Capítulo 13.- Chupetones.

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Dos días más tarde nos encontrábamos con Justin y primos en la cocina, mientras mi estaba preparando un gran desayuno. Ofrecimos en ayudarla pero insistió en que quería a todos sus niños. Al escuchar aquello yo me limité a mirarla.

De pronto la mirada de mi madre había bajado por mi cuello..

—¿Por qué tienes esa marca?

Sus dedos recorriendo mi cuello y trague fuerte, mientras miraba a mis primos.

—¿Te ha picado algo? —Pregunta mirándome y mis primos se estaban aguantando las risas—. Traeré la pomada para sanarte.

Antes de salir de la casa, mi madre me había echado pomada y me había puesto unos marches. Mis primos después se mataron de la risa y se burlaron de mí. Mi madre era ingenua.

Ya cuando estábamos en mi casa, mis primos y yo miramos los dos camiones de mudanza que había al otro lado de mi casa. No se veía nada más que un hombre de ojos azules. Después mirar aquel hombre, me di cuenta que mis primos me había dejado sola. Así que tuve que alcanzarlos.

Al llegar a la secundaria, me encontré con Justin debido a que esta mañana no habia podido ir a mi casa debido a que tenía que resolver unos asuntos, él me había dado un beso en la mejilla y había saludado a todos mis primos. Notamos que algunas personas nos estaban mirando ¿Ahora qué?

Cuando llegamos al salón y nos sentamos nos dimos cuenta que habían dos nuevos chicos en la clase, Justin y yo al instante nos miramos extrañados. De pronto el profesor entro con Santiago y Alex. ¿Qué mierda hacia Alex acá?

Se suponía que después de las juntas, no nos veíamos hasta el año siguiente pero no había año siguiente, este año nosotros saldríamos.

—Tenemos tres nuevos compañeros, por favor Lucas y Felipe levántense, preséntese —le dijo y los chicos se levantaron—. Aquí su otro compañero.

Felipe y Lucas eran hermanos, por eso se había sentado juntos, Alex se sentó con Santiago ya que Elena no estaba en esta clase, por suerte o si no, estaría chillando por los ardientes que son los chicos.
En la clase me frote el cuello incomoda por los marches, sentía picazón y no podía evitar frotar mi cuello para calmarme. Sentí una mano helada en mi cuello, creí que la mano de Justin por un momento pero después me fije que era el profesor y me tire hacia atrás, algunos no estaban mirando y entre ellos, los nuevos estudiantes.

—¿Mejor? —pregunta el profesor.

Justin se había fijado recién en la situación.

—No quiero pensar en lo que estuvo haciendo señorita ____ —dice el profesor y mis mejillas inmediatamente me empezaron arder.

—Seguro alguien estaría con ella —comenta Alex haciendo que algunos rieran.

—¡Silencio! —espeta el profesor molesto—. Sigan con los ejercicios.

El profesor se acerca a mí.

—No se meta en problemas señorita —me dice para después mirar a Justin.

Mire a Justin quien seguía haciendo lo suyo mientras yo me mordía el labio. No quería que nadie supiera esto, sería una vergüenza hacia mi persona.

Al salir de clase le pide a Justin dejarme un tiempo solo para pensar, había entrado el baño cuando había dado un ataque de pánico. En seguida me lave la cara con agua de la llave y me relaje.

Salí del baño en dirección hacia donde estaba Justin con mis primos, pero uno de los nuevos chicos había tropezado conmigo.

—Lo siento —digo al verlo.

Yo me corro y trato de caminar.

—No te preocupes ha sido mi culpa —dijo aquel chico mirándome.

Él me sonríe dulcemente y de pronto la presencia de alguien a nuestro lado. Me fijo y me doy cuenta que era Santiago que nos miraba a ambos

—¿Interrumpo? —pregunta Santiago mirando a Felipe.

El chico me miro incómodo y sin decir nada se fue. Al parecer la presencia de Santiago lo había incomodado y asustado.

Santiago tomó mi muñeca rápidamente, ante su reacción me asusto y lo miro inmediatamente.

—¿Por qué estas coqueteando con alguien que no sea tu novio? —pregunta bastante molesto—. Y no te hagas la tonta.

—¿Qué te pasa? Suéltame. —digo mientras trataba de zafarme de su agarre.

—Deberías estar con tu noviecito —dice mirándome.

—Justin no es mi novio y no deberías meterte donde no te corresponde —digo mirándolo molesta.

—No te creo para nada —dijo soltando mi muñeca de su agarre.

Quede mirando aquella reacción de Santiago.

¿Por qué ahora de pronto me estaba sintiendo ahogada?

La reacción de Santiago me ha llamado la atención, desde la llegada de Justin se ha mantenido distante de mí y puedo decir que casi no me molesta al igual que Elena. ¿Santiago se sentía celoso de Justin? Y sobre todo ¿Por qué aun Justin no declaraba a los cuatro vientos que le gusta? ¿Estaba siendo un juego aquello que estábamos teniendo? Porque nosotros somos amigos, pero amigos de otro modo.

En las clases me mantuve algo distante de mis primos y Justin. No me importo mucho hablarles mientras mis sentimientos estaban más que confundidos, ahogados.

Cuando había llegado la hora de comer, todos fuimos a la cafetería. Agarre mi bandeja de comida cuando fue mi turno, camine hacia donde estaban mis primos. Justin me mira algo preocupado y quizás es porque no le había hablado mucho en la mañana.

De pronto el noticiero habia llamado la atención de todos nosotros.

—Sabemos que la pareja de amigos, ____ y Justin, dicen ser solamente amigos pero alguien esparció el rumor que no era así, aunque todos sabemos que son más que amigos.

Mire a Justin, por el noticiero, su rostro no expresaba nada.

—La señorita ____ hoy a llegado con unas chupetones en su cuello, por si no habían notado —en seguida unas cabezas se giraron para mirarme—. Lo más importante es que fue su amigo quien se las causo ¿____ y Justin por que no admiten su romance de una buena vez?

Eso no había tomado por sorpresa.

Se podía escuchar el silencio en la cafetería. Algunas miradas hacia nosotros, pero no importaba porque me di cuenta que Justin estaba tranquilo, como si lo que acabaran de decir en el noticiero no le importara. Mordí mis labios y Alonso capto mi tristeza.

—No te preocupes cariño —me susurra.

Me toma de la mano y Justin se gira para mirarme, inmediatamente me suelto de la mano de primo.

—Tengo un videíto de la pareja... —dijo aquel chico rubio del noticiero.

En seguida lleve mis manos a mi boca para tener el valor de mirar aquella escena y me fije que Justin miraba seriamente el televisor. Todos los profesores y alumnos estaban viendo, no pude evitar sentirme mal.

El video mostraba como Justin me llenaba la cara de crema, nos decíamos algo pero el audio era nulo, agradecí aquello. De pronto sale como Justin me acorrala para besarme alrededor mi boca, inmediatamente trague fuerte y mire a Justin, sus ojos estaban petrificados en la pantalla.
Sus manos se ven subiendo por bajo de mi falda, mientras su labios viajaban por mi cuello y mi rostro de placer era demasiado notorio.

Antes de terminar el video salí de la cafetería molesta mientras todos se quedaban viendo eso. Sentí como Justin estaba detrás de mí.

—No te acerques —dije nerviosa para analizar aquello que habia sucedido.

El noticiero ponía vida en ciento ochenta grados.

—Tranquila —dice mirándome—. Yo no sé qué decir...

Me movia de un lado a otro.

—Está pasando cosas que no deberían pasar —le digo inmediatamente nerviosa.

La expresión de Justin presento molestia.

— ¿Sabes que ahora todos saben que somos novios? —pregunta.

— ¿Lo somos? —pregunto mirándolo seriamente.

—Claro que no —me contesta mirándome—. Eres como mi hermana.

Sentí que algo se quebraba en mí. Justin solamente había sido coqueto pero aquello no era exactamente coqueteo. Pude sentir que le atraía pero omití aquello, nunca me había dicho directamente que éramos o algo. Pero aquella cena donde dijo que le gustaba ¿le gustaba de aquella manera de gustar a otro persona?

—Eso no lo piensas los demás y tú deberías dejar de burlarte de mí.

—No me burlo de ti —me dice—. Si crees eso ___, estas mal.

—Los amigos no hacen eso —le exclamo.

—Somos más que amigos gafitas—me dice mirándome.

¿Qué? ¿Esto era en serio? ¿Por qué mierda ahora todos le daban por burlarse de mi?

—No creo que seamos amigos normales, después de todo —Justin empieza acercarse hacia mí—. Recuerda lo nos ha pasado y lo que nos está pasando, sabes que estas sintiendo algo.

—No es así —le digo molesta—. Estas jugando y burlándote.

—Ámame más fuerte, si quieres algo — me dice dándose vuelta y dejándome confusa y molesta.

Entre confusión al momento que me dijo aquello. ¿Qué lo amara más fuerte? ¿A qué manera se refería?

Sin decir nada más me fui de la secundaria dejándolo con mis primos. No estaba dispuesta a que Justin jurara y me confundiera de aquella manera. Yo no merecía aquello por parte de él. Si no le gustaba tenía que decírmelo pero no jugar de aquella forma conmigo, porque estaba jugando con sentimientos ajenos.

Al llegar a mi casa lo primero que hice fue dejar mis cosas en la habitación para despues bajar a la sala. Pero cuando estaba bajando las escaleras las puertas se abrieron. Entraron algunas chicas a mi hogar al lado de mis primos y Justin venia atrás. Al verme sonrió inmediatamente.

—¿Qué es esto? —preguntó al ver a las chicas.

Ellas eran realmente bonitas y si no me equivocara en seis al igual que mis primos. Eran demasiado lindas y no creí lo que estaba pasando.

Bajo hasta llegar a la panta.

—Caben su entierro —comento David.

Todos ellos me miraban en silencio. De pronto Justin se había puesto a mi lado. Lo mire y sonríe falsamente. Al parecer ah alguien se le había quitado la confusión.

—Querida prima, Solo te tenemos que decir algo. —dijo Jorge—.

—Deja adivinar, ellas son solamente sus amigas —digo para luego mirar a Justin seriamente y ellos se miraron extrañados por aquello

—Nuestras novias —dice Martin.

Al instante quede algo helada ¿Tan rápido eran? Entendía que mis primos fueran guapos pero ¿Tan rápidos? De verdad que eran rápidos. Mire a las chicas que tenían diferentes tamaños, diferentes tonalidades piel y diferentes cabellos.

—Y son chicas —dice Nicolas.

—Tú cállate —le digo mientras alzaba una ceja.

—Tranquilízate ___, solo son sus novias, no encuentras que era hora —me dice Justin y yo alzo mi otra ceja.

—¿Y tú dese cuando lo sabes? —pregunte a Justin por las chicas que estaban en mi hogar y que ahora en novias de los imbéciles de mi mis primos.

—Me dijeron a la salida, tampoco sabía, me lo han tomado de sorpresa gafitas, además tu me habías dejado solo allá —dice Justin susurrando.

—Quizás que cosa le diría Justin a ____ —dice Martin molestándome.

Quise pegarle a Martin al momento de decir aquello, pero Jorge y Justin me detuvieron.

—No al maltrato animal —comento Nicolás solando una risilla.

Todos lo quedamos mirando. Incluido las chicas que había traído a la casa.

—Enfermo —le dice Martin neutro.

Yo me mordí la lengua al ver como algunas de ellas me miraban en silencio.

—Bueno será, por lo menos preséntenme a las chicas —le digo a Jorge.

—Ellas son Sandra, Camila, Fernanda, Rouse, Ana y Luci, chicas ella es nuestra prima ___.

Salude a cada una de ellas, parecían amables hasta ahora. Algunos de mis primos tomaron su novia por la cintura y supe que chica estaba con mi primo. Esto era nuevo para mí. De pronto el silencio se había hecho presente hasta que Jorge me dijo.

—Gafitas te pediremos la casa —dice pronto mi primo y lo miro extraña.

—¿Qué? —los miro confundida.

De pronto Nicolás había salado algo de su bolsillo de su dinero

—Le comentamos a Justin que no te queríamos tener aquí mientras estuvieran las chicas — dijo de ponto,

—¿Qué? —espeto mirándolo.

Doy un paso hacia a Martin pero en seguida siento los brazos de Justin agarrarme por la cintura.

—¿Qué haces tú? —preguntó sorprendida a Justin.

Veo como Nicolas le pasa el dinero a Justin en una de sus manos mientras con las otras me sostenía. Vi como uno de mis abrió la puerta para que Justin y yo saliéramos de mi casa. Pero antes Justin había dejado su mochila en suelo de mi hogar.

—¡Los matare cuando vuelta! —grité para ver como Martin me cierra la puerta de mi casa con una sonrisa en el rostro.

—¡Seguro! —se burla mi primo.

De pronto estaba en suelo de la acerca mirando hacia la puerta de mi casa, Justin me había bajado cuando salimos de mi casa, mejor cuando me había sacado.

—Quédate tranquila, sabes que son así —me dice Justin tranquilizándome.

—Son imposibles —le digo.

—Tú eres imposible para mí —me dice con una sonrisa coqueta dándome un beso en la mejilla.

—No empieces con eso —espete molesta.

Empecé a caminar sin mirar a Justin

—¿Aun estas molesta? —pregunta.

—¿Tu qué crees? —pregunto para detenerme y mirarlo.

Justin se queda en silencio.

—Deberías decirme lo que tenemos —digo mirándolo.

—¿Te gusta Santiago? —me pregunta y lo miro confundida.

—¿A qué viene eso?

—¿Te gusta? —ruedo mis ojos.

—No.

Justin en seguida queda en silencio y de pronto se muerde el labio.

—¿Te gusta alguien a ti? —le pregunto pero no me responde—. Justin.

Él no me dice nada cuando comienza a caminar. Lo sigo en silencio y veo que en camino era en dirección al parque. Justin no omitió comentario pero si me tomo de la mano para que asegurarse que lo seguía.

De pronto ante nuestras miradas en el parque aparecieron Elena y Santiago juntos en un picnic. Estaba acompañada de Alex y Asmi, una de las amigad de Elena. Ellos cuatro se veían felices compartiendo como los mejores amigos y quede mirando aquella escena.

—¿Estas segura que no te gusta Santiago? —me pregunta Justin para mirarme.

Justin me miraba expectante. Mire aquella esa con un poco de recelo. Ver a Santiago con Elena daba vuelta mi estómago, por el hecho de que eran falsos al igual que sus amigos. A mi no me gustaba Santiago.

—No ¿y a que viene todo esto?

—Porque a mí me gusta alguien —suelta de pronto Justin.

No sabía que responder antes aquello. ¿En serio me estaba diciendo que le gustaba otra persona a pesar de éramos amigos con ventajas? ¿Me estaba jugando una broma?

Aquella revelación me había dado entender que Justin no gustaba de la misma manera que yo a él.

—Tengo hambre —dije pronto para cambiar el tema.

Justin queda confuso antes aquello.

—¿Podríamos comprar algo para mí? —pregunto parar empezar a mirar una banca.

No dejaría que aquella revelación me afectara. Justin me quedo mirando confuso para después reaccionar.

—Si..si te traeré algo , esperame..e n.. alguna banca —dice de pronto Justin para mirar a otro lado.

Me senté en una banca y vi a Justin como iba a comprar a uno de esos carritos del parque algo para comer. Oprimí el sabor amargo que tenía en la garganta. No le demostraría a Justin que me gustaba, no después de aquella revelación de él. Mordí mi labio, tratando oprimir de mis ganas de llorar, eran una estúpida ilusa.

Me gusta más de lo que pensé.

—¿Cómo sabes que ellos estaba aquí? —pregunte a Justin cuando había vuelto con dos emparedados

En seguida Justin miro al grupo de amigos.

—Lo oí esta mañana hablando Santiago con Alex —dijo Justin para sentarse al lado mío

De pronto el silencio no invadió. Justin comió su empadrado rápidamente mientras yo me quedaba mirando el jamón.

—¿Sucede algo? — pregunta al verme que no he comido lo que había pedido.

—No, nada —respondo.

—¿Segura?

—Si —respondo para mirarlo.

Justin me mira para luego mirar nuevamente al grupo de amigos.

—Se hicieron mejores amigos los engreídos —comenta Justin.

De pronto sentí como su brazo me rodea el cuello para depositarme un beso cerca de los labios mío haciéndome sonrojar al instante. Si a Justin le gustaba alguien ¿Por qué hacía esto conmigo?

Me gustaba mucho y me dolía saber que a él le gustaba alguien más. Quizás algún día me presente a esa chicas y yo me sentía incomoda por todo lo sucedido entre Justin y yo.

Creo que aunque me esfuerce por gustarle a un chico nunca se fijaran en mí.

Un ruido a nuestros pies llamo nuestras atención rápidamente, me separe rápidamente de Justin al ver al ratón grande.

—No te...

—¡Una ardilla! —chille asustada.

—Tranquila, no te hará nada —al decir eso me aleje de Justin al ver a la ardilla acercarse a mí.

De pronto de un árbol bajaron ardillas rápidamente a nosotros.

—¡Ahí vienen más! —grite asustada al ver la familia completa.

—¡Corre! —grita Justin.

Solté el emparedado a medio camino cuando que las ardillas nos seguían por la comida, pero antes habíamos dado varias vueltas en el parque gritaron y llamando la atención de algunas personas. Las personas inmediatamente se rieron y pude captar la mirada de Alex, Santiago, Elena y Jasmine.

Al final descansamos en el paso mientras mi amigo y yo nos empezábamos a reír.

—Admite que fue gracioso —me dice mirándome—. Todo por tu emparedado que no comiste.

No me di cuenta cuando Justin se había cesado sus risas mientras reíamos juntos, su respiración estaba agitada mientras aun me reía.

—Mira donde está tu pierna —me susurra.

Inmediatamente me asuste y mire mi pierna, estábamos entrelazados y nuestras partes íntimas entrelazadas. Se notaba el bulto de Justin y yo por el nerviosismo salí rápidamente asustada de sus brazos.
Me quería morir de la vergüenza, pero en cambio Justin tomo mis caderas y me apego contra a él, estaba que me moría de los nervios.

—Per-ver-ti-da —susurra lentamente en mi oído y pude sentir que mi cuerpo vibro—. Aun tienes mis chupetones en cuello.

Justin sonrió al ver aquello.

Malditas hormonas.

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