Capítulo 8.- Sedada.

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Había pasado una semana desde que había entrado a trabajar y está todo tranquilo de alguna manera. Me sorprendía que todo no estaba siendo malo como pensaba últimamente.

Justin por otro lado le ha ido bien con su trabajo al igual que a Santiago y eso, por lo menos a mí me alegraba muchísimo, sabía que él estaba subiendo como espuma en el ámbito profesional y si lo hacía feliz, bueno a mi también.

—¿Vamos a salir para algún lugar? —me pregunta Justin.

Había llegado en la mañana tomar desayunó conmigo para después salir.

Es una cita.

—Podríamos ir a comer al centro comercial o tener un picnic —le propongo mientras lo miraba del sillón.

Justin me miro dudoso mientras pensaba que podíamos hacer.

—Vamos al cine, hace tiempo que no vamos allá y de paso vamos a comer algún lugar cercano —me propone él.

Lo miro por segundos.

—Que típico —le digo tranquilamente.

Justin me alza una ceja y se cruza los brazos.

—¿Así? ¿Qué propones? —me pregunta.

Pienso por varios segundos.

—La verdad es que no tengo otra idea —le digo sinceramente—. Pero ir al centro comercial ya es muy típico, me aburre.

Justin se sienta al lado mío.

—Que eres consentida.

—No soy consentida —le digo.

—Si, si lo eres —me dice él—. Por lo menos eres mi consentida.

Me cruzo de brazos y lo miro seria.

—¿Tienes la gasolina suficiente? —le pregunto.

Justin me mira extrañado ante esa pregunta repentina.

—Si...¿A qué se debe esa pregunta señorita?

Me levanto en seguida.

—Ve a buscar traje de baño —le digo mientras en dirección a las escaleras.

—¿De verdad iremos a la playa con este frio? —me pregunta.

—Vamos a la costa y realmente no sé si nos bañaremos —le digo—. Pero no está de más.

Por ultimo le guiño el ojo, para subir a mi habitación.

Tranquilamente prepare un bolso con mi bikini, mi bloqueador, una manta, ropa de cambio y entre otras cosas. Baje hasta la cocina para preparar una comida sencilla, todavía no llegaba Justin. Antes de irme revise la casa que estuviera a asegurada por cualquier cosa.

—¡Estoy listo! —grita Justin abriendo la puerta.

Lo veo desde la sala mientras revisaba algunas cosas que estuvieran en su lugar.

—¿Vamos? —me pregunta.

—Si, estaba revisando —le digo—. Vamos.

Dejo la puerta de la casa cerrada y le envió un mensaje a mi madre mientras subía al auto con mi novio. Dejo las bolsas en los asientos de atrás.

—¿Debemos comprar algo en el camino? —me pregunta.

—No está de más —le digo mientras le seguía enviando mensajes a mi madre.

—Está de moda ahora en frase en ti —me dice cuando se pone los de sol y se mira en retrovisor.

—No, solo es por hoy —le digo tranquila.

Me coloco el cinturón, ya que Justin ya lo tenía puesto. Encendió el auto para comenzar el viaje.

—Iremos a lo más cercano —Me dice de forma decisiva.

En el camino pasamos por una gasolinera y aproveche de comprar algunos bebestibles y otras cosas para comer, mientras Justin estaba echando gasolina al auto tranquilamente.

Al subir al auto, le pase algunas papitas para que picara en el camino. Hablamos durante todo el camino de cosas sin importancia. Al llegar a la costa, dejamos en un estacionamiento a la playa el auto para luego bajar las cosas. Nos tomamos de la mano mientras llegábamos a la playa.

—No está nada de mal el clima —dice Justin mirando al cielo.

—En tres semanas llega la primavera mi amor —le digo tranquilamente—. Pero mientras no llueva, todo está bien.

Instalamos las cosas en la arena.

—Mi pregunta es ¿Cómo nos pondremos los trajes de baño? —me pregunta y le sonrió.

—Tapate con la toalla y te lo pones —le dije tranquilamente.

—Se verá todo —me dice mirándome.

—Mejor aún —le digo con una sonrisa coqueta.

Justin alza una ceja y me toma las muñecas para robarme un beso suave que de a poco se va trasformando en un beso intenso. Justin de pronto se sube encima mío para dejar mis brazos al costado de mi cabeza en la manta.

—Tengo unas ganas se subirte esa falda de jean que tienes puesta.

Sonrió coqueta.

—Podrías subirla —le digo para robarle otro beso.

Justin se muerde los labios.

—Es una tentación muy grande para mi —me dice mirándome fijamente y Justin suelta mis muñecas—. Pero prefiero esperar a la noche, donde pasare por mi habitación hasta tu balcón, como cuando éramos adolescentes.

