ㅤㅤㅤ── seis ──

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Jimin sabía que su familia había recibido una carta explicando todo, pero comenzó a preocuparse cuando la semana terminó y ninguna respuesta había llegado aún. Comenzó a pensar que el comunicado se habría perdido en el transporte o algo parecido, pero estaba equivocado.

Yoongi, el resto de miembros de la corte y él comían en el salón de banquetes, como era habitual, cuando una sirvienta entró prácticamente corriendo y hecha un manojo de nervios.

──Majestades. ──Se inclinó repetidas veces, con la mirada en el suelo──. Ha llegado una visita repentina, mi rey ──farfulló con la cabeza inclinada hacia Jimin.

Este retiró un poco su silla, confuso, preguntando con su mirada a Yoongi, pero él tampoco tenía idea.

──¿Quién es? ──cuestionó el omega, alzándose.

──E-es su hermano, el príncipe Park Taehyung de Busán, mi rey ──explicó la chica, temblando.

Jimin, al escucharla, contuvo el aire unos segundos justo para reaccionar con un grito ahogado. No dudó en prácticamente correr hacia la entrada del castillo, olvidando su estado y el protocolo. Por supuesto, escuchó pasos detrás suyo.

──¡Tete! ──chilló el omega en cuanto vio a su hermano bajar de un carruaje.

El beta alzó la mirada a la entrada del castillo y dejó todo lo que hacía para correr hacia él y abrazarlo con cuidado.

──Jiminie, estábamos muy preocupados por tí ──susurró Taehyung.

──Estoy bien, ¿no recibisteis la carta? ──respondió él, intentando no aplastar su vientre en el abrazo.

El beta asintió antes de separarse, entoces miró su barriga como si buscase algo.

──¿De verdad estás...?

Jimin asintió enseguida, entendiendo a lo que se refería y acariciando su vientre con cuidado. No añadieron nada más, pero sus ojos se cristalizaron. Taehyung recordó cuando su hermano era pequeño y juraba ser un omega distinto, incapaz de formar una familia y tener cachorros. Después creció y asumió que debía formar una familia, pero no con Min. Las cosas habían cambiado muchísimo en menos de un año.

──Has crecido mucho. ──Se quejó, ocultando sus ganas de llorar con una sonrisa.

Jimin no pudo aguantarse las lágrimas, así que le indicó que entrasen hacia el recibidor para tener más privacidad. Ahí se dio cuenta de los consejeros que le habían seguido y poco después vio a Yoongi acercarse.

──Tete no sabía que venías, deberías habernos avisado al menos ──comentó Jimin, para cambiar de tema y evitar llorar frente a nadie.

Taehuyng pareció perdido, incluso rió un poco como si fuese una broma, pero su hermano no lo siguió.

──Envié una carta, ¿no la leíste? ──replicó.

Aquello era, definitivamente, inusual.

──No llegó nada, pensé que no habíais respondido a mi comunicado ──murmuró Jimin.

Antes de responder Taehyung saludó con una reverencia al otro rey Min, así que el omega dejó el tema para más tarde, lo importante es que su hermano estaba ahí y debía aprovecharlo.

Mientras se saludaban, avistó de reojo las dos figuras que ayudaban con las pocas maletas de Taehyung, una de ellas era Hyunjin y la otra debía de ser una dama de ayuda para el beta. Jimin apenas tardó dos segundos en ir a recibir al amado de su hermano.

Aquello le ponía las cosas más fáciles, con ellos allí quizá podía adelantar el trámite del visado. Sin embargo, algo en su interior le pesaba al saber que su hermano podía exponerse a un ataque de los rebeldes.

Se encargaría de reforzar la seguridad, pero por el momento tenía algo más importante que hacer, pues Taehyung tardó pocos minutos en acosarlos a preguntas sobre el bebé cuando volvió a su lado.

Jimin tenía un sentimiento agridulce en su pecho. Por una parte se alegraba de que Yoongi estuviese suficientemente bien y estable como para volver a tomar el mando y ser el primer rey a cargo. Pero por otro lado odiaba despedirse de él en las mañanas para volver a verse unos minutos en las comidas y después caer rendidos en la cama.

La rutina era agotadora, y Jimin sabía que no podían simplemente dejarlo todo y fugarse, menos con la amenaza de los rebeldes sobre el reino, pero a veces sólo quería pasar todo el día durmiendo junto a su alfa o pensar en nombres para el bebé y aprender a ser padres. Joder, un cachorro era algo importante. Pero parecía que el mundo estaba en contra de dejarlo descansar.

Yoongi había notado el estrés de su omega, no podía pasar por alto ese aroma tan peculiar cuando se angustiaba, así que trataba de tener más tiempo libre para él, pero siempre había algo que atender.

