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Estaba tan confundido. Que tenía veintitrés años, en otras palabras no recordaba ocho años de mi vida. Mi mente estaba en blanco. Cerré los ojos y traté de recordar, pero me era imposible.

-Papi - sentí unos pequeños brazos rodear mi cintura. Y quedé sorprendido, a cada momento estaba más confundido.

-¿Qué es perder la memoria? - sus ojos me miraron.

-Aurora - Karma la llamó

-Vamos Akabane, deja a Nagisa que hable con la pequeña. Por cierto, estamos tratando de ayudarte a recuperar tus recuerdos - aquel hombre se retiró.

Karma Kun me miró, yo tomé la mano de la pequeña Aurora y vi como ella le sacaba la lengua a Karma. Eso me provocó una sonrisa.

Me senté en el portal y la pequeña me abrazó. Sentí como si está escena ya la hubiera vivido.

-Papi tengo hambre - me comunicó de pronto.

-Tal vez en la cocina ahí comida. Te puedo acompañar a comer - una sonrisa salió de mis labios.

-¿Comida?. Es la sangre, tú me dijiste que lo rojo que le corre a uno por dentro se llama sangre y es muy rica - sus ojos me miraron muy emocionada.

-¿Sangre? - la miré alarmado.>>

Capítulo 53 - Los cuatro elementos

Nagisa POV
Aún no salía de mi asombro, ella mencionó que la sangre es comida. Tenía miedo a preguntar a que se refería. Ya estaba bastante confundido y algo internamente me decía que no deseaba saberlo. Ella me miraba confundida y traté de mostrar una sonrisa.

Karma Kun, se había ido con los demás detrás de la casa.  Caí en cuenta que todos me decían Nagisa.   ¿Cómo debía decirle a mi amigo llamarlo con honorífico o solo Karma?.

La pequeña se acomodó en mi pecho.  No me molesta su presencia, ni su cercanía. Al contrario ella me transmite paz. Por alguna razón Aurora me agrada mucho.

-¿No tienes hambre? - me preguntó.

No sabía que responder a esa pregunta. No escuchaba mi estomago sonar, aunque ahora que lo pienso, hace mucho sol y ni una gota de sudor corría por mi cuerpo, solo me la he pasado durmiendo y no he tenido ninguna necesidad fisiológica. Eso era algo imposible y con la mano temblando decidí llevarla a mi corazón.

Iba a colocar la palma en mi pecho cuando sentí una presencia a mi espalda, me levanté del portal pero no había nada, inspeccionaba la entrada buscando esa presencia y de pronto unos ojos de dos tonalidades me observaron.  Por instinto me hice hacía atrás,  Aurora corrió en dirección de los demás. 

Esa persona estaba colgada sostenida de los pies de una rama y se mecía hacia adelante y hacía atrás como un péndulo.

Se acerco a mí y me olfateo.  - En verdad hueles mal.  Disculpa pero tienes el mismo olor que un huevo podrido - una mueca de disgusto hizo en su rostro.

Fruncí el ceño, disimuladamente olí mi cabello y mi ropa.  Pero no olía mal, además ella si que olía a algo podrido.

-La única que huele mal aquí eres tú - le respondí muy molesto.

-Yo sueño contigo.  Tú eres la razón por la que los inmortales buscan a mi Señor.  Pues perdiste algo y no lo encuentras - me miró fijamente.

-Perdí mis recuerdos y deseo recuperarlos - le comenté.

-A veces hay cosas que cuando se pierden nunca las recuperas, como las personas.  Si no fuéramos enemigos me enamoraría de ti eres lindo y no tienes mal genio - una risa salió de sus labios.

No sabía qué decir, sus palabras me confundían.

-Nagisa - todos me llamaban alarmados.

-No le he hecho nada, sólo que él perdió algo que desea recuperar - seguía meciéndose.

Vi a Karma Kun dar un paso al frente muy molesto. 

-Sabes ese pelirrojo está muy molesto.  Me recuerda a mi hermano.  Si estuviera aquí desaprobaría mi conducta - se soltó  y de un salto cayó frente a todos.

-No le hice daño Señor Saito.  Al menos que sus ojos hayan quedados ciegos por mi belleza al darse cuenta que soy más hermosa que todos los presente aquí - una risa de suficiencia se escuchó.

- Nagisa, no debes hablar con extraños.  Pudo haberte atacado - Karma Kun me miraba de mala manera.

-Para mi todos son extraños, hasta tú - me levanté muy molesto para irme. 

Tenía muchas dudas y estás crecían en vez de disminuir.  No entendía nada, sentí una presión en mi cabeza y todo se volvió oscuro.
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Karma POV
Saito no permitió que Nagisa se fuera, presionó su nuca y lo llevó a la inconsciencia.

Miraba a la mujer frente a mi y ahora entendía porque Saito odiaba tanto a los hombres lobos.  Además el olor que despedía era repugnante.

Me acerqué a Nagisa, delinee su mejilla para cargarlo en mis brazos.  Miraba muy furioso a la intrusa.

-Nos veremos pronto - desapareció. 

Un suspiro salió de los labios de Kathleen el vampiro del aire.

-¿Podemos hablar por favor? - me pidió mirándome a los ojos.

