Capítulo 16: Melodías Macabras

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"La paranoia es una forma de conciencia, y la conciencia es una forma de amor"

Charles Manson.

Jonathan.

Desde mi mesa separado de todos había observado la situación entre Petterson y Ámbar y aunque hubiese querido no iba a intervenir por dos sencillas razones; uno : haría que la descubrieran antes de ejecutar cualquier plan y dos: simplemente no tenía ganas de intervenir, Ámbar sabía cuidarse sola y estaba más que seguro que mi intervención sería una molestia innecesaria, así que esperé a ver cómo salía de esa situación ella sola.

A los pocos minutos la vi entrar por la misma puerta por donde habían salido, ella llevaba una sonrisa triunfal en su rostro y aquella mirada pícara que se le quedaba cuando tenía la ventaja en algo; detrás de ella entró Petterson con cara de molestia y derrota, esa era mi chica, sea lo que fuere que había hecho le había dado una victoria y de seguro una ventaja sobre aquel hombre que le doblaba el tamaño y la masa corporal. El descubrimiento que aún ignoraba de seguro serviría para nuestra ventaja más adelante.

Ámbar caminó hasta la barra y pidió un trago, luego sacó su celular y texteó algo, segundos después la pantalla de mi celular se iluminaba con la notificación de un nuevo mensaje.

"Tenemos nueva víctima"

Con estas tres palabras acababa de poner una diana en la espalda de Petterson z nuestro plan ya estaba trazado, solo había hecho falta un víctima y Petterson amablemente se había brindado para ser nuestro conejillo de Indias. Cuando Black llegó se fue hasta la barra con Ámbar y ahí su noche dió comienzo.

Luego de lo que me pareció una eternidad me marché de aquel lugar, en el camino hasta mi departamento la lluvia comenzó a caer y mientras me empapaba pensaba en lo divertido que serían los días venideros.

La mañana siguiente

El tono del celular me despertó y antes de responder ya sabía quién era solo por la canción que sonaba Cradles de Sub Urban sonaba cada vez que ella llamaba, Ámbar estaba enamorada de ese tema musical y lo había puesto como notificación para cuando ella me llamara, la canción era un tanto tétrica pero me había llegado a gustar por la letra que tenía muy parecida a mí.

- Es demasiado temprano para que me vengas a molestar - contesté de mala gana.

-¿ Temprano en qué planeta? Son más de las 11 de la mañana, ábreme la puerta te traje café.

Con el mismo ánimo con el que le había contestado fuí hasta la puerta y le abrí. En cuanto la puesta estuvo abierta Ámbar pasó por mi lado hecha un ciclón, tanta energía desde buena mañana me molestaba.

- Parece que tú noche fue fructífera, pero tu energía sobrante me molesta así que bájale a tu entusiasmo.

- Eres un amargado- soltó de momento y mi mirada fue más que suficiente para decirle que mejor se callaba, ella agachó la cabeza y se disculpó- Lo siento, es que estoy más que contenta. La información que traigo es demasiado buena.

- Cuenta, ¿ qué tan bueno es eso que tienes que decir?

- Primeramente como te dije anoche , nuestro nuevo objetivo es Petterson, cometió el gran error de quererme intimidar, y sin saber se marcó como ganado para matadero él mismo. Segundo: Petterson es gay y está enamorado de Black motivo por el cual me quiere lejos de Benjamín, de ahí su escena el primer día que me vio con él. También sospecha de mí, me dijo que apestaba a sangre, eso me preocupa ya que ni siquiera Black sospecha de mi participación en los asesinatos, por eso hay que desaparecerlo lo más pronto posible.

- Petterson se puede llegar a convertir en un grano en el culo más adelante, así que para que eso no pase dentro de poco desaparecerá sin dejar rastro, luego de eso solo será un nombre en la lista de asesinatos que tendremos a nuestro cargo, por ahora disfruta de tu noviazgo con Black- hice un para de comillas en el aire mientras decía esto último- ya me encargaré de que Petterson pase a formar parte de nuestra colección privada.

- ¿ Cómo lo haremos ?