También se planteaba dejar al mando a Hoseok al menos unos días, pero era más complicado que eso. Y la visita inesperada de Taehyung solamente le inquietaba, el tiempo libre que Jimin tenía lo pasaba con su hermano. No le culpaba, pero lo echaba de menos.

Dos días después a la llegada de Taehyung ambos se despertaron al unísono, pero Jimin parecía más alterado y enérgico por la idea de tener al beta allí.

──¿Nos vemos en la comida? ──preguntó el omega como cada día, dejándole un beso en su mejilla.

Yoongi gruñó en bajito, rodeándole la cintura para evitar que se marchase tan rápido. Ese día tenía un par de reuniones con el consejo estatal, una más privada con los consejeros y aún estaba en proceso de trazar una estrategia militar, pero le pareció que todo eso podía esperar.

Jimin rió un poco al saber lo que hacía, pero no se opuso al tacto de la nariz del alfa en su cuello, o cuando sus labios bordearon la marca de sus dientes.

──Procrastinar no es lo tuyo ──comentó alegre, apoyándose en sus hombros.

Yoongi gruñó de nuevo contra su piel, totalmente embaucado por el aroma dulzón del embarazo junto al del omega.

──Siempre hay una primera vez para todo ──replicó.

Jimin no quiso retenerlo, es más, le gustaba la idea de dejar a un lado sus obligaciones para dejarse mimar por el alfa. Aún tenía que atender a Taehyung, supervisar las reformas del castillo, hacer un chequeo del personal y comentar con él el tema de los rebeldes, pero ya tendría tiempo para eso.

──¿Nos vamos a la buhardilla antes de que vengan los sirvientes? ──sugirió el omega, pensando que irían a despertarlos si no les veían salir pronto.

Además hacía tiempo que no pasaban el rato en el piano que le había regalado por su cumpleaños y echaba de menos esos ratos, porque aquella vez días atrás no contaba, apenas pudieron estar allí antes de volver a sus obligaciones. Pero Yoongi negó.

──Tengo un lugar incluso mejor ──susurró en su oído y tomó distancia para agarrar su mano──. Pero debemos darnos prisa o vendrán a "despertarnos" ──dijo, ganándose una risita de Jimin.

Acto seguido se pusieron a caminar rápido hacia las escaleras, tomando el mismo camino que de haber ido a la sala del piano, vigilando que nadie les viera. Sin embargo, Yoongi tomó un rumbo distinto al último momento y Jimin supo que aún no había visto esa parte del castillo cuando comenzó a perderse entre los pasillos.

Llegaron a una puerta aislada, que daba directamente a una escalera de caracol. Yoongi no dejó que el omega subiera, se le veía cansado, así que lo tomó en sus brazos para llegar hasta arriba del todo.

Jimin contuvo el aliento al ver el lugar. Estaba lleno de polvo y algunas cajas descuidadas, como si se usara solamente de almacén, pero eso le pareció un crimen.

──Pensé que esto estaba cerrado... ──susurró meintras el alfa volvía a dejarlo sobre sus pies.

Caminó al interior, observando la belleza que se dejaba entrever tras las telarañas y el polvo. Era un mirador, justo en una de las torres del castillo, donde había una cúpula de cristales coloridos en el techo que transformaba la luz solar en un millón de colores distintos, proyectados en las paredes y el suelo. Este último era negro y blanco, similar al tablero de un ajedrez y a su vez las paredes y las columnas estaban pintadas de proyecciones religiosas, de cuando la humanidad no había alcanzado a unirse a su lobo interior y creían en otros dioses más que en la Luna. Por el ventanal se veía la terraza, que sería la posición de vigilancia principal años atrás.

──Sabía que te gustaría ──murmuró Yoongi a sus espaldas, sonriendo ante su mueca sorprendida.

Jimin le dedicó una mirada dulce antes de dirigirse al centro de la estancia, donde la luz era natural gracias al cristal transparente del centro de la cúpula.

──Es hermoso, deberíamos habernos casado aquí ──comentó.

Yoongi reprimió una risa mientras se acercaba para acompañarlo, tomando su estrecha cintura. Jimin automáticamente apoyó la cabeza en su hombro y rodeó su cuello con los brazos, notando cómo se balanceaba inconscientemente.

──Podría hacer que lo limpiasen si quieres venir a menudo ──sugirió el alfa──. Incluso se puede reformar a tu gusto.

──No ──respondió él en seguida──. Está perfecto así, sólo necesita limpieza y orden, pero es ideal.

Yoongi asintió de acuerdo. De pequeño había acudido allí en sus peores momentos, era uno de sus lugares más íntimos y preferidos de todo el castillo. Estar allí con Jimin solamente le brindaba aún más calidez.

