Capítulo 8

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Ya era un nuevo día y  Louise abría los ojos, ve al Uzumaki durmiendo tranquilamente, ella da una sonrisa desde el fondo de su corazón, no era un sueño, realmente se reencontró con su amado pelirrojo con puntas negras.

Louise: Oh verdad... fufufu, qué buena noche la de ayer. – sentía algo de frío y procede a abrazar a su novio, haciéndolo despertar. – Buenos días mi lindo Kenichi.

Kenichi: Buenos días Louise. – acaricia su mejilla y ella sonríe.

Louise: Realmente no era un sueño. – lo abraza con fuerza. – Estás aquí a mi lado.

Kenichi: Juntos de nuevo. – se dan un beso hasta quedarse sin aire.

Louise: Aunque me gustaría pasar tiempo contigo, tenemos que irnos, a diferencia de nosotros, los demás fueron en transporte y llegarán a Tarbes entre dos a tres días sin descanso y nosotros apenas nos movimos un poco.

Kenichi: Es verdad ¿Deberíamos conseguir un caballo?

Louise: Tomaremos la ruta algo arriesgada y el caballo no podrá atravesar parte del camino.

Kenichi: Ya veo, entonces comemos algo y sigamos con el viaje. – Ella asiente y se cambian para bajar y comer desayuno, una vez que terminaron y pagaron al encargado del local, se retiran lo más rápido posible del pueblo, evitando ser vistos por la gente del lugar.

Mientras tanto con Agnes, ella había salido de la academia a primera hora y se dirigía al palacio a gran velocidad, sin importar que sus prisioneros se lastimaran en el camino, pero la expresión de la comandante de las mosqueteras demostraba mucha ira ya que había fallado su misión.

Un par de horas después, ya estaba llegando al palacio y se dirige junto con los traidores a la sala principal, donde estaba Henrietta en su escritorio y sus manos estaban a la altura de su frente, esperando noticias de su amado.

Agnes: *Abriendo la puerta* Ya hemos regresado Su Majestad.

Henrietta: Oh, Agnes. – se levanta y se acerca. - ¿Pudieron traer de vuelta a mi amado?

Agnes: Me disculpo por lo que pasó su majestad, pero lo perdí de vista, Kenichi me engañó dos veces, creí que iba a ir a la academia y me doy con la noticia de que la mayoría de los maestros se rebelaron contra mí y es un acto de traición, además que los estudiantes y sirvientes del lugar escaparon, incluyendo Louise Valière.

Henrietta: ¿Eso es verdad? – mira a Osmond quien estaba atada pero el director no le respondía nada, por lo que Agnes lo sujeta de la cabeza y lo estrella contra el suelo.

Agnes: ¡RESPONDE A SU MAJESTAD MALDITA RATA TRAIDORA! – Exclamaba furiosa.

Osmond: Y-Yo...no traiciono a mis amigos...no como cierta persona. – mira a la reina quien se sentía ofendida.

Henrietta: ¿Traidora? Se equivoca director Osmond, Kenichi es mío y será mi futuro esposo. – se acerca y hace que lo mire a los ojos. – Esa carisma que muestra Kenichi-san no se la dará a nadie más que no sea yo.

Osmond: Es usted de lo peor, usted sólo siente envidia de que Kenichi ame a Louise y no a usted y lo peor que hizo fue arrebatarle el medio para que regrese a su hogar.

Henrietta: Su hogar es aquí, al lado de su reina que lo ama mucho. Así que le preguntaré una última vez, ¿Dónde irán esa...estúpida peli rosada y mi amado Uzumaki?

Osmond: No me importa lo que hagas, yo no traicionaré a mis amigos como lo hizo usted. – decía de forma determinada, incluso los maestros que estaban atados mostraban una mirada firme, no iban a decir nada, pero era una lástima que no todos eran así.

Escuché de los maestros que irán a una zona limítrofe, sin embargo, no dijeron exactamente a qué zona. – Osmond miraba con enojo al hablador quien sólo tenía una sonrisa arrogante.

