Con unas ansias locas quiero verte hoy
Espero ese momento en que escuche tu voz
Y cuando al fin estemos juntos los dos

Bonnie corría apresuradamente entre los corredores de su instituto hacia la salida donde su actual pareja, aquel joven que vivía en su mismo edificio, con piel morena y hermosos ojos verdes; que le esperaba apoyado en una de las paredes con sus audífonos puestos escuchando una canción de Selena Quintanilla. Si quizás raro para un joven de su edad, pero eran sus gustos.

―Bon, Hola ¿Cómo estás? ―. Saludaba alegre el de cabello morado sostenido por una cinta negra. Su enamorado le sonrió, se quitó sus auriculares y se ofreció para llevar la mochila del de ojos rubíes― Que caballerosa eres Bon. Muchas gracias. Fue una sorpresa verte aquí.

―Bonnie te dije que iba a venir, hasta me respondiste con una carita de gatito―Bon comenzó su andar hasta las rejas que daban a la calle principal, Bonnie con un tenue rubor en sus mejillas siguió a su vecino― Fue un lindo gatito

―Los gatitos son muy bonitos y tiernos

Hablaron todo el trayecto hasta el edificio donde ambos residían.

Qué importa qué dirán tu padre y tu mamá

Aquí sólo importa nuestro amor, te quiero

―Oye Bon ¿Cuándo conoceré a tus padres? Lo siento si sueno apresurado, pero tengo esa curiosidad―. Una inquieta carcajada escapo de los labios de Bonnie. Bon comenzó a caminar de espaldas fijando su vista en Bonnie, intentaba no tropezar con nada en su andar― Si creo que fui muy apresurado, lo siento.

―Bonnie no tienes que preocuparte por nada―. Se detuvo frente a su novio. Tomó el mentón de joven de baja estatura y lo acercó hasta sus labios; brindándole un dulce y corto beso separándose al instante― Si quieres conocer a mi padre, pues mi madre falleció cuando era un niño; lo conocerás.

Amor prohibido murmuran por las calles
Porque somos de distintas sociedades
Amor prohibido nos dice todo el mundo
El dinero no importa en ti y en mí, ni en el corazón

―Que asco par de jotos. Váyanse a hacer sus asquerosidades a otro lugar par de engendros. Son antinaturales―. Gritaba un hombre desde su auto al par de muchachos que sostenían sus manos con fervor y con ningún temor reflejado en sus ojos― Ustedes no deberían existir.

Seguían su andar sin un destino certero, nadie soltaba ni una palabra. El sol se escondía, dando unos tonos naranjos al cielo, el silencio aun albergaba entre ellos.

―Jajajajajaja―. Las carcajadas de Bonnie se escucharon rompiendo la supuesta tensión que había, Bon no tardó en acompañar con sus risas. Limpió las pequeñas lagrimas que se asomaban en su rostro― ¿Cómo puede haber gente asi todavía? Estamos en el siglo XXI ¿Quién lo diría?

Bon se sonrojo de pronto. Los destellos del sol en el rostro de su novio de cabello morado lo hacían ver más precioso de lo que ya era. Se quedó sin palabras.

―Bon ¿Tú que crees? Algo absurdo ¿verdad?

―S...Si absurdo Bonnie ¿cómo haces para ser tan bello?

―Creo que es un don

―Si un don muy hermoso

Siguieron su caminata romántica por el largo del parque, escuchando diferentes e hirientes vulgaridades hacia ellos y burlándose de los mismos. Ambos tenían la autoestima bien alto para saber que esas tonterías que les disparaban verbalmente eran falsos. Quizás si eran homosexuales pero su amor no era ningún error de la naturaleza. Ellos seguían siendo personas y toda persona tiene derecho a enamorarse.

Aunque soy pobre todo esto que te doy
Vale más que el dinero porque sí es amor
Y cuando al fin estemos juntos, los dos
Qué importa qué dirán, también la sociedad
Aquí sólo importa nuestro amor, te quiero

Los días pasaron convirtiéndose en meses que ala vez se convertirán en años. Un Bon de 30 años sudaba frío por los nervios, hoy era el día en que al fin le propondría matrimonio a Bonnie. Después de tanto al fin lo haría. Su padre, aquel ser que lo crío; aceptó su relación sin embargo no quería ser invitado a ninguna boda o cosas asi. A Bon le afecto al principio, pero con ayuda de Bonnie y amigos que hizo en el transcurso pudo superar eso.

―Vale. Solo pregunta, escucha y corre. Pregunta, escucha y corre. No debe ser tan difícil

―Preguntar ¿Qué? Bon―. Bonnie apareció detrás de su novio. Había escuchado lo que planeaba decirle, no dudó en sonreír, le recordó lo mismo que el había hecho antes, cuando se le confeso al antiguo residente del apartamento 512― ¿Y bien me lo dirás?

―Bonnie yo quería pedirte que te cases conmigo― lo vio sacando de su bolsillo un cofre, lo abrió cuidadosamente dando a ver un pequeño anillo con una diminuta incrustación de rubí― Lo siento no fue nada romántico.

Bonnie se lanzó a los brazos del moreno, repartió besos por todo el ahora sonrojado rostro de Bon.

―Claro que acepto tontito. Pensé que nunca lo harías.

Amor prohibido murmuran por las calles
Porque somos de distintas sociedades
Amor prohibido nos dice todo el mundo
El dinero no importa en ti y en mí, ni en el corazón

―Yo, Bon James Smith, aceptó a ti, Bonnie Allen, me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida―. Recitó Bon ante su futuro esposo, amigos, conocidos sus palabras hacia el amor de su vida.

―Yo, Bonnie Allen, te quiero a ti, Bon Smith, para serte fiel en todo ser el pañuelo de tus tristezas, Prometo no decirte -te lo dije- cuando te hayas equivocado, prometo hacer del camino mil aventuras, sin olvidar quién y cómo eres. Encontraremos la tranquilidad y felicidad donde quiera que estemos, te amaré siempre, diga lo que diga, haga lo que haga, sufra lo que sufra, duela lo que duela, sea como sea, de cerca o de lejos, siempre te amaré. Te amaré, aunque las personas nos digan que este amor, el amor que hemos creado por todos esto años; es un AMOR PROHIBIDO.

― Después de haber escuchado sus votos, ahora con el poder que se me ha concedido los declaro marido y esposo.

Los novios, se quedaron viéndose por un rato, se acercaron lentamente juntando sus labios en un beso, el beso que iniciaría el resto de su camino.

FIN