El omega quería pasar ahí todo el día, no podía pensar en tener que volver a la realidad y su lobo aulló de acuerdo. Pero pensó algo mejor.

──¿Y si nos vamos? ──susurró, rompiendo un momentáneo silencio──. Diremos que es un viaje de negocios o político, cualquier cosa, y nos fugamos sin decírselo a nadie.

Yoongi soltó una pequeña carcajada contra su frente antes de besarla.

──No es muy responsable de nuestra parte ──murmuró, con su sentido del deber por delante. Tras unos segundos añadió──: ¿Crees que funcionaría?

Jimin alzó la mirada, entusiasmado por la idea. Jamás habría pensado en Yoongi como un cómplice de algún plan que fuese más allá del castillo.

──Por supuesto, nadie nos pregunta qué haremos o qué hemos hecho, podríamos ir a donde fuera con esa excusa ──insistió con ojos brillantes.

El alfa lo sopesó con una de sus muecas indiferentes y los labios prensados. Al cabo de un rato suspiró.

──Supongo que podríamos hacerlo por una vez.

Jimin ahogó un chillido, notando la adrenalina recorrerle el cuerpo aún sin siquiera tener destino.

──Pero sólo una vez ──aclaró Yoongi.

Aún así el omega ya estaba abrazándolo con fuerza y casi saltando de alegría.

──Gracias, gracias ──chilló, besuqueando toda su cara──. ¡Será como la luna de miel que no tuvimos!

Yoongi frunció el ceño, pero se le escapó una sonrisa.

──¿Disculpa?, yo recuerdo perfectamente nuestra luna de miel ──contraatacó, buscando hacerle cosquillas en los costados──. Y también recuerdo bien cuando lo hicimos en-

──¡Yoongi!

Jimin intentó alejarse, totalmente sonrojado, pero el alfa siguió picándole y haciéndole cosquillas hasta que cedió y se dejó mordisquear.

Unos minutos después recordaron que seguían siendo los reyes de Daegu, así que volvieron por donde habían llegado, dónde les esperaban algunos miembros del consejo con caras malhumoradas.

Jimin en cambio no borró su sonrisa, sólo le dejó un pequeño beso en la mejilla a su alfa y asintió en despedida de Hoseok y Jungkook, los únicos alfas que toleraba a parte de su marido y hermano.

Después fue en busca de Taehyung, dirigiéndose a los aposentos reales. Le había prestado la alcoba del príncipe, que en realidad no era suya, pero se sentía personal. Sólo esperaba no encontrarse con Hyunjin ahí o se le haría demasiado incómodo.

Cuando tocó a la puerta, sin embargo, el beta le abrió con una sonrisa, completamente solo.

──¡Mimi! ──apenas le vio se abalanzó a él para abrazarlo, siempre cuidando de no dañar su barriga.

──¿Has dormido bien? ──preguntó Jimin.

──Claro, ¿y tú?, tienes ojeras ──respondió el beta, de pronto sonriéndole a su barriga──. ¿Y el pequeñín cómo ha dormido?

Jimin se sonrojó un poco. Una cosa era que su marido o él le hablasen al vientre, tenían un vínculo especial, pero su hermano haciendo aquello sólo le daba vergüenza.

──Por favor Tae no hagas eso, no te conozco. ──Rió, poniendo rumbo al jardín.

El beta cerró la habitación y le siguió con una mueca malhumorada.

──Déjame consentir al bebé. ──Se quejó.

──Técnicamente aún no es un bebé como tal ──replicó Jimin, divertido.

Cuando salieron al exterior el sol les calentó un poco, pero se notaba que días fríos estaban por llegar, así que no hacía calor.

──No le llamas bebé, no tenéis nombres pensados... ¿Estás seguro de que vuestros lobos siguen despiertos? ──contraatacó Taehyung, sentándose en un banco de piedra junto a él.

Jimin rodó los ojos. Desde que estaba en Daegu y lejos de Jin y la bebé su lobo se había comportado, así que no era eso.

──Habló ──dijo, bromeando──. Solamente no tenemos tiempo, apenas parecemos un matrimonio, mucho menos una familia ──suspiró──. Incluso creo que aún no he asimilado el embarazo... Es extraño.

Taehyung le miró un rato, casi apenado. Él nunca sabría lo que era tener una criatura en su vientre, pero podía imaginar que no era fácil.

──Quizá deberíais atender solamente lo necesario y delegar más en los consejeros, seguro que todo el mundo entenderá la situación. Al fin y al cabo el heredero del reinado es realmente importante, y un embarazo malo puede afectarle ──murmuró.