Henrietta: Gracias profesor, me encargaré que sea recompensado. Agnes... - ella se endereza. – Quiero que llames a los altos mandos y se reúnan lo más pronto posible.

Agnes: ¡Como usted ordene! – se retira a avisar a los altos cargos mientras que la reina miraba a las mosqueteras presentes.

Henrietta: Llévenselos a prisión y no les den comida hasta que hablen. Y usted, será el nuevo director de la academia... Idol Rabier. – las mosqueteras dan un asentimiento y se llevan a los prisioneros, mientras que el hablador, un rubio regordete y con bigote, era un maestro que menospreciaba al Uzumaki no le agradó desde que tuvo un duelo con Guiche y terminara ganando, ya que eso motivó a los plebeyos que pudieran estar a la defensiva.

Rabier: Muchas gracias Henrietta-sama, haré que la academia vaya por el lugar correcto.

Henrietta: Me gusta esa lealtad, ordenaré que vayan sirvientes al lugar. – el "noble" gordo sonríe ya que podría sacar provecho, además que con los maestros que estuvieron de su lado, tendrían todo a su favor.

Rabier: Muchas gracias Su Majestad, si me disculpa, me retiro a preparar las clases. – la reina asiente y los maestros se retiran mientras que Agnes regresaba.

Agnes: ¡Listo Su Majestad, ya he convocado una reunión, para que escuchen sus instrucciones.

Henrietta: Muy bien. – sale de la sala y se topa con su altos mandos, incluyendo el General Wimpffen que había sido golpeado por Indra y Louise por el tema de la misión de quedarse a detener al ejército de Albion. – Doy muchas gracias por su llegada.

De nada Su Majestad, nuestra lealtad es para ustedes. – dijo uno de los altos mandos.

Henrietta: Seré directa, quiero que cierren las zonas limítrofes con todos los países, no quiero que nadie salga y tengo una orden absoluta... - todos asienten. – Quiero que arresten a Louise Valière y me traigan de vuelta a Son Kenichi Uzumaki.

Wimpffen: Disculpe Su Majestad ¿Podría saber qué hicieron ellos?

Henrietta: Ella se rebeló contra mí, al igual que un gran grupo de estudiantes de la Academia de Magos de Tristain, son traidores del reino y deben ser arrestados. – el general asiente y sonríe por lo bajo.

¿Y Son Kenichi? – dijo uno quien mencionó su nombre con veneno.

Henrietta: Es asunto mío, sólo quiero que lo traigan a la fuerza, en cuanto a los demás, si se resisten, entonces.... Ejecútenlos. Pero, a Louise, a ella la quiero con vida sí o sí. ¿Entendieron?

¡Sí, SU MAJESTAD! – dijeron todos los altos mandos.

Henrietta: Tienen todo a su alcance y serán bien recompensados si cumplen con su labor, pero quiero a Kenichi y a esa traidora de vuelta a como dé lugar.

¡COMO USTED ORDENE SU MAJESTAD! – dijeron con los ojos iluminados, al escuchar "Tienen todo a su alcance", les está dando la oportunidad de hacer lo que se les dé la gana, eso hizo que sonrieran con perversidad por dentro y proceden a retirarse, dejando sola a la peli violeta.

Henrietta: Mi Kenichi, no debiste irte, ahora esa maldita perra peli rosada recibirá su castigo. – decía con una mirada vacía.

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Volviendo con la pareja, ellos estaban a paso ligero, habían salido del pueblo y tenían que dirigirse a Tarbes, en donde sería el punto de encuentro, por lo que estuvieron corriendo una buena distancia.

Louise: ¿Cómo te sientes físicamente? – decía mientras corrían.

Kenichi: Para mi buena suerte, me he recuperado, al menos mi resistencia, sin embargo, mi recuperación va muy lento y mis habilidades apenas están volviendo, por lo que no podré hacer ataques devastadores ni mucho menos podré transformarme.

