Capítulo único

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¡Holiwis! He llegado con otra de mis ideas locas, esta vez a modo de OneShot. Dudé mucho si compartirlo, está algo extraña la idea; pero ya que lo escribí, sentí raro no publicarlo.

Si hay lectores de mis otras historias por aquí, muchas gracias por darle una oportunidad a este mini proyecto. Se les quiere. 🥰

Quisiera dedicar este pequeño shot a Meli_Gonz96 quien ha llegado a sus 5 kilitos aquí en Wattpad. ¡MIL FELICIDADES, HERMOSA! Este pequeño detallito es para ti 💜. Gracias por tanto, perdón por tan poco. 🛐

Primavera, la estación del amor. El verdor de los campos, el perfume de las flores, los pétalos de los cerezos volando, llevados por la brisa. Es, sin dudas, la época más hermosa del año; o al menos eso dicen las personas.

Lo considerado una rutina para el hombre, para mí es un tesoro inalcanzable, una utopía. Muchos piensan que ser una deidad, o una entidad sobrenatural, está lleno de ventajas y lo consideran una bendición; otros temen a esta clase de entes y toman una conducta defensiva o violenta cuando se encuentran frente a lo desconocido. Algunos fingen indiferencia, solo porque creen que sus sentidos los engañan producto al estrés o el alcohol. He sido testigo de todas esas reacciones y muchas más.

Siempre estoy en el mismo lugar, lo he estado por casi un año, inmóvil, aparentemente imperecedero; pero la realidad es distinta.

Soy un simple espíritu que ha quedado atrapado en el interior de un cerezo. No sé cómo llegué a esta situación, mis recuerdos son una laguna oscura y sin fondo en la que si me sumerjo, solo hay asfixia, no respuestas.

Un reto me fue traído por un gato calicó que se sentó a descansar en mis ramas el primer día que tuve mi conciencia lúcida dentro de este árbol.

—Estás así por tu propia voluntad —me dijo, mirándome fijamente con sus ojos rasgados—. No doy segundas oportunidades, puedes considerarte afortunado. Puedo ofrecerte la eternidad; o un año. Puedes vivir, tal y como estás ahora, para siempre; o, en un año, encontrar lo que quieres hacer y cumplirlo; pero si no lo logras, te perderás en el vacío y tu alma no podrá reencarnar.

—¿Lo que quiero hacer? No entiendo... Es más, ¿quién eres? —Cada una de sus palabras acrecentó mi confusión.

—No habrá pistas, he hecho la excepción de excepciones al dejarte conservar tu conciencia. Cuando el momento llegue, sabrás qué hacer. ¿Qué decides?

Puedo existir por toda la eternidad, sin saber si soy prisionero de una bendición o una maldición, sin saber nada sobre mí. Puedo disponer de un año para cumplir mi propósito en la vida, sin siquiera saber cuál es, bajo la amenaza de perder mi alma.

—Entonces, solo necesito un año. —Eché a volar mis dudas en un instante—. No sé quién soy o de dónde vengo; pero, si tal y como dices estar aquí es mi voluntad, aunque no sepa cómo era antes, tengo la certeza de que la eternidad no es mi deseo. Antes muerto que sin pasión.

—Buena respuesta, Jungkook. Te deseo suerte. Nos vemos en trescientos sesenta y cinco días. —Desapareció. Esa plática fue el inicio de mi conteo regresivo.

—Jungkook... Supongo que ese es mi nombre.

Mi conversación con el gato ha sido la única que he podido tener. Mi voz no es escuchada por ninguno de los transeúntes, los movimientos anormales de mis ramas los hacen huir.

El inevitable paso del tiempo ha hecho crecer un enorme sentimiento en mi interior, uno que no sé nombrar. La sensación de que hay algo que debo decir a como dé lugar, me saca de mis casillas; si no puedo hablar, ¿cómo podré lograrlo? Mi tiempo se acaba y tengo miedo. Temo no poder expresar estas emociones que nacieron en mí y guardo en mi corazón de madera.

Lo único que mantiene la desesperación al margen, son las palabras de ese hermoso felino: "cuando el momento llegue, sabrás qué hacer".

El momento, antes de poder siquiera prepararme, llegó justo hoy, cuando se cumple mi fecha límite, al ver la cabellera plateada de un hermoso joven que se acerca a mi follaje rosa. Es la primera vez que lo veo; pero siento como si lo conociera de toda una vida. Se ha quedado observándome fijamente, el brillo en su mirada conjuga añoranza, nostalgia, tristeza y amor sin medida. ¿Por qué siento que todo mi ser se desmorona al verlo así?

—No puedo creer que mis pasos me hayan traído aquí, juré que no volvería a este lugar —susurró para sí—. ¿Por qué, Jungkookie? ¿Por qué tuvo que pasar esto? Ni siquiera pude despedirme. Ni siquiera pude decirte lo que sentía. ¿Acaso el universo estaba tan celoso de nosotros?

