Capítulo 28.- Me engañas.

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Y aún me pregunto ¿cómo es que en algunos días pueden cambiar tanto las cosas?

Luego de que Jason había venido a mi habitación a pedirme las disculpas por lo que había pasado hace meses atrás, le había pedido disculpas a Justin al día siguiente. Mis primos, Justin y yo había salido aquella mañana, para nuestra sorpresa nos encontramos con Jason, quien inmediatamente al vernos y sin temor que estuvieran mis primos, hablo de forma clara y precisa.

—Justin necesito hablar contigo ahora —Dijo Jason.

Yo ya en ese ese entonces sabía lo que iba a pasar.

—¿De qué debería de hablar contigo? —Justin me había puesto detrás de él, para que Jason no se acercara. Mire a mis primos quien miraban la escenas atentos ha algun movimiento de Jason.

—Le pedí disculpas a tu novia por haberla forzado meses antes —Dijo Jason.

Al decir aquello, los rostros de mis primos y Justin se giraron hacía.

—¿Es verdad? —Pregunto inmediatamente Justin.

—Sí, puedo explicarlo —Dije para que no se armara drama.

Y entonces explique lo había pasado con Jason. Mis primos y mi novio me escucharon atentamente mientras Jason aún seguía con nosotros. Justin después aquello varias veces me pregunto si no me había hecho nada él, a lo que contestaba que no.

Obviamente después de las disculpas por parte de Jason las aguas estaban más calmadas. Pensé que Justin se iba irritar por la situación, pero lo no hizo, al contrario estaba tranquilo con su ser y eso, me sorprendió.

No sabía si los hombres entre ellos olvidaban fácilmente.

¿O era que por que Jason dijo que ya no se iba interponer más entre nosotros? Creo que eso tenía y me hacía más sentido.

Por otro lado, las cosas seguían normal en cuanto a mis primos y sus novias, al igual que Justin y yo, pero estos últimos días las disculpas de Jason no fue lo único que llamó nuestra atención. Elena había ido de tras de Santiago y toda la secundaria sabía menos nosotros.

Justin y yo no estábamos al tanto de esa situación debido a que a la comisión de organización de baile. Ya que la última fiesta faltaban solo tres semanas. Además, después que al otro día de la fiesta, está la boda de Alex con Asmi, y todos de la generación había invitados, incluso yo, que no tenía ninguna relación con ellos.

Esa es otra historia que contar.

En cambio mi historia con Justin iba como viento en popa. Lo mejor es que yo me sentía y estaba cada día más enamorada de él, incluso me sentía lo suficientemente preparada para entrar en otras situaciones más íntimas con Justin.

Si, a lo que me refiero es hacer el amor.

Tras estas semanas tenía un plan, declare mis más profundos sentimientos a Justin para poder entrar a la otra etapa. Estaba segura que iba hacer con él, pero no tenía la mínima idea cuando iba a pasar. Obviamente no iba a planear aquella situación con él, de solo pensarlo me daba un poco de vergüenza, terror y algo de calentura.

Le había escrito una carta para expresar mis sentimientos, pero no tenía a nadie con quien ensayarla, no les podía decir a mis primos porque seguramente se burlarían, las chicas se emocionarían y Santiago no lo había visto últimamente, obviamente si le contara ha alguno, de seguro le contarían a Justin y claramente no quería que pero supiera de esta carta.

La carta no es una invitación a que Justin tuviera sexo conmigo, sino que era una carta sentimental, para que indirectamente él se dé cuenta que confió plenamente en él y así... poder que esa situación pase entre nosotros.

Aquella mañana de ese día todo había sido un caos.

—¡Me quede dormida! —Chille molesta.

La maldita alarma no me había despertado como de costumbre. Me levante rápidamente para ir a la ducha y darme un baño de agua helada prácticamente, con la falta de tiempo no podía darme el gusto de ducharme con agua caliente.

Me vestí rápidamente para después tomar mi bolso y salir de mi habitación. Literalmente había corrido por las escaleras mientras trataba de arreglar mi cabello.

—Buenos días —Exprese al entrar a la cocina.

Vi a Justin de pie arreglando su bolso para la secundaria mientras mi madre tomaba desayuno tranquila.