Louise: Con razón, tu velocidad no es como la vez que competimos. – no era burla, ella recuerda la vez que perdió en la competencia contra él y luego él la ayudó a entrenar, uno de esos entrenamientos, la hizo correr una gran distancia, mejorando no sólo su velocidad, sino también su resistencia, sin embargo no podía ganarle a su novio, pero debido a los daños que sufrió, ahora su velocidad está reducida.

Kenichi: Lamentablemente, pero si sientes signos de cansancio, entonces podemos descansar un poco. – ella le dedica una sonrisa.

Louise: Gracias por tu consideración, por ahora estoy bien y sigamos. – el pelirrojo asiente y siguen corriendo por un rato más. – Si seguimos así, podremos llegar al siguiente pueblo antes del anochecer.

Kenichi: Entonces vamos allá, aprovechemos toda la ventaja posible. – ella asiente.

//==//==//==//==Timeskip.//==//==//==//==//

Luego de unas tres horas, la pareja había descansado unos minutos mientras se alimentaban con pan que compraron de la última posada y algo de agua, para luego sentarse bajo un árbol a reposar.

Louise: ¿Te preocupa algo?

Kenichi: La reacción de esa loca, hará que cometa las peores decisiones con tal de atraparnos. – no podía negarlo, temblaba un poco de lo loca que era, sin embargo, imaginarse lo que haría con tal de recuperarlo, después de destruir la máquina, podría pasar lo peor.

La peli rosa lo toma de la mano y con la otra, lo toma de la mejilla y hace que la mire directamente.

Louise: Cálmate Kenichi, no importa lo que ella quiera hacer para llevarnos al palacio, nosotros lo afrontaremos ¿Acaso no te acuerdas cuando peleamos en Albion, contra Sheffield y el rey Joseph e incluso con tu amigo Indra quien había caído en posesión? Si pudimos con todo eso, entonces podremos contra esa traidora. – le dedica una sonrisa. – Tú me apoyaste y también debo apoyarte, eres mi novio y en una relación, se deben apoyar en toda circunstancia.

El pelirrojo esboza una sonrisa y se acercan para darse un beso que duró varios minutos y se separaron por la falta de aire.

Louise: Te amo.

Kenichi: Yo también. – le da un abrazo y ella corresponde gustosa.

Louise: Aunque cuando nos reunamos con los demás, no sólo seremos tú y yo. - pensaba con un sonrojo mientras que el pelirrojo con puntas negras se levantaba y ayuda a la peli rosa a levantarse.

Kenichi: Bueno, ya hemos descansado mucho, sigamos avanzando, pero a paso lento, correr después de comer es algo arriesgado. – ella asiente y siguen con su recorrido.

Mientras tanto en la prisión del palacio, Osmond estaba recibiendo un hechizo eléctrico de uno de los magos al mando de la reina.

Henrietta: ¿Vas a hablar?

Osmond: Y-Ya...t-te lo dije... no traicionaré a Kenichi ni a Louise.... – respiraba de forma pesada ya que la peli violeta le tiró un poco de agua, haciendo que el hechizo sea muy doloroso.

Henrietta: ¡MALDITO ANCIANO! ¡TU LEALTAD ES HACIA MÍ, LA REINA DE TRISTAIN! ¡ASÍ QUE DIME DONDE ESTÁ SON KENICHI UZUMAKI Y LOUISE VALIÉRE!

Osmond: Pre-Prefiero morir...antes de... decir una palabra... - la peli violeta aprieta los puños y lo mira con furia.

Henrietta: Entonces...serás ejecutado por traición dentro de cinco días. ¡Sáquenlo de mi vista! – un par de mosqueteras asienten y se llevan al director a su celda mientras ella se dirigía a otra celda en especial. – Y tú, ¿Vas a hablar...

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¿Álvaro?

En efecto, el que estaba en la celda, no era más ni menos que el que ayudó a Kenichi en su escape, la reina se dio cuenta que las mosqueteras eran las que se encargaban de resguardar la celda de su "prometido", por lo que no tardó en notar ese detalle y lo encerró y al igual que a Osmond, también recibió la tortura, pero con un poco más de voltaje, sin embargo, no pudo obtener información.

Álvaro: Y-Ya...le dije...que no hablaré....

