Espada Gaucha, la cual hirió a la Saintia-Dríade de Equuleus en el pecho.

- Chicas, ¿se encuentran bien?.- Preguntó Marín de Águila a las presentes.

- Sí, gracias.- Agradeció Rarity, mientras que era ayuda por la pelirroja con ponerse de pie.- Pero no nos queda tiempo, cada segundo que pasa, Eris se vuelve mucho más fuerte, hay que detenerla antes de que sea tarde.-

- Nosotros les daremos todo el Tiempo que necesiten, pero ¿tienen el "Kanzashi Dorado"?.- Se dirigió Aioria con esa interrogante a las jóvenes.

- Muy bien, pero tengan cuidado.- Pidió Twilight, quien vio que tenía casi todos los Fragmentos del "Kanzashi Dorado", los cuales habían sido entregados por sus amigas.- "Solo queda uno...Sunset, vamos, date prisa".- Pidió la chica al ver que la Santo de Fénix no aparecía.

- ¡Twilight!.- Gritó Martín y éste detuvo un golpe de la Saintia-Dríade de Conejo, llevando a que ésta ejerciera una feroz presión sobre el ex-militar y su Espada Gaucha.

- ¡Ve, amiga, nosotros las distraeremos, tú derrota a Eris y salva a la Señorita Athena!.- Le encargaron las chicas y ella asintió con la cabeza.

Desde el Salón del Trono Imperial, Saga de Géminis/Ares permanecía allí, sentado, contemplando la Batalla del Templo de Eris, la final de todas ellas, una que marcaría el principio y el fin de esa Deidad y que solo quedaría él presente. Sin embargo, aquellas chicas eran un peligro para sus planes, podían crearle resistencia así que fue para tomar cartas en el asunto, liquidarlas si esa era la palabra que usaría, así que tomó su Espada Imperial y se preparó para partir al combate. Bajó los peldaños pero sintió una extraña presencia que le detuvo al instante.

- Saga...Saga...- Oía la voz de Athena en esos momentos pero el rubio estaba concentrad en su misión.- Saga, tú no eres así: Moriste en mis brazos, pediste perdón por tus Pecados y moriste como el Caballero Dorado de Géminis que eras, no dejes que esa Oscuridad te domine. Lucha contra ella, haz tu última batalla y hallarás la paz.- Le decía la Diosa a éste, quien siguió avanzando pero un "empujón" lo detuvo, cas trastabillando, se aferró con su Espada y recuperó el camino.

- "¿Qué fue todo eso?...Athena, tú".- Miró hacia la prisionera que yacía en el Templo de la Diosa Maligna.-

- "No debes dejar que tu lado malvado se apodere de ti, lucha contra tus Demonios, vuelve a estar bajo mi mando una última vez. Eris te está controlando, aún cuando la hayas matado, ella es la verdadera amenaza".-. Decía y, por unos instantes, los ojos del rubio se abrieron ante semejante verdad.

El golpe fue letal, su "Armor" quedó reducida a cenizas, el Fuego de Milo y Sunset había dado en el blanco, abatiendo al "Phantom" Deimos del Miedo, su pecho fue alcanzado y atravesado, sangraba a más no poder y más al sentir la muerte de su hermano menor, Phobos, a manos de aquella Diosa a la que le había jurado lealtad. Cayó estrepitosamente contra el suelo, agrietándolo, tosiendo y no teniendo las fuerzas suficientes como para pelear, a pesar de que su deseo ardía a más no poder, por lo que caminó con los pies arrastrándolos por el piso hasta llegar hasta su hermana Harmonía. La encontró en esa posición de hace unos segundos atrás al haber recibido el impacto final.

La chica permanecía quieta, sus ojos estaban cerrados pero lo que llamó su atención fue que la "Armor" de su hermana estaba destruida, los restos yacían por doquier sobre el piso y tenía las manos juntas. Con un último aliento que preservaba dentro, Deimos fue y tomó a su hermana en sus brazos, abrazándola, mientras que Milo, Sunset y Junk iban a verlo. No dijo nada, reconocía que esos eran sus últimos minutos de vida al servicio de Eris, la rabia no le invadía, ¿para qué luchar cuando ya el combate había terminado?. Sintió algo cálido, la sangre de Harmonía empapaba sus manos y allí notó que su pecho había sido alcanzado por las "Llamas del Ave Fénix" que Sunset tenía consigo, por lo que las tomó con delicadeza y no se soltó de la "Bruja" rubia.

- Hermano...- Le llamó Harmonía a Deimos, quien la recostó contra su pecho.- Lo siento mucho...- Pidió disculpas, él cerró los ojos, sabía de lo que quería decirle su hermana, por lo que no dijo nada.

- No importa, ya está, Harmonía. Ya todo terminará.- Anunció con tranquilidad en su voz.

- Phobos...él...él tampoco lo logró.- Dijo la chica con un hilillo en su voz y el rubio mayor asintió con la cabeza.

- Nos reuniremos con él muy pronto, hermana.- Le prometió el joven y la abrazó con todas sus fuerzas. Sunset caminó hacia ellos y se arrodilló frente a los oponentes.

- Diste una muy buena batalla, Harmonía. Casi logras matarme pero llegué a adelantarme a tu posición y destruir tu ofensiva. Tengo que reconocer que fuiste una verdadera Guerrera.- Mostró la rubia-pelirroja sus respetos a ella.-

- Quizás...algún día...nos volvamos a ver...no como rivales...sino como amigos...puede ser...Pero para ello...de aquí en adelante, espero que tu Futuro sea brillante, Santo Sunset Shimmer de Fénix.- Le deseó la Dríade Harmonía de Harmony, la cual murió en los brazos de su hermano, el "Phantom" Deimos del Miedo. Éste dirigió su mirada hacia Milo, no le guardaba odio, había combatido como un verdadero Guerrero hasta el final, así que se despidió de él, estando en paz, alzando la cabeza a los Cielos y de ahí, su cuerpo y el de su hermana se convertían en cientos de pétalos de flores que los vientos se hicieron cargo de llevar hacia su Descanso Eterno.

Sunset permaneció callada un rato, parpadeó unas veces, mientras que las lágrimas bajaban silenciosas por sus mejillas hasta que se enjuagó las mismas, sintiendo una feroz explosión que la tiró al piso.

- ¡Por Athena!.- Gritó Junk.

- Vino desde el Palacio Imperial...Saga/Ares.- Reconoció Milo aquella presencia enemiga.- Y Eris también está atacando con todo. No nos queda tiempo, Sunset.

- Sí, es verdad, el "Cometa Neo-Repulse" se dirige hacia la Tierra, en cualquier momento chocará.- Sostuvo la chica y vio que tenía el último Fragmento del "Kanzashi Dorado" en su poder.- Debo ir con ellas, me necesitan.

- Iremos contigo, no sabemos qué clase de peligros puede haber en el Templo de Eris.- Le dijo Milo y los tres partieron hacia el lugar asignado.

Otra de esas "Saintias-Dríades" caía y ésta resultó ser la de Conejo, pero aún quedaban otras que le dificultaban el paso a los presentes. Aioria hacía retroceder a las rivales alternas con su "Plasma Relámpago" pero eso solo resultaba para escasos minutos por el poder que éstas despedían. Martín se enfrentaba contra la "Saintia-Dríade" de Delfín junto a Rainbow Dash, pero en un acto de desprevenidos, la alterna los atacó violentamente, empujando a ambos contra el suelo.

- ¡Atrás!.- Le desafió la Saintia de Delfín a la alterna y le lanzó una ofensiva, consiguiendo dejarla mareada.

- ¡Cuidado, Rainbow!.- Gritó Martin y trazó un arco con su Espada Gaucha, hiriendo a la rival en el estómago.- ¡Derrotala!.- Le animó el ex-militar, mientras que la contenía todo el tiempo que podía.

- Muy bien, gracias, Teniente Martín.- Agradeció la chica y con ese tiempo ganado, comenzó a hacer arder su Cosmos.- ¡"HEAVEN'S GRAND MAELSTROM"!.- Lanzó su ofensiva hacia la "Saintia-Dríade" de Delfín, quien fue empujada por el argentino hacia aquella marea de agua, la cual terminó por destruirla.

Su victoria fue efímera, con horror vieron que el poder de aquellas "Copias" iba hacia Eris, la cual ganaba más y se volvía poderosa, cosa que ponía en desventaja la estrategia y plan de Twilight para derrotarla. El peligro aumentaba cada vez más, mientras que la peli agua-marina intentaba asestar su golpe final, como la esperanza que simbolizaba para la Humanidad, la Diosa Maligna no parecía mostrar ningún signo de agotamiento, mientras que ella sí lo tenía. En un momento dado, la Saintia de Caballo Menor intentó quebrar las "defensas" enemigas pero las versiones alternas de Conejo y Equuleus se abrieron camino hacia la chica, impidiéndole seguir y lanzándola hacia atrás pero fue rescatada por Shaina en ese momento.

- ¿Estás bien?.- Preguntó la Amazona de Ofiuco y Twilight asintió con la cabeza.- Descuida, no es el fin todavía, vas a poder derrotarla.- Le dio su apoyo.

- Exacto, Señorita Twilight, no deje que el miedo la venza. Usted podrá triunfar junto a sus amigas.- Le animó Martín, quien curaba a la Saintia gracias a sus habilidades militares en el campo de batalla.

- Agh, es muy fuerte pero aún así...no me rendiré...se lo prometí a Cadence y ahora a mi madre...¡voy a derrotarte, Eris, ¿me oíste?! ¡No me importa si tengo que morir, pero tú caerás!.- Juró la muchacha y tras ponerse de pie, fue hacia la oponente con el "Kanzashi" en su poder.

