Capítulo. 02

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DOS DÍAS DESPUÉS 》》》

Raven llegó hasta la puerta de su apartamento rentado y se congeló con la llave en la mano, un instante antes de abrir. Había alguien en su piso, estaba segura de ello. Quizás no tenía el refinado olfato de Logan, pero era una cazadora; los detalles la habían mantenido viva parte de ese tiempo.

Te has dejado la maldita espada dentro, señorita cazadora, le reprochó su mente.

¡Maldición!

Gruñó, conteniendo los deseos de entrar como un tornado. Quitó el seguro mientras murmuraba para traer a los hellhounds como respaldo. Empujó despacio la puerta, apretando los puños hasta ver con quién se enfrentaría.

Caminó al interior y el aire que había estado conteniendo se le escapó en un suspiro, que no supo identificar si era de alivio o fastidio. Deadpool estaba tumbado en su sofá, cambiando canales en la televisión.

—Te tardaste —saludó al verla.

Ella resopló e hizo un gesto para que sus guardianes se marcharan. Medio segundo más y el tonto hubiese sido comida para monstruos. Cerró la puerta, dejando la bolsa de la compra junto a la mesilla del pequeño recibidor.

—¿Qué puñetas haces en mi casa, Wade?

El aludido se llevó las manos al pecho con gesto dramático. No podía ver su rostro bajo la máscara, pero sabía que estaba sonriendo.

—Ese tono me hace pensar que no soy bienvenido aquí, Revi.

Rodó los ojos, no iba a decirle lo cerca que había estado de mandarle al Infierno, literalmente, sin boleto de retorno esta vez. Él lo tomaría a broma, así que no valía la pena. Se quitó la chaqueta y se la lanzó antes de dirigirse a la cocina.

—¿No me extrañaste? —preguntó yendo tras ella.

—¿Cuánto te tomó encontrarme, Wade?

—Pues... —fingió hacer cálculos mentales hasta que le mostró dos dedos. El símbolo de la victoria.

—¿Dos días? —era justo el tiempo que había pasado desde que le dejara en el tejado con las tripas fuera.

—Horas —corrigió— Comadreja es rápido con eso de localizar personas.

Rave se revolvió el cabello, despeinándolo más. Le vio tender la mano hacia ella y retirarla enseguida, en un gesto que no supo cómo interpretar. Tenía montones de conocidos, aunque de todos, el único que a veces seguía siendo un misterio era Wilson.

—¿Y si sabías dónde estaba por qué esperaste tanto para venir? —arqueó una ceja— Es más, repito la pregunta de antes, ¿que haces aquí?

Fingió quitar una mancha invisible en su traje antes de responderle, con Revi siempre volvía a ser el chico tímido. Hacía que se sintiera demasiado consciente de su aspecto de cadáver ambulante incluso cuando llevaba la máscara y eso le ponía nervioso.

—Ya sabes... —balbuceó— No me dejaste ganar, perdí el contrato, así que creí que los tragos se mantenían.

Raven le mostró una sonrisa torcida, de completa resignación. Abrió la nevera, sacó dos cervezas y le tendió una.

—Vale, por los viejos tiempos.

Hicieron un amago de brindis antes de volver a quedar en silencio. Wade rascó el suelo con la punta de la bota, mirándola de reojo.

—Entonces... estás de regreso... otra vez.

—Pareces decepcionado —se cruzó de brazos, apoyando su peso en la encimera.

—Nada más lejos, créeme. Es solo que... —alzó los hombros y los dejó caer— El viejo Wade es el último en enterarse de las cosas. Igual que siempre.

La chica suspiró, terminó la bebida en un par de tragos largos y sacó dos botellas más. Wilson hizo lo mismo antes de coger la nueva que le ofrecía.

Se le hacía difícil descifrar si él estaba enfadado, triste o solo cansado. Trató de animarle con un comentario sarcástico.

—La verdad es que no me hicieron fiesta de bienvenida.

No funcionó como esperaba.

—Ya. —una respuesta monosilábica en Deadpool era mala señal. Raven se apresuró a explicar.

—En realidad, he preferido mantenerme muy reservada —enfatizó— Si algo sale mal no quiero que nadie vuelva a pasar por lo mismo. Solo lo saben mi hermana, Constantine, que me trajo de vuelta, Wolvie y ahora tú.

La miró sorprendido, tratando de adivinar si bromeaba. En ningún momento se esperaba algo como eso, estar en el estrecho círculo de las personas de confianza de la Dama sin Sombra.

—Gracias —fue lo único que se le ocurrió.

—¿Por?

—No desaparecer o largarte a otro estado después de nuestro encuentro —la voz le salía entrecortada. Estaba conteniéndose para no llorar, abrazarla o ambas cosas.

Ahora fue Rave quien se encogió de hombros con gesto triste.

—Supongo que echaba de menos tu locura. En el fondo quería que me encontraras.

Otra frase que le llegó como un puñetazo en las costillas. Lo estaba matando con tanta sinceridad y él sin saber qué decir por primera vez en mucho tiempo. Soltó el aire por la nariz, obligándose a aflojar la mano con que sostenía el cuello de la botella antes de quebrarla.

—Entonces... —repitió.

—¿Qué?

Se sentó sobre la encimera sin dejar de mirarlo. Estaba segura de que él no había ido hasta allí solo para beber unos tragos, eso podría haberlo hecho en el mismísimo Helvete, pero no quería presionarle. Que llegara a donde tuviera que llegar a su ritmo.

—¿Tu novio el play boy? —la pregunta le arrancó una carcajada. Aunque sabía de quién estaba hablando, prefirió hacerse la tonta.

—¿Quién?

—¡Oh, vamos, Revi! Tú sabes quién. La copia defectuosa de Cable. Ojos azules y actitud de idiota.

—¿Te refieres a Bucky? —volvió a soltar una risita. Los celos en su tono la estaban divirtiendo mucho— ¿Qué pasa con él?

—¿Ya te cansaste de jugar a salvando al Soldado Ryan?

Ahora si le fue imposible resistirse. Comenzó a reír a todo pulmón, las lágrimas le surcaban el rostro. Tenía que presionarse las sienes para evitar que la cabeza le estallara.

Wilson la contemplaba arqueando las cejas bajo la máscara. La broma no era para tanto, aunque si, tenía que aceptarlo, Capitán América Jr. le resultaba bastante fastidioso.

—James y yo llevamos tiempo sin vernos. Él ha seguido con su vida y yo con... —hizo un gesto tratando de abarcar todo lo que era ahora.

Deadpool asintió, recostándose a la pared.

—¿Y el fantasmita francés?

—¿Jean Phillipe? Lo mismo —Rave apoyó el codo en uno de sus muslos, el mentón reposando en su palma. Se quedó mirándolo fijamente— Wade, si tienes que decir algo, no le des más vueltas. Solo dilo.

Se apartó de la pared, acercándose despacio a ella, volviendo a colocar la máscara en su sitio en busca de un escudo.

Recordaba perfectamente el último día que la había visto antes de su reciente viaje al otro lado. Recordaba lo frágil que ella lucía, lo deprimido que le había dejado despedirse.

—¡Joder! Te eché de menos, Revi —espetó sin pensarlo más. Lo decía o reventaba.

Se quitó uno de los guantes y le acarició la mejilla con ternura. Raven lo acercó, pasó los dedos bajo el borde de la máscara, tirando de ella hasta que él la obligó a detenerse.

—No —un murmullo apenas.

—Wade, ya pasamos por esto antes, ¿recuerdas?

—Sip, aunque esperaba que hubieras olvidado mi fea cara y quería ahorrarte el trauma de volver...

Suspiró con fastidio, atralléndolo más hasta poder enredarle la cintura con sus piernas. Terminó de subir la máscara hasta encima de su nariz.

—De verdad nunca te callas —protestó.

—Cállame tú.

Se besaron. Lentamente al inicio, con más y más ganas según avanzaban. A su modo, extraño y sin sentido, siempre habían tenido algo pendiente, desde que se conocieron y, al igual que hacía dos días, intentaron matarse uno al otro.

Se entendían, pero pasar demasiado tiempo juntos no fue nunca una opción. En el fondo les asustaba la idea de acabar odiándose y perdiéndose incluso como amigos.

—Por cierto... —Rave se apartó un poco, tratando de recobrar el aliento— Barnes no es mi novio.

Deadpool la miró a los ojos a través de los blancos de su máscara, con total seriedad preguntó.

—¿Hay una vacante? ¿Se aceptan mercenarios?

Ella soltó otra risotada mientras le ponía ambas manos en el pecho, golopéandolo y empujándolo a la vez. Bajó de su puesto, logrando que él le enredara los brazos en la cintura como una boa roja y negra.

—Eres un idiota, Wilson.

—Pero no dejo de ser tu favorito.

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