Capítulo 1

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En una habitación, las ventanas estaban abiertas y el viento ingresaba con suavidad, la luz del sol iluminaba el lugar, en especial en una cama donde había una persona despertando.

O-Oh... ¿Dónde estoy? – mira la ventana. - Ah, así que estoy ...en Romalia. – decía el chico de cabellera roja con puntas negras, retira las sábanas con cuidado pero le dolieron los brazos. – Tsk, cómo me duele mi cuerpo. ¿Cuánto tiempo he estado así?

Lentamente ponía sus pies en el suelo, pero, al momento de pararse, pierde el equilibrio y cae.

¡Eso dolió! ¿Por qué...? – gira su cabeza y nota algo. – Oh, así que perdí mi cola, con razón perdí el equilibrio. – coloca algo de fuerza en sus brazos para poder levantarse, aunque le hacía difícil para mantenerse de pie. – Espero que este efecto no sea permanente. – En eso levanta su mirada ya que la puerta se abría.

¿Tú crees que ya haya despertado? – decía una voz femenina.

Es una posibilidad. – ambos se quedan callados mientras que el pelirrojo con puntas negras estaba con una ligera sonrisa. – Hermano.

Hola Shun, Enju. – decía alegre pero es abrazado por la pelirroja.

Enju: ¡POR FIN DESPERTASTE NII-SAN! – Shun también se une al abrazo.

Shun: Nos tenías preocupados hermano.

Kenichi: Jeje, lo siento mucho. – correspondía el abrazo. - ¿Podrían ayudarme? Me cuesta mantenerme de pie.

Enju: Es entendible, has perdido tu cola, el desequilibrio te afectará de forma temporal.

Kenichi: Sí, lo he notado. Por cierto ¿Cómo está Indra?

Shun: Descuida hermano, él está bien, él despertó dos días antes. – el Uzumaki levanta una ceja.

Kenichi: ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

Shun: Ya casi una semana. – eso hizo que el chico abriera los ojos.

Kenichi: No me lo puedo creer. – trata de avanzar.

Enju: Espera Nii-san, debes tomarlo con calma.

Kenichi: Ya he descansado lo suficiente. – se apoya de la pared pero sus hermanos se acercan y colocan un brazo detrás de su espalda para ayudarlo. – Gracias.

Enju: Somos hermanos, estamos para ayudarnos. – le decía con una sonrisa mientras salían del lugar.

Kenichi: De paso, me alegra volver a verlos, recuerdo que cuando nos vimos fue durante la pelea contra Indra poseído.

Shun: Jejeje, es la verdad, aunque gracias a esta hazaña, no sólo salvamos a nuestro amigo, también que lo último que hiciste es atrapar a ese sujeto llamado "Rey Loco", bueno, casi. – el Uzumaki recuerda que él junto con su familiar terminaron muriendo.

Kenichi: Es verdad, Sheffield prefería la muerte antes que ver a su amo en prisión. – siguen caminando hasta llegar al patio.

Tranquila Louise, él estará bien. – decía una pelirroja tratando de animar a la chica.

Louise: Trato de hacerlo, pero que no haya... - se queda callada al ver en un punto específico, la pelirroja estaba con duda pero se sorprende, frente a ellas, estaba el pelirrojo con puntas negras, despierto y ayudado por sus hermanos. – Ke-Kenichi...

Ambos hermanos se apartan ya que se dieron una idea lo que pasaría, el Uzumaki levanta la mano en señal de saludo pero ella se lanza a abrazarlo, aunque lo derribó en el proceso.

Louise: ¡Kenichi! ¡KENICHI! – aprieta más el abrazo pero las lágrimas salían. - ¡Qué alegría que ya estés despierto, realmente me tenías muy preocupada grandísimo tonto! – oculta su rostro en el pecho de su novio mientras que el Uzumaki le daba unas palmadas en su cabeza con una cálida sonrisa.

Kenichi: Jejeje, lo lamento por preocuparte demasiado. – ella lo ayuda a levantarse pero ella nota que le costaba mantenerse de pie.

Louise: ¿Qué te pasa? – decía con preocupación.

Kenichi: Son las consecuencias de haber perdido mi cola, perdiendo ese centro de gravedad y pues... me cuesta mantenerme de pie. – ella comprende y coloca su brazo sobre su espalda.

Louise: Entonces te ayudaré. – lo llevaba con cuidado.

Kirche: Menos mal que ya te recuperaste.

Kenichi: Gracias, pero ¿Pasó algo cuando estaba descansando?

Kirche: Tabitha regresó a Germania tres días después de aquel incidente, dado que el rey murió, fue recoger a su madre y regresar a Galia.

Kenichi: Ya veo, al menos sus días en donde la amenazaban por fin terminaron. – da un suspiro hasta que suena su estómago con fuerza, dejándolo totalmente avergonzado. – L-Lo siento.

Louise: Jejeje, no te preocupes, en un rato más iremos a comer, de paso avisaremos de que ya despertaste. – Kirche asiente.

Kirche: Iré a dar la noticia, muchos estaban ansiosos de que despertaras.

Kenichi: Bueno, después de esa pelea y encima de la caída del rey, estoy seguro que subió la popularidad.

En realidad, dado que tú, a pesar de que estuvieras con heridas graves, a pesar de los reclamos de Louise y de los demás, te mantuviste de pie hasta acabar con ese Joseph. – dijo un pelinegro con puntas azules mientras llegaba con una chica de cabellos dorados y orejas puntiagudas.

Kenichi: ¡Hey! ¡Indra, Tiffania!

Tiffania: Finalmente despertaste. – decía con gran felicidad.

Indra: Menos mal, por poco y Louise te despertaba como si tú fieras la bella durmiente.

Louise: ¡INDRA! -exclamaba avergonzada.

Kenichi: Qué simpático. – decía con una pequeña vena.

Indra: Aunque lamento por todos los problemas que he...

Kenichi: No fue tu culpa, todo lo hizo Sheffield al alterar ese sello, pero ahora que ya ha sido erradicado, ya no volverás a pasar por esos dolores.

Indra: El lado negativo, siento haber perdido algunas habilidades, pero me siento satisfecho de que ya no esté, aunque tú terminaste peor.

Kenichi: Eso no te lo niego, perder mi cola y los daños que recibió mi cuerpo, sin embargo. – extiende su puño. – Me alegra que esto haya terminado.

Indra: Digo lo mismo amigo. – corresponde el gesto.

Kenichi: Pero bueno, ¿Podríamos ir a comer? No quiero que mi estómago vuelva a rugir. – todos asienten y se dirigen a un restaurante cercano.

Indra: Buenas, necesitamos todo el menú para mi camarada. – el camarero asiente y se retira.

Kenichi: ¿Y qué tal se han llevado?

Enju: Bueno, después de que quedaras inconsciente, empecé a hablar con Louise y Tiffania, la chica de hace rato y una rubia con pecas.

Kenichi: Ah, Montmorency.

Shun: Yo también hablé con ellas y con un chico con lentes y un rubio con una rosa.

Kenichi: Reynald y Guiche. – el pelinegro con mechón rojo asiente.

Enju: Y no me esperaba conocer a mi cuñada aquí. – Louise baja la cabeza con algo de vergüenza. – Pero ver lo preocupada que estuvo por ti y que me contara cómo terminaste aquí.

Kenichi: ¿Le contaste todo?

Louise: Sí, desde que llegaste. – el pelirrojo se queda en blanco porque recuerda los primeros días en que se conocieron.

Enju: En efecto, pero se ganó mi aprobación, después de todo, ella aceptó sus errores y se ve que te ama realmente. – dijo con una leve sonrisa.

Shun: También lo apruebo. – le dedica un pulgar arriba.

Kenichi: ¿Gracias? – estaba con una gota de sudor, de su hermano mayor normal se esperaría ¿Pero de su hermana menor? – Al menos no soy el único.

Louise: ¿Único?

Kenichi: Cuando Indra se hizo novio con Kurome, su hermana Mana Dragneel también lo evaluó.

Indra: ¡Oye! – exclamó avergonzado.

Kenichi: Me la debías por lo de hace rato. – llegan los platos y todos proceden a "comer"; dado que como el Uzumaki no comió por días, pidió casi toda la reserva del día.

Indra: Afortunadamente el dinero no falta. – le entrega la cantidad necesaria al camarero que tenía la boca abierta al ver la cantidad de platos.

Kenichi: Gracias por la comida, me aseguraré de volver algún día y lamento dejarlo sin reservas. – se retiran y regresan al lugar donde había despertado, pero había un grupo de estudiantes esperándolos.

¡COMANDANTE! – Todos lo rodean.

Kenichi: ¡Woah, esperen! – eso lo había tomado por la guardia baja.

¡Finalmente pudo despertar! ¡Después de una semana, dio un buen susto! - esos eran los comentarios de los chicos.

Kenichi: Os agradezco mucho, aunque ustedes también mostraron su valor, después de ese "momento", veo que aprendieron la lección y le alegra que estén bien.

Guiche: Gracias comandante.