—¿Te quedaste dormida? —Preguntó ella sosteniendo una taza blanca de café entre sus manos.

—Al parecer si —Dijo Justin respondiéndole a mi madre.

—Hola ¿Tan tarde es? ¿Podría comer algo? ¿Y dónde están los trogloditas? —Pregunte rápidamente mientras me acercaba a Justin para depositarle un beso en la mejilla—. Buenos días cariño y buenos días mamá.

—Buenos días a ti también cariño —Respondió mi madre—. No creo que te alcance el tiempo para comer algo y con respecto a tus primos, se fueron tempranísimo a ver a sus novias.

—Buenos días mi amor —Justin me da un dulce beso en los labios—. Yo te comprare algo para el desayuno, ya es tarde.

—Cariño, Justin te espero hasta que estuvieras levantada, lo mejor es que se vayan ahora mismo para que no lleguen tarde, disfruten sus últimos días —Nos dijo mi madre.

—Por lo menos son los últimos —Le dije a mi madre. Me acerque a mi madre para darle un beso en la cien a modo de despedida —. Nos vemos madre.

—Adiós suegra —Dijo Justin para tomar su bolso y tomarme de la mano.

—Adiós chicos, que le vaya bien —Se despidió mi madre de nosotros.

Rápidamente salimos de mi casa en dirección a la secundaria, Justin en ningún momento del trayecto soltó mi mano hasta llegar al lugar. De paso al entrar a la secundaria, Justin me compro un desayuno que constaba de un café con sándwich y además de un queque de arándano.

Me encantaba cuando me mimaba en comida.

El placer culpables de toda mujer.

Pude entrar a clases con mi estómago satisfecho, ya que no habíamos legado tan tarde como había pensado y me había dado el tiempo suficiente para comer mi desayuno que había comprado mi dulce novio.

Entramos a clases, para sentarnos en nuestros respectivos lugares. No pude evitar mirar a la pareja del lugar, Alex le tocaba suavemente la pancita a Asmi, si, ella estaba embarazada.

—Se ven tan felices por tener un bebé —Le comento en susurro a mi novio.

—Verdad —Justin los mira para después girarse hacia mí —. ¿No te gustaría tener bebe nuestro?

Me sonrojo.

—Oh claro que sí, pero —Pauso un momento para mirarlo seriamente—. Más adelante, cuando tengamos nuestros títulos profesionales.

—Bien pensado —me dice posando una sonrisa en sus labios.

Esas son unas de las razones porque amo tanto a Justin. Él dice que toda va a su tiempo y está de acuerdo con el futuro que yo quiero. Él respeta lo que quiero para mi vida y eso me encanta, porque me comprende, me respeta y me da apoyo, y eso está bien, así deberían ser todos los novios del mundo.

Posteriormente de haber terminado las primeras clases del día, fuimos a entregar las invitaciones para el baile de graduación de la última generación. Ya que al gimnasio solo le faltaban algunos retoques para que estuviera listo para la gran noche.

Justin, Santiago y Jason estaban repartiendo invitaciones a la mayoría de las chicas de la secundaria, de algo que sirvieran si eran lindos, por lo menos para tener más adherentes a la fiesta. Algunas de las novias de mis primos, me ayudaron a repartir invitaciones con ayuda de los demás estudiantes que eran parte la comisión de la organización.

Lo cómico de que los chicos repartieran las invitaciones, era que las estudiantes de cursos menores se abalanzaban para hablarles, sobre todo las de primera generación.

Sonreí al verlos lidiar con hormonas juveniles femeninas.

Adolescentes.

Yo por mi parte le daba la invitación a cada uno de los estudiantes que transcurrían por el pasillo con una sonrisa amable y a veces...coqueta. Por otro lado, aunque Justin desarrollaba perfectamente su labor, su mirada estaba en mí y en lo que hacía.

Por lo de coqueta, solo les decía.

—Hola ¿Tienes invitación? —En ese momento movía un poco mis pestañas.

Siempre fiel a mi pareja.

Seguía repartiendo los panfletos para la fiesta de graduación mientras veía como algunos de mis primos venían hacia mi dirección. Ellos se posaron a mi lado mientras yo seguía entregando los panfletos.

