-Capítulo XI-

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

[..Acenix...]

...¿Esto fue un error?, ¿acaso en verdad cometí un error?, después de todos lo que he hecho, algo tuvo que decírmelo a la cara: "eres un imbécil"

...

...

-No puedo ver nada.

-No...no puedes.

...

Esa voz...él sigue aquí, a pesar de lo que ha hecho, sigue...¿aquí?, ya no sé si en verdad quiero estar con ese perro, creo que lo mejor será irme después de esto.

...

-Hola Acenix- Se le escuchaba apenado, ¿acaso estaba arrepentido?, no lo creo...pude notar su aura, su ira, no era algo normal, oh no...cada vez que lo pienso, más miedo siento de lo que sea en realidad.

-Tienes, los ojos...hm...tus ojos están bien pero necesitarás reposarlos, la bufanda te ayudar-

-Cierra la boca...

-...

-¿Qué diablos crees que hacías?

-...

Un nudo en mi garganta se formó al expresar lo mencionado, no sabría a quien estaba encarando, a un ángel o simplemente a la misma muerte.

-...No podía parar Acenix...te lo juro que quería pero...

-Pero no lo hiciste, a pesar de habértelo dicho, una, y otra, y otra vez.

-...

-...

-...Te mentí...sobre varias cosas.

-¿Qué?

-Nadie más abandono ese pueblo.

-¿De qué hablas?

-De mi lugar de origen...no había variedad de animales, Flex nunca lo conocí en ese pueblo, en realidad fue en otro y yo fui el único que se fue de ese repugnante lugar.

-...¿Por qué?

-...Déjame decirte la verdad sobre mí Acenix...no me importa si no cambio tú parecer...solo necesito decírtelo, antes de que te vayas...supongo.

-...

-Por favor...

...

...

...

-Esta bien Mike, te escucho.

"Idiota, idiota", una voz sonaba en mi cabeza diciendo esa frase repetidas veces, debe ser por lo débil que estoy, hasta el punto de alucinar.

Escuche los pasos de Mike acercándose, un escalofrío pasajero recorrió todo mi pelaje, ¿acaso era miedo?, seguro que sí, pero no quería mostrarme temeroso, ya me cansé de mostrar ese lado mío.

-Hace un tiempo atrás, tal vez hace un año o dos, vivía en una aldea...una aldea humana.

Al escuchar eso, sentí como mis orejas sin control alguno se pusieron en pie, realmente me interesaba saber la relación que tenían con estos, aunque por lo que note con ese humano, no parece que sea una buena.

-Y como es una aldea humana, vivía con un humano, aún recuerdo su nombre, se llamaba Trolli, a pesar de que ni uno de nosotros dos nos entendíamos, teníamos una forma de comunicarnos, solo nos señalábamos las cosas el uno al otro, ya sea para querer algo o manifestar algo, nos llevábamos bien, hasta el punto de volverse mi mejor amigo. Hablando más sobre la aldea, para mi desgracia, yo solo era el único cachorro por la zona, y eso a los humanos no les llegaba a convencer. Conforme pasaban los días, se alzaban en contra de Trolli y de mí, por lo que veía, nos querían fuera de ahí. Mi amigo hizo lo que pudo para tratar de quedarme con él, pero ellos no me aceptaban. Un día, llego el momento en el que la gota por fin tocó el suelo...

[...Flashback...]

-¡CHICO, YA TE HEMOS DICHO QUE TE DESHAGAS DE ESE FENÓMENO.

La puerta de una casa de roble sonaba como si de disparos se tratasen, una gran multitud se escuchaba atrás de esta, muchedumbre furiosa y rencorosa con la existencia de un ser que para ellos era...maligno, despreciable y peligroso.

-¡ESE PERRO JUNTO A TODOS LOS PUTOS ANIMALES DEL MUNDO NOS VAN A TERMINAR MATANDO!, ¡JUEGA CON CABEZA CHICO!, ¡¿ACASO NO RECUERDAS QUE PASO EN LA GRAN GUERRA?!

El pelinegro se encontraba serio ante la situación, protegiendo a su mejor amigo, poniéndose enfrente suyo.

-¡SI NO ABRES LA PUERTA!, ¡LA TUMBAREMOS Y LOS MATAREMOS A LOS DOS POR NO COOPERAR!

El pelinegro seguía sin bajar esa mirada desafiante, entre su valentía, pronunció unas palabras con un tono intimidante.

-Adelante, ustedes tocan a Mike, y yo los mato uno a uno.

Mike se veía asustado, sin saber mucho el lenguaje humano, comprendía lo que estaba por suceder, "por favor...no te hagas daño", es lo único que el can podía pensar en ese momento, lamentablemente sería sacado de ese transe cuando la puerta se vino abajo, dejando entrar a todos los pueblerinos del lugar.