Kenichi: Ya puedes llamarme por ni nombre. – el chico sonríe levemente. – Pero más te vale que no vuelvas a fallar y digo lo mismo para todos ustedes.

¡Lo prometemos! – el Uzumaki da un asentimiento, hasta que en el grupo, un rubio con ojos heterocromáticos se acercaba.

Julio: Por fin despertaste. – El pelirrojo sólo mantiene una mirada seria.

Kenichi: Sí, recién desperté hoy.

Julio: ¿Podrías acompañarme entonces? Mi maestro quisiera agradecerles. – Louise afila la mirada y aprieta el agarre de su mano con su novio. – También puedes ir, al igual que tus hermanos.

El grupo se dirige hacia la sala principal, Louise mostraba una mirada neutra, al igual que el Uzumaki, Enju estaba confundida y quiso preguntar, pero el Uzumaki le dijo que le contaría más rato, al llegar, se ve al papa de Romalia, Vittorio, también estaba Henrietta y Agnes, aunque el pelirrojo con puntas negras, notó que la reina de Tristain tenía unas ligeras ojeras.

Vittorio: Me alegra que finalmente ha despertado Kenichi-san.

Kenichi: Le agradezco sus palabras su Santidad. – respondió con seriedad.

Vittorio: Primero, quisiera pedir mis más sinceras disculpas por haberlo involucrado en otro conflicto y que terminara en ese estado. Me encargué de atenderlo, aunque sus hermanos no se separaban de usted, ni mucho menos la señorita Louise.

Kenichi: Doy gracias por la ayuda que me brindó.

Vittorio: Es en compensación por todo su apoyo y aún la deuda es alta, espero poder pagársela como se debe.

Kenichi: Lo que me conformaré por ahora, es que no vuelva a usar a Louise o a mí para estas cosas, si bien, era un enemigo en común, usted sacó provecho y eso me tiene indignado.

Vittorio: Lo comprendo y sí, lamento mucho los problemas que le he causado. – da una reverencia, al igual que Julio mientras que los hermanos de Kenichi estaban expectantes.

Louise: Espero que eso no vuelva a ocurrir Su Santidad, no sólo expuso mi vida en riesgo, también la de Indra, mi novio e incluso de sus hermanos, quienes evitaron que hubiera bajas. – exclamó con leve enojo. – Primero se tuvo que enfrentar con setenta mil soldados y las consecuencias fueron fatales y que pase por eso, realmente me llena de ira.

Vittorio: Lo entiendo y lamento haber puesto su vida y la vida de su pareja en peligro. – baja la cabeza.

Kenichi: Eso ya está solucionado, lo importante es que Galia está libre de ese rey loco junto con su familiar molesto y fin del asunto. – mueve su cuello. – Ahora, sólo quiero pasar tiempo con Louise y con mis hermanos que no los he visto más de un año.

Vittorio: De acuerdo Kenichi-san, los asuntos con lo del conflicto con Galia finalmente terminaron y puede regresar a su hogar cuando guste.

Kenichi: Gracias, hablaré con el profesor Colbert para regresar lo más pronto posible. Sin más que decir, me retiro. – da una reverencia y se retira pero no había notado que la reina no dejaba de mirarlo.

Enju: Bueno, esa reunión fue algo incómoda.

Louise: Lo importante es que le dejé con las cosas claras.

Shun: En serio Kenichi, tienes una novia muy valiente.

Louise: Gracias a él, conseguí ese valor que me faltaba. – le dedica una sonrisa a su novio y él le corresponde.

Kenichi: ¿Puedo tomar un poco de aire?

Louise: ¿Pero con ese estado? – decía preocupada.

Kenichi: No te preocupes, ya no estoy tambaleando como cuando desperté. Sólo serán unos minutos, quisiera tomar aire. – La peli rosa no estaba convencida pero Enju lo toma del hombro y da un asentimiento.

Louise: Está bien, pero sólo será un rato. – su novio ríe levente.

Kenichi: Si, será un rato, al menos quisiera ver el paisaje antes de regresar. – tanto su novia como sus hermanos asienten y se adelantan. – No he tenido oportunidad para ver esta ciudad por las situaciones que pasamos, pero me alegra poder verlo ahora que ya la "tormenta" ha cesado.

Estuvo disfrutando de la brisa, hasta que logra escuchar una voz.

Kenichi-san. – el pelirrojo con puntas negras voltea y ve a la reina Henrietta. – Me alegra ver que estés bien.

Kenichi: Doy muchas gracias por sus palabras, su Majestad. – decía con una sonrisa sincera, pero se sorprende por el abrazo que le dio la peli violeta.