—¿Y a ustedes qué les sucede? —Les pregunté a Martin, Nicolas y a Derek.

—Tienen tanta suerte —dijo Martin y vi su mirada a los chicos.

En seguida comprendí la referencia. Como algunas de las chicas entregaban invitaciones algunos chicos les coqueteaban y por otro lado estaban los chicos, que se daba la misma situación pero con el sexo contrario.

Tuve una idea. Como tenía bastantes invitaciones y aún no terminaba de entregarlas del todo, no me haría mal una ayuda de mis primos. Lo haría para que se mantuvieran entretenidos los trogloditas.

—Tienen suerte, no como nosotros.... —Dijo Nicolas y los mire nuevamente—. Claro ellos son más guapos y todo.

—Con suerte tenemos novias —Dijo Derek—. Oh si no, seguiríamos en campo de la soledad.

—Ay no sean idiotas, son muy lindos ustedes —les digo para girarme en su dirección.

—Tú eres bonita por genes, aquí no funcionaron en estos campesinos —Dijo Martin señalando la manada.

Alcé una ceja por eso.

Sabía perfectamente que mis primos eran campesinos, pero no pensé que lo hiciera avergonzar. Solamente querían atención y la tendrían de alguna forma.

—Tenga estas invitaciones por favor —les digo dándole la gran mayoría de invitaciones en mano—. Necesito ayuda para esto.

—No creo que fun...—Iba a hablar Derek pero lo interrumpi.

—¡OIGAN LAS QUE NO TIENEN INVITACIÓN, ESTOS TRES MUÑECOTES ESTÁN DISPONIBLES PARA COMERSELOS!

Giro mi cabeza hacia mis primos.

—Yo que ustedes corro —les digo a ellos.

Al decir eso, vieron como las estudiante de cursos menores se les venían encima de ellos. Yo me hice a un lado para no hacer aplasta por la multitud de féminas adolescentes. Las chicas que eran novias de algunos de ellos quedaron mirando la escena, para después botar las invitaciones e ir detrás de sus chicos.

Yo por parte, me fui donde estaba Justin con Santiago y a un par de metros estaba Jason, quien pasaba las últimas entradas.

—Mis primos los superaron a ustedes —Les dije a ellos..

—No sé para que lo hiciste —Lloriqueo Santiago falsamente.

—Estaba celosa —dice Justin abrazándome por los hombros.

—Celosa, celosa, celosa, celosa, celosa —dijo repetitivamente Santiago.

—Por lo menos soy un poco discreta —miro a Justin. Él sabía mi referencia.

—¿Verdad Justin? —se burló Santiago de Justin.

—No soy celoso idiota —Le dice Justin a Santiago.

—Lo eres —Dijo Jason mirándonos.

Ese comentario provino de Jason, quien nos quedó mirándonos a los tres.

—No soy celoso —Dice Justin mirando a Jason.

—Si lo eres —Respondimos todos, incluso Jason.

—No me lo recuerden —Justin se cruza de brazos.

—Parece que alguien le llego la referencia —Empiezo molestar a Justin, punteando con mi dedo su estómago.

—No estoy celoso y dejad de molestarme —Justin me mira seriamente.

—Oh si lo estas —Dijo Santiago burlándose de él. Santiago para molestarlo también lo punteo con el dedo en su estómago

Note que se estaba empezando a molestar realmente, así que tuve que dejar de hacerlo para que Santiago también lo dejara de hacer.

La campana sonó.

—Recuerden que tenemos que arreglar detalles —Les dije a Santiago y Jason, quien solamente se limita a mirar la escena, mientras tanto yo tomaba de la mano a Justin—. Nos vemos en la tarde chicos, adiós....

La campana salvo que mi novio se molestara realmente conmigo por molestarlo, al final le pedí disculpa y le di varios besos por haberlo molestado con Santiago. Así transcurrió el día con Justin, entre besos.

Después de ir a la cafetería y juntarnos con todos a comer, nos fuimos directamente al gimnasio a arreglar los últimos de detalles; solo faltaban los mínimos detalles.

Lo primero que vimos al entrar al gimnasio fue algunos estudiantes, a Santiago y Jason hablando sobre la decoración.