-Esta bien, pero no pienso soltar a Nagisa - le respondí.

-Sabes tienes un carácter muy difícil, en ningún momento te he pedido que sueltes al muchacho. Debemos trabajar en equipo y todos debemos poner de nuestra parte. No estás ayudando con esa actitud. Empezamos de nuevo. ¿Podemos hablar por favor? - espero por mi respuesta.

-Está bien hablemos - le respondí.

Ella camino delante mío, para luego sentarse en el suelo. - ¿Podrías sentarte a mi lado por favor?. Lo que más deseo es tener una conversación civilizada. ¿Me permites llamarte con tú nombre? - ella estaba muy tranquila.

No sabía si ceder o desconfiar.

-Esperemos entonces, pero solo te diré algo, soy el vampiro más paciente que existe.  Me avisas cuando crees estar listo - hacía remolinos de aire en la palma de su mano.

Ella estaba muy tranquila, yo la miraba y luego dirigí mi mirada a Nagisa.  Me senté en el suelo a su lado, yo no podía ayudarlo sólo.

-Estás poniendo las cosas algo difíciles con tú actitud.  Entendemos que es muy importante para ti, pero si no pones de tu parte, no podremos trabajar en equipo.  Lo que nos espera no es fácil y vamos a necesitar de todos.  Sino estamos unidos, no lo lograremos.

Además Saito está invirtiendo mucho tiempo en ti para ayudarte.  Una de las razón es porque estás en el Concilió.  No todos gozan de esa ventaja. 

Ya escuchaste lo arriesgado que es todo esto.  Y también como sabrás, Saito no mueve sus piezas sin algo importante detrás.  Además existe otro motivo aparte de tenerte tranquilo para que trabajes en el Concilió y te puedas enfocar en el papel que tienes que desempeñar.

Es que el vampiro que amas, Shiota Nagisa es quien ha llevado a la victoria a Saito en las peleas, dos veces consecutivas ha sido su campeón.  En los torneos se apuestan muchas cosas incluso hasta podría apostarse la muerte de Saito. Por eso el campeón debe ser alguien que goce de la confianza completa del vampiro original.

Recuérdalo por favor, la clave está en el trabajo en equipo.  Podremos salir victoriosos, pero es esencial que trabajemos unidos y debemos compenetrarnos los cuatro elementos.   No podemos llegar con los hombres lobos divididos sería nuestra perdición. Ellos son astutos y te aseguro que buscarán la manera de que nos pongamos uno contra otros y si nuestra unión es débil lo lograrán y no podremos ayudar a Nagisa - ella me dedico una sonrisa, sobo los cabellos de Nagisa con delicadeza y se retiró.

Yo me quedé sentado, pensando en todo lo que me había dicho y tenía que bajar la guardia si quería salvar a mi peliceleste. Pero es que es algo muy difícil solo de pensar que por un descuido de mi parte, el salga más lastimado de lo que ya está me llena de una completa angustia y desesperación.

El aire se movía con fuerza a mi alrededor, alce la vista y un remolino de aire se estaba formando y tomaba fuerza. El agua envolvió el remolino de aire, uniendo dos elementos y ambas me miraron.

Coloqué a Nagisa con cuidado en el suelo y le dedique una sonrisa.  Me concentré lo más que pude y una llamarada salió de la palma de mi mano.  El fuego se desplazó por el medio del remolino y esté ardía con fuerza.  Esto era más difícil de lo que aparentaba, porque debías ser capaz de prolongar el fuego. 

Sentí una energía desplazarse por mi cuerpo, los tres elementos recorrían cada parte de mi organismo, estábamos conectados como si fuéramos un solo ser. Está energía me ayudaba a seguir proyectando el poder sin ninguna dificultad.

-Pequeña, yo voy a proyectar la tierra y necesito que usando tus poderes me ubiques a ese vampiro que falta - Saito le indicó a Aurora

Saito se paró frente a nosotros, su rostro estaba muy serio. La tierra empezó a temblar y columnas de barro impactaron contra el remolino de nuestros poderes, por la fuerza del impacto era arrastrando hacia atrás. Tuve que usar las dos manos, para evitar que el fuego se extinguiera.

Por más que traté de no ser arrastrado, el fuego de mis manos se extinguió y fui lanzado fuertemente varios kilómetros atrás.  Me levanté de inmediato y la tierra había rodeado el remolino. 

Mis dos compañeras observaban igual que yo la columna chocolate y cómo está tomaba fuerza.  Saito la hacía crecer, él seguía en su sitio y no se movía de su posición para nada.

Aurora le brillaron los ojos y la columna de tierra proyectaba una fuerte luz que rebotó en la frente de ella.  Por el impacto salió disparada y me apresuré a sostenerla en mis brazos, por la fuerza empleada atravesamos varios árboles a la distancia.

Escuchamos un fuerte estruendo y la columna de tierra se desmoronó sobre el suelo. 

-Lo vi - fue todo lo que me comentó y yo le asentí.

Saito se acercó y vio a Aurora a los ojos.  - Vaya así que está en Uruguay, pero es solo un adolescente - se sostuvo el mentón.

-Si partimos ahora, mañana en la noche habremos llegado con los lobos - comentó Saito y se perdió en sus pensamientos mirando hacia el horizonte.

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