Esas palabras fueron el detonante para que un mar de recuerdos me inundara. El flashback de cómo mi vida se esfumaba tras salvar un pequeño gato calicó de ser atropellado hizo un dolor recorrer toda mi extensión hasta mis raíces.

A mi mente llegó la imagen de esos cabellos color plata y un nombre: Park Jimin, el chico al que planeé por tanto tiempo confesar mis sentimientos hasta que tuve el valor de hacerlo y lo cité, hace exactamente un año, en este mismo lugar, para que la luna y el cerezo que ahora aprisiona mi alma fueran testigos de mi revelación.

—¡Jimin, soy yo, aquí estoy! —Es inútil, no me escucha.

Mi voz se desgarra ante el esfuerzo no recompensado. Cada una de mis flores comienza a caer, en sustitución de las lágrimas que mis inexistentes ojos no son capaces de derramar. Me revuelvo en mi impotencia y sufrimiento, me lamento por no haber confesado mis sentimientos antes, por haber sido un cobarde, por no poder transmitir nada a pesar de la segunda oportunidad que me fue otorgada.

El sonido de un cascabel llega hasta mí. El único que puede escuchar mi voz está aquí.

—Hola, Jungkook. He venido por ti —maulló.

—¡No, por favor, espera! ¡No me lleves, no aún! —Mis gritos se apagan poco a poco hasta transformarse en una súplica—. Todavía no he podido... decirle lo que siento.

Suspiró sonoramente y su mirada se suavizó.

—Sé que dije que no te ayudaría, pero este pequeño me insiste en que quiere agradecerte por salvarle la vida. —Se señaló a sí mismo con una pata. ¿Es acaso el mismo gato que salvé un año atrás?—. Esto es lo más que puedo interferir, el resto depende de ti. —Colocó su patita en mi tronco, dejando su huella que brillaba de color dorado.

Un viento algo fuerte comenzó a soplar inmediatamente después, removió los cabellos de Jimin y todas mis flores, liberando muchos pétalos que se agruparon a su alrededor como una cortina rosa.

—¿Qué significa esto? —le pregunté confundido, aún con el viento dando vueltas en círculos a nuestro alrededor.

—Esta brisa es tuya, úsala sabiamente.

No demoré ni dos segundos en descubrir lo que debía hacer. Con solo pensar lo que deseaba, el viento comenzó a mover mis pétalos a mi voluntad.

Las lágrimas de Jimin se detuvieron momentáneamente al ver como las flores comenzaban a danzar lentamente, formando un círculo a su alrededor e invitándolo a acercarse a mi tronco. Cuando unos metros nos separaban, desprendí unas flores para que pudieran formar palabras al alinearse frente a él.

—"Park Jimin" —leyó su nombre, sorprendido—. ¿Qué significa esto? —se preguntó.

"Te amo. Lo lamento". Fue lo siguiente que escribí. El tiempo se acababa, solo pude darle forma a mi firma: "JK".

Lo vi llevar ambas manos a sus labios y las lágrimas abandonar sus ojos sin control. Extendió sus manos hacia las letras, las flores que formaban mi nombre delinearon su brazo hasta llegar a su rostro, posándose en él, cual si simulasen una caricia y una de ellas la coloqué sobre sus labios, como el beso que nunca pude darle; él la sostuvo con su dedo índice y del medio, sin alejarla de su boca.

—Yo también te amo, Jeon Jungkook.

Sonreí internamente, mi mensaje se transmitió. Mi tiempo también ha terminado, sentir la pata del pequeño felino tricolor volver a colocarse en el mismo lugar de antes me lo ha dado a entender. Solo le pedí un segundo más, con eso bastaría para hacerle a entender a Jimin que siempre estaría a su lado.

Todos los pétalos cayeron al suelo y dejaron suspendidas en el aire solamente las flores con mi mensaje, que se acercaron a mi tronco y moldearon una frase diferente. Jimin las siguió.

"Tú eres yo", escribí.

—Y yo soy tú. —Colocó su dedo índice sobre la madera, detonando la liberación de mi espíritu del interior del árbol.

Lo último que vi fue como abrazó con fuerza al pequeño gatito y lo acurrucó en su pecho, se recargó del árbol y lágrimas silenciosas descendieron sin control por su rostro.

Hace un año, deseé que las flores de cerezo fueran testigos de mi confesión. Hoy, gracias a ellas, pude tener una segunda oportunidad para decirte lo que siento, Jimin.

No deseo vivir para siempre, no lo necesito. Prefiero un año para esperarte, un día para verte, un minuto para confesarme y un segundo para tocarte; que una eternidad sin ti.

¿Qué les pareció? Pueden ser totalmente sinceros, acepto críticas y opiniones.

Francamente, no soy de escribir OneShots, siempre acabo creando un drama enorme con todo y queriendo hacer una historia larga XD. Espero que este les haya gustado, no sé qué pensar porque es la primera vez que se me ocurre una idea de este tipo.

Chao chan 😘

Espero nos leamos en mis próximas historias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro