Capítulo 60 - Memorias Ocultas

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"Escuché gritos, vi todo a mi alrededor lleno de sangre, yo bebía como un poseso del cuello de alguien.

-Aliméntate Karmita, sé que tienes hambre - vi los ojos vacíos de mi madre.

-Nooooooo - lágrimas de color sangre se deslizaron por mi rostro"

Me sostuve la cabeza y me hinqué en el piso.  La imagen se repetía una y otra vez.  Colocaron sus manos en mis ojos y mis oídos.  -No veas eso Karma, no es real.  El sólo te está mostrando unos de tus temores para deshabilitar  tú mente  - guiaron mis pasos lentamente.

Estaba furioso lejos de eso que me había mostrado, esto tenía que acabar ya, nos dirigimos a su encuentro.

Observe con atención y muchas burbujas con imágenes se podían en el fondo, delante de ellas el Shimigami agazapado delante de estás con dos katana en cada mano.  Levanto las manos haciendo una equis con las katanas, sus ojos de asesino nos miraron y la sed de sangre inundó todo.>>

Capítulo 60 - Memorias Ocultas
Karma POV
El no dejaba de vernos de manera intensa, se podía ver que estaba muy molesto. Se colocó de pie y guardo las Katanas. Llevo sus manos a su cabello para amarrarlo en una cola y se cubrió el rostro dejando únicamente sus ojos sin cubrir.

De pronto todo el lugar se lleno de imágenes de Nagisa, todas iguales, puras ilusiones del Shimigami al que nos enfrentábamos.

-Eso no te servirá, cuando me encerraste en la ilusión, me mostraste tú punto débil Shimigami, solo debo prestar la debida atención y de inmediato sabré cuál es el verdadero - le sonreí con burla, te voy a cazar y te recuperaré Nagisa.

- Inténtalo Karma, aún tengo cartas que no he jugado y tengo un as bajo la manga o mejor dicho mi carta de triunfo - volvió a sacar las katanas y la sostenía con fuerza en sus manos.

Una sonrisa se presentó en su rostro y silbo con fuerza.  Mi cuerpo se tensó, miraba atento cuál sería su ataque, por donde nos sorprendería.

Las serpientes subían por nuestros tobillos, algunas de gran tamaño. Estás hacían presión en nuestros cuerpos y las ilusiones se pusieron en posición de ataque y saltaron hacía nosotros.

-No bajen la guardia, esas no son mas que ilusiones, usen sus poderes para eliminarlas - algunas lograron esquivar nuestros ataques, pero muchas de las ilusiones habían desaparecido.

Jahzeel creo una espada de hielo para defenderse del ataque de Nagisa, una de las Katanas chocó con fuerza contra el cristal, sino fuera porque la espada la maneja uno de nosotros, está ya hubiera sido destruída. La Katana salió volando por los aires y una sonrisa de satisfacción se presentó en el rostro de Jahzeel.

Pero algo iba mal, Nagisa no estaba molesto, ni sorprendido, mucho menos contrariado porque una de las Katanas diera vuelta en el aire. De un rápido movimiento saco una pistola y le disparo a Jahzeel en el estomago, la espada de hielo se quebró y ella quedo sentada con fuerza en el suelo.

Nagisa lanzó la otra espada que tenía en su poder, está cayó de pie delante mío, de manera rápida lo ataque con anillos de fuego, los esquivo con mucha dificultad, yo aumentaba la cantidad y la velocidad de estos, se acercaba a mi en cada ataque que recibía, tomó la Katana sacándola del piso y se deslizó entre mis piernas, quedando a mi espalda, me di la vuelta rápidamente y un grito salió de los labios de Kathleen, Nagisa estaba en su espalda y las dos espadas a ambos lados del cuello de ella.

Me quedé inmóvil y apreté mi puño con fuerza, mire a mi alrededor Jahzeel estaba sentada en el piso igual que Felipe y Kathleen no podía moverse por el ataque de Nagisa.  Un suspiro de alivio salió de los labios de ella cuando Nagisa se alejó.

-Vete Karma, no tienes nada que hacer aquí - observó los recuerdos que estaba protegiendo.

-Tengo algo que es muy importante para mí, recuperarte Nagisa.  Dejemos está pelea absurda, regresa conmigo y libera esos recuerdos, se que son importantes para ti y por eso los estás protegiendo - esperaba su reacción y su decisión, así todo sería más fácil.

-Entonces Saito, nunca te dijo la verdad, él te envió aquí y a ellos con una mentira. Claro Saito no mueve sus fichas sin una razón, el apostó todo a ti Karma, con la idea que tu lograrías lo que el no pudo - alzó las manos y los recuerdos flotaron sobre él.

-Es cierto estos recuerdos son muy importantes para mí, pero yo los protejo de un sólo vampiro y Saito lo sabe perfectamente y por eso te envió justamente a ti para que los recuperarás. Pero eso no lo voy a permitir - se posicionó nuevamente con las Katanas listo para enfrentarnos.

-Nagisa, porque proteges tus recuerdos de Saito. Dices que nos engañó, entonces explícame para poder ayudarte.

- No has entendido Karma o no quieres entender - fruncio el ceño molesto.

-El vampiro por el cual protejo mis recuerdos no es Saito, sino tú Karma, lo que yo quiero es el olvido, fue mi decisión. Saito no pudo convencerme de lo contrario y los uso a ustedes, apostó todo a que tú me vas a convencer o a derrotar. Lo que te oculto es que esa fue mi decisión.  Nunca creí tener está oportunidad y sólo la aproveche.

Lo único que tenías que hacer era seguir el curso del río, poco a poco iría asimilando todo, con el tiempo me acostumbraría y volveríamos a estar juntos. Crearía una nueva historia, olvidando las cosas que me lastiman y la culpa en esos ocho años - sus ojos se conectaron con los míos después de sus palabras, el no mentía era verdad su decisión era el olvido.

- ¡¡¡OLVIDAR NAGISA!!!.....¡¡ESCAPAR!! - le replicaba furioso. 

¿Desde cuándo Nagisa se comporta así de ese modo?.  ¿Qué sucede contigo Nagisa?.

La neblina empezó a cortar la luz que había frente a los recuerdos.  Nagisa alzó su mano y nos señalo, está se fue desplazando lentamente hacía nosotros.  Sin previo aviso unas paredes compuestas de pura vegetación encerraron a Nagisa dentro de está y una ráfaga de agua se coló entre las plantas.

- Noooooo - fue lo que escuché antes de ver una burbuja de agua y Nagisa quedo atrapado dentro de está. Con fuerza trataba de romper la burbuja, usando las Katanas.  Jahzeel estaba haciendo un enorme esfuerzo para mantenerlo encerrado, igual que Felipe. 

No me espere esté ataque de ninguno de los dos, aprovecharon los pocos segundos que mi peliceleste se distrajo con la neblina, pero era la primera vez que podíamos atraparlo.

Jahzeel apoyo su rodilla en el piso pero no cedía en su ataque, una corriente de aire impulso la neblina lejos de nosotros y está rodeo la burbuja de agua donde se encontraba encerrado Nagisa.

Su rostro se transformó en un gesto de pánico y terror.  Se sostuvo la cabeza con fuerza y oculto su rostro en sus rodillas.

-¡¡No deténganse !!.......¡¡Bastaaaaaaaa!!...........Ya no más, por favor ya no más.............- gritaba desesperado y unas imágenes fueron apareciendo.

<<Nagisa corría buscando algo, miraba en varias direcciones.  Sus ojos estaban rojos del color de la sangre, aspiro el aroma en el ambiente y corrió en esa dirección.  Atrapó a su presa, era un infante, hundió sus colmillos en su cuello y bebió su sangre para alimentarse.

- Los vampiros tienen prohibido alimentarse de niños.  Estás rompiendo las reglas ser de la noche - era el mismo cazador que estaba presente cuando Kathleen fue encerrada.  Todo se lleno de humo hecho por el Azufre y Nagisa cayó al piso..

La escena cambio, se podía ver un granero y el mismo cazador observando con detenimiento un punto fijo.  Era Nagisa amarrado con las esposas de plata.  El trataba de zafarse, pero su fuerza era nula.  Otro cazador apareció colocándose ambos a observar la escena.

-¿Cuántos días lleva sin comer el vampiro peliceleste? - uno de esos hombres cuestionaba al otro.

-Una semana, está desesperado por la sangre.  Y al sentir nuestro olor, más se desespera - ambos se retiraron con una sonrisa.

-Tengo hambre, mi garganta arde.  Necesito comer por favor.  Ayudenme por favor - Nagisa suplicaba de manera desesperada.  De pronto recibió un golpe en el vientre, una y otra vez.  Su fuerza al ser nula no se podía defender, sin embargo a pesar de eso  trato de morder el tobillo del cazador.  Esté termino pateándolo con fuerza en la boca.

-Noooooo suéltenme, yo no soy un animal - Nagisa gritaba desesperado, mientras ellos le ponían un bozal en la boca. 

Ver esas escenas estrujaron todo mi ser.  El me contó que fue encerrado, pero no de esté modo.

El dejo de luchar, sus ojos estaban tristes.  Solo permanecía acostado en esa esquina amarrado como una bestia.

-Vampiro sabías que ustedes dicen que no sienten dolor, pero tú fuerza es nula gracias a las esposas.  De verdad no sentirás dolor.  Lo sujetaron con fuerza de las manos y los pies, procedieron a romper la ropa de Nagisa, dejándolo en ropa interior. 

Uno de ellos traía una pequeña cajeta en sus manos, con una pinza sacaron una rata, pero está tenía colmillos y sus ojos sobresalían en color rojo.  -Sabes lo que es, una rata con la ponzoña.  Ya veremos si eso no te causa dolor - la colocaron sobre el abdomen de Nagisa, y colocaron un cubo de cristal sobre está, la rata desesperada empezó a dar vueltas en círculo.

Jahzeel y Felipe lo soltaron, pero las imágenes no desaparecían, traté de acercarme a él, para sacarlo de ese trance, pero un escudo no los impidió, no podíamos llegar a él y con mayor razón mi desespero aumento.

-Un gritó de dolor  lleno el lugar.  Mi peliceleste gritaba, pero no el Shimigami, sino el del recuerdo.  La rata mordía su abdomen buscando por donde salir.  Lo veía convulsionarse con fuerza, lastimándose las muñecas con las esposas.  Continuaba gritando de manera desesperada, su cuerpo se estremecía, se sujetaba con fuerza de las esposas y sus piernas temblaban, después de un rato finalmente quitaron la rata. Su respiración era errática y un agujero en su abdomen, consecuencia de su tortura.

Los ojos de Nagisa estaban opacos, los cerros con fuerza.  Cuando estuvo solo sollozos se escucharon y lamentaciones.   ¡¡Por favor solo pido una cosa, la muerte, muerte acude a mí, por favor!!.

La puerta del granero fue abierta, el cuerpo de Nagisa se tenso.  No se podía ver quién se acercaba.

-Tranquilo, esto es horrible.  No mereces está tortura ni aunque seas vampiro - una mujer se hizo un corte en su muñeca y las gotas de sangre cayeron sobre los labios de Nagisa .  Abrió la boca lo que el bozal le permitió y otras pequeñas gotas cayeron.  Trataré de conseguir sangre para ti, pero dame tiempo no será sencillo - dio media vuelta para irse.

-Gracias por ayudarme - sus palabras salieron de manera baja.  ¿Quién eres?  Por fin la muerte, que tanto he aclamado por ella - trataba de mantener sus ojos abiertos.

-Lo lamento no soy a la que llamas, mi nombre es Lilith.

La escena volvió a cambiar, Nagisa suplicaba nuevamente y todos nos quedamos en silencio.  Los malditos desgraciados buscaron una pinza para apretarle los genitales con fuerza. 

Trataba de acercarme y era inútil.

- Nagisa - lo llamaba desesperado, pero el no reaccionaba a mi llamado.

-¡¡Basta por favor!!......ya no más.........ya mátenme de una vez..........mi deseo es la muerte!!.- cerró los ojos.

Lilith volvió a aparecer, entró al granero y se acercó a Nagisa.  - Tus verdugos no vendrán hasta mañana, ojalá pudiera hacer algo más por ti Nagisa.  Lo único es que puedo quitarte el bozal, pues las llaves de las esposas se la llevaron.  Ya saben que simpatizo contigo.  Dicen que te obligaran a acostarte conmigo, desean ver cómo pierdes el control con el sexo - Nagisa colocó su cabeza sobre las piernas de Lilith, no puedo creer que está mujer sea la mamá de esa maldita perra de Azucena.  Ella no saco nada de su madre.

-Lilith mátame - fueron las palabras de mi peliceleste antes de cerrar sus ojos.

-Lo lamento, no puedo hacer eso.  Yo he aprendido a quererte tanto Nagisa - llevó su muñeca a la boca de Nagisa.  Esté se alimentaba pero no de manera desesperada al contrario muy serenamente.

Esa escena no me gusto para nada, la manera en como ella lo miraba y lo peor es que a Nagisa no le incomodaba.

Nagisa se despertó sobresaltado, escuchaba gritos en la distancia.  La puerta del granero fue abierta y con mucho esfuerzo ella llego donde Nagisa y lo soltó. 

Nagisa estaba tan debil que apenas podía mantenerse en pie, el granero se estaba quemando y gritos se escuchaban fuera de esté.

-Lilith, vamos yo te voy a curar.  Cuando me pueda alimentar, podré curarte - pero en eso ella cayó al suelo.

-Noooo tienes que aguantar, vamos -  Nagisa con esfuerzo la cargo en sus brazos para salir del granero.

-¿Quién es Karma? Nagisa.  Lo mencionaste muchas veces cuando caías dormido después de las torturas - un chorro de sangre salió de la boca de ella.

-Un humano y el hombre que amo, pero eso es imposible.  Yo soy un asesino, el peor demonio que existe - Nagisa seguía caminando a la salida.  Debido a la falta de sangre no podía ir más rápido.

-No me queda mucho, prométeme que vas a seguir viviendo Nagisa y buscarás a ese hombre.  El es afortunado.  Ahora bebé lo poco que queda de mi sangre para que puedas escapar, yo estoy muriendo y debes aceptarlo - sobo su mejilla, ella lo miró con tanto amor.

-No puedo, no puedo - mi amado la miró a los ojos y acercó su frente a la de ella, para después mirarla de manera triste.

-Te lo prometo Lilith que lo buscare y también te prometo que protegeré a Karma, el no será un monstruo como yo.

Si pudiera te transformaría Lilith - Nagisa cerró sus ojos y bebió su sangre>>.

Las imágenes desaparecieron, el estaba tan descontrolado y yo no podía acercarme.  ¿Porqué no podíamos llegar a él?. 

¿Qué clase de relación fue la que tuviste con ella?. Por ella, llegaste a tener un sentimiento que aún no tengo del todo claro o serán los celos que no me permite ver que no hubo nada más.

La neblina desapareció y Nagisa se levantó, se veía agitado y nos miró con furia.  Tenía que aprovechar el momento, está completamente vulnerable.

-Sabes, Saito tomó la decisión correcta en enviarme aquí y ocultarme la verdad.  Pues creo que deseo golpearte muchas veces, por ocultarme cosas, el no confiar en mí.  Tal vez de ese modo hubiera entendido mejor el porque no deseabas transformarme.  Pero no, eres muy cruel te encierras aquí y no permites que nadie lo atraviese, pero adivina Nagisa yo destruiré esto - una sonrisa de burla se presentó en mi rostro.

- Irónicamente al tratar que no avanzará enredándome en las ilusiones sexuales, descubrí que tienes un punto débil.  Solo tienes la apariencia de un vampiro, no tienes toda la fuerza, sino hubieras castrado a Felipe y la razón es porque - no seguí hablando, le dije su punto débil pero solo para que leyera mis labios.

El abrió los ojos sorprendidos, estaba muy nervioso, volvió a poner las Katanas en forma de equis frente a su rostro protegiéndose y yo me pase la lengua por los labios saboreandome y me preparé para cazarlo.

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Gracias por leer la historia, por sus votos y comentarios
Cuídense mucho 😉🙂💞💝
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