- Tú no harás nada, jugarás tu papel de novia preocupada y no te separarás de Black ni un segundo mientras se transfiere el asesinato de otro miembro de su equipo.

- Pero yo quiero participar, nada me daría más alegría que ser yo quien le quitara la vida mientras lo veo directo a los ojos.

- Y así será, cuando dije que no participarías me refería a que mientras se transmite el asesinato tú estarás al lado de Benjamín, pero porque por primera vez el espectáculo será transmitido de manera diferida, así cuando esté saliendo al aire tú te harás la sensible y hasta llorarás si es necesario brindándole tu apoyo a Benjamín Black. Eso te hará ganar puntos y quitará cualquier sospecha que tengan sobre tí.

- Como siempre piensas en todo.

- Por algo soy yo la mente maestra detrás de cada golpe, ahora dame lo que es mío y no me refiero al café.

Su mirada fue hasta el piso, se quitó la ropa y se arrodilló frente a mí, con las palmas de las manos mirando hacia arriba sobre sus muslos. Las piernas separadas dejando a la vista todo lo que era mío por naturaleza, ya que así la había formado, para servirme a mí y sólo a mí.

- Buena chica- le dije mientras le acariciaba el cabello.

Tener a Ámbar a mi completa disposición siempre era gratificante, luego de pasarnos en día encerrados en mi departamento entre una cosa y otra planeamos cómo sería nuestro próximo golpe a la moral de nuestros involuntarios compañeros de juego.

Mientras ella jugaba a ser la novia ejemplar de Black y se ganaba pasó a paso su confianza, yo me encargaba de preparar nuestro próximo lugar de acción, esta vez alejados de mi cabaña y dejando a la vista muchos detalles para que encontraran el cuerpo de Petterson.

En los muelles llevaríamos a cabo todo lo que teníamos planeado. Mediante una empresa fantasma había comprado varios contenedores los que con el paso del tiempo se convirtieron en una especie de almacén para mis trofeos y también condicioné para que se convirtiera en mi locación secundaria cuando fuera necesario.

El plan diseñado comenzaría a rodar dentro de muy poco, la primera parte era sencilla y hasta divertida, cuando Ámbar estuviera con ellos haría que al teléfono de Petterson llegarán audios y fotos para sacarlo de sus casillas, sabía que por instinto la culparía a ella y de ahí en adelante la cosa sería más que divertida.

Con esa parte acabada y analizada con Ámbar, los días siguientes fueron tranquilos, yo me concentré en mis parciales mientras Black rondaba por el campus Cómo un perrito faldero detrás de mi chica.

En una situación normal los agentes del FBI se hubiesen retirado hace mucho tiempo de este lugar, aún sin haber descubierto las causas del primer asesinato que vinieron a investigar; pero al perder a un miembro de su equipo las cosas se habían tornado de cierta forma en personales.

Con el paso de los días Black invitó a mi pupila a una cena para presentársela al resto de su equipo, cena que se llevaría a cabo en un restaurante que ya conocía y esa era la oportunidad que habíamos estado esperando para comenzar con el juego macabro. Yo sería el invitado no visible ni deseado, pero que haría aquella cena de lo las interesante, así que cuando la noche de la cena llegó me encargué de vestir a Ámbar de una manera seductora, provocadora pero a la vez recatada. Un vestido negro ceñido que se acoplaba a sus curvas como una segunda piel, con el cabello suelto y maquillaje lo más natural posible, daba una imagen de niña que no rompía un plato. La hora pactada llegó y Black recogió a mi chica para ir al restaurante donde ya lo esperaban sus compañeros de equipo, minutos más tarde entraba yo y me acomodaba en una mesa alejado de ellos pero con perfecta visibilidad hacia donde estaban.

La incomodidad de Petterson Ra palpable, odiaba a Reynolds y no lo sabía disimular, en cambio los demás estaban muy tranquilos y conformes con la presencia de Ámbar.

Al pasar los minutos como habíamos quedado ella comenzó a revisar su teléfono y segundos más tarde el de Petterson sonó, cuando lo abrió encontró un fragmento de la canción que tanto le gustaba a Reynolds y una foto de la parte delantera de su casa. Su cara fue un poema cuando vió aquello pero no hizo nada más que mirar a la chica que el creía tenía la culpa de todo.

Luego de veinte minutos la operación se repitió, Ámbar revisó su teléfono y nuevamente Petterson recibió algo en el suyo; con rabia miró hasta donde se encontraba ella pero aún no explotaba, seguro estaba que eso lo haría después del siguiente mensaje que le llegaría. Cuando su celular se iluminó nuevamente esta vez le llegó un audio muy diferente, era la voz del su esposa y su hija quiénes estaban en el audio y esto fue lo que lo hizo explotar frente a todo el mundo.

- ¡ Has estado toda la puta noche enviándome mierdas! - exclamó furioso dirigiéndose a Ámbar mientras se levantaba de la silla, ella tenía su perfecta cara de póker.

-¿¡De qué rayos hablas!?- preguntó Black sin entender nada de lo que pasaba.

-¡ Tu noviecita es una puta psicópata de mierda y ninguno de ustedes se ha dado cuenta de ello!

- ¡ Cuidado como hablas Petterson! ¿En qué te basas para soltar semejante mierda en frente de todos?

- ¡Revisa su puto celular y verás! He estado recibiendo fotos y audios toda la jodida noche y eso pasa cada vez que ella está en su teléfono, primero una foto de mi casa con el fragmento de una canción de mierda que no voy a olvidar en mi puta vida, luego otro fragmento dela misma canción y por último un audio de mi esposa y mi hija.

-¿ Y desde cuando andar en el celular es un delito?- preguntó Ámbar sacando las uñas, me sentí orgulloso de lo buena actriz que era- Si gustas puedes revisar mi móvil, he estado toda la noche en la página de la universidad esperando a que publiquen las puntuaciones de los exámenes, pero como crees que soy una psicópata, adelante date el gusto y revísalo tú mismo.

Ví como Petterson agarraba su celular y tal como sabía que pasaría no encontró nada, solo la página web de la universidad, tal y como había dicho ella.

- Si ya se te pasó tu berrinche de niño pequeño devuélvele su celular junto a una disculpa- soltó Black y me pareció que sería interesante escuchar lo que Petterson tenía que decir al respecto.

-¿ Una disculpa dices? En mi vida me disculparé con esta zorra que los tiene a todos en un puto limbo ¿ Acaso no pueden ver más allá de toda su pantomima? - la actitud de Ámbar seguía siendo estoica.

- ¡ Es suficiente ! - exclamó Black mientras daba un golpe en la mesa, todo el restaurante observaba aquel espectáculo- ¡ Ahora mismo te retiras de esta mesa! Ya hablaremos en el hotel, ahora llama a tu esposa y a tu hija para que compruebes si están bien, pero no te permito más falta de respeto. Te puedes marchar y esto lo aclararemos en privado tú y yo.

Petterson abandonó aquel lugar hecho una furia, mientras que 5 minutos después lo hacía yo. Me llevaba casi dos cuadras de ventaja por lo que tuve que apresurar el paso sin llegar a ser sospechoso, estaba pegado al teléfono, sin saberlo se había convertido en una presa, en mi presa. Al llegar a una esquina el semáforo lo detuvo y tuvo que esperar a que cambiará de color, lo que me dió el tiempo suficiente para llegar hasta donde estaba mientras preparaba la inyección que lo dormiría al instante, al acercarme a él vi su cara más relajada, al parecer había comprobado que su esposa y su hija estaban bien y el punto es que nunca estuvieron en peligro, ellas no me importaban, en cambio él sí.

Cuando estuve a solo unos pasos de dónde se encontraba parado saqué mi celular y abrí el reproductor de música, Cradles comenzó a sonar y acto seguido Petterson se volteó justo para ver el momento en que una jeringa se clavaba en su cuello.

- ¡ Tú ! - fue todo lo que alcanzó a decir antes de desplomarse en medio de la calle.

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Bueno hoy no diré mucho nos leemos pronto con algo de sangre.

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