Henrietta: Qué decepción, usted, quien era el líder de los guardias del palacio, termine traicionándome así. – decía con falsa tristeza.

Álvaro: ¿Acaso no fue usted quien encerró al chico? No una, sino dos veces.

Henrietta: La primera lo hice por su bienestar y la segunda es, porque él pertenece aquí, al lado de su futura esposa.

Álvaro: Pero él no quiere estar con ... - recibe un hechizo de hielo, mandándolo contra la pared.

Henrietta: ¡SILENCIO! ¡No toleraré ese tipo de comentarios!

Álvaro: E-Es...la verdad...además...no puede obligarlo a que la ame...

Henrietta: ¡SOY LA REINA, MI AUTORIDAD ES ABSOLUTA Y ÉL ES MÍO, LO HARÉ MI ESPOSO A LA FUERZA Y A ESA PERRA PELI ROSA SERÁ CASTIGADA POR TRAICIÓN Y POR LLEVARSE LO QUE ES MÍO POR DERECHO Y LO TRAERÉ DE VUELTA, A CUALQUIER COSTO!

Álvaro: ¿Cómo darles luz verde a esos "nobles", van hacer lo que se les dé la gana y posiblemente... dañar a la gente de su pueblo... sólo para traerlo de vuelta?

Henrietta: ¡Al infierno con la gente de mi pueblo! ¡Si ellos esconden a mi Kenichi, serán castigados! ¡Y no dejaré que nadie cuestione mis órdenes!

Álvaro: Ha perdido la razón... - decía completamente decepcionado.

Henrietta: ¿Perder la razón? Oh Álvaro. – abre la celda y se acerca al prisionero. – Todo esto.... – perfora el corazón con una estaca de hielo mientras su mirada era vacía. – Lo hago por amor y me da igual lo que le pase a los demás.

La reina se retira de la celda, mientras que el ex -guardia caía muerto, la peli violeta pasa al lado de 2 mosqueteras y dice lo siguiente.

Henrietta: Quemen su cuerpo. – ambas asienten y proceden a llevarse el cadáver.

//==//==//==//==TIMESKIP ==//==//==//==//

https://youtu.be/tWpe2ppRRGg

Habían pasado algunas horas y la pareja había llegado al siguiente pueblo, tal como dijo Louise, pudieron llegar antes del anochecer y era buen lugar para tomarse un descanso.

Kenichi: Es muy buen lugar, aunque debido a las circunstancias, no se puede disfrutar del todo.

Louise: Es verdad, me habría gustado llevarte antes. – decía mientras lo tomaba de la mano. – Pero al menos, viajando hacia Tarbes, podemos hacer estas paradas y sacar algo de provecho. ¿Entramos?

Kenichi: Después de ti.

Ambos ingresan al lugar, el ambiente era tranquilo y la gente hacia las cosas con normalidad, hasta que algunos notan a los recién llegados.

Oigan, ¿Acaso no es el chico Son Kenichi? ¿El héroe de Albion y aquel que detuvo al Rey Joseph? – dijo uno con una expresión de sorpresa y emoción.

¡Es verdad, es él! – dijo una mujer emocionada y se acercan, poco a poco, la noticia llega a los demás habitantes y se acercan.

Kenichi: ¿Are? – fueron bien recibidos por los habitantes del pueblo.

¡Es un gusto tenerlo aquí joven Uzumaki! – dijo otro emocionado.

¡Mis hijos lo admiran mucho! ¿Podría darles un saludo? – Todos estaban completamente emocionados al ver al héroe, quien se sentía algo nervioso.

Kenichi: Bu-buenas noches. – decía con algo de tartamudeo, no se esperaba esta visita.

Oh, no me esperaba que Son Kenichi Uzumaki viniera a este pueblo remoto, sean bienvenido junto con su acompañante. – dijo un anciano con una leve sonrisa, pero se veía que era el encargado de todo el pueblo.

Kenichi: Doy muchas gracias, bueno, ya saben mi nombre y ella es mi novia Louise. – La peli rosa da una reverencia. - Sucedieron algunas cosas y nos gustaría pasar la noche en este lugar.