- Cuánta debilidad que desprendes. Me cuesta creer que seas hija mía.- Se burló la Diosa en el cuerpo de la peli negra, llevando a que Twilight apretara los dientes con rabia y viera que el artefacto perdía poder.- ¿Acaso lo has olvidado?. Ya no están apegadas a Athena, tu Diosa está muriendo, solo será un "cascarón vacío" muy pronto y con ella morirán todas las esperanzas para los Humanos.- Apuntó fríamente y de ahí tomaba a la joven del cuello.

- ¡Eso jamás!.- Bramó Twilight y le dio un fuerte golpe en el rostro, a pesar de que la enemiga estaba en el cuerpo de su madre.

- Hmmm.- Murmuró la Diosa Maligna.- ¿Aún crees que puedes vencerme?. Tu hermana me sirvió como "Recipiente" por un largo rato, ahora tengo otro y mucho más cercano a Athena. Es cosa del destino, Twilight, entiende, no se puede negar algo que se venía preparando por mucho tiempo.- Apuntó la oponente, mientras que la soltaba y caía al piso. De ahí, las últimas "Versiones Alternas" la rodearon por completo, incapaz de moverse por las heridas y golpes sufridos, la joven se dispuso con levantarse, ponerse de pie una vez y dar su última pelea hasta que llegara la hora de abandonar ese Mundo.- Antes que nada, déjame decirte que has sido una verdadera oponente: Tienes disciplina, te has expandido como debe ser, lograste "crecer" en los términos de madurez, dejando de ser una niña a convertirte en una valiente Guerrera que lucha por Athena. Lo reconozco, te has ganado mis respetos pero no tolerará de que alguien como tú se meta en mi camino, así que será mejor que partas bajo una bella muerte antes que hacerte sufrir.- Sentenció y cuando se dispuso con matarla, una ráfaga de fuego incineró a la posición de la Diosa Maligna, así como también la "Saintia-Dríade" de Equuleus.

Voltearon su mirada, incluso las últimas rivales miraron hacia atrás y frente a ellos, en aquel camino hacia el Trono Imperial, Sunset Shimmer de Fénix había llegado con Milo de Escorpio y Junk Hurk.

- Quítale tus sucias manos de encima a mi amiga.- Le dijo la rubia-pelirroja seriamente.- O de lo contrario te reduciré yo misma a cenizas.- ¿Estás bien, cabeza hueca?.- Preguntó a la Saintia, quien asintió con la cabeza.

- Me alegra mucho de verte, Summer. Lo mismo a usted, Señor Milo, Señor Junk.- Se alegró la peli agua-marina, ya que al verlos, sobre todo al Caballero Dorado de la Casa del Escorpión Celestial le traía los recuerdos de cuando fue salvada por él.

- Y le trajimos lo que necesitaba. Señorita Sunset.- Dijo el "Maestro de los Guardias" y la chica asintió, dándole el último Fragmento que completó el "Kanzashi Dorado".

Como si de un Rompecabezas se tratara, todas las Piezas estaban en su sitio, no había ninguna falta, ya tenían el artefacto listo pero el tema era saber qué clase de poder iba a tener respectivamente. Un brillo resplandeciente como el de miles o incontables Estrellas, bendecidas por los Dioses, iban aumentando su fulgor. Eris lo vio, sus ojos se agrandaron, no, no podía terminar así, su plan, su dominio. No lo iba a permitir, así que cargó nuevamente, tomó como objetivo a Twilight, quien estaba con el "Kanzashi Dorado" en su poder, lista para atravesarla, insertar una "Semilla Maligna", convertir a la esperanza en la desgracia.

- ¡TWILIGHT!.- Le gritó Sunset en ese momento. No tuvo tiempo para dar una respuesta defensiva, solo vio como la oponente iba hacia ella. Todo se puso en blanco, un paisaje, no, un sitio, uno desconocido, en donde dos niñas jugaban, corrían y se reían, por lo que llamó su atención. De golpe, otra vez la Realidad y una persona que se hallaba en pie, con su Espada Imperial en ristre, mientras que recibía el ataque contra su pecho, llevando a que cayera al piso.

- No...- Dijo Twilight, una única palabra pudo salir de sus labios ante ese momento. Eris también estaba helada por lo que acababa de presenciar. Su cuerpo tembló, sus ojos se agrandaron como los de una lechuza. Allí, inmovilizado, con sus fuerzas en caída, el que había intentado matar a la Diosa Athena en el Pasado, ahora bajo el control del Dios de la Guerra, había hecho su último acto.

Un acto de redención por ella y por su Diosa.

[Solo queda el Epílogo, amigos. Uno que será lo bastante largo y cargado de emoción y acción. El último peldaño hacia la victoria para Twilight o Eris está a la vista de todos.

Ya no hay vuelta atrás.

Mando saludos y agradecimientos para Franco N 27 Agente KND, MontrealSoldier, 2020 Fin, RCurrent, FreedomGundam96, lady-saintiasailor y PoLucy.

Cuídense, amigos. Buen Domingo de mi parte y nos vemos en el capítulo final de esta historia.].

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