Le acaricio el rostro.

—Ha pasado tanto tiempo de aquello —le digo.

Le sigo acariciando el cabello para después acariciar sus mejillas.

—Estamos a puntos de ser titulados —me dice él.

—Si mi amor.

—Sabes que te quiero en mi vida mi amor —me dice mirándome fijamente serio—. Quiero que sea la madre de mis hijos.

—Pero aun no Justin.. —soy interrumpida.

—Si lo sé, pero quiero que la madre de mis hijos sea tu definitivamente —lo miro sintiendo inquietud—. Llevamos seis años de esta hermosa relación.

—Justin...todo a su tiempo —le digo tranquila.

Me levanto y Justin se aleja de mi sentándose.

—No te asuste —me dice.

—No me asusto —le digo tranquila.

Justin se queda en silencio.

Después de aquello ninguno de los dos hablo. Justin aprovecho de colocarse el trajo de baño para ir al mar a darse un chapuzón mientras yo me quedaba mirándolo y tomando algo de alcohol.

No quiero ser madre todavía y tampoco quiero vivir con él. No sé si será una crisis ante del matrimonio pero me siento extraña, no me siento tan segura de irme del lado mi madre; seria también romper como romper un divorcio con ella. Pero a la vez veo a Justin en la playa mojando todo su torax marcado con sus brazos fuertes y firmes, es allí donde me pregunto ¿Realmente me asusta el bomboncito de allí? o ¿será una crisis normal?

Respire el hondo para después colocarme el bikini, me asegure que nadie me viera; mire alrededor y no había casi nadie, así que tranquila me cambie. Me tome otro trago de alcohol para ir bañarme con Justin, quien estaba un poco adentro. La primera ola mancho mis lentes con agua.

—Mierda —me quejo.

Veo a Justin acercándose, quien me quita los lentes y los sopla para secar el agua.

—Hace tiempo que no te pasaba esto —me dice mientras me coloca mis gafas en mi cara.

Justin por segundos me mira de una forma extraña.

—Si no te viera con ese bikini pensaría que todavía eres mi nerd —me dice.

Me muerdo el labio nerviosa ante aquella escena.

—Verte ahora toda una mujer....hace que.. —Justin se calla de pronto.

—¿Hace que? —lo miro intensamente.

Justin parpadea lentamente y se da vuelta para mirar al mar.

—Hace que quiera volver en el tiempo —me dice—. Para volver a vivir todo de nuevo.

Al decir eso sentir sonrojarme o mejor dicho, sentí mis mejillas arder por el calor. Justin se tira un chapuzón para empezar a nadar. Camino unos pasos en el mar cuando veo a Justin salir del mar; los músculos de sus espalda estaba lo suficiente marcados para que el agua cayera de una forma sexy, veo su cabello rubio mojado hacia atrás.

Sentí el deseo tener sexo con él en el mar. De pronto sentí otra ola en mí, que hizo que me cayera a la arena mojada.

—¿Estás bien? —me pregunta Justin preocupado mientras me levantaba.

—Si.. —le digo—. Solo tengo arena en mis pompis.

Justin se ríe ante aquello.

—Trasero —me dice.

—Pompis —Justin me sonríe

Me envuelve en sus brazos para acercarme hacia él.

—Si quieres yo te la quito —dice de forma sensual.

Me muerdo el labio ante sus palabras.

—¿Así? ¿De qué forma? —lo miro coqueta para acércame a él

—Así.. —me susurra.

Toma mis piernas para dejar sus pelvis entre mis piernas y yo aprovecho de envolverme en sus caderas. Siento una de sus manos en mi trasero y con la otra me afirmaba. Gemí cuando siento una palmada.

—Me gusta oír esos sonidos —Forma una sonrisa en sus labios.

Siento la erección de Justin entre mis piernas.

—No creo que alcanzare a llevarte a mi habitación —me dice—. Tengo unas ganas de ti mi amor.

Justin me besa lentamente para guiarnos gasta nuestra manta. Me deposita con tranquilidad mientras acepto sus besos y caricias. Nuestras reparaciones mezcladas era lo mejor de todo aquello.

—Te deseo —me dice.

—Yo igual te deseo, pero no podemos hacerlo aquí.. —le digo.

Justin se detiene y me mira.

—Si fuera por mí ya estaríamos haciéndolo.

—No te diré que si —le digo y Justin hace un puchero.

—Pero.. —lo interrumpo.

—No —le digo.

Justin gruñe molesto. Se sentía al lado mío y saca algo de comida.

—A ver si esto me calma mi ansiedad —dice.

Justin siguió comiendo mientras yo me empezaba a tomar de nuevo y Justin no pudo evitar seguirme. Un rato más tarde nos volvimos a bañar y jugar en el mar.