Claro, es un gusto tenerlo aquí. – dijo el anciano con amabilidad. – Mucho gusto, me llamo Tazuna, es un gusto conocerlo. – se presentó con una sonrisa. 

Kenichi/ Louise: Gracias por su hospitalidad. – ambos ingresan al pueblo mientras que los más jóvenes miraban con emoción al pelirrojo y el anciano se acercaba a un encargado de una posada.

Louise: Sí que te quieren. – decía con una sonrisa. – Has hecho mucho y sus logros han sido reconocidos, incluso por nuestros viejos enemigos.

Kenichi: Es verdad. – su estómago ruge con ferocidad. – Oh, lo que faltaba.

Louise: Dejemos nuestras cosas en la posada y vamos a comer algo. – el pelirrojo asiente y se dirigen a la posada, el encargado les da la mejor habitación y proceden a dejar sus maletines, aunque el pelirrojo seguía con sus espadas, en caso de defensa.

Ambos fueron guiados a un restaurante, en donde estuvieron esperando unos minutos, hasta que llegaron sus platos.

Louise: Disculpe ¿Podría darle más a mi novio? Tiene un estomago muy grande. – la encargada asiente y se retira a la cocina.

Kenichi: ¡Louise! – reclamó algo avergonzado mientras que ella reía.

Louise: Vamos, no te quejes y di "Ahhhh". – Le sirve un bocado y el Uzumaki lo recibe aunque con algo de vergüenza.

Kenichi: Está bueno.

Tazuna: Esta parte es un pueblo muy próspero, las cosechas son bien cultivadas, tanto para envío como para nuestros propios alimentos, como mi hija Tsunami quien prepara buenos platillos en este restaurante.

Tsunami: Me alegra conocerlo Uzumaki-san y también su novia.

Kenichi: Gracias y su comida está deliciosa. – respondía animado mientras comía con gusto la cena.

Louise: No comas tan rápido que te vasa atorar. – dijo con una leve expresión de enojo.

Kenichi: Lo siento.

¡ES EL HÉROE SON KENICHI UZUMAKI! – dijo un niño con mucha emoción.

Tsunami: Oh, él es mi hijo Inari, es fanático de usted. – decía con una sonrisa.

Inari: ¿Podría firmar mi figura? – tenía una figura de madera bien tallada de él, sorprendiendo al Uzumaki.

Kenichi: ¿Eh? – la peli rosa asiente. – Cla-claro pequeño. – toma su figura y con una pluma coloca su apellido y un remolino. – Aquí tienes.

Inari: ¡Muchas gracias, conservaré esta figura con mi vida! – gritaba feliz mientras se iba con su mamá y la pareja esbozaba una sonrisa para seguir comiendo.

https://youtu.be/SBATrLRWySg

Después de unos minutos, la pareja había terminado de comer, sin embargo, al momento de pagar, Tazuna y Tsunami negaron amablemente dado que eran invitados especiales. Dado que aún era temprano, la pareja había dado un paseo por los alrededores y siendo bien recibidos por los habitantes.

El ambiente era muy alegre y la gente saludaba a la pareja de forma amable mientras que ellos se integraban con la gente del lugar.

Louise: Sí que el ambiente es animado.

Kenichi: ¿Crees que sea buena idea?

Louise: Oh vamos, no estaría mal disfrutar un poco. – decía animada mientras lo toma de la mano, él la mira por unos segundos para luego esbozar una sonrisa.

Kenichi: Bueno, supongo que por esta noche, podremos divertirnos a más no poder. – eso animó mucho más a la gente y aplaudieron.

Las luces del lugar agradaban a la pareja y probaron muchas cosas, ya sea como que Louise vistiera prendas distintas, al igual que acomodaron su cabello, mientras que el Uzumaki probaba los exquisitos manjares y se interesaba en una que otra cosa, a la vez que se divertía jugando a la pelota con los pequeños.

Kenichi: Jeje, no me divertía así en mucho tiempo. – le daba un pase a otro niño y dejaba que jugaran con tranquilidad, hasta que escucha la voz de su novia.