Jimin asintió, distraído con los pájaros que iban y venían entre los árboles.

──Tienes razón. ──Exhaló, exhausto──. ¿Y desde cuándo sabes tanto de bebés?

──Desde que Namjoon se leyó muchos libros para padres primerizos y tuve que hacerle de psicólogo.

Ambos rieron pensando en su otro hermano, que aunque era muy grande y pudiese parecer intimidante, dentro estaba relleno de amor.

──¿Cómo están ellos?, los extraño ──murmuró Jimin, con un puchero inconsciente.

──Están perfectamente, aunque también te extrañan ──respondió el beta, mirando el cielo──. Me odiarán por haberlos abandonado.

Entoces el omega recapacitó en su presencia, como si no hubiese estado ahí todo el tiempo.

──Ya, sobre eso... ¿Por qué has venido? ──preguntó finalmente.

Taehyung le miró con una mueca de desagrado y le habría dado un golpe de no haber estado embarazado.

──Y yo que pensaba que te alegrabas de verme. ──Rodó sus ojos dramáticamente.

──¡No es eso! ──Jimin rió, girándose en el banco para poder mirarle mejor──. Es que sé que no te gusta viajar y menos con poco tiempo, no sé, me parece... repentino. Y no digas que te preocupabas por mí ──añadió.

Taehyung suspiró, dándose por vencido. Tampoco tenía pensado ocultarlo siempre, solamente decírselo con calma y ese era buen momento.

──A Hyunjin se le caducó el permiso para quedarse en Busán ──confesó──, debía volver y... no quería estar tanto tiempo sin él.

Jimin dejó a un lado lo tierno que sonó aquello, reprimiendo un grito y centrándose en la parte importante. Tomó sus manos con cariño y las estrechó.

En ese momento comprendió a lo que se refirió Yoongi cuando cuestionó su plan para llevarlo a la isla. De algún modo u otro su hermano tendría que volver igual que Hyunjin. A menos que cambiase su nacionalidad, y eso en Daegu sólo se conseguía como él mismo había hecho: casándose.

──Tete, lo entiendo, de verdad que lo hago, pero no podrás estar aquí siempre ──comentó.

Taehyung apartó sus manos con logo de recelo. Era consciente de ello, pero no le gustaba enfrentarse a esa realidad.

──Lo sé. ¿Y qué puedo hacer? ──Bufó.

──Casaros ──respondió Jimin, sin titubeos.

El beta le dirigió una mirada incrédula justo antes de negar rápidamente.

──Sabes que es imposible, no lo hemos hecho ya porque papá jamás me dejaría y-

──Tete ──Le interrumpió──, si de verdad quieres estar con él tendrás que arriesgarte.

Quizá era hipócrita de su parte decir aquello cuando tenía un matrimonio arreglado, pero al menos había intentado luchar por sus ideales.

──Pero no queremos vivir escondidos, queremos tener un hogar en Busán, vivir con normalidad. ──Suspiró el beta.

Jimin tomó distancia esa vez y volvió a perder la vista entre la naturaleza del jardín.

──Os ayudaré como pueda, pero no creo que trasladaros a la isla sea la solución ──susurró para sí──. Papá os encontraría.

──Lo sé ──concordó Taehyung──. Lo único capaz de hacer que papá cediese sería aumentar el rango de Hyunjin.

Jimin dejó su zurda sobre la pierna del beta, como una señal de apoyo aunque no le mirase.

──Lo solucionaremos, lo prometo.

No sabía cómo, pero estaba dispuesto a hacer feliz a su hermano.

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ଓ ଘ ଙ

¡Hola! Tengo muchas cosas que comentar, vamos por partes.

Primero de todo: ¿qué tal este capítulo? 👁️ Subí el 5 de nuevo porque había errores (perdón)!!

Segundo, Wattpad está haciendo de las suyas y está ✨borrando gráficos✨ en las historias, si no veis un banner o separador es por eso. Hasta que no se arregle no corregiré ninguno, por si acaso~

Tercero, para quien no lea mis mensajes en el tablero (son importantes a veces) estoy subiendo mis historias a Inkspired de forma corregida y a veces extendida (de momento estoy subiendo No te amaré y Veneno) 💜 puedes encontrarme como @ nyx_fanfic, link del perfil acá:

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Por último, avisar de que ✨Amarte en susurros✨, la cuarta y ÚLTIMA parte de la saga amarte está siendo escrita actualmente y próximamente se publicará. No es obligatorio leerla, se trata de la historia Hopekook al completo, pero si lo hacen me ayudarían un montón 🥰🥰 link de la historia:

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Ahora sí, eso es todo, ¡hasta la próxima!~

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