Que sensación más rara se sentía al verlo juntos.

Era extraño ver a Jason tranquilo sin que no hubiera problemas e por medio.

—Hola chicos —Salude amablemente. Ellos en seguida nos observaron—. ¿Cómo van con los detalles?

—Casi está todo listo jefa, los murales en su posiciones con a la decoración, las luces están listas y aprobadas, las mesas listas... —Me dijo Santiago.

—¿Y el exterior? ¿Probaron las luces del exterior? —Pregunte a Santiago.

—No creo que no la han probado —Dijo Jason—. Iré a verlas.

En ese momento pasó una idea por mi cabeza.

—Te acompaño —Le dije a Jason. Automáticamente la cabeza de Justin hacia mí al igual que la de Santiago.

—No —Dijo Justin ante lo que quería. En seguida lo mire seriamente.

—¿Perdón? —Me cruce de brazos—. No estoy para tus celos Justin. Sabes mis reglas, nada de limitaciones personales.

Santiago y Jason alzaron las cejas.

—No te molestes por eso —Dijo Justin mirándome serio.

—¿A entonces quieres que te aplauda por tus celos? —Le pregunte molesta. Jason y Santiago seguían mirando la escena algo impresionados.

—No, per.. —Lo interrumpí.

—Confianza Justin, confianza —Me di media vuelta para ir al exterior—. Mueve tu culo Jason no tengo todo el tiempo.

Sí, me había molestado con mi novio.

Este de los celos lo estaba superando, pero no importa quien se acercara, si fuera Jason u otro, él tenía que confiar en que nada pasaría.

Además iba hablar con Jason por el tema de la carta. Sé que no era persona más indicada pero necesitaba alguien con quien hacerlo para que no le dije a Justin y, además que él quería ganarse mi confianza, puede de esto modo, me lo demostraría.

Jason me siguió donde se encontraban la gaveta donde se encontraban los interruptores de luz. Él estaba en silencio mientras me miraba, al parecer había notado mi molestia.

Encendía las luces del exterior cuatro veces para asegurarme que estaba en su lugar.

—¿Me puedes un favor? —Le pregunté a Jason mientras seguía con los interruptores.

—Depende lo que querías, porque un muerto no puedo conseguirte —Aquello me hizo soltar una risita.

—Nada de muertos Jason —Le dije para volver a concentrarme en los interruptores—. ¿Quieres ganarte mi confianza? ¿Cierto?

—Claramente preciosa —Dijo Jason.

—Pues...me podrías ayudar con enseñar una declaración de amor —Cerré la gabinete de los interruptores. Mire a Jason detenidamente—. Quiero declarar mis sentimientos a Justin..

—¿No crees que es contraproducente aquello conmigo? —Me pregunto.

Lo analice unos momentos y al instante negué.

—Podría verse de mala manera —Dijo Jason.

—Sé que no eres la personas más correcta con quien tendría que ensayar una declaración de amor pero no tengo a nadie más con quien contar, por el contrario, si lo hiciera con mis conocidos, Justin terminaría sabiendo y eso no lo quiero —Me acerque a Jason detenidamente—. Además tú dijiste que no me querías perder aunque fuera como amiga, pues... gana mi confianza...

Jason me miro detenidamente, frunció el ceño pero después se relajó.

—Pues me ganare la confianza, total ya no siento nada por ti —Dijo Jason.

Alce una ceja.

—Espero que sea así Jason —Le dije para empezar a moverme del lugar.

Los dos juntos caminamos tranquilamente hacia adentro del gimnasio para ver que estaban haciendo los demás. Vi como Justin estaba hablando con Santiago, mi querido Santiago al vernos hizo un gesto para que Justin nos mirara. Mi novio inmediatamente se giró hacia a nosotros.

—Unos minutos más tarde dile a Justin que tome la corona para dejarla en su sitio —Dijo Jason mientras íbamos caminando para ellos.

—¿Para qué? —Pregunte.

—¿No querías ensayar? No creo que lo hagamos con Justin presente, y menos con la presencia de Santiago.

—Bueno... gracias por la ayuda —Le dije a Jason.

Llegamos al lugar donde estaban los chicos observándonos. Justin me miraba fijamente, su mirada expresaba curiosidad debido a que estuve con Jason hace algunos minutos atrás. Sabía que él tenía ganas de preguntarme de que converse con Jason, pero también él sabía que si me preguntaba yo me molestaría.

—¿Cómo van chicos? —Pregunte al verlos. Justin no respondió, pero Santiago lo hizo.

—Bien, arreglamos algunos detalles de la música anteriormente y ahora vemos los escritos para mesa de cóctel —Dijo Santiago.

—Nosotros ya revisamos y pusimos apruebas las luces del exterior, se puede decir que están aprobados —Dije para mirarlos a ambos.

Justin seguía sin hablar.

—Santiago y Jason ¿Podrían dejarme un momento a solas con Justin? —Los mire a ambos quienes inmediatamente asintieron y entendieron la situación, para dejarnos solos.

Mire a Justin de nuevo quien ahora tenía los brazos cruzados y con una expresión seria en su rostro.

—No me digas que hablaste de toda tu vida con Jason —Dice Justin.

—No me digas que te sientes celoso por la situación —Le dije a Justin.

—La verdad es que si estoy celoso, pero no puedo y tampoco debo hacer nada. No confió en él pero si en ti, y sé que Jason no se arriesgaría hacerte daño nuevamente — Dijo Justin para acercarse a mí—. No puedo evitar pensar en que estés segura y que te sientas cómodas en lugar que estes.

—Sé cuidarme sola Justin —Le digo inmediatamente.

—Me preocupo por ti —Me dice Justin.

—Pero llegan a ser excesivos —Le digo a él.

Antes mis palabras Justin suspira algo frustrado.

—Estoy trabajando para que no lo sean, debo confesar que esto ha sido difícil —Dice Justin.

—Pero no es imposible de hacerlo —Le digo.

Al terminar esa frase, Justin se acerca para rodearme con sus brazos para darme un apretado abrazo. No sabía a qué venía tal gesto de ternura, pero lo recibí de la mejor manera.

—¿Esta todo bien entre nosotros? —Me pregunta Justin en un tono dulce.

—Todo bien —Aseguró su pregunta.

Nos separamos para vernos de cara a cara. No pude vitar forma una sonrisa. Justin en seguida, deposito un beso suave en mis labios.

—Me encantas —Me dice Justin.

—Y tu a mi igual —Le respondo ante su beso.

Unos segundos después nos habíamos podidos separar uno del otro para continuar haciendo los trabajos de la organización de baile. Todo continuaba normal entre nosotros. Agradecí que resolvieramos los inconvenientes entre nosotros fácilmente y sin dramas de por medio.

—¿Podrías poner la corona en su lugar? —Le pregunto.

—Claro mi amor —Dice Justin.

Justin había ido en dirección a la corona, esperando que el plan de Jason funcionaria.

Pero minutos después me di cuenta que el plan de Jason no había funcionado.

Justin había hecho tiró la corona del rey del baile, y tampoco quería creer que Jason hubiera hecho eso a propósito.

—Gracias por destruir la corona —le digo a Justin mirándolo pesada.

—Fue sin querer —Se excusa mi novio.

Cuando le había pedido a Justin que fuera a buscar la corona, lo hizo... pero no se dio cuenta de la alfombra puesta en medio del camino y tropezó, la corona cayo y todos en ese momento quedamos quieto viendo como la corona se hacía tira en el piso.

Yo ahora estaba arreglado la corona que Justin había hecho tiras hace minutos atras, mientras Santiago y Jason me ayudaban, la había negado la ayuda a Justin, ya que no queríamos una corona de trizas. Además algunos estudiantes no querían ver a Justin cerca de la corona. Lo querían lo más lejos posible antes de que hiciera otro delito organizativo.

—Santiago y Justin vayan por la silicona, se encuentra en la oficina de administración—les digo a ambos. Justin me miraba preocupado por la situación.

—Lo siento... lo siento de verdad mi amor —Dice Justin por la situación.

—Ahora necesito la silicona —Dije algo molesta digo sonriendo—. Muevanse.. Santiago por favor vayan por la silicona..

—A la orden jefa —dijo Santiago para tomar a Justin y sacarlo de lugar.

Mientras me concentraba en arreglar la corona con la silicona fría, Jason me ayudaba con los pedazos de ella. Pude ver como Justin y Santiago salían del gimnasio.

—Vaya plan mal hecho —Le dije a Jason.

—No pensé que Justin iba ser tan torpe de no darse cuenta de la alfombra, la verdad del plan era que la corona tenía que traértela para yo decirles a ustedes que la corona real podía ser cambiada por una de mayor calidad y que se podría hacer hablando con la directora, pero como Justin se cayó e hizo el trabajo por si solo —Dice Jason para después soltar una risilla—. Era muy sencillo.... Además ¿no querías tiempo para ensayar? debes aprovechar que no está Justin ni Santiago...

—En una cierta parte tienes razón, pero la corona debemos de arreglarla.... —Dije mirando lo que había quedado de la corona

—Deja eso y hagamos esto rápido ante que llegues ellos —Dijo Jason.

Analice la situación para luego asentir. Me levante de una de las sillas del evento donde estaba sentada. Busque en mi bolso para encontrar la carta para Justin, la tome entre mis manos y para después dirigirme hacia Jason. Me mordí el labio nervioso por lo que iba hacer.

—¿Ensayamos? —Le preguntó a Jason quien me asiente— Esto a hacer rápido.

—Ellos se demoraran diez minutos en volver, así que lee tranquila —Me dice Jason.

—Solo movámonos un poco de los demás ¿Okey? —Le digo a Jason para luego movernos a un lugar más vacío.

—Tranquila, solo es una carta —Dice Jason.

—No es solo una carta Jason —Abro mi carta para luego mirarlo. En algún momento me empecé a sentir nerviosa—. Prepárate.

—Tranquila, solo imagina que soy Justin, se te hará más fácil —Me dice Jason como modo de consejo.

—Okey aquí voy — Trago saliva algo nerviosa. Jason me miraba seriamente.

Miro la carta, y mis dedos comenzaron a temblar levemente.

—No sé en qué momento me di cuenta que estoy enamorada de ti, no sé cómo sucedió ni en lugar fue....solo sé que sucedió. Estoy algo nerviosa al expresarme con sinceridad, pero déjame decirte que lo único que quiero en esta vida es amar y ser amada por una persona.

Tú eres esa persona que ha llegado a dar una vuelta de 180° en mi vida, espero ser lo mismo en tuya algún día. Sé que somos jóvenes y nos queda mucho por delante pero quiero que cada día, mes y año aprenda a poder conocerte nuevamente para poder siempre sentir lo mismo que el primer día que te vi en ese semáforo, podrá a ver sido el destino o las tonteras que dicen en televisión, pero yo creo sinceramente que fue cruce de caminos que tenía que suceder algún día; a lo mejor si no te hubiera conocido no hubiera sido inmensamente feliz al lado tuyo. Me alegro de saber que tu estas ahí para mí, solamente para mí y yo solamente para ti; siento decirte que nunca te dejare porque realmente mi corazón siempre llama a gritos al tuyo, sé que puede sonar cursi, pero eres completamente un ángel que me ha caído del cielo, llenando un vacío tan grande que tenía en mi corazón por la muerte de mi padre. Eres como una galleta, exquisitamente deliciosa por fuera y llenadora, no debería compararte con una galleta pero es que yo lo hago porque yo amo a las galletas.

Con esta carta expreso mi amor hacia ti con absoluta sinceridad y pureza.

Baje la carta entre mis dedos para poder mirar a Jason que tenía los ojos fuera de órbita, sus labios estaban entre abierto. Jason no me miraba a mí, miraba hacia mi espalda. En seguida me gire y vi a Justin.

Justin me miraba estupefacto ante aquella situación.

Santiago me miraba con ojos abierto y como no creyendo la situación.

Mire nuevamente la expresión de Justin, cual había cambiado de forma abrupta, su rostro demuestra su malestar y enojo. Justin no dijo nada más, solamente tiro la silicona contra la tarde furioso haciendo que todos los estudiantes giraran su cabeza hacia nosotros. Posteriormente mi novio giro para salir corriendo prácticamente del gimnasio.

En fracción de segundos yo estaba detrás de él, fuera del gimnasio corriendo entre los pasillos.

Lo pude detener abalanzándose sobre él con mis brazos.

—¡SUÉLTAME! —Justin me gritó furioso.

Oh no.

—¡Justin te puedo explicar! —Le grito casi al borde del llanto.

—¡ERES UNA ZORRA! —Grita tirándome a un lado—. ¡HAS ESTADO JUGANDO CONMIGO Y CON ÉL!

—¡No! ¡Claro que no! —Chilló tratando de detenerlo—. ¡Justin!

—¡Suéltame! —Me empuja contra al casillero para acercarse rápidamente hacia mí—. ¡Eres una maldita mentirosa! ¡Vete con tu amante! ¡Eso deberías hacer!

—¡NO! —le grito a Justin, acto seguido yo comienzo a llorar.

—¡No creeré en tus lágrimas de cocodrilo! ¡No debí confiar en ti! —Se acerca peligrosamente y me toma bruscamente del brazo—. ¡Ahí lo tienes para ti! ¡Todo para ti!

—¡Justin! —Chillo mientras me apretaba fuerte.

—¡Sucia! —Me grita furioso para después soltarme del brazo—. ¡Tú me engañas!


Fue lo último que gritó antes que yo me apoyara en los casilleros para calmar mis nervios. Él salió rápidamente de mi campo de visión.

Lleve mis palmas para tapar mis ojos, traté de tranquilizar mi mente y el momento que había sucedido. Suspiré varias veces antes de deslizarme por el casillero hasta tocar el suelo.

Tenía que resolver esto, solo había sido un error, pensé.

De pronto sentí las suaves manos de alguien en mis hombros al igual que su presencia frente de mí, aquella persona se había puesto de cuclillas para observarme. Saque las palmas de mis ojos y vi a Santiago, detrás de él estaba Jason.

Lo único que hice fue abrazar a mi amigo, quien en seguida me abrazo. Mis lágrimas empezaron a brotar nuevamente pero estaba vez más calmada. Unos segundos más tarde Jason se había puesto de cuclillas para ofrecerme agua y poner un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Bebe agua —Me ordena de Santiago—. Te hará sentir mejor.

Hice caso a las órdenes de Santiago. Dejé de abrazar a mi amigo para tomar la botella de agua y beber el agua. Santiago al igual que Jason me miraban inquietos.

—Jason me explico que fue un mal entendido —Me dice Santiago—. Sé que estas preocupada pero haremos entender a Justin que solamente fue una equivocación y que eso, era para él.

Observe a Santiago hablar para después mirar a JASON

—Tranquila, yo hablaré con él y le explicare la situación con cada detalle para que estés tranquila. —me dice Jason.

—Ahora necesitamos que te levantes para ir a dejarte a casa, sabemos que no estás del todo bien pero Justin no te va a dejar —Mis lágrimas empezaron a caer por mis mejillas como acto involuntario—. Por favor no llores, arreglaremos esto ¿Si?

Santiago limpio mis mejillas con los dedos sus manos.

—Por favor —Le pedí a mi amigo.

—Te lo prometemos —dijo Santiago—. Así que ahora tienes que descansar. ¿Entendido?

Asentí suavemente con mi rostro.

Con la ayuda de Santiago me levanté del suelo. Mi amigo me tomó del hombro para guiarme a la salida en dirección a mi hogar. Jason es quien tenía mi bolso con la estúpida carta dentro.

Ellos no me dijeron nada en todo el camino, sabían que yo estaba dolida por todo lo que había ocurrido. Todo era mejor en silencio.

Al llegar a mi hogar, Jason toco el timbre mientras Santiago me daba pequeñas caricias con su mano en mi hombre. Jorge fue quien abrió la puerta y al verme en aquel estado, él se asustó.

—¿Qué le ha pasado? —Exclamó preocupado Jorge.

En seguida por aquella pregunta, mis primos llegaron a la puerta.

—Sera mejor que la lleven a la cama, tiene que descansar —Martin en seguida me toma entre sus brazos mientras yo me mantenía en silencio.

—No te preocupes, yo hablo con tus primos —Dijo Santiago al verme subir por las escaleras en los brazos de Martin.

El resto de mis primos tenía un rostro confundido por aquella situación, en cambio Martin me miraba algo extrañado.

—Después sabré lo que pasó —Dijo mi primo.

Martin me dejó acostada en mi cama y me tapo con la ropa de cama. Él se sentó a las orillas de mi cama mientras yo me ponía en modo fetal para comenzar a llorar.

Después de varios minutos, alguien abrió escandalosamente la puerta de mi habitación para después ver al resto de mis primos entrar en ella. Alonso se puso frente de mí para después arrodillarse.

—¿Dónde está esa carta? —Me pregunta Alonso.

Observe a mi primo para posteriormente responder.

—En mi bolso —Respondí ante su pregunta.

Acto seguido, él se levantó para ir en busca de mi bolso. Cuando lo tomo en la mano, lo husmeo para encontrar el papel. Lo tomo en mano y en seguida mis otros primos comenzaron a leerla en silencio.

Segundos después, sus rostros demostraban confusión.

—Ahora entiendo porque está realmente fuera su cabales —Dice de pronto David.

—Hasta yo estaría fuera de mis cabales —dice Martin y todos mis primos lo miraron de mala manera.

Ignore aquel comentario.

— No debiste hacerlo con él, sabías que Justin lo estaban comiendo los celos, pero aun así, Justin no tenía por qué haberte tratado de esa manera, después resolveremos eso con él. Pero ahora Santiago y Jason van arreglar la confusión que se creó. —Dice Jorge para acerarse a mí.

—Solo era un ensayo, no tenía importancia con la persona con quien lo hiciera. Esa carta era para Justin. —Dije casi en susurro.me.

— ____, con esta carta prácticamente le estas diciendo que no puedes vivir sin él, como si fuera tu oxígeno. Comprometiste muchos sentimientos de por medio —Me muerdo el labio nerviosa al escuchar las palabras de Jorge—. Tienes que entender que la situación se dio confusa y con la persona incorrecta. Ahora que Justin haya respondido de esa manera no está para nada bien pero también comprendo su estado de ánimo.

—Cállate Jorge. Ahora lo más que necesita ella es nuestro apoyo —dice Nicolas a Jorge—. No necesita sermones sí estuvo bien o no de lo que hizo. Si estuvo mal o no, Justin no tuvo por qué reaccionar de esa forma, también entendemos su situación pero eso no le da el derecho de volverse un idiota con ella.

Miro a ambos de mis primos, Jorge y Nicolas, mientras mis otros primos observaban.

—Jorge, yo apoyo a Nicolas, ninguna de las partes estuvo bien pero ahora ella necesita nuestro apoyo y comprensión. Además que Santiago y Jason le van a explicar a Justin —Dice Martin.

—Qué clase de Martin es este —Dice Derek.

Alonso se acerca a mí para acariciar mi rostro.

—Te apoyamos en todo —Me dice mi primo. En seguida los demás mira la situación.

—Trogloditas —Los llamo a ellos en casi susurro—. Los amo.

La mayoría de ellos me sonríen dulcemente mientras sus rostros expresaban ternura.

—Que tiernas te has vuelto, pero estamos aquí para que tu vida sea un infierno —dice David abrazándome bruscamente.

—Ten cuidado con ella —dice Alonso.

—David déjala, y sale de su cama —Lo regaña Jorge—. Ella tiene que descansar. Así que no más chismeo por aquí, los quiero abajo haciendo otras cosas mientras ella descansa.

Luego de conversación, todos mis primos me dejaron descansar en mi habitación.

Mis pensamientos rodeaban una y otra vez, en lo que había pasado con Justin. Sé que por parte cometí el error de haberlo ensayado con Jason, pero si lo hubiera hecho con Santiago ¿Hubiera sido lo mismo?

Justin estaba demasiado celoso para darse cuenta que esa carta era para él. Sus celos habían cerrado sus oídos al parecer. En ningún momento donde expresaba mis sentimientos en la carta, insinuaba a Jason, por ningún motivo.

Esa noche no pude conciliar el noche por lo que había pasado.

Pensaba en Justin.

Justin.

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