Louise: ¿Qué tal me veo?

Kenichi: Te ves hermosa. – decía con un sonrojo.

Louise: Venga, tú también cámbiate. – el Uzumaki abre los ojos.

Kenichi: ¿Eh?

Louise: Nada de eh, vamos.

Unos minutos después el pelirrojo estaba completamente cambiado y la peli rosa lo toma de la mano.

Louise: Vamos a disfrutar de esto a lo grande. – se lo lleva al centro del lugar mientras que el pelirrojo sólo sonreía. Para la peli rosa, era una experiencia nueva, tanto tiempo como una estudiante de clase alta por lo que no ha disfrutado de estas cosas y al ser una primera vez en esto, se lo estaba pasando bien al lado de la persona que ama.

Ahora estaban en el centro de la plaza mientras que escuchaban un buena música, así que el Uzumaki la mira.

Kenichi: ¿Qué tal si bailamos un poco?

Louise: ¿Eh? Pe-Pero, yo no sé de estas cosas.

Kenichi: Déjate llevar por el ritmo. – ella sonríe y proceden a balar un buen rato y poco a poco la peli rosa disfrutaba de esto.

Minutos después, ellos fueron a descansar un rato, de tanto bailar los dejaron sedientos, por lo que le dieron un refresco.

Kenichi: ¿Y qué te pareció?

Louise: ¡Fue muy bonito! ¡Es la primera vez que disfruto de estas cosas! – decía emocionada mientras tomaba su bebida.

Kenichi: Hay cosas que los de la alta no pueden disfrutar, cosas como esta. – ella da un asentimiento, el pelirrojo tenía razón, los nobles tenían sus cosas refinadas y decían que los eventos y festividades en un pueblo, es para gente de poca clase.

Louise: Si, es verdad, pero al presenciar esto, es totalmente diferente a lo que me decían.

Kenichi: ¿Es mejor de lo que tenías en tus expectativas, verdad? – la peli rosa asiente.

Louise: Mejor de o que yo esperaba.

Kenichi: Pero aún no termina. – ella lo mira con una ceja levantada y ve que el pelirrojo se acerca a uno de los músicos. – Disculpe, ¿Me permite tocar esta guitarra? – el músico da un asentimiento y se lo entrega para luego colocarse en el centro y mirar a la peli rosa para proceder y tocar o siguiente.

https://youtu.be/XB_hCZ6mzfk

La gente aplaudía por tal interpretación (Además, que era una nueva, gustándoles mucho más) mientras que Louise estaba muy sonrojada, su corazón latía a mil mientras que el pelirrojo daba una reverencia y le devuelve la guitarra.

Louise: Siempre me sorprendes con algo nuevo, estoy segura que las chicas que se interesan en ti también tendrían la misma reacción si haces esto. – pensaba con una sonrisa mientras el pelirrojo regresa y se sienta. – Fue una hermosa canción.

Kenichi: Gracias. – le da un beso en la frente. - ¿Qué tal si disfrutamos un poco más y de ahí regresamos a la habitación?

Louise: Claro.

Estuvieron cerca de una hora en el lugar y luego proceden a retirarse a su habitación, dejándolos con privacidad total, eso era bueno para ambos.

Kenichi: Fue una buena noche ¿No te parece? – decía mientras terminaba de ducharse.

Louise: Una gran noche diría yo, pero aún falta más. – eso despertó una duda al Uzumaki, quien ya salía mientras se secaba el cabello, pero se sonroja al ver a la peli rosa con un vestido negro muy corto. - Falta el "postre".

El Uzumaki esboza una leve sonrisa, mientras se acercaba.

Kenichi: Oh, se ve tan...apetitoso. – Se coloca encima de ella.

Louise: P-Por favor... sé gentil. – dijo con las mejillas rojas y una mirada tímida.

Kenichi: Si así lo pides, no puedo negarme. – se acerca y la besa, disfrutando del momento, olvidándose de los problemas, al menos por esta noche.

FIN DEL CAPÍTULO.

EPERO QUE LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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