Henrietta: Me tenía muy preocupada Kenichi-san, que tuviera esas graves heridas, ver que no despertaba, realmente me dolía. – apretaba un poco más el abrazo, algo que empezaba a incomodar al Uzumaki.

Kenichi: Puedo comprender su preocupación su majestad, pero no se preocupe.

Henrietta: Lo sé, pero no he podido dormir bien, verte en ese estado no me dejaba dormir. – decía con tristeza mientras acariciaba la espalda, ahí Kenichi se aparta con respeto.

Kenichi: Su Majestad...

Henrietta: Puedes llamarme Henrietta, no hay necesidad de ser tan formal Kenichi-san. – le dirige una sonrisa.

Kenichi: Cla-Claro, no hay problema Henrietta-san, pero bueno, procedo a retirarme, quiero aprovechar en hablar con mis hermanos. – da una reverencia y se retira. – Hasta luego.

Henrietta: Claro, cuídate Kenichi-san. – le da una cálida sonrisa mientras que el Uzumaki corresponde con una leve.

Kenichi: Ok, voy a ignorar ese gesto, fue algo incómodo. – regresa a su habitación donde estaba Guiche, Montmorency, Indra, sus hermanos, Tiffania con sus espadas y su novia Louise.

Montmorency: Hola Kenichi, me alegra ver que estés mejor. – el Uzumaki da una ligera sonrisa y un asentimiento.

Louise: Montmorency estuvo pendiente de tus heridas hasta que llegamos a la ciudad.

Montmorency: No quería que se repitiera la historia, así que di todo de mí para que pudieras curarte.

Kenichi: Muchas gracias por tu ayuda y estoy seguro que serás una gran maga curandera.

Montmorency: Me esforzaré para lograrlo. – el Uzumaki da un asentimiento.

Tiffania: Aquí tienes tus espadas Kenichi-.san.

Derflinger: ¡COMPAÑERO, MENOS MAL YA ESTÁS DESPIERTO!

Kenichi: Tranquilo compañero, ya estoy mejor. – toma la espada Incursio y la deja al lado de su cama. – Y dentro de poco, listo para la acción.

Indra: Se nota, al menos ya no tambaleas tanto como cuando despertaste.

Kenichi: Eso no te lo puedo negar.

Enju: ¿Y cuánto tiempo deseas descansar?

Kenichi: Prefiero dormir y regresar a Tristain lo más pronto posible, al menos ahí podrán acomodarse y hacer "Eso". – ambos hermanos asienten.

Shun: Claro, no hay problema. – en eso ven la puerta abrirse, resultando ser Kirche y Colbert.

Kenichi: ¡Sensei!

Colbert: Qué alegría que estés despierto.

Kenichi: Gracias sensei. A propósito ¿Cuándo podremos regresar a Tristain?

Colbert: Bueno, sólo hace falta que todos lleven sus cosas. ¿Ya deseas regresar?

Kenichi: Sí, si no fuera mucha molestia o qué dirán ustedes.

Guiche: Yo creo que sería mejor regresar.

Montmorency: Ya pasamos mucho tiempo aquí, así que opino igual.

Tiffania: Yo no tengo problemas. – da una cálida sonrisa.

Colbert: Entonces informaré a los demás, mañana podríamos regresar. – El Uzumaki asiente.

Guiche: Te dejaremos tranquilo, además, para que puedas pasar el tiempo perdido con tu novia. – decía con una ligera burla.

Kenichi: Y más te vale que tú puedas reforzar ese lazo con Montmorency y no lo estropees. – eso hizo que el rubio sintiera un yunque caer en su cabeza, porque, a pesar de que estuvo hablando con la rubia, apenas eran cortas mientras que la chica estaba con un leve rubor.

Indra: Te dieron una buena. – se reía levemente. – Pero es verdad, te dejaremos con Louise. – todos proceden a retirarse junto con la espada parlante dejando a la pareja sola.

El silencio era incómodo, pero Louise se sienta al lado de él y coloca su cabeza en su hombro, sin embargo, detecta un olor.

Louise: ¿Y esa fragancia?

Kenichi: Me encontré con la reina antes de regresar y me abrazó, si bien lo acepté como un gesto amistoso, sus palabras me incomodaron. – La peli rosa frunce el ceño, ¿Otra vez su "amiga" iba con eso?

Louise: Está bien, dejaremos de lado ese tema. – se aseguraría que ella entendiera bien luego lo que estaba haciendo. Pero, por ahora, quería pasar tiempo con el hombre que ama. – Sólo quiero sentir tu calor otra vez. - el Uzumaki la abraza.

Kenichi: Extrañabas esto ¿Verdad? - se separa y la mira a los ojos.

Louise: ¿Tú que crees? Verte gravemente herido ese día, sentí mucho dolor, a pesar que luchamos juntos, tú rompiste tu limitador y terminaste así, no despertabas. ¿Cómo crees que estaría después de todo esto? – lo mira a los ojos con algo de enojo, tratando de no llorar. – Te cuidaba y casi no dormía, de no ser por Enju y Shun quienes se turnaban para cuidarte.

Kenichi: Lamento por haberte asustado.

Louise: Lo hiciste para salvar a tu amigo, así que no te disculpes. Además, finalmente se acabó este tormento, tus hermanos están aquí y ya puedes regresar a tu hogar.

Kenichi: Sí, eso es verdad. – la toma de la mano. – Pero si me voy, será contigo.

Louise: Desde luego que sí, soy tu novia, además que tus hermanos aprobaron lo nuestro. – ambos esbozan una sonrisa.

Kenichi: Je, a diferencia de la otra ocasión. – ella ríe.

Louise: Pero lo entendieron al final. – lo besa con pasión, los segundos pasaban y ella derriba al Uzumaki a la cama y se separan, dejando un hilo de saliva. – Kenichi.

Kenichi: Louise. – la toma de la mejilla mientras que ella de sus cabellos y vuelven a besarse, pero ella procede a besar su cuello. – Ah...

Louise: Cómo extrañaba esto. – pasa sus manos por debajo de su polo.

Kenichi: Espera Louise, estamos en ... - ella coloca su dedo en su boca, callándolo.

Louise: No creas que te salvas de esto, además es una habitación exclusiva. – muerde su cuello, sacándole un gemido a su novio. – Y ya que tienes energías... - lentamente se desabotona la camisa.

Mientras tanto, los hermanos eran los únicos en retirarse del lugar.

Shun: ¿Crees que es buena idea?

Enju: *Mirando que la habitación de su hermano se apaga temprano* Sí, definitivamente. – decía con una sonrisa y su hermano levanta los hombros para retirarse.

A la mañana siguiente, todos estaban a punto de abordar el Ostland, el escuadrón de Kenichi, las chicas, Indra, Shun, Enju, Kenichi y Louise, mientras que Henrietta con Agnes y Julio estaban para despedirse.

Julio: Espero que puedas visitarnos pronto. – extiende su mano.

Kenichi: Je, ya veremos. – corresponde el gesto.

Henrietta: Yo regresaré dos días después. Cuídense mucho. – todos asienten pero la peli rosa nota que ella no dejaba de observar a su novio, eso la hizo enojar, sin embargo, no iba a hacer un escándalo en este momento.

Colbert: Lo tendremos Su Majestad.

Henrietta: Tenga cuidado Kenichi-san. – pero Louise se apega más al pelirrojo, haciendo que la peli violeta sienta desagrado pero lo disimula con una sonrisa. -Cuídate Louise-san.

Louise: Gracias Su Majestad. – también colocaba una sonrisa forzada haciendo que el ambiente se ponga un poco tenso, pero el pelirrojo sube al barco y empiezan a ascender para regresar a Tristain, todo bajo la mirada de la reina, quien se sujetaba el corazón.

Mientras tanto, en el Ostland, Indra y Kenichi estaban observando la ciudad mientras veían a la gente de la ciudad despidiéndose con gritos y ovaciones, dejándolos sorprendidos.

Indra: Sí que te quieren.

Kenichi: Tú también aportaste, no soy el único que arriesgó su vida y no sólo tú, ellos también. – ambos miran al escuadrón y esbozan una sonrisa.

Indra: Sí, tienes razón. – le da un par de palmadas en su espalda. - Muchas gracias por salvarme.

Kenichi: De nada, para eso están los amigos. – ambos chocan sus puños.

Indra: ¿Y estás emocionado por el retorno a Aiur?

Kenichi: Te mentiría si dijera que no, realmente quiero regresar, pero... - mira a la peli rosa hablar con su hermana menor. – También quiero que ella conozca mi mundo.

Indra: Je, lo sé, pero bueno, hablaré con Shun con respecto a eso. – el Uzumaki asiente y mientras que él se va con su hermano mayor él se apoya en la barandilla y veía cómo se alejaban de la ciudad, cuando la peli rosa se coloca a su lado.

Louise: Al menos pudiste disfrutar de su vista panorámica.

Kenichi: Sí, debo reconocer que es hermoso. – se acerca a ella y la toma de la cintura. – Pero tú eres más hermosa.

Louise: Me hace feliz. – rodea sus brazos alrededor del cuello del Uzumaki para besarlo.

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓIXIMA.

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