Capítulo anterior
<<Te confieso que estaba aterrado de ver a mis compañeros, además la sangre de Isogai huele muy bien, pero la tuya fue mi muerte, es como una droga es la cosa más deliciosa que he olido y probado.

-Estuve a punto de matarte en ese encuentro, no se si lo recuerdas, pero logré esquivar un golpe tuyo y presione mi dedo en tu cuello paralizandote, en esa ocasión estuve a punto de morderte.

-Lo recuerdo, el cuerpo se me erizo y mi instinto me dijo que estaba en peligro, era como un ratón ante una serpiente. El llamado de Sugino creo que te saco de ese trance y esa sensación desapareció - me comentó Karma.

-Nagisa, no puede ser que esa basura de Saito pueda leer la mente, ahora entiendo porque sabía que habíamos tenido sexo - su furia creció solo al recordar ese incidente con Saito hace poco.

-Eso fue todo lo que sucedió Karma, por eso ahora al recordar esto tan doloroso, perdóname pero no pienso transformarte, al menos que estés al borde de la muerte - le comente de manera seria.

-¡¡Mierda Nagisa!!........lo prometiste.........que me transformarías, eso era un tema hablado, te exijo que cumplas con tu parte - me reclamó Karma con una gran furia.

-Lo siento Karma, pero no puedo le dije.>>

Capítulo 30 - Los brazos de mi madre

Nagisa POV
Karma me miraba furioso, una mirada de completo desprecio estaba dirigida hacia mi.

-Eres un vampiro egoísta y tramposo, que no sabe cumplir sus promesas - me replicó con furia.

-Vampiro traicionero, dime me dijiste que me transformarías para poder doblegar mi orgullo y tener mi culo - me das asco Nagisa, no creí que llegaras a usar un truco como ese.

-¿Como puedes pensar eso de mi Karma?, acaso ¿no me conoces? - le repliqué me estaba molestando sus palabras.

-No Nagisa, por lo visto no te conozco y desconfío de ti, no cumples lo que prometes - me volvió a decir con desprecio.

-Mi corazón se estrujo Karma no confía en mi - lo miraba de manera dolida.

Sus palabras me hacían mucho daño, apreté los puños.

-Está bien si es lo quieres lo haré, para que esperar más si lo que deseas es ser un asesino bebedor de sangre. Te transformaré ahora mismo - le respondí con furia.

-Me miraba sorprendido. ¿Ahora? - me respondió Karma con incredulidad.

-Sí, ahora. No es lo que quieres - le dije.

-Estoy listo Nagisa- me miró con una determinación, que yo sabía que no tenía. No me puedes engañar a mi Karma, fue lo que pensé.

Me abalancé sobre él, tirándolo a la cama y volteándolo con fuerza, aprisionando su cuerpo. Escuche un gemido de dolor, olí su cuello y roce mis colmillos contra su piel. La frecuencia de Karma me demostró que yo tenía razón, estaba nervioso y muy en el fondo de su ser había un sentimiento que no sabía si identificar como miedo.

-Apreté mi agarre, en sus muñecas.  Siento algo que no puedo identificar, tal vez debas resolverlo, pensar en ese algo y que es lo que realmente quieres - le dije.

-Estoy seguro de lo quiero, no tengo dudas - me respondió.

-¿Tan malo es seguir siendo humano?, estás tan desesperado por ser vampiro, que me sorprende - le dije.

-Estás desviando la conversación a tu conveniencia Nagisa , no fuiste capaz de transformarme y por lo que entiendo no lo harás - mentiroso, maldito vampiro mentiroso.

-No cambiare de opinión, por lo que me contaste, me importa una mierda lo que hayas hecho.  Muchos humanos se comportan peor de lo que lo hayas hecho tú - me dijo removiéndose debajo mío.

Como Karma, podía ser tan insensible a lo que yo sentía y a lo que había hecho.  Un movimiento me saco de mis pensamientos.  El estaba tratando de excitarme, frotándose contra mi.  No, mi cuerpo no podía reaccionar así, estamos discutiendo algo importante.

Me levanté inmediatamente y suspiré.  Karma se giro y me vio de manera burlona.

-¿Porqué no puedes entender lo que siento?, ¿cómo me siento?.......¡¡TE ESTOY ARREBATANDO LA VIDA!!.......¿acaso no lo ves? - le grite furioso, di media vuelta y abrí la ventana para irme por ella.

Escuche mi nombre ser mencionado con furia, mientras yo saltaba por la ventana alejándome, había llegado a la montaña de la antigua clase E, me subí a uno de los árboles y apoye mi espalda en esté y miraba al cielo.

¿Qué hago Koro -Sensei?, necesito tanto de su consejo. Me convertí en el peor asesino, ¿porqué no me advertiste de la existencia de los vampiros?. ¿Porqué a mi tenía que pasarme esto?, estaría siendo profesor de una escuela dictando clases y no tendría que estar teniendo problemas por mi poco autocontrol hacia la sangre, ni mucho menos sentirme peor por robarle a Karma su vida.

Me sobresalté, frente a mí estaba Nefertiti. -¿Qué haces aquí, pensé que estabas en Egipto? - le pregunte sorprendido.

-¿Que tienes mi niño?. ¿Que turba tu mente?. ¿Que no sentiste mi presencia? - me dijo Nefertiti sentándose frente a mí.

- Sabes que puedo oler y sentir las emociones.  Sinceramente hueles horrible Nagisa, aparte que siento tus emociones y son como un huracán - me dijo Nefertiti.

-Ahora, respondiendo a tu pregunta pues cuido a Saito en las sombras - me respondió y una sonrisa triste se reflejó en su rostro.

Después de mucho insistirme, finalmente termine por contarle lo que me tenía tan alterado y afligido.  A medida que le contaba, veía su rostro, pasar del enojado al afligido para regresar de nuevo al enojo.

-No puedo ni llorar para poder sacar todo lo que tengo en el pecho, quemándome como una hoguera - le dije y un suspiro salió de mis labios.

-Primero que todo, debes aclararle a Akabane, que el chico de la escuela, del que se enamoro ya no existe y no volverá jamás.  Es un hecho que el no ha aceptado, aunque diga que sí.  Luego debes cumplir tu promesa, se lo prometiste hazlo, dile que necesitas tiempo y práctica para hacerlo y eso no es una mentira es una verdad - me dijo ella de manera determinante.

-Es su deseo, deja de preocuparte si está nervioso o asustado, lo estará por más que sea él.  De igual forma el ser vampiro no te convierte en su dueño, si el quiere ser inmortal para estar a tu lado, solo debes cuidar que no cometa los errores que tú cometiste por ignorancia o por las razones que sea - me dijo tomando mi rostro en sus manos.

-A veces uno necesita desahogarse y si no puedes llorar, pues entonces grita, saca toda esa frustración que tienes y aunque no necesitamos dormir, creo que estás a punto de entrar en un colapsó.  Son demasiadas cosas mi niño, tú pasado, Azucena, el nuevo ataque de los niños, tus amigos queriendo descubrí más sobre vampiros y la transformación de Karma.  Debes dormir y si tengo que dormirte a la fuerza lo haré - un gruñido salió de sus labios.

-Tal vez no sean los brazos de tu madre, pero tratare de refugiarte, darte el cariño y el calor que necesitas, es lo único que puede ofrecerte está prostituta - una sonrisa estaba en su rostro y me extendió sus brazos.

Me sentí como un ratón indefenso y de un impulso me acomodé en esos brazos.  Con mis manos me sostuve de su ropa y empecé a gritar como me lo pidió, mientras hundía mi cara en su regazo.  Sentía sus manos sobando mi espalda y palabras cariñosas salían de sus labios.  Palabras que ni mi propia progenitora nunca me había dedicado.

Ya había parado de gritar pero seguía aferrado a su ropa y en su regazo.  Sus manos pasaron por mi cabello desde la raíz hasta la punta, sentí que me amarro el cabello y lo hizo a un lado.  Sus dedos se hundieron con fuerza en mi nuca y empecé a cerrar los ojos.

-Te llevare con Akabane - escuche que me dijo, pero mis ojos ya estaban casi cerrados y todo se volvió negro.

Karma POV
Caminaba por la habitación de un lado a otro, incruste mis nudillos en la pared.  No había forma que buscará a Nagisa, si él lo deseaba tal vez ya estuviera del otro lado del mundo.  Ritsu no podía rastrear su celular como antes, además yo lo tenía en mis manos.  Escapó por la ventana en pijama y descalzo.

Escuche un ruido en la ventana, me apresuré a abrir, pero me quedé de piedra al ver a esa mujer, la prostituta del cabaret, en sus brazos estaba Nagisa.  Me acerqué a su lado a ver si estaba herido, trate de tomarlo en mis brazos, pero un gruñido salió de sus labios, apretando el cuerpo de Nagisa contra su regazo.

Me enfurecí, pero ella camino hacia la cama, yo veía atento todos sus movimientos y como soltaba el agarre y luchaba porque Nagisa la soltara, quien inconscientemente trataba de aferrarse con más fuerza.  Al final lo dejo sobre la camay por fin me hablo.

-Lo obligue a dormir, estaba al borde de un colapsó - me dijo, para luego tomarme de la camiseta de la pijama.

-Son muchas cosas para él y no estás ayudando Akabane.  Si decidiste quedarte a su lado, acepta de una buena vez que el niño peliceste tímido de la escuela no existe ya, es un vampiro y se ha jugado mucho al estar a tu lado - me gruño con fuerza alzándome, mi cabeza estaba apunto de rozar las aspas del abanico.

Luego me acercó a su rostro.

-Hoy me encontré a un Nagisa, herido y desesperado acostado en un árbol.  Recuerda querido que puedo oler y sentir las emociones.  El siempre olió muy rico, sus emociones huelen deliciosas pero hoy olía horrible Akabane.  La leche agria olía mejor que él - me comentó aún con furia.

-Escúchame bien, vas a llevar tu trasero pelirrojo a esa cama y servirás de almohada para mi niño, mañana hablas con él lo que quieras, ya ambos van a dormir.  Y como quiero a Nagisa como mi hijo te advierto que si vuelve a oler a leche agria por tu culpa, te voy a arrancar la cabeza y la pondré de trofeo en mi pared - espero que haya quedado claro.

-No sé ni para que sigues trabajando, si cuando seas vampiro, tu carrera de burócrata no podrá continuar - me dijo antes de irse por la ventana.

Me acomodé en la cama, lo más cerca de Nagisa, por instinto se movió a mi lado, sentí sus pestañas y su nariz en mi abdomen oliendo mi piel, sus manos las aferro a mi camiseta con fuerza.  Se acomodó mejor y su cabeza estaba en mi pecho, baje el rostro, tratando de oler su cabello, para mi olía riquísimo.

No lo había visto tan indefenso como ahora, tanto daño te hice.  Me siento como un inútil a tu lado, pensé que hoy lo habías descubierto cuando sentiste mi miedo, ¿cómo te voy a proteger si eres más fuerte que yo?.

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