El silencio abarcó la sala cuando notaron el acto valeroso que realizaba el joven de pelo negro, sin embargo, eso no impediría acabar con lo que prometieron terminar.

Un señor de edad avanzada se pondría en frente de toda la multitud solo para ver al muchacho de forma decepcionante.

-No tiene por que terminar así pequeño.

-No me permito que acaben con la vida de Mike, él no hizo nada.

-Tienes razón, él no hizo nada, pero su especie junto a varios más nos hicieron un gran daño a todos nosotros.

-¡PERO ÉL NO ES COMO ELLOS!

-Sea como sea, es un parásito de esos, no puedo dejar pasarlo.

Aquel anciano sacaría una daga de plata mientras que el valiente joven poco a poco sentía el miedo de morir.

-Te lo pediré una vez más, apártate chico.

-...Jamás...- Diría temblorosa y temerosamente.

-Eres un idiota...

Aquel anciano miraría al pueblo que tenía detrás suyo, para luego solo hacer una señal para apartar al joven, dos señoras irían a la acción, y exitosamente, entre forcejeo y forcejeo, grito y grito, lograrían separarlo de Mike.

-¡MIKE!, ¡NO LO HAGAN!

El perruno miraría con terror absoluto aquella daga, el miedo fue tanto, que en pasos torpes caería al suelo...lo único que este pensaba en su mente mientras miraba a su amigo con un semblante penoso: "Si que la pasé muy bien Trolli, pero prefiero ser yo a que seas tú, fuiste muy valiente...te admiro demasiado." El momento había llegado, y el arma blanca se movía con fluidez directo al cuello del can, la víctima solo cerraría sus ojos y esperar de cierta forma, contento su final...

...

...

...

Pero eso sería impedido por un terco más...su amigo...

...

...

Ese líquido tan cálido y frío a la vez, el sentimiento que experimentaba Mike al tener en su cara la sangre de lo que fue considerado la relación más cercana que había tenido hasta el la época.

Todo en un solo momento, lo que a alguien tomaría tiempo en romperlo, solo ocurriría en tan solo un santiamén.

-¡PEQUEÑO MOCOSO!, ¡¿QUÉ CARAJOS HACES?!

Mientras caía con daga clavada en su cuello al suelo, una sonrisa victoriosa se formaba en su pálida cara. Su cabeza estaba por tocar el suelo, pero Mike lo atraparía al instante, mirando entre lágrimas a lo que pudo haber sido, más que un amigo, quizás, una figura paterna, a pesar de ser ambos jóvenes.

-Tranquilo Mike...sé que ha sido una verdadera estupidez esto...pero de verdad quiero que sigas vivo...

Las lagrimas del can caían en el rostro del contrario, entre sollozos, Trolli con lo último que podía, secó una de sus lágrimas para solo mostrar una sonrisa inocente.

-No llores...no me hagas sentir mal por mi...decisión...

...

...

-Eres un buen perro...el mejor que he tenido...

[...Fin del Flashback...]

-No sabes...cuanto los odie...

Los gruñidos y sollozos era una melodía que mostraba impotencia y frustración, por todo lo que me contó Mike, me siento ahora un maldito idiota...y yo lo juzgué antes de que me lo dijera.

-Murió en frente mío Acenix...

...

...

...

-¿Qué...paso después?

...

...

-Me fui de la aldea.

-¿Y que les paso a los humanos?

...

...

-Eh...¿Mike?

-Dije que te diría toda la verdad...pues te la diré...

...

...

...

-En esa misma casa...paso lo que ellos mismo dijeron: "Ese perro nos matará a todos", debo de admitir, maté a los que se lo merecían, empezando por ese barbón y su gente, las mujeres y niños del lugar miraban expectantes, los perdoné y los que no trataron de hacerme daño durante esa pelea, solo me puse en frente de ellos, esperando a recibir algo, pero creo que lo habían pensado bien, me dejaron ir.

Un aguijón de terror penetró mi pecho con absoluta brutalidad, el miedo volvió a mí...él fue capaz de matar a varios por alguien, no sé si sentirme bien, o sentirme mal, protegido o desprotegido...

-...Es seguro que de cierta forma este "inestable" en varios aspectos...solo quiero que sepas que quiero lo mejor para ti de ahora en adelante, empezando por que decisión tomarás, tus coceduras las examiné mientras dormías, ya te las puedo quitar, ¿lo recuerdas?, teníamos un trato.

-...Si...tienes razón...

Sentí como sus patas tomaban delicadamente las coceduras de mi estómago y brazo, sentí un pequeño dolor en ambas partes, pero luego sentí una satisfacción tremenda al ya no portar esas cosas.

-Bien Acenix, aquí se acaba todo lo que recorrimos, ya no sufrirás más por culpa mía y mi mala suerte, y yo ya no sufriré por preocuparme por alguien nunca más y sobre dar la mejor cara que tengo.