—¡Justin suéltame! ¡Justin suéltame! —chillaba mientras mi novio me tenía en sus brazos y me da vuelta.

—¡Nos caemos!¡Nos caemos! —Espeta cuando nos tira al mar a los dos.

Sí, estamos ebrios y la culpa la sufría mis pobres gafas que se mojaban, cuales no me dejaban ver después.

Volvimos poco más tarde para tomar, pero nos dios cuenta que no había nada más.

—Mejor así —dice él acostándose—. Tengo que conducir.

—Pero si estas ebrio —le digo riéndome.

Justin se ríe.

—No tanto como tu —me dice mirándome.

Cuando era de irnos guardamos todas las cosas y nos pudimos cambiar tranquilamente. Subimos a donde estaba el auto para guardar las cosas. Justin pago el estacionamiento para irnos.

Mire las pieles de nosotros y me di cuenta que no nos habíamos puesto bloqueador y ahora parecíamos unos cangrejos. Sabía que esto no iba a doler mañana y lo mejor sería comprar mañana por la mañana.

—¿Disfrutaste mi amor? —me pregunta.

Le sonrió.

—Demasiado —le respondo.

Justin sonríe.

—Me haces feliz —me dice y me mira.

—Tú a mi igual —le sonrió.

De pronto veo como Justin fija la mirada y cambia de ruta hacia unos arbustos gigantes.

—Justin... —le llamo.

—Shh....tranquila.

Veo como estaciona y deja las luces prendidas del auto.

—¿Por qué estamos aquí? —me pregunta.

—En serio me preguntas eso —me mira sonríe.

—Estás loco que lo haremos aquí —Lo decía más normal que seria, será el alcohol.

Justin se baja del auto sin hacerme caso, miro a los alrededor y no había nada más que nosotros dos. Sabía que él me protegería pero no creo que pueda con el estado en que estoy yo.

Justin abre la puerta y me saca.

—Nos pueden pillar —le digo.

Justin cierra con una mano la puertas con la otra me tenía en sus brazos.

—Me importa un carajo la verdad —me rio ante aquello—. Quiero hacerlo ahora.

Me deja en el capó.

Justin abre mis piernas para meterse entre ellas y me empieza a besar. Siento sus manos en mis muslos acariciándolos. Sabía que tenía una ansiedad de hacerme el amor por la forma en que me besaba.

Mis manos van hasta sus brazos cual los acaricio de una manera desenfrenada. Justin me saca la camisa dejándome en sostén, mientras yo le quitaba la camisa a él.

—Eres tan preciosa —me susurra y gimo ante aquello.

Al gemir Justin sube mi falda casi totalmente. Sentí que después baja sus pantalones.

—Me satisfaces tanto preciosa mía —me dice y siento como se hunde en mí.

—Justin —gimo.

Apreté mis muslos para sentir lo más.

Varios minutos transcurrieron haciendo lo mismo. Mientras gemíamos lo único además de nosotros se sentía la brisa. No sabía dónde estábamos ni que hora era, pero la verdad que era mejor tener a Justin dentro de mí. Cuando terminamos, descansamos unos segundos para después vestirnos.

—Es hora de partir —me dice Justin.

Le asiento.

—Espérame que iré a traerte una manta —me dice.

Yo le sonrío como idiota. Todavía el alcohol estaba haciendo efecto y mejor que lo habíamos hecho el amor casi ebrios, bueno por parte de Justin, yo ya estaba ebria.

—Justin —le digo sonriendo como idiota.

Sin querer me giro y siento como caigo al suelo, me quejo pero al instante subo mi cabeza y de pronto veo algo negro venir frente de mío.

—¡Mierda! —Veo algo a Justin.

Justin me había pegado sin querer con la puerta del auto.

—¡¿Cariño estas bien?! —Justin me toma la cabeza—. ¿¡Cariño!?

Mi cabeza giraba de manera alocada y sentía un dolor inmensamente fuerte. Veia a Justin triplicado y veía su cara de preocupado.

De ahí caí en negro.

Minutos más tarde vi las cara de Justin con una persona de blanco, por un momento creí que me había muerto hasta que escucho sus voces tranquilamente.

—No se preocupe estará bien ella —le dice esa persona blanca.

Veo la cara de Justin mirándome. No sé cuánto tiempo estuve ahí pero sentí que me movieron de un lugar a otro. De pronto vi a Justin en el auto de nuevo con muchas luces a su alrededor y de nuevamente perdí conocimiento, para verlo nuevamente en una habitación que se me hacía conocida.

Veo a mi madre al lado de Justin de pronto y veo como ella le decía algo a él.

Sonreí como idiota.

Me habían sedado.

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