...

...

-Si te hace sentir mejor, me quedaré contigo hasta la mañana siguiente, te quitaré ese vendaje de los ojos, y tú no me seguirás, yo tampoco lo haré, ¿estás de acuerdo?

...

...

...

-Mike...yo...de verdad que no sabía por lo que pasabas.

-Ahora lo sabes.

-No me estás dejando terminar...

-Muy bien, habla.

-Quiero darte la oportunidad de cambiar Mike.

Sentía su aliento tocar mi pecho, era tan caliente, tan intenso, la ira lo consumía por dentro.

-Lo siento Acenix, yo ya tuve muchas oportunidades, no quiero parecer un niño, ya no te quiero ver sufrir.

-Mike...sufrir, ¿esto?, ¿esto es sufrir?- Mencionaba mientras me señalaba los ojos con intensidad.

-...

-Yo no lo lo veo así, la he pasado bien hasta ahora...ya no me importa, que me golpeen, que me pateen o que me dejen ciego, estoy pasando...un buen momento, solo que...sentí que se fue cuando perdiste la razón.

-Lo sé, y lo siento, pero no va a cambiar mi forma de actuar ante ellos.

-No, si que lo harás Mike, yo te ayudaré...lo haremos juntos...por favor, no te vayas sin mi.

...

...

...

-No haré eso, no me pienso mover, no sin ti.

Escuchaba como mi corazón estaba por salirse, ya no hay vuelta atrás, si esto es lo que quiero, que sea así.

-Muchas gracias...

-No te preocupes, igualmente, desde un principio no tenía pensado irme.

-¿En serio?

-Si, resultaste ser una persona única, no pienso dejar ir a alguien así.

-Yo tampoco Mike, yo tampoco.

Pasaron las horas y por fin ese sueño llegó a mi, recostarme en la arena, así es, por lo visto, no nos hemos movido demasiado, y eso es bueno, gracias a la apuesta que gané, quisiera enseñarle ese gran lago azul a Mike, tampoco pienso ridiculizarlo, solo quiero llevarlo a ese lugar y ver su cara, claro...cuando recupere la vista.

[...]

La luna estaba en su punto más alto, alumbrando el mar de forma preciosa, lástima que ellos no puedan verla, pues estaban durmiendo...curiosamente, ambos muy juntos, el can poniendo su nariz en el pecho del contrario mientras lo abrazaba, el gatuno notó esto desde hace un buen rato, no quería mencionar nada pero las ganas de saber el por qué de su actuar, lo destrozaban.

-Mike...

-...

-¡Pst!, hey.

-¿...?, uh...que pas-

Mike no pudo terminar la oración debido a que su reacción a esto fue impactante, este se apartaría lentamente de su pecho para mostrarse avergonzado por lo que acababa de hacer, Acenix en pena absoluta, no pudo observar aquel acto gracioso.

-Oh...que vergüenza, lo siento mucho.

-No te preocupes, si te sirve de consuelo, se sentía bien.

-Yo también me sentía igual...es que, me haces recordar a él, mi amigo.

-¿Trolli?

-Sí, siento que...eres igual a él, el único que me aceptó en este mundo de locos, eres un lugar donde puedo reposar tranquilamente sin que nadie me moleste nunca más...

Acenix ahora sería el que mostraría un cierto grado de rojizo, el can se burlaría de esto.

-Ow~, miren eso, alguien está rojo.

-Tch...apuesto a que si no tuviera estas estúpidas vendas, te hubiera visto igual que yo.

-Em...¿no?, yo no me puse como tú (vaya mentira jaja)

-Si claro...

-Bueno, volvamos a dormir, lamento incomodarte.

-No...no lo hiciste Mike, tú si quieres...puedes seguir haciendo eso.

-¿Seguro?

-...Es la primera vez que recibo un abrazo, lo sé, suena patético

Mike sin decir una sola palabra lo abrazaría volviendo a poner su cara en su pecho, formando una sonrisa de satisfacción y de ternura.

-No lo es, yo...no creo que seas patético, y...si eres alguien terco, entonces yo también soy patético.

-Je...somos patéticos entonces.

-Ok, no esperaba a que respondieras eso .

Dirían para reírse entre si, hasta el punto de chocar miradas por un momento, Acenix claramente fue una casualidad más, pues no podía ver, aunque su corazón sabía dónde estaba el perruno. Se miraban sonrientes hasta que un pequeño lengüetazo en la mejilla de Acenix lo sacaría del transe.

-Descansa.

Acenix no se sentía asqueado por lo que había hecho, es más, envolvió con sus brazos su cuerpo para cubrirlo de la noche fría, aunque era cierto algo, los dos ya formaban un único calor.

-Tú también Mike, hasta mañana.

Fin